“Porque aunque tengáis diez
mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os
engendré por medio del evangelio”.
1 Corintios 4:15
INTRODUCCIÓN
La
iglesia de Corinto es un buen reflejo de la iglesia de hoy al presentar un
sinfín de problemas que hasta la fecha ocurren entre los santos. Contaminada
por la inmoralidad sexual, influenciada por ritos paganos, llena de pleitos y
divisiones que los llevaban a juicio en los tribunales, traumatizada por el
abuso de los dones espirituales y la cena del Señor, necesitaban una fuerte
reforma y disciplina que los hiciera crecer y madurar en su fe. En este sentido, el apóstol Pablo escribe
esta carta con el objetivo de corregir los problemas que la iglesia que él
había fundado estaba viviendo. 1 Corintios es una hermosa carta que nos
muestran muchos de los problemas que podemos ver en la iglesia de hoy. En esta
se encuentran grande capítulos y enseñanzas como el poema de amor, el estudio
de los dones del Espíritu Santo, la institución de la cena del Señor, la
regulación de los dones dentro de la iglesia, la exposición de la resurrección
de los santos, entre otros. En este sentido Pablo nos presenta la manera correcta
en la cual los creyentes tienen que conducirse en un mundo corrompido por el
pecado y ser luz en medio de las tinieblas.
Antigua Ruinas de Corinto |
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE CORINTO
Por
más de un siglo (350 hasta 250 a.C.) Corinto fue la ciudad más próspera en
Grecia. Por conflictos posteriores con Roma, la ciudad quedó en ruinas y
deshabitada por un siglo a partir del 146 a.C. La etapa griega duró hasta el 44
a.C. en cuya fecha Julio César la reconstruyó y la convirtió en una colonia que
llegaría a ser, en el 27 a.C., la sede del procónsul de Roma. Corinto estaba
situada ocho kilómetros al sudoeste del istmo que conecta Grecia propiamente al
norte, y el Peloponeso al sur extremo. A
cada lado de este istmo hay dos mares, al oriente el Egeo, y al poniente el Jónico.
La ciudad yacía sobre una meseta a la falda de una montaña que llegaba a 612
metros sobre el nivel del mar. La ciudad era el sitio en donde convergían las
rutas comerciales terrestres que corrían de oriente a poniente. Para no tener
que viajar por mar unos trescientos kilómetros, para rodear el Peloponeso, los
marineros antiguos atravesaban el istmo con las cargas de sus barcos para
subirlas de nuevo en el otro lado en otros barcos. Aun las barcas pequeñas eran
arrastradas por tierra de una costa a la otra, por ser tan angosto el istmo
(como de unos siete kilómetros). Además tenía dos puertos ubicados al oriente y
poniente por lo que se había convertido en un centro comercial donde llegaba
gente griega, romana y oriental. Por tal motivo se convirtió en un centro
geográfico ideal para el comercio entre Italia y Asia. El control sobre Corinto
permitía a los romanos sobre el comercio entre muchas naciones. El comercio
trajo riquezas a la ciudad, pero también la inmoralidad y una serie de
filosofías contrarias al evangelio. Allí se encontraba el templo de la diosa
Afrodita con mil sacerdotisas que no eran más que prostitutas. Corinto era
conocida por su baja moral, a tal punto que surgió el termino corintianizar,
que significaba “hacer como los
corintios”. Con este término describían la conducta de los corintios que se
involucraban en borracheras, inmoralidades sexuales, idolatrías y filosofías
contrarias al Evangelio.
LA IGLESIA DE CORINTO
De
acuerdo a Lucas fue durante el segundo viaje misionero de Pablo que este llego
a Corinto y la evangelizo (Hechos 18:1-17). Fue después de su estadía en Atenas
que el apóstol llego a Corinto y allí conoció a Aquila y Priscila los cuales
habían huido de Italia por el edicto que se dio en contra de los judíos: “Después de estas
cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Y halló a un judío llamado
Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por
cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a
ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos,
pues el oficio de ellos era hacer tiendas”, (Hechos 18:1-3). Inicio
su trabajo de evangelización compartiendo la palabra de Dios en una sinagoga
judía: “Y
discutía en la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a
griegos”, (Hechos 18:4) y cuando Timoteo y Silas llegaron a Corinto
lo hallaron completamente entregado a esta labor: “Y cuando Silas y Timoteo vinieron de
Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra,
testificando a los judíos que Jesús era el Cristo”, (Hechos 18:5).
Sin embargo, no paso muchos tiempo en surgir la oposición judía y Pablo tuvo
que retirarse de la sinagoga a la casa de un tal Justo no sin haber ganado a
Cristo a muchas personas: “Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno llamado Justo,
temeroso de Dios, la cual estaba junto a la sinagoga. Y Crispo, el principal de
la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios,
oyendo, creían y eran bautizados”, (Hechos 18:7-8). Después de un
año y seis meses la oposición contra Pablo creció, pero no logro detenerlo y
después de muchas días después decidió partir de allí con Aquila y Priscila en
dirección a Éfeso: “Mas Pablo, habiéndose detenido aún muchos días allí, después
se despidió de los hermanos y navegó a Siria, y con él Priscila y Aquila,
habiéndose rapado la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho voto. Y llegó a
Éfeso…”, (Hechos 1818-19). Así
fue fundada por Pablo es iglesia, razón por la cual decía: “Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo,
no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del
evangelio”, (1 Corintios 4:15).
AUTOR DE 1 CORINTIOS
“Pablo, llamado a ser apóstol
de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de
Dios que está en Corinto…”
1 Corintios 1:1-2
Sin embargo, hay algunos que difieren un poco a esta conclusión aseverando que realmente no fuero cuatro, sino tres cartas que Pablo escribió, siendo la segunda 1 Corintios y la tercera 2 Corintios. Al considerar esta perspectiva, no se logra conectar el hecho de las palabras de Pablo al decir que decide regresar a Corinto al ver que su segunda carta (que es 1 Corintios) no había logrado efecto: “He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos”, (2 Corintios 12:14); pero después de otra carta dura se logró su objetivo (2 Corintios 2:3-4).
FECHA
Pablo estableció
la iglesia en Corinto entre los años 50-51 d.C., cuando en su segundo viaje
misionero pasó dieciocho meses allí (Hechos 18:1-17). Después de su partida,
mantuvo correspondencia y cuidó de la iglesia. Durante su ministerio de tres
años en Éfeso, en su tercer viaje misionero (Hechos 19), había recibido
preocupantes informes sobre la situación moral entre los creyentes de Corinto.
Para remediar la situación, escribió una carta a la iglesia (1 Corintios 5:9-11),
que se ha perdido. Un poco más tarde, una delegación enviada por Cloé, un
miembro de la iglesia de Corinto, le comunicó a Pablo la existencia de
divisiones en la congregación. Antes que pudiera enviar una carta para corregir
los problemas, llegó otra delegación de Corinto con una carta donde se le
hacían varias preguntas (1 Corintios 7:1; 16:17). Inmediatamente, Pablo envió a
Timoteo para remediar aquel problema (1 Corintios 4:17). Entonces fue que
escribió la carta que conocemos como 1 Corintios, con la esperanza de que
llegara primero que Timoteo (1Corintios 16:10). Como parece que Pablo la
escribió al final de su estancia en Éfeso (1 Corintios 16:8), se puede fechar
alrededor del año 56 d.C.
BOSQUEJO
Esta
hermosa carta escrita por el apóstol Pablo está compuesta por 16 capítulos,
donde el tema principal gira alrededor la importancia de la purificación
espiritual de los creyentes y las instrucciones doctrinales y consejos
prácticos en medio de una sociedad llena de pecado. En este sentido, podemos dividir
la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios en dos secciones principales
y seguir la siguiente sinopsis:
Parte I. La purificación de la iglesia: Capítulos 1-11.
1.
La
salutación. (1:1-9).
2.
La
necesidad de purificar la iglesia. (1:10-31).
3.
El ministerio
ejemplar de Pablo. (2:1-16).
4.
Las
divisiones entre la iglesia, una señal de carnalidad. (3:1-8).
5.
El
verdadero punto de vista del ministerio. (3-4)
a) Como
dispensadores de la verdad (3:1-2).
b) Como
jardineros (3:6-8)
c) Como
colaboradores de Dios (3:9)
d) Como
edificadores del carácter (3:10).
e) Como
siervos confiables (4:1-2)
f)
Como sufridos por causa del nombre de
Dios (4:9-13).
6.
El
deber de purificar a la iglesia.
a) De la
inmoralidad (5:1-13).
b) De
pleitos (6:1-8).
c) De
toda sensualidad en general (6:9-20).
7.
La
santificación del matrimonio. (7:1-40).
8.
Lo
sacrificados a los ídolos, los débiles y fuertes en la fe. (8:1-13)
9.
El
ejemplo de Pablo. (9:1-27).
10.
El
ejemplo de infidelidad de Israel. (10:1-15).
11.
La
comunión en el sacramento de la Cena del Señor. (10:16-21).
12.
El cautelo
en cuanto a comidas y bebidas. (10:23-33).
13.
El
atavió de las mujeres. (11:1-16).
14.
Las
instrucciones en cuanto a la Cena del Señor. (11:17-34)
Parte II.
Instrucciones doctrinales y consejos: Capítulos 12-16.
1.
Los
dones del Espíritu Santo. (12:1-31).
2.
La
preeminencia del amor. (13:1-13).
3.
La
regulación de los dones de palabra en el culto cristiano. (14:1-40).
4.
La
doctrina de la resurrección. (15:1-58).
5.
Instrucciones
finales y saludos. (16:1-24).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario