viernes, 31 de julio de 2020

El origen de las naciones (Génesis 10:1-32)


“Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio. Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. De éstos se poblaron las costas, cada cual, según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones. Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán. Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala, y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande. Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim, a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim. Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het, al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, al heveo, al araceo, al sineo, al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos. Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa. Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet. Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas. Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán. Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera, Adoram, Uzal, Dicla, Obal, Abimael, Seba, Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán. Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente. Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones. Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio”.

Génesis 10:1-32

INTRODUCCIÓN

                     El capitulo 10 del libro de Génesis nos presenta el origen de las naciones de la tierra. Como lo vimos anteriormente, la descendencia humana y por ende las naciones del mundo provienen de tres hombres, Sem, Jafet y Cam. Además, vimos como Jafet podría considerarse el mayor de los hijos de Noé, le seguiría en edad Sem y definitivamente Cam es el menor. Ahora, de estos tres hombres se presenta una genealogía de donde vendrán las naciones que establecerán sus sistemas de gobierno en el nuevo mundo que Dios les ha otorgado después del diluvio, cumpliendo así la voluntad de Dios de multiplicarse y dividirse. Estudiar este capítulo tratando de rastrear el origen de las naciones es un tanto exhaustivo y quizás tedioso para aquellos que no gustan del detalle, pero trataremos de mostrar un resumen basado en lo que los eruditos han comentado a lo largo de los años del origen de las naciones según Génesis 10.

tabla-naciones
Tabla de las naciones


EL ORIGEN DE LAS NACIONES

 “Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio”.

Génesis 10:1

                     Este capitulo comienza presentando el origen de las naciones que provienen de los tres hijos de Noé: Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio. Como vemos Sem siempre encabeza la lista de tres hermanos y esto es no porque sea el mayor, sino porque de su descendencia nacería la nación de Israel. Las genealogías en la Biblia tienen varios propósitos, como ya lo hemos estudiado en el pasado y en esta ocasión nos presenta cómo la humanidad se agrupo en gobiernos alrededor del mundo, cumpliéndose así el deseo de Dios de multiplicarse sobre la faz del mundo. La palabra genealogía significa libro de las generaciones o libro de los orígenes y en Génisis 10 no debemos entender que nos muestra una lista detallada y completa de todos los descendientes de los hijos de Noé, sino, solían presentar a los descendientes mas prominentes con el fin de resaltar un origen en específico. A lo largo de la historia muchos eruditos han considerado esta genealogía como la tabla del origen de las naciones, tratando de trazar el origen de los pueblos y naciones antiguas. Muchos han estudiado este capítulo no solo desde la perspectiva teológica, sino también desde el punto de vista histórico, antropológico y arqueológico, en este sentido se han considerado las investigaciones de historiadores judíos como Flavio Josefo, comentarios antiguos del Talmud hebreo, escritores de la iglesia primitiva como Hipólito de Roma o Jerónimo, eruditos del sexto siglo como Isidro de Sevilla, así como otros estudiosos más contemporáneos, de tal forma que todas estas aportaciones aunadas tratan de encontrar una pista de a qué nación o clan dio origen dicho descendiente. Otro aspecto con respecto a cómo se le ha dado uso a la información que Génesis 10 nos presenta es para tratar de enlazar las razas humanas con los tres hijos de Noé, Sem, Jafet y Cam. El termino raza se refiere a una clasificación de los seres humanos de acuerdo a sus características físicas, ángulos faciales, color de piel y cabello, forma del cráneo y generalmente las han dividido en tres grupos, la caucásica, mongoloide y negroide. Así dicen que las razas caucásicas provienen de la descendencia de Jafet, las razas mongoloides de Sem y las negroides provienen de Cam; sin embargo, afirmar esto es difícil ya que no podríamos decir que los diferentes clanes no llegaron a mezclase entre ellos, además del hecho de que como estudiosos de la Biblia no creemos que existan varias razas, sino solo una, la humana, aparte que el termino raza a llevado a los hombres a la discriminación y considerar algunos grupos superiores a otros cuando realmente todos somos imagen de Dios. No obstante, hay algo que también no podemos negar y es que por la parte donde los descendientes de los tres hijos de Noé se asentaron, las condiciones geográficas y climáticas influyeron en sus rasgos físicos y color de piel y cabello. Así, los clanes de Cam que en su mayoría se extendieron a través de la parte de África y Egipto llegaron a presentar un tono de piel más oscura que los demás. Iniciemos el estudio de cada uno de los descendientes de los hijos de Noé y veremos como estos se extendieron en todo el mundo.


LOS DESCENDIENTES DE JAFET

“Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras”.

Génesis 10:2-5

                    De acuerdo a los estudios de algunos eruditos, los descendientes de Jafet llegaron a poblar los países de Europa, la península del Asia Menor y la región de más allá del Mar Negro, pudiendo extenderse hasta la India y China. De acuerdo al Glosario de Nombres Bíblicos de Jack Enlow, su nombre significa expansión y hace referencia al hecho que sus descendientes se expandieron a lo largo de toda Europa, tal y como Noé profetizo acerca del futuro de su descendencia: “Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo”, (Génesis 9:27). Se nos dice que los hijos de Jafet fueron siete: Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. Trataremos de presentar de manera resumida y de acuerdo a la opinión de algunos estudiosos, qué clanes y naciones surgieron de los hijos de Jafet. En primer lugar, Gomer, se cree que fue un grupo belicoso que se mantenía en constante movimiento y se extendieron a través de Asia Menor y la parte de Europa como es España (Galicia), Francia (Galia) y Gran Bretaña (los celtas). En segundo lugar, tenemos a Magog, su nombre sirve de referencias en profecías de Ezequiel 38:2; 39:6 y en Apocalipsis 20:8, con dificultades los eruditos han llegado a establecer que esta descendencia pobló las regiones de la Ex Unión Soviética que hoy conforman a Rusia y otras naciones musulmanas. En tercer lugar, tenemos a Madai, de donde las afirmaciones de los eruditos dicen que de este hijo de Jafet descienden los Medos, una nación importante en la historia de Israel que junto de Persia, vencieron a los babilonios y conquistaron el mundo antiguo. En cuarto lugar, aparece Javán, del cual se dice que descienden los jonios, nombre antiguo que se le dio a los habitantes de Grecia. En quinto lugar, tenemos a Tubal que, junto con Mesec y Javán, su nombre aparece como nación en Esequiel 27:13, entre otros pasajes. Algunos creen que los descendientes de Tubal llegaron a ser los fundadores de Tobolks, la antigua capital de Siberia y hoy ciudad de Rusia. En sexto lugar, tenemos a Mesec, el cual aparece junto a Tubal en Ezequiel 38:3; 39:1, y muchos afirman que se refiere a la actual Moscú, la capital de Rusia. Finalmente tenemos al séptimo hijo de Jafet, Tiras, que según Josefo y el Targum hebreo, sus descendientes se convirtieron en los tracios.


Los descendientes de los hijos de Jafet.

“Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. De éstos se poblaron las costas, cada cual, según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones”.

Génesis 10:3-5

              Además de los hijos de Jafet, el capítulo 10 resalta algunos de sus nietos: Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. Dice que los hijos de Gomer fueron 3, el primero Askenaz al cual los judíos suelen asociar con los pueblos que dieron origen a Alemania, en segundo lugar, tenemos a Rifat, del cual se poseen muy pocas pista y Josefo los identifica como los raflagonianos, mientras que otros los relacionan con un pueblo llamado los Rhibbii, que habitaron al este del Mar Negro. En tercer lugar, tenemos a Togarma, el cual se menciona en Ezequiel 27:14;38:6 y de acuerdo a los eruditos lo han llegado a relacionar con los habitantes de Armenia. Estos son los hijos de Gomer. Ahora, los hijos de Javán fueron 4, el primero, Elisa, cuyo nombre se menciona en Ezequiel 27:7 y lo han llegado asociar con pueblos que dieron origen a Grecia. En segundo lugar, tenemos a Tarsis, cuyo nombre aparece en 2 Crónicas 9:21, y lo asocian con España. Luego, en tercer lugar, tenemos a Quitim, los cuales se han identificados como los habitantes de Chipre. Finalmente, el cuarto hijo, Dodanim, cuyos descendientes se asentaron al sudoeste de Asia Menor, en las islas de Rodas.

              De esta forma vemos como los descendientes de Jafet tendieron a habitar los países de Europa, la península del Asia Menor y la región de más allá del Mar Negro: De éstos se poblaron las costas, cada cual, según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.


LOS DESCENDIENTES DE CAM

“Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán”.

Génesis 10:6

                     Hemos llegado a los descendientes de Cam, el hijo menor de Noé. A diferencia de los descendientes de Jafet o Sem, los de Cam presentan problemas en cuanto a la dificultad de seguir algunos de sus descendientes a lo largo de la historia y poder relacionarlo con una nación o clan importante, sin embargo, esto no significa que ellos pudieron dar paso a civilizaciones importantes. Estos emigraron hacia África, Arabia, Siria, Palestina y Mesopotamia. En cuanto al significado de su nombre el Glosario de Nombres Bíblicos de Jack Enlow lo asocia a una persona de piel negra que habita en ambientes calientes, de allí la teoría que la mayoría de descendientes de Cam fueron de piel oscura, aparte de esto, en Jeremías hay un versículo que hace referencia al color de la piel de los etíopes (que son descendientes de Cus): “¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas?”, (Jeremías 13:23). De acuerdo al autor, cuatro fueron los hijos de Cam: Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. En primer lugar, tenemos a Cus, el cual es identificado con Etiopia. El segundo hijo es Mizraim, que es asociado con Egipto, el tercero es Fut que es identificado con Libia, y finalmente tenemos a Canaán, que fueron los pueblos que habitaron en la región de palestina y que fue conquistada por Israel.


 Los descendientes de los hijos de Cam.

“Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán… Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim, a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim. Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het, al jebuseo, al amorreo, al gergeseo, al heveo, al araceo, al sineo, al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos... Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones”.

Génesis 10:7, 13-18, 20

              De acuerdo a estos versículos podemos ver los descendientes de Cam de los cuales se posee muy poca información como para identificarlos en su mayoría como naciones o clanes conocidos. En cuanto a los hijos de Cus, estos fueron 6: Seba, Havila, Sabta, Raama, Sabteca, (Genesiss 10:7) y Nimrod (Genesiss 10:8). Los primeros 5 de ellos se cree que habitaron en el continente africano. Además de esto, algunos opinan que, en el caso de Seba, el primer hijo de Cus en el listado, este llego a ser el patriarca que fundo el reino de Jamameh en Arabia. Luego, aparecen en la lista dos bisnietos de Cam, hijos de su nieto Raama e hijos de su hijo de Cus, estos son Seba y Dedán. Algunos opinan que hay diferencia entre la pronunciación del nombre del primer hijo de Cus que aparece en el listado y en el del hijo de Raama. La NVI traduce este versículo 7 haciendo la diferencia en la acentuación y pronunciación más probable de dicho nombre: “Los hijos de Cus fueron Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca. Los hijos de Ragama fueron Sabá y Dedán”, (Génesis 10:7, NVI). Flavio Josefo identificaba a estos dos descendientes como los patriarcas de los pueblos sabeos (este es Sabá según su pronunciación mas probable) a los cuales la Biblia hace referencia en Job 1:15; Isaías 45:14; Ezequiel 23:42 y Joel 3:8, y en el caso de Dedán como un pueblo de etíopes occidentales.

            Luego tenemos a los hijos de Mizraim los cuales 7: Ludim, Anamim, Lehabim, Naftuhim, Patrusim, Casluhim, y Caftorim. De estos se sabe muy poco, nada mas que habitaron la parte que va de Gaza hasta Egipto. Además, se no dice que la descendencia Casluhim dio paso a la civilización de los filisteos que aparecen repetidas veces en el Antiguo Testamento y fueron grandes enemigos de Israel por mucho tiempo. Muchos de los clanes de esta familia se cree que se perdieron en el tiempo por medio de las constantes guerras etíopes que se dieron en dicha zona y por consiguiente no hay mucho de qué hablar de ellos.

               También la genealogía nos presenta los hijos de Canaán que fueron Sidón, Het, y otros más que dieron paso a naciones que se establecieron en la región que hoy se conoce como palestina, estos fueron el jebuseo, el amorreo, el gergeseo, el heveo, el araceo, el sineo, el arvadeo, el zemareo y el hamateo. Del primogénito de Canaán, podemos decir que Sidón dio origen a los famosos sidonios que aparecen en la Biblia, hoy una ciudad del Líbano. De Het se concuerda que es el antepasado de los heteos o hititas que también aparecen en el libro de Génesis como uno de los pueblos más antiguos y que la arqueología ha descubierto recientemente. El resto de hijos de Canaán parece que se ubicaron en la parte de Palestina y de esta forma poblaron las partes de África, Arabia, Siria, Palestina y Mesopotamia: Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.

 

1.      Nimrod: Hijo prominente de Cus.

 “Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala, y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande”.

Génesis 10:8-12

El relato de la Genealogía hace referencia de manera muy especial a uno de los hijos de Cus el cual llego a ser uno de los hombres mas prominentes de su tiempo, este fue Nimrod. En cuanto a su personaje tanto la Biblia como las tradiciones nos brindan información acerca de su persona. La Biblia dice que este llego a ser el primer poderoso en la tierra, lo cual significa que llego a convertirse en uno de los primeros gobernantes de gran poder entre las naciones: Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Además, este llego a ser considerado como un valiente cazador delante del Señor: Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. El historiador Flavio Josefo lo identifica como un hombre altivo, que se rebelo en contra de Dios y gobernó con crueldad las ciudades que gobernaba y enseñándoles que no tenían que agradecerle nada a Dios ya que su propio esfuerzo les había dado la felicidad. De aquí que muchos opinan que el nombre de Nimrod significa “nos rebelamos” y en cuanto a su pasado hay muchos más mitos relacionados a su persona, especialmente las mitologías de Nimrod y su esposa Semiramis, la cual a su muerte dijo que él había ascendido al cielo y se había convertido en el dios sol, luego Semiramis, quedo embarazada de otro hombre, pero afirmó que este hijo provenía de Nimrod como un regalo de su deidad, así nació Tamuz, el cual murió durante una caza y su cuerpo cayó muerto en un tronco podrido, luego ella invento que de este tronco podrido había nacido un pino que era la reencarnación de su hijo Tamuz al cual se le comenzó a dar adoración debajo de árboles frondosos y de allí que algunos opinan que esta adoración bajo los árboles frondosos persistió hasta los tiempos de Israel y fue una práctica que Dios condenó: “No plantarás ningún árbol para Asera cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho, ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Jehová tu Dios”, (Deuteronomio 16.21-22).

Nimrod
Nimrod el primer gobernador poderoso del mundo

Los versículos presentados en este capitulo nos muestran las ciudades que este fundo: Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala, y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande. De estas podemos resaltar dos, Babel, de donde surgió Babilonia, y Nínive, que fue la capital de Asiria. Estas dos naciones, Asiria y Babilonia llegaron a conocerse como pueblos terribles y crueles del mundo antiguo y que participaron en la destrucción y deportación de Israel, primero, el reino del norte de Israel cayo y fue deportado por los asirios, y luego, Babilonia destruyo los muros y el templo de Jerusalén, siendo la mayoría de judíos deportados a las regiones de caldea. Estas naciones que se ubicaron en el Medio Oriente hacen referencia a la crueldad y altives de su antepasado, Nimrod.

 

2.      Los habitantes de Canaán.

“Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa”.

Génesis 10:19

Una buena parte de la descendencia de Cam provenían de su hijo Canaán los cuales se extendieron a través de toda la región que hoy se conoce en su mayor parte como palestina: Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa. Estas naciones llegaron a alcanzar también un gran nivel de maldad a tal punto que Dios decidido otorgarle su tierra a la descendencia de Abraham, pero no sin que antes su maldad llegare a su colmo: “Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí. Y sucedió que, puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos”, (Génesis 15:13-21). Dios fue claro a Israel al pedirle que tenían que destruir estas ciudades completamente para que no fuesen influenciados por ellos a cometer sus abominaciones: “Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado; para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios”, (Deuteronomio 20:16-18). De esta forma, Israel conquisto las tierras de los cananeos e Israel llego a tomar posesión de ellas siendo los descendientes de Canaán destruidos y cumpliéndose la profecía de Noé respecto a él: “Y dijo: Maldito sea Canaán; siervo de siervos será a sus hermanos”, (Génesis 9:25).

Canaan-mapa
Mapa de Canaan

LOS DESCENDIENTES DE SEM

“Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas. Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán. Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera, Adoram, Uzal, Dicla, Obal, Abimael, Seba, Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán. Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente. Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones”.

Génesis 10:22-31

                        Finalmente, llegamos a los hijos de Sem los cueles fueron se nos dice que fueron 5: Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. De estos 5 hijos, Elam, Asur y Lud no presentan más genealogía. El primogénito, Elam, se cree que su descendencia llegó a convertirse en los persas, luego, Asur cuyos habitantes se extendieron a lo largo del norte de Mesopotamia y llegaron a mezclarse con los camitas que existían ya en esa región, y así se dio paso a la nación de Asiria. Luego tenemos a Lud, que de acuerdo a Flavio Josefo fueron los que dieron origen a la nación de Lidia en Asia Menor. Luego tenemos a dos hijos de Sem que si presentan genealogía. Al final de la lista de Génesis 10:22 se nos presenta a Aram, y de acuerdo a este capitulo sus hijos fueron 4: Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas. Se cree que esta descendencia se asentó en Armenia, Mesopotamia y Siria. Es curioso considerar que Uz fue el país donde Job vivía (Job 1:1). Finalmente, el otro hijo de Sem fue Arfazad, y este fue padre de un solo hijo, Sala, pero Sala engendro a Heber de donde algunos opinan que proviene el nombre de hebreo que se le daría a Abraham: y Sala engendró a Heber, luego, Heber engendro dos hijos, a Peleg y Joctán: Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán. Es interesante ver la declaración que se presenta alrededor de la persona de Peleg: porque en sus días fue repartida la tierra. Esta declaración es un anuncio profético de cómo la tierra seria repartida en sus tiempos después del diluvio. Al respecto de él el testimonio de los eruditos no es unánime, algunos opinan que estos fueron grandes mercaderes navegantes (y otros opinan que llegaron a ser piratas) y que se extendieron hacia el sur de Mesopotamia. Algunos opinan que los pelegistas fueron echados de sus tierras por los griegos y estos terminaron siendo absorbidos por ellos. Ahora, es de Peleg que vendrá el linaje de donde nacería Abraham, el padre de Israel, tal y como se mostrará en el siguiente capítulo de Génesis que estudiaremos próximamente (Génesis 11:19-26). Luego, tenemos a los descendientes del segundo hijo de Heber, Joctán que fueron 13 en total: Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera, Adoram, Uzal, Dicla, Obal, Abimael, Seba, Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán. Estos habitantes de Joctán se cree de acuerdo a Flavio Josefo que habitaron en la India. De esta forma vemos como los hijos de Sem se extendieron a lo largo de Mesopotamia, Siria, Persia y aun llegaron hasta la India: Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente. Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.

EL DIOS DE LAS NACIONES

“Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio”.

Génesis 10:32

                    De esta forma concluye el capítulo 10 del libro de Génesis, mostrándonos el origen de las naciones: Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio. En medio de tantos nombres, 70 en total, podemos concluir lo siguiente.


1.      El deseo de Dios para con su creación se deja ver en este capítulo, el deseo de que estos fructifique y se multiplique en la tierra que les dio para que la poseyeran.

2.      También vemos cómo los descendientes de Noé se dividieron a lo largo de la tierra, así los descendientes de Jafet poblaron la parte de Europa, la península del Asia Menor y la región de más allá del Mar Negro, pudiendo extenderse hasta la IndiaLuego, los descendientes de Cam poblaron la parte de África, Arabia, Siria, Palestina y Mesopotamia. Y finalmente, los descendientes de Sem habitaron en Mesopotamia, Asiria, Lidia, Siria, Persia y la India.

3.      En tercer lugar, vemos la maldad del hombre presente aun después del diluvio, especialmente en la vida de Nimrod que llego a convertirse en un gobernador altivo delante de Dios y dio origen a naciones crueles como Asiria y Babilonia.

4.      En cuarto lugar, podemos decir que Dios tiene control de todas las naciones, aunque estas se pierdan en su maldad, el Señor gobierna desde el cielo: “Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna, (Daniel 4:26). El cielo gobierna, estas palabras fueron dirigidas a Nabucodonosor el rey altivo y cruel de Babilonia quien creía que por el esfuerzo de su brazo había edificado semejante nación, pero Dios trata con él para mostrarle que en medio de los sucesos que ocurren en las naciones, Dios gobierna porque Él es el Dios de las naciones.


sábado, 25 de julio de 2020

¡Ay de los que persiguen al evangelio! (Mateo 23:29-36)


“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación”.

Mateo 23:29-36

 

INTRODUCCIÓN

                  Finalmente llegamos al séptimo ay que el Señor Jesucristo les declara a estos escriba y fariseos en este evangelio. Hasta el momento, el apóstol Mateo nos ha presentado en este capítulo 6 de 7 ayes, con cada uno de ellos el Señor les ha declarado lo falsa que es su religión, ha quedado expuesta la hipocresía religiosa de estos hombres y todo esto ha provocado una verdadera molestia para aquellos a quienes esta reprensión ha sido dirigida de tal forma que el odio que sentían hacia Jesús deberá crecer hasta el punto de animarlos a confabular en contra de Él para matarlo. Hoy en esta oportunidad estudiaremos el ultimo ay que revela no solo la hipocresía de estos hombres, sino su carácter homicida. Consideremos el último de los ayes de este capítulo 23 del evangelio según Mateo.


septimo-ay
¡Ay de los que persigue el evangelio!


¡AY DE LOS QUE PERSIGUEN Y MATAN A LOS SIERVOS DE DIOS!

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”.

Mateo 23:29-33

                  Toda la hipocresía religiosa que desata la persecución sobre los verdaderos siervos de Dios culmina con uno de los peores pecados, el homicidio. Estos hombres afirmaban ser mejor que sus antepasados los cueles habían perseguido y dado muerte a los profetas de Dios, y como muestra de ello, edificaban los sepulcros de los profetas como una muestra de supuesto respeto y aprobación hacia el ministerio que ellos tuvieron en su tiempo, sin embargo, el Señor les recrimina su actitud hipócrita una vez más: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Al parecer, en este tiempo los judíos solían edificar sepulcros que conmemoraban a algunos personajes que habían tenido una participación importante en su historia, así parece que lo habían hecho con David: “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy”, (Hechos 2:29). Por tanto, es seguro que edificaran sepulcros a los profetas que habían sido perseguido y muertos por aquellos hombres que nunca aceptaron su mensaje, pero estos escribas y fariseos afirmaban que si ellos hubiesen vivido en ese tiempo no hubiesen sido cómplices de ellos, sin embargo, Jesús les dice lo contrario, ya que ellos llenaban la misma medida de sus antepasados: Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! Estos hombres religiosos se jactaban de no estar de acuerdo con las persecuciones y homicidios que sus antepasados realizaron en el pasado en contra de los profetas, pero ellos mismos rechazaban y perseguían a los profetas que se levantaban en sus tiempos. Así lo hicieron con Juan el bautista, y ahora con Jesús y posteriormente lo harían contra la iglesia del Señor. Por ello el Señor va más allá y les recrimina su hipocresía con palabras fuertes y les advierte que no escaparan de la condenación del infierno: ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Estas palabras nos recuerdan a las que Juan el bautista les dirigió a los fariseos y saduceos que lo visitaron: “Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?”, (Mateo 3:7). Estos, como a los que Jesús dirige sus palabras, creían que escaparían de la condenación eterna solo porque eran religiosos, pero estaban equivocados ya que vivían una mentira, eran hipócritas y sus corazones estaban lleno de pecado, y peor aún, se oponían a los verdaderos siervos de Dios, persiguiéndolos y hasta montándolos, tal y como harán con Jesús, por ello estos llenaban la medida de sus antepasados.

 

LA SANGRE DE TODOS LOS MÁRTIRES SERÁ DEMANDADA DE SUS MANOS

 “Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación”.

Mateo 23:34-36

               Jesús tenía claro que estos hombres hipócritas harían exactamente lo mismo que hicieron sus antepasados, Él mismo seria martirizado por ellos: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole”, (Hechos 2:22-23). Además, sabia que después de Él, perseguirían a su iglesia: Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad. Estas palabras se han cumplido literalmente y esto es así porque detrás de estos hombres inicuos está Satanás el cual odia a Dios y a sus siervos que desde siempre ha perseguido. Estos hombres, religiosos hipócritas, piensan que están haciendo el bien, considerándose a sí mismos personas que están del lado de Dios y le sirven, el diablo los tiene ciegos siguiendo una religión hipócrita que creen que los salvara por cumplir sus ritos religiosos, sin cuidar su corazón que esta lleno de lujuria, robo, engaño, odio y toda clase de maldad, disfrazados de un falso celo religioso que los conduce al homicidio de santos hombres de Dios. Esta hipocresía que conduce al homicidio de los santos hombres de Dios, el Señor lo condena fuertemente y asegura que su sangre será vengada: para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. Jesús dice que, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, será vengada por Dios ya que se las demandará. En la Biblia Hebrea, el primer libro que aparece en su Canon es Génesis, y en este sentido, Abel representa al primer mártir cuya sangre fue derramada por Caín porque sus obras eran buenas: “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató”, (Génesis 4:9); y de igual forma, el libro de las Crónicas es el ultimo que aparece en su Canon, y en este sentido, el profeta Zacarías representa el ultimo mártir, el cual fue muerto por el rey Joás a pesar de que en vida el padre de Zacarías, Joiada, había hecho misericordia con él: “Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, él también os abandonará. Pero ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová. Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande”, (2 Crónicas 24:20-22). Algo curioso de este versículo de Mateo 23:35 es que en él se dice que Zacarías era hijo de Berequías; mientras que en 2 Crónicas 24:20-22, se nos dice que era hijo de Joiada. Lo cierto es que era hijo de Joiada y algunos opinan que el autor confundió el nombre al momento de redactar su evangelio y dedo así, de tal forma que las copias futuras se hicieron diciendo que Zacarías era hijo de Berequías, cuando realmente Joiada era su padre. Como sea esto no representa un problema para nosotros que creemos en la Biblia como palabra de Dios ya que, si bien es cierto, la Biblia fue inspirada por el Espíritu Santo, sin embargo, este no anulo el estilo de cada autor ni evito algunos supuestos “errores” como este que aparece aquí. Por ello se dice que la Biblia es un libro divino, pero aún humano también. Al final, el Señor está diciendo que, desde Abel, que representa el primer mártir, hasta Zacarias, que representa el ultimo mártir, toda la sangre de los mártires será demandada de manos de sus homicidas, nada quedara impune. A lo largo de la historia humana los siervos de Dios han recibido persecución, así Elías recibió persecución en tiempos de Acab rey de Israel (1 Reyes 19:1-2), Amós fue rechazado en Israel por su mensaje (Amós 7:12-14), Jeremías fue rechazado y encerrado en cárceles por sus profecías (Jeremías 37:16), Juan el bautista fue decapitado por señalar el pecado de adulterio incestuoso de Herodes Antipas (Mateo 14:3-10), Esteban fue el primer mártir de la iglesia por dar testimonio de su fe (Hechos 7:55-60), Jacobo, el apóstol y hermano de Juan, fue muerto por el rey Herodes Agripa I (Hechos 12:1), Pablo sufrió cárceles y de acuerdo a la tradición murió decapitado, Pedro, según la historia eclesiástica, murió crucificado de cabeza y así sucesivamente, durante los primeros 3 siglos, la iglesia fue perseguida y martirizada, así escuchamos de las muertes de grandes cristianos, como Policarpo de Esmirna, Justino Mártir, Eusebio de Antioquia y muchos más, luego en tiempos antes de la reforma y durante ella, muchos siervos de Dios fueron perseguidos y martirizados por no negar su fe, tal y como le paso a John Wiclyff, Juan Huss, Girolamo Savonarola, Ulrico Zuinglio, William Tyndele, Martin Lutero, entro muchos otros sufrieron persecuciones por su fe y muchos sufrieron la muerte por hombres religiosos sobre los cuales la sangre de todos ellos recae y será demandada.

 

                Un día el Señor vengará la muerte de todos sus siervos, les hará justicia, por ello en el libro de Apocalipsis se observa una escena donde aparecen los mártires de la gran tribulación clamando por justicia al Señor: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”, (Apocalipsis 6:9-10). Lo cierto es que ningún hombre inicuo que haya perseguido el evangelio y haya participado en el martirió de sus santos escapara de la condenación eterna, el Señor les cobrara la sangre de todos sus siervos que ha sido derramada, ninguno de sus mártires quedara en el olvido, porque Dios reclamara de sus verdugos su sangre.



domingo, 19 de julio de 2020

La Obra del Espíritu Santo (Juan 16:5-15)



“Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.

Juan 16:5-15

INTRODUCCIÓN

              El ultimo discurso de Jesús a sus discípulos continua. Faltan horas para que sus captores lleguen a Él y sea conducido al martirio, pero antes de esto nuestro Señor ha dedicado sus ultimas horas de vida a instruir a sus discípulos con el fin de prepararlos para el momento de su muerte y continuar la obra que Él ha iniciado. Ahora el Señor les explicara que el otro Consolador, el Espíritu Santo les ayudara en esta tarea, Él ya les hablo de la ayuda que recibían del Espíritu Santo, pero en estos versículos queda clara la obra que este realizaría en el plan de redención de Dios. Continuemos estudiando este hermoso discurso que comenzó allá en el capítulo 13 y se ha extendido hasta este capítulo 16.


obra-redentora
La obra redentora del Espíritu Santo


TRISTEZA Y CONVENIENCIA

 “Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré”.

Juan 16:5-7

                  Los discípulos estaban tristes porque estaban comenzando a entender que Jesús tenia que partir y apartarse de ellos, tanta era su tristeza que ya ninguno se atrevió a volver a preguntarle a dónde iba: Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Sin embargo, esta tristeza era necesaria y hasta cierto punto conveniente, porque si Él no partía, entonces el Espíritu Santo no hubiese podido venir a esta tierra a realizar su obra: Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Como vimos anteriormente, la palabra Consolador proviene del griego parákletos (παράκλητος), y que hace referencia al Espíritu Santo como maestro, guía y ayudador del cristiano. Hoy en día el Espíritu Santo juega un papel muy importante en la vida cristiana y su participación en la obra redentora es determinante a tal punto que en los siguientes versículos el Señor explica en qué consiste esta obra maravillosa.


 LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN EL PLAN REDENTOR DE DIOS


“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”.

Juan 16:8-11

                  Aquí vemos la obra del Espíritu Santo en la redención del hombre resumida en tres acciones: Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. En primer lugar, se nos dice que el trabajo del Espíritu Santo es convencer a los hombres de su pecado: De pecado, por cuanto no creen en mí. La palabra griega de donde se traduce pecado es jamartía (ἁμαρτία), y literalmente significa “errar al blanco”, y eso es precisamente lo que es el pecado, es errar el blanco, es tomar un camino errado que conduce a la destrucción y condenación eterna. De acuerdo a la Biblia el hombre es concebido en pecado: “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre”, (Salmo 51:5). Por causa de su naturaleza pecaminosa esta totalmente depravado e incapaz de agradar a Dios ya que sus acciones son de continuo solamente el mal: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”, (Génesis 6:5). Y como tales, en su estado original de naturaleza caída están totalmente alejados de la gloria de Dios: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, (Romanos 3:23). Ante esta realidad, es el Espíritu Santo que actúa en la vida de las personas mostrándoles de forma milagrosa su condición de pecado y necesidad de creer en Jesús. Luego, en segundo lugar, tenemos que el trabajo del Espíritu Santo es convencer a los hombres de la necesidad justicia que ellos tienen: de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más. La palabra justicia se traduce del griego dikaiosúne (δικαιοσύνη), la cual sugiere la idea de alguien que ha sido declarado inocente, aunque no necesariamente lo sea. Después que el hombre reconoce su estado de pecado y condenación eterna, también reconoce la necesidad de ser justificado de todos sus pecados por medio de la fe en Cristo: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”, (Romanos 3:23-24). En esto consiste la obra del Espíritu Santo en la redención del hombre, en ayudarlo por medio milagroso a reconocer la culpa de sus pecados que lo lleve a experimentar un verdadero arrepentimiento y entienda la necesidad de ser justificado por medio de la fe en Jesús, sin la intervención del Espíritu Santo, el hombre no puede llegar a esta convicción, pero gracias a Jesús que envió al Espíritu Santo para realizar esta obra milagrosa en la vida del hombre. Finalmente, el Espíritu Santo convence de juicio: y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. La palabra juicio se traduce del griego krísis (κρίσις), un termino legal que hace referencia al proceso de un tribunal donde se establece la inocencia o culpabilidad de alguien y se emite un castigo. Una vez que el hombre por obra del Espíritu Santo reconoce sus pecados y se arrepiente para justicia, entiende también que toda obra será juzgada y el primero que ya fue juzgado por ello, pero que recibirá su castigo en la eternidad, es el príncipe de este mundo, Satanás. Hoy en día muchas personas viven ignorando la realidad de este juicio, pero allí es donde el Espíritu de Dios puede traer esta iluminación. En este sentido, el Espíritu Santo lleva a cabo en la vida del hombre el convencimiento de estas tres cosas, de pecado, justicia y juicio, que él en su estado natural y sin la intervención divina es incapaz de reconocer. El proceso lleva un orden, hacer que el hombre reconozca sus pecados, convencerlo de la necesidad de ser justificado y entender que todos compadeceremos delante de Cristo por nuestras obras, sean buenas o malas. En su estado natural, el ser humano vive ignorando estas verdades, sin sentir arrepentimientos por sus pecados y no comprende la necesidad que tiene de Cristo, pero aquí es donde el Espíritu Santo interviene a favor de aquellos que alcanzan la misericordia de Dios.

 

                En la Biblia, especialmente en el libro de Hechos de los Apóstoles podemos ver esta realidad. Después que los judíos habían crucificado a Jesús, ellos eran ignorantes de su pecado, incapaces de entender su situación espiritual; pero después de la predicación de Pedro y por la obvia intervención del Espíritu Santo entendieron que habían cometido un pecado terrible y le preguntaron a Pedro que podían hacer, y es allí donde este les muestra que el camino a la justificación es el arrepentimiento y fe en Cristo: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella… Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”, (Hechos 2:22-24, 36-38). De esta misma forma actúa hoy en día el Espíritu Santo, por medio de la exposición del evangelio el hombre escucha el mensaje, pero es el Espíritu de Dios quien le abre el entendimiento para que reconozca su pecado y convencerlo de justicia y juicio.


LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA DEL CREYENTE

“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.

Juan 16:12-15

                   A parte de su obra redentora, el Espíritu Santo tiene un papel importante en la vida del creyente, ya que una vez este cree para vida eterna, no le deja solo, sino lo guía e instruye en su nueva vida. Jesús les decía a sus discípulos que tenia muchas cosas que quería decirles, pero que por el momento no iban a ser capaces de sobrellevarlas, pero el Espíritu Santo les ayudaría en esta tarea: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad. Esto es así porque el Espíritu Santo revela la verdad de Cristo, enseña todo lo que Cristo pudiese enseñarnos si estuviera en esta tierra y en este sentido el Espíritu Santo no habla de lo suyo propio: porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El Espíritu Santo les enseña a los creyentes todo lo que esta por venir, y no solo eso, sino que ilumina la mente del creyente para que comprenda la palabra de Dios la cual lo guía a lo largo de la vida cristiana. Además de todo esto, es el Espíritu Santo que glorifica a Cristo en la vida de los creyentes, tomando las virtudes de Cristo y ayudando al creyente a reflejarlas en su vida: El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. En la medida que conocemos mas Cristo buscamos la forma de imitar sus pasos, y cuando lo hacemos de esta forma, también el Señor es glorificado en nosotros, pero esto se logra con la ayuda del Espíritu Santo. En este sentido, el Espíritu Santo tiene una participación importante en el plan redentor de Dios y en la vida del creyente.