sábado, 31 de diciembre de 2022

Los deseos del anciano a Gayo (3 Juan 1-2)

 

“El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

3 Juan 1-2

 

INTRODUCCIÓN

             Iniciamos ahora el estudio de los primeros dos versículos de 3 Juan. En esta carta, en sus primeros dos versículos podemos ver la estructura básica e inicial de toda carta, además, el anciano le desea a su amado discípulo, al cual llama Gayo, sus mejores deseos. En estos primeros versículos encontramos lo que algunos llaman la triple bendición la cual estudiaremos a la luz de la palabra de Dios. Estudiemos entonces, los primeros dos versículos de esta corta carta.


deseos-del-anciano
Los deseos del anciano a Gayo


UNA CARTA PERSONAL

“El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo…”

3 Juan 1-2

                En los primeros versículos de esta carta, encontramos la estructura básica que toda carta llevaba: El autor de la carta, el destinatario y su saludo de bendición o deseos hacia el destinatario. Anteriormente hablamos de las características del estilo epistolar y ciertamente esta carta posee dicho estilo. La última vez hablamos de que algunos distinguen entre una carta y una epístola. Una carta es de carácter personal, solo para ser leída por la persona o comunidad a la cual se dirige, luego, después de eso, está ya no vuelve a leerse, porque es una carta para ser leída únicamente por la persona a la cual se dirigió. Por otro lado, una epístola, es una carta que se dirigió a una persona o comunidad en específico, pero fue planeada para ser leída por otras personas a la largo del tiempo que sea necesario, ya que su contenido es educativo o de carácter instructivo. Así vemos ejemplos donde algunas cartas enviadas por Pablo fueron leídas en más de una iglesia: “Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros”, (Colosenses 4:16). Otro ejemplo que tenemos de esto que estamos hablado seria la carta a los Efesios. Esta carta es llamada por algunos como una carta encíclica, que significa que fue planeada para que circule entre varias iglesias para ser leída. Esta afirmación surge del hecho de que la palabra “Éfeso”, en el primer versículo del capítulo 1, no aparece en los textos más antiguos y pocas veces en los manuscritos mas tardíos. En este sentido, en la mayoría de manuscritos antiguos, el versículo que dice: “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso, (Efesios 1:1), realmente, la palabra “Éfeso” no aparece y solo queda el espacio en blanco para ponerle cualquier iglesia de cualquier ciudad. Así que muchos afirman que fue una carta planeada para ser enviada a cualquier destinatario solo insertándole la ciudad a la cual se enviaba. Los cristianos del primer siglo vieron valiosas las cartas enviadas por los apóstoles, ya que contenían instrucciones y doctrinas bíblicas, por lo que fueron leídas en sus iglesias y con el tiempo compartidas a otras comunidades cristianas.

 

EL DESEO DEL ANCIANO

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

3 Juan 2

              Aquí encontramos el deseo del anciano a Gayo, a quien amaba mucho: Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. David Yonggi Cho vio en este versículo lo que llamo en uno de sus libros, las tres bendiciones en Cristo, y ciertamente que lo son. La verdad es que la Biblia afirma que Dios es bueno en gran manera, tanto que es paciente para no castigar la maldad en esta tierra y hace salir el sol sobre buenos y malos: “Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”, (Mateo 5:45). En este sentido existe una bendición que es de carácter general, para toda su creación, incluyendo a los malos, pero también es cierto que Dios sabe bendecir a los que le sirven, porque Él es un Padre amoroso, de hecho, todo lo bueno viene únicamente de Dios: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”, (Santiago 1:17). Ahora, el anciano le desea a Gayo que sea bendecido en tres áreas importantes en la Biblia. En primer lugar, que sea prosperado en todo. La prosperidad a veces es mal entendida, muchos creen que ser prospero es tener muchas riquezas, títulos o fama, pero realmente la prosperidad bíblica va más allá. En el libro de Génesis encontramos la historia de dos hombres que tenían muchas riquezas, pero solo uno había experimentado la verdadera prosperidad: “Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido. Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó”, (Génesis 33:9-11). La verdad es que Esaú afirmaba tener suficiente, pero estas riquezas no lo habían satisfecho, ni nunca lo harían, porque era una prosperidad de bienes y riquezas que no llenaban su alma, porque siempre desprecio la bendición de Dios y vendió su primogenitura. Sin embargo, Jacob, tenia riquezas y buenas cosas, porque Dios había hecho merced en su vida. Muchas personas hoy se esfuerzan por triunfar en esta vida, en hacer riquezas, fama y tener un nombre de renombre, pero lo hacen sin Dios y todo lo que edifican jamás los satisfacen, sin embargo, aquellos que aman a Dios y lo ponen en primer lugar, nada les falta y Dios los prospera, bendiciendo su familia, proyectos, ministerio y todo lo que tienen es porque el Señor se los ha dado. En segundo lugar, el anciano le desea que tenga salud. La salud es una verdadera bendición, porque hay muchas personas que tienen éxito en la vida y muchas riquezas, pero las enfermedades no le permiten disfrutarlos. Dios ha prometido, no solo bendecir nuestro hogar proveyendo a nuestras necesidades, sino también siendo nuestro sanador: “Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti”, (Éxodo 23:25). La verdad es que tener vida y salud es una gran bendición y como cristianos somos dichosos al tener un Dios al cual podemos acudir en medio de nuestras enfermedades, ya que Él es Jehová Rafá, Jehová nuestro sanador: “Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”, (Éxodo 215:26). Finalmente, así como prospera materialmente y tiene salud, el anciano le desea que prospere su alma. Aunque el deseo que prospere su alma se encuentra al final del versículo, lo primero que debemos hacer como cristianos es buscar la forma de prosperar nuestra alma, de buscar primeramente el reino de Dios antes de las demás cosas, sabiendo que lo demás vendrá por añadidura: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”, (Mateo 6:33). Como cristianos nuestro primer lugar debe ser Dios, todas nuestras prioridades deben girar alrededor de nuestro Señor, debemos buscar siempre leer la Biblia, congregarnos, tener una vida de oración, servirle en su obra y buscar todo aquello que contribuya a nuestro crecimiento espiritual, porque todo lo demás no sirve de nada si Dios no esta en nuestro corazón, cualquier éxito, fama o riqueza no vale nada si Dios no es nuestro primer lugar. Al final, primero es Dios y las demás cosas vienen añadidas, porque tenemos a un Padre celestial que nos ama y sabe dar buenas dadivas.

 


El Trasfondo de 3 Juan

 

“El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad”.

3 Juan 1

INTRODUCCIÓN

                Hoy iniciaremos el estudio de la tercera y última carta del apóstol Juan, 3Juan. Hemos tenido la oportunidad de estudiar las obras de Juan, primero, su evangelio, y últimamente consideramos su segunda carta. A lo largo del estudio de las obras del apóstol Juan nos ha permitido conocer su teología la cual resalta la humanidad y deidad del Señor Jesucristo, especialmente porque toda su obra hace una apología en contra de las doctrinas heréticas que negaban la naturaleza de Jesús. De igual manera hemos estudiado en la teología de Juan temas referentes al amor, el mundo, la luz, el andar en la verdad, aparte de la defensa que realiza del verdadero evangelio en contra de los falsos maestros que negaban que Jesús había venido en carne. Ahora estudiaremos la tercera y última carta que tenemos en nuestra Biblia.

 

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El Trasfondo de 3 Juan

EL AUTOR Y DESTINARIO DE 3 JUAN

                3 Juan es una carta muy hermosa, hoy por hoy forma parte de las cartas más cortas que tenemos en el Nuevo Testamento y junto con Filemón, 2 Juan y Judas posee un solo capítulo. El autor de 3 Juan es comúnmente asociado al apóstol Juan, sin embargo, como ya vimos en los estudios del evangelio o 1 y 2 Juan, hay otros que opinan de que se trataba de otro discípulo que también llamaba Juan y que llaman Juan el presbítero o Juan el Anciano. Esta afirmación en cuanto a que el autor es Juan el anciano fue dada a conocer en el siglo IV por el historiador de la iglesia primitiva llamado Eusebio de Cesárea, el cual confirmó que en los escritos de Papías de Hierápolis, este afirmaba que en Éfeso existía otro discípulo que llevaba el mismo nombre de Juan el apóstol y que este Juan, el anciano, había recibido directamente de Juan el apóstol la doctrina y este a su vez lo había adoctrinado a él. No obstante, algunos estudiosos tradicionales de la Biblia le atribuyen a Juan el apóstol la autoría del evangelio según Juan, 1, 2, y 3 Juan y Apocalipsis. Ahora, en cuanto al destinatario, la carta lo menciona con el nombre de Gayo: El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Ahora, ¿quién era Gayo? No lo sabemos con exactitud, de hecho, el nombre Gayo era un nombre muy común. Por ejemplo, vemos que había una persona llamada Gayo en Éfeso cuando ocurrió el disturbio de los vendedores de templecillos de plata de la diosa Diana y que Demetrio provocó: “Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo”, (Hechos 19:29). También, Pablo menciona a otro Gayo de Derbe: “Y le acompañaron hasta Asia, Sópater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo”, (Hechos 20:4). También en Romanos, Pablo menciona a un Gayo, posiblemente de la región de Acaya: “Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto”, (Romanos 16:23). Posiblemente este mismo Gayo fue bautizado por Pablo: “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo”, (1 Corintios 1:14). Así que en esta época el nombre de Gayo era muy común. Ahora, ¿dónde vivía Gayo? Difícil saberlo con exactitud. Podríamos dar dos posibilidades. La primera es que se trata de Gayo, un cristiano de Éfeso, ya que todos creen que Juan escribió desde esta ciudad, y, por ende, Juan le dirige a Gayo la carta. La segunda opinión es que Juan escribe a un Gayo que vivía en Samaria, esto considerando que algunos opinan que 2 Juan es dirigida a la iglesia que estaba en Samaria, iglesias que de acuerdo a Hechos recibieron el evangelio de Pedro y Juan (Hechos 8:14). Muchos que apoyan esta segunda opinión ven en 2 Juan que las palabras “la señora elegida y sus hijos” son unas frases alegóricas para referirse a la iglesia elegida, de tal forma que, al despedirse en 2 Juan, la traducción Nueva Versión Internacional de la Biblia traduce el último versículo dándole el siguiente significado: “Los miembros de la iglesia hermana, la elegida, les mandan saludos”, (2 Juan 13, NVI). Los miembros de la iglesia hermana son los hermanos de Éfeso, desde donde es escrita 2 Juan, mientras que la señora elegida y sus hijos, son los hermanos de la iglesia de Samaria. Si lo consideramos un momento, la segunda opinión a lo mejor parece más razonable, porque qué razón habría al escribir desde Éfeso, para mandar una carta a los miembros de la iglesia que están en la misma ciudad de Éfeso, en tal caso lo mejor sería dar las instrucciones personalmente. Pero si es más lógico pensar que se escribió desde Éfeso y se envió a Samaria. Como haya sido, el anciano escribe a Gayo al cual amaba en la verdad.

 

TEMÁTICA DE 3 JUAN

                3 Juan pretende ser una continuación de 1 y 2 Juan. Si recordamos, en 1 Juan se envía la carta a las iglesias joaninas con el propósito de advertirles de los falsos maestros a los cuales llama anticristos y que negaban que Jesús había venido en la carne. Al parecer es una carta de advertencia para evitar que estos falsos maestros entren en la iglesia, sin embargo, en 2 Juan, estos falsos maestros ya comienzan a introducirse en las iglesias joaninas y les pide que a estos ni siquiera los reciban en casa. Luego, en 3 Juan, estos falsos maestros ya se han introducido, de los cuales menciona a Diótrefes, el cual no recibía al anciano ni a otros cristianos que predicaban la verdad y amaba tener el primer lugar en todo. No obstante, a pesar que los falsos maestros y personas como Diótrefes ya se habían introducido en las iglesias joaninas, pocos cristianos como Gayo se mantenían firmes en la verdad. A diferencia de las otras dos cartas de Juan, la temática gira alrededor de tres personas y prácticamente, es más una carta personal, podríamos decir, que una carta doctrinal o de apologia, por ello fue de las ultimas cartas en incluirse en el canon biblico, pero gracias al Espiritu Santo que inspiró esta carta y ahora la tenemos incluida en nuestras Biblias. Como ya lo dijimos, la temática de esta carta gira alrededor de tres personas. La primera es Gayo, un creyente anciano que posiblemente era cristiano de al menos la segunda generación, es decir, convertido después del año 70 d.C., esto considerando que la carta fue escrita alrededor del año 90 al 95 d.C. Si Juan el apóstol escribe, entonces hablamos de un discípulo de la segunda generación que a lo mejor ya estaba anciano y tiene el privilegio de recibir la instrucción de uno de los últimos apóstoles que vio al Señor. Los cristianos de la segunda generación realmente se caracterizaron por recibir la instrucción bíblica por aquellos que fueron discípulos de los primeros discípulos que vieron al Señor, como los apóstoles, por ejemplo. Ahora, si se trata de Juan al anciano el que escribe, entonces tenemos a un cristiano de la segunda generación que recibió instrucción de Juan el apóstol y ahora da instrucciones bíblicas a cristianos de una tercera generación. En segundo lugar, la carta también gira alrededor de la persona de Diótrefes, un hombre que había tomado la preeminencia sobre las iglesias joaninas para enseñorearse sobre ellas y no recibir a otros misioneros que llevaban el mensaje de la verdad. Ya vimos que las iglesias joaninas no reconocían autoridades al estilo de un pastor u obispo que estuviera a la cabeza de la congregación, ya que todos afirmaban ser iguales y no tener necesidad que nadie los gobernara ni mucho menos que se levantara como un principal entre los hermanos. No obstante, Diótrefes lo había hecho y esto es condenado por el anciano. En tercer lugar, la carta elogia a Demetrio, un cristiano que el anciano pone de ejemplo de servicio y buen testimonio. En función de estos tres personajes gira la carta.

 

BOSQUEJO DE 3 JUAN 

I.                 Saludos del anciano (3 Juan 1-2).

II.               Gayo: Un hombre fiel (3 Juan 3-8).

III.             Diótrefes: Un hombre orgulloso y amante de títulos (3 Juan 9-11).

IV.            Demetrio: Un cristiano ejemplar y de buen testimonio (3 Juan 12).

V.              Despedida del anciano (3 Juan 13-14).

 


jueves, 29 de diciembre de 2022

Espero ir pronto a verlos (2 Juan 12-13)

 

“Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido. Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén”.

2 Juan 12-13

INTRODUCCIÓN

                 Hemos llegado al final de 2 Juan y con tan solo trece versículos, esta maravillosa carta se constituye como la más cortas de todas las cartas del Nuevo Testamento, sin embargo, como ya vimos su estudio es de mucha edificación y bendición para cada uno y gracias al Espíritu Santo que ha sido incluida en el canon bíblico. Con estas palabras, el apóstol Juan, o el anciano, como se presenta en esta carta, se despide de la señora elegida y sus hijos, pero aun en estos últimos versículos podemos encontrar algo que edifique nuestras vidas y nos ayude a ser mejores cristianos, así que estudiemos esta parte final.

 

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Espero ir pronto a verlos

LA NECESIDAD DE ESTAR PRESENTE

“Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido”.

2 Juan 12

              En este tiempo, las cartas o epístolas eran medios a través de los cuales las personas podían comunicarse, no existían mensajes instantáneos, ni redes sociales o video llamadas. Dependiendo de que tan alejada estuviera la ciudad a la cual se enviaba la carta, así esta tardaba en llegar a su remitente. Generalmente los reinos tenían un sistema de correspondencia donde un jinete montado a caballo llevaba las cartas con las noticias del reino: “Y escribió en nombre del rey Asuero, y lo selló con el anillo del rey, y envió cartas por medio de correos montados en caballos veloces procedentes de los repastos reales”, (Ester 8:10). Algunas personas ricas solían enviar sus cartas a través de sus esclavos, pero en algunas ocasiones estas cartas también eran enviadas por amigos de un lugar a otro, por ejemplo, vemos que Epafrodito ayudo a Pablo a llevar sus cartas a la iglesia de Filipo: “Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades”, (Filipenses 2:25). También Pablo utilizó a Onésimo para enviarle su carta personal a Filemón: “Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo”, (Filemón 21). De allí, no es de extrañar que Pablo se auxiliara de otros colaboradores para enviar sus cartas a las diferentes iglesias o personas a las que solía escribir: “Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor, el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones”, (Efesios 6:21-22). Ahora, Juan envió esta carta a la señora elegida y a sus hijos, pero había muchas cosas de las que les quería decir que no podían expresarse completamente en una carta: Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido. Definitivamente había cosas que las prefería decir cara a cara, ya que una carta a veces limitaba el número de palabras o no aseguraba causar el impacto o entendimiento del contenido de un tema que al explicarlo cara a cara. Esto nos enseña que nunca las cartas o en nuestro caso, los medios virtuales, sustituyen la experiencia presencial de recibir un mensaje de parte de Dios. Hoy en día se habla mucho de los cultos virtuales, muchas personas prefieren quedarse en casa y disfrutar del cultos o servicio dominical por medio de las redes sociales, pero realmente este medio jamás sustituirá en edificación y bendición el congregarse presencialmente, el estar en comunión con los hermanos, el adorar presencialmente en un culto a Dios, el escuchar presencialmente la palabra de Dios. Por su puesto, estos medios virtuales son útiles y han ayudado a extender más allá de las fronteras la palabra de Dios, y como las cartas de los tiempos bíblicos, son una herramienta perfecta para tener un mayor alcance en la tarea de la evangelización, pero no debemos olvidar que lo mejor es continuar con la costumbre bíblica de congregarse con todos los santos en la medida que nos sea posible hacerlo: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”, (Hebreos 10:23-25).

 

LA DESPEDIDA DEL ANCIANO

“Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén”.

2 Juan 13

             El apóstol se despide con el saludo tradicional diciendo: Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén. Pero, ¿quiénes son los hijos de tu hermana, la elegida? Si consideramos que los destinatarios de esta carta son literalmente una señora y sus hijos, los hijos de su hermana vendrían a ser sus sobrinos. Sin embargo, esto ha llevado a otros a pensar que realmente la señora elegida es un lenguaje figurado que el anciano está utilizando para referirse a la iglesia del Señor establecida en la ciudad a la cual dirige su carta. En cuanto a su ubicación, hay dos posiciones, una establece la ciudad de Éfeso y la otra la de Samaria. Ahora, si Juan escribió desde Éfeso, sería lógico pensar que está dirigiendo su carta a la iglesia de Samaria y, por tanto, el término, “los hijos de tu hermana”, son los miembros de la iglesia que está en Éfeso. Por esta razón, algunas traducciones de la Biblia traducen este versículo haciendo referencia a la iglesia hermana en lugar de los hijos de la hermana. Veamos como lo traduce la versión Dios Habla Hoy: “Los que pertenecen a la comunidad hermana de ustedes, a la cual Dios también ha escogido, les mandan saludos”, (2 Juan 13, DHH). También la Biblia Al Día le da el mismo sentido: “Los miembros de la iglesia hermana, la elegida, os mandan saludos”, (2 Juan 13, BAD). Y la Nueva Versión Internacional de la Biblia no es la excepción: “Los miembros de la iglesia hermana, la elegida, les mandan saludos”, (2 Juan 13, NVI). Ahora, es interesante ver como salta a relucir las palabras “la elegida”. Esta palabra, elegida, se traduce del griego eklektos (ἐκλεκτός), y hace referencia a alguien que ha sido escogido por Dios. La Biblia nos enseña el tema de la elección de los santos, por ejemplo, Pablo dijo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”, (Efesios 1:3-5). En este sentido, es claro que Dios nos eligió para vida eterna desde antes de la fundación del mundo lo cual a su vez nos enseña que nuestra salvación es una elección divina, donde nuestra participación es totalmente nula. Por ello Jesús les dijo a sus discípulos: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”, (Juan 15:16). Así que hoy, junto con todos nuestros hermanos en la fe, podemos considerarnos, santos, elegidos por Dios y por ello debemos vivir de acuerdo a nuestra vocación, al eterno llamamiento que Dios nos ha hechos: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”, (Efesios 4.1).

 


miércoles, 28 de diciembre de 2022

Período Antediluviano

 

INTRODUCCIÓN

                Cuando hablamos del periodo antediluviano nos referimos al periodo de la historia humana antes de la gran inundación o del diluvio. Por tanto, este periodo de la historia corresponde desde la creación misma de los cielos y la tierra, la creación de Adán, el surgimiento de los primeros habitantes en esta tierra hasta el diluvio universal. Respecto a este periodo, muy poca información se posee, de hecho J. B. Tidwell, en su libro Geografía Bíblica, nos dice que hay solo dos fuentes de información para conocer este periodo: “Los datos relativos al período antediluviano son sumamente escasos y se limitan a dos puntos: (a) Génesis (capítulo 4) relata que algunos hombres empezaron a especializarse en ciertas ocupaciones y oficios, particularmente en la ganadería, la herrería y la manufactura de instrumentos musicales de viento y de cuerda. (b) El señor Leonardo Wooley, en sus excavaciones llevadas a cabo en los años 1929 y 1933 en Ur naamu, descubrió numerosos restos de la época antediluviana, incluyendo sellos de marfil, cerámica y estatuas, los cuales no se distinguen en sus rasgos esenciales de los productos de la época que sucedió inmediatamente al diluvio”. Por tanto, vamos a enfocarnos en conocer los antecedentes históricos, culturales, geográficos y arqueológicos de esta era.

Jabal

Jabal, descendiente de Caín

Formella 04, Jabal, Andrea Pisano, 1334-1336 

De I, Sailko, CC BY 2.5, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2492386

EL ORIGEN DE LA VIDA DEL HOMBRE EN EL MEDIO ORIENTE


                    La Biblia afirma que los cielos y la tierra, y todo lo que hoy existe, incluyendo al hombre, fueron creados por Dios: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”, (Génesis 2:1-3). Contrario a la posición evolucionista o las eras geológicas, los cristianos creemos en la teología de la creación, de allí que J. Randall Prince diga en su libro Biblical Archeology: “El relato de la creación en el libro del Génesis ocupa un lugar central en la Biblia y se registra como una cuestión de protohistoria”. Es protohistoria, porque el relato de la creación del mundo en Génesis es el verdadero relato con respecto a otros relatos similares de culturas antiguas que existieron en el Medio Oriente y que guardan cierta semejanza con el relato bíblico. Ahora, es un hecho unánime de la arqueología y geografía que la vida comenzó en el Medio Oriente, en la península del Sinaí, de acuerdo a Genesis 2 podemos entender como era la vida al principio de todo, habitaron antes de la caída del hombre en el huerto del Edén, que era un paraíso tropical; pero por causa del pecado este fue expulsado y comenzó a multiplicarse y habitar toda la tierra. La humanidad al principio provino de dos descendencias, la de Caín y la de Set. La primera, la descendencia de Caín: “Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc”, (Génesis 4:16-17).  Luego, si seguimos leyendo los versículos que le preceden a esta porción bíblica, el hombre se organizó en sociedades y vemos como estos se dedicaron a la ganadería y agricultura, tal y como Caín y Abel lo hicieron al principio: “… Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra”, (Génesis 4:2), también habitaron en tiendas y criaron ganados, lo cual sugiere que fueron nómadas: “Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados”, (Genesis 4:20), e incluso diseñaron y construyeron instrumentos de música y fueron artesanos del bronce y el hierro: “Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama”, (Génesis 4:21-22). La segunda descendencia fue la de Set, la cual fue una descendencia que invocó el nombre de Dios y a diferencia de la descendencia de Caín, fueron hombres justos que agradaron a Dios: “Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”, (Génesis 4:26).

 

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La creación de Adán, la más famosa de las imágenes de la bóveda


En cuanto a la dieta que tenía el hombre antediluviano era totalmente vegetariano. Desde el huerto del Edén Dios estableció que el hombre podía alimentarse de todo fruto de los árboles del huerto, a excepción del fruto del árbol del bien y el mal: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”, (Génesis 2.15-17). Esta dieta continúo hasta después del diluvio, donde Dios permite al hombre comer carne de animales: “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”, (Génesis 9:3-4).

 

La ubicación del Huerto del Edén.

“Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente… Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates”.

Génesis 2:8, 10-14

Como ya lo dijimos, la vida comenzó en el Medio Oriente, en la llanura del Sinaí y de esto la Biblia lo confirma en su relato encontrado en Génesis 2. El huerto del Edén era regado por un rio que posteriormente se dividía en cuatro ramas. los cuatro ríos eran: Pisón, que se dice, rodeó toda la tierra de Havila (Arabia); el río Gihón, que habría rodeado toda la tierra de Cus (Etiopía); el río Hiddekel (río Tigris); que iría al oriente de Asiria; y el río Éufrates. Hoy en día ubicar los primeros dos ríos, Pisón e Hidekel, resulta bastante difícil, sin embargo, se han sugerido algunas opiniones al respecto. Por ejemplo, James Hoffmeir nos dice algo al respecto en su libro, Arqueología de la Biblia: “La arqueología no puede resolver esta cuestión, aunque en Génesis 2,10-14 sí se ofrece una localización específica para el jardín al mencionar los ríos Tigris y Éufrates. El nombre castellano «Tígrís» es, de hecho, la vocalización griega del antiguo nombre sumerio id-dikaltu, que significa río Dikaltu. Los hebreos conservaron el nombre sumerio transformado en Hiddekel. Éufrates es una versión del nombre acadio del río, purattu. Se trata de ríos reales, cuyos nombres ya aparecían en antiguos textos cuneiformes y han sobrevivido hasta hoy. Se sabe poco de los otros dos ríos mencionados, el Pisón y el Guijón (Génesis 2, 10-13). Se cree que el primero atravesaba la tierra de Javilá, término hebreo para referirse al norte de Arabia. La idea de que un río atravesara los desiertos de Arabia y se encontrara en algún momento con el río Tigris o Éufrates resultaba difícil de creer. Sin embargo, estas dudas se disiparon en 1994, cuando se advirtieron los restos de un río de estas características en las imágenes de radar tomadas por satélite durante la misión de la nave espacial Endeavour… Para algunos estudiosos, se trata del río Pisón mencionado en Génesis 2. Los estudios medioambientales realizados en la región sugieren que este río probablemente se secó en algún momento entre el 3500 y el 2000 a.C., tras un período árido. Esta nueva prueba sugiere que la Biblia conserva datos históricos anteriores a la época de Moisés, ya que a mediados del segundo milenio a.C., este río llevaba siendo un desierto más de 1000 años”. Lo cierto es que en el pasado esta área geográfica estuvo lleno de vegetación ya que era regada por un rio que se dividía en cuatro ramas, por otro lado, era una tierra rica en metales preciosos como el oro, bedelio y ónice. Hoy en día esta región está llena de desiertos y su forma original cambio en gran manera después del diluvio universal.

 

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Posible ubicación del Huerto del Edén


            Gigantes en la tierra.

            En el libro de Génesis se nos habla de una tercera generación que fue consecuencia de la mezcla de los descendientes de Set y Caín: “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre”, (Génesis 6:1-4). Al respecto de quiénes eran estos gigantes se han sugerido algunas cosas. Lo primero es que algunos los han considerado verdaderos gigantes, es decir, se ha tomado literalmente la interpretación del texto y se ha dicho que eran hombres de tamaño gigantesco. En la Biblia podemos encontrar muchos ejemplos de gigantes, aparte del relato que tenemos en Génesis 6. Por ejemplo, los 12 espías que Moisés envió a inspeccionar la tierra prometido vieron gigantes: “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”, (Números 13:33). De allí podemos ver la aparición de gigantes en el relato del Antiguo Testamento a través de la conquista de Canaán y los tiempos de la monarquía del rey David (Josué 15:14, Deuteronomio 2:20-21; 3:11, 1 Samuel 17:4-7, 2 Samuel 21:16, 18-22). Además de la Biblia, las mitologías antiguas están llenas de gigantes, tal y como las culturas antiguas de los caldeos, los nórdicos, los egipcios, los griegos, los chinos entre otros. Estas mitologías que hablan acerca de gigantes sugieren para algunos la posibilidad de que estos realmente existieron.

 

gigantes
Las historias de gigantes han estado presentes en muchas culturas

Otra posición en cuanto a quiénes eran estos gigantes es considerando el significado etimológico de donde se traduce la palabra gigante. La palabra gigante se traduce del hebreo nefelín (נְפִיל), la cual afirman que significa “los caídos” en su idioma original y de allí que algunos consideren que estos personajes llegaron a ser personas malvadas que desagradaron a Dios. Cuando la palabra nefelín se tradujo al griego en la Septuaginta (traducción entre el siglo III-II a.C.), los rabinos que hicieron esta tarea usaron la palabra griega gigantes (γίγαντες), la cual literalmente es entendible en nuestro idioma y era muy utilizada en los relatos mitológicos de la cultura helenística de aquel entonces. Luego, a esta interpretación le agregaron una tradición de origen hebrea que aseguraba que estos nefelín o seres caídos, que eran gigantes, provenían del resultado de la relación sexual entre ángeles y mujeres. Una fuente que confirma esta manera de interpretar el pasaje que encontramos en Génesis 6 es el famoso libro de Enoc. De acuerdo al libro de Enoc, un libro apócrifo, los nefelín fueron hombres de gran estatura y el resultado del cruce de ángeles y mujeres (ya que consideran que el termino hijos de Dios se les atribuye a ángeles) y que causaron muchos daños y abusos a la humanidad de su tiempo: “Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a enseñarles la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las plantas. Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil codos de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez crecieron; y devoraban el trabajo de todos los hijos de los hombres hasta que los humanos ya no lograban abastecerles. Entonces, los gigantes se volvieron contra los humanos para matarlos y devorarlos”, (1 Enoc 7:1-4). En el estudio del libro de Génesis ya consideramos nuestra posición en cuanto a esta teoría, ya que el libro de Enoc no es un libro que pudiésemos considerar una fuente fiable por no ser un libro inspirado por Dios y esta teoría contradice el hecho de que Jesús enseñó que los ángeles no pueden casarse o darse en casamiento como los hombres y, por tanto, son asexuales y no pueden tener hijos: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”, (Mateo 22:29-30).

Intentando encontrar una explicación a la existencia de gigantes se han combinado dos posibles realidades que existían en este tiempo bíblico. La primera es comprender que el tamaño promedio de los israelitas de esta época bíblica no era mayor a 1.60 metros. Al respecto, G. Ernest Wright nos comenta al respecto en su libro, Arqueología Bíblica: “Este periodo puede estudiarse actualmente en las cavernas de Palestina mejor que en ningún otro sitio. Ha aparecido gran número de esqueletos pertenecientes a un tipo humano esbelto, de cabeza alargada, cuyos individuos medían entre 1.50 y 1.60 metros de estatura, muy semejantes a los más antiguos pueblos históricos conocidos de Egipto, Siria y Palestina. Quizá pertenecían al grupo del que descendían los semitas”. Esto probablemente se debía al tipo de dieta que los israelitas llevaban, sin embargo, la dieta de los pueblos cananeos era de esperarse que fuese mejor por el tipo de tierra y recursos alimenticios que poseían. Si esto era así, posiblemente los cananeos poseían una altura mucho mayor que los israelitas. Además de esto, también se ha sugerido la posibilidad de hombres que sufrían de gigantismo, una enfermedad que hace que las personas crezcan en una altura mayor a lo normal. En su libro, Biblical Archeology, J. Randall Prince, dice que la polidactilia (enfermedad que se caracteriza por tener 6 dedos) se asocia en ocasiones con el gigantismo y los descubrimientos arqueológicos que se han realizado han encontrado esqueletos con personas con 6 dedos: “La condición del polidactilismo no era infrecuente en el antiguo Cercano Oriente y en otras culturas. Es una anomalía genética hereditaria, especialmente en comunidades estrechamente cruzadas, y los genetistas informan que aparece en asociación con la anomalía del gigantismo y puede transmitirse como un rasgo hereditario. La antigua creencia era que el polidactilismo era característico de gigantes o personas con fuerza extra… El registro arqueológico proporciona numerosos ejemplos de polidactilismo. En un templo neolítico (sexto milenio antes de Cristo) en Jericó y en el sitio de 'Ain Ghazal en Jordania, se encontraron estatuas de terracota que tenían seis dedos. Dos ejemplos de polidactilismo del siglo XIII a. C. aparecen en sarcófagos de arcilla en estilo cuasi egipcio encontrados en Deir el-Balaḥ. Uno en el Museo de Israel retrata a un hombre con seis dedos en su mano izquierda, mientras que otro excavado por Trude Dothan es indistinto en los detalles, pero estaba destinado a ser polidactiloso. También hay un retrato fragmentario de un egipcio de la XIII dinastía (1783-1640 a. C.) descubierto cerca de Akko que muestra seis dedos en su mano derecha”. Ahora, tratando de relacionar todo lo que se ha dicho, recordemos que en los tiempos del rey David se mencionan gigantes de 6 dedos: “Y volvió a haber guerra en Gat, donde había un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en pies y manos, veinticuatro por todos; y era descendiente de los gigantes”, (1 Crónicas 20:6). No sería difícil pensar que estos gigantes de seis dedos eran personas que sufrían de las enfermedades con gigantismo y la polidactilia, hoy en día han existido personas con estas condiciones que se han destacado en la lucha libre o el básquet ball y algunos de sus nombres figuran en el libro de los Guinness récords. Así que imaginémonos a estos hombres que hoy por hoy han llegado a medir más de 2 metros, con su armadura y casto puntiagudo que los pareciera verse como gigantes de casi 3 metros, esto considerando que el dato arqueológico de los israelitas de este tiempo ha mostrado que estos no median más de 1.60 metros.

Otra razón que ha llevado a concluir que estos hombres fueron realmente gigantes es la falta de explicación convincente que existe en cuanto al método que los antiguos utilizaron para construir las grandes edificaciones que se han descubierto, para algunas personas, fue gracias a los gigantes que estas obras arquitectónicas se construyeron. Baalbek es un sitio arqueológico en el Líbano que se considera uno de los más antiguos que se tiene y se ha llegado a creer que fue edificado por los descendientes de Caín y de esto, J. B. Tidwell, en su libro Geografía Bíblica nos comenta: “El nombre es de Baal (Sol) y Bak (pueblo) y significa pueblo del sol, o pueblo de Baal… La historia no nos da luz en cuanto a su origen, pero es conocida como una de las ciudades más viejas (si no la más vieja) del mundo. La tradición dice que fue fundada por los descendientes de Caín antes del diluvio, en el año 133 después de la creación, y que Adán y Eva y los patriarcas vivieron en el territorio alrededor de Baalbek. Otros sugieren que fue fundada por Nimrod, quien vivió poco después del diluvio… Aunque hay otras atracciones allí, el interés principal del lugar está en las ruinas del templo de Baalbek, que son las más colosales del mundo… El mundo ha quedado maravillado no solamente por el tamaño del templo, sino por la habilidad mostrada en su construcción, así como por los materiales gigantescos usados. Algunas columnas antiguas como de 27 metros de altura y 6 de circunferencia, todavía quedan en pie… A casi 7 metros de altura hay piedras de casi 20 metros de largo por más de 4 de ancho y de espesor. Estas se supone que pesan 1, 000 a 1, 200 toneladas cada una, pero la ingeniería civil moderna no ha podido construir un aparato o mecanismo que pueda levantar una décima parte del peso de estas piedras gigantescas. ¿Cómo fueron transportadas de la cantera y puestas en estas paredes?, probablemente nunca se sabrá… En los tiempos primitivos habla la creencia de que, desde Caín, habla habido una raza de gigantes que hicieron este trabajo, lo cual es imposible para nosotros. Ellos no creían que seres humanos podrían tener tanta perfección y destreza para construir un edificio tan excelente con tan enormes bloques de piedra, de modo que lo atribuían a un demonio o a una raza que vino por casamientos de ángeles y hombres”.

Ahora, tratando de seguir con este pensamiento, es lógico que aquellos israelitas que vieron por primera vez aquellas grandes edificaciones creyesen que habían sido construidas y habitadas por gigantes. G. Ernest Wright nos comenta al respecto en su libro, Arqueología Bíblica: “En cuanto a la existencia de gigantes, hemos de decir que en el Próximo Oriente no ha aparecido prueba alguna de que hubiesen existido allí gentes de una estatura fuera de lo normal, aunque conocemos las razones que dieron origen a semejante tradición. Los espías de Israel se lamentaron de que las ciudades del país eran grandes y que sus muros se alzaban hasta el cielo (Deuteronomio 1:28; Números 13,28). Hoy sabemos que no exageraban. Era lógico que hablasen de gigantes después de haber vivido la sencilla existencia de los nómadas en el desierto del Sinaí-Madián y encontrarse de pronto ante las ciudades cananeas «alzadas sobre sus montículos». Porque aquellas ciudades poseían murallas cuyo espesor llegaba a veces a los 4.50 metros y aún más y se alzaban a una altura de 15 metros. Muchas veces estaban construidas de bloques enormes. No es de extrañar que aquellos hombres se sintieran como saltamontes”.

Todas estas son explicaciones que se han tratado de dar a los gigantes que aparecen en Génesis 6, pero, ¿qué evidencia arqueológica existe de que los gigantes existieron? Bueno, G. Ernest Wright dice que no hay evidencia arqueología: “Desgraciadamente, la arqueología no ha hallado prueba alguna de la existencia de aquellas gentes, salvo, quizá, una excepción. Se trata de los hijos de Anac. En Egipto ha aparecido gran número de fragmentos de cerámica fechables dos siglos después del año 2000.a. C, en que habían sido consignados los nombres de los enemigos de la corona. Su lista se escribía sobre unos recipientes de arcilla que luego eran rotos en pedazos. La práctica obedecía a razones mágicas. Del mismo modo que se rompían los recipientes, también los rebeldes, según se creía, iban a ser destrozados. Entre aquellos rebeldes se menciona una tribu palestina cuyo nombre coincide prácticamente con Anac y que debía de comprender al menos tres clanes, ya que se nombran tres jefes. No es seguro, sin embargo, que haya alguna relación entre estos anaquitas y los de la Biblia, pero se trata del único descubrimiento que guarda cierta relación con los nombres de los aborígenes conservados por los israelitas”.

Habiendo considerado todo esto, una cuarta interpretación que algunos le dan al término gigante es considerándolo desde la perspectiva del significado del título que el autor del libro de Génesis les da a dichos gigantes al referirse a ellos como hombres de renombre: “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y … Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre”, (Génesis 6:4). El título que se les da, hombres de renombre, proviene del hebreo shem (שֵׁם), que sugiere a alguien que ama la fama y ser reconocido como ilustre, por lo que el título de gigante no necesariamente puede considerarse como persona de gran estatura, sino como alguien que es más grande en estatus y jerarquía en medio de su sociedad. G. Ernest Wright, estudioso del Antiguo Testamento y famoso por sus trabajos de arqueología, comparte la opinión de que estos hombres que se traducen como gigantes en nuestras Biblias, eran realmente hombres de estatura normal, pero de gran importancia de su sociedad, él nos comenta en su libro, Arqueología Bíblica: “Es evidente que aquellos hombres tan alejados de nosotros no alcanzaban una talla gigantesca. Pero puede afirmarse con toda certeza que llegaron a un alto nivel intelectual. Nos hemos acostumbrado a considerar «primitiva» a toda la humanidad anterior a los atenienses, y esta idea no concuerda con los hechos. Si por «primitivo» queremos significar la incapacidad para volar en avión o para comprender que la tierra gira en torno al sol, entonces estará justificado el empleo del término. Pero si por «primitivo» entendemos la incapacidad para leer y escribir, para pensar en abstracto, para edificar ciudades y «maravillas» arquitectónicas, para lograr una profunda visión religiosa y moral, para desarrollar un arte y una literatura geniales y para sentir el orgullo de haber conquistado tales cimas intelectuales con el propio esfuerzo, apenas tendríamos justificación alguna para aplicar ese término a partir del cuarto milenio antes de Cristo”.

 

DESCUBRIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS DE LAS GENERACIONES ANTEDILUVIANA

               Como mencionamos al principio, muy poca información se tiene acerca de esta generación que vivió antes de que ocurriera el diluvio universal, de estas, las mayores referencias las tenemos en la Biblia, sin embargo, hoy en día también se han realizado descubrimientos arqueológicos que han confirmado la existencia de esta civilización antediluviana. Al respecto de esto, Laura Saa nos comenta un poco en su libro, Geografía Bíblica: “El valle del río Éufrates es el lugar donde vivieron los primeros habitantes de la Tierra y desde donde comienza la historia bíblica. Actualmente, lo cubren numerosos túmulos, ruinas de ciudades antiguas que fueron amontonándose alrededor del tiempo. Algunos de estos túmulos son de 30 m o más de altura y contienen restos de 20 o más ciudades, cada uno con un estrato bien definido. Es en estos túmulos que se hallaron descubrimientos que nos permiten comparar las similitudes entre los pueblos antiguos y el contenido bíblico”. Quizás el mayor aportador de descubrimientos arqueológicos de civilizaciones antediluviana es Leonard Woolley, un arqueólogo británico que entre los años de 1922 y 1934 realizó diferentes excavaciones en Ur Naamu donde uno de sus mayores descubrimientos fue un cementerio real fechado como el más antiguo encontrado en aquel entonces que databa del año 2700 a. C. En el fondo de una fosa se halló, entre numerosas armas de bronce, un espectacular puñal de oro con empuñadura de lapislázuli; junto a él apareció además un saquito de oro que contenía un juego de instrumentos de tocador, todos ellos también de oro. Además de esto se encontró una tumba en una cámara sepulcral donde yacían los restos de una mujer cuya inscripción tallada en un sello cilíndrico afirmaba que era la reina Pu-abum. Además de todo esto, se encontraron evidencias geológicas que evidenciaban una gran inundación que había arrasado toda la cuenca de Mesopotamia, lo cual dirigió la atención al relato bíblico del diluvio universal


Ur-Nammu

Ruinas de la ciudad de Ur con el Zigurat de Ur-Nammu al fondo a las afueras de Nasiriyah, sur de Irak.

De M.Lubinski de Iraq,USA. - Flickr, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3065765



Conociendo el Mundo Bíblico

 

“Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te declarará; a tus ancianos, y ellos te dirán. Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel”.

Deuteronomio 32:7-8

INTRODUCCIÓN

               Después de tanto tiempo las palabras de Moisés hacen eco en nosotros. Aunque el mensaje está dirigido a los israelitas del tiempo antiguo, también nosotros nos vemos interesados en estudiar los tiempos antiguos que se relatan en la Biblia, porque toda la Escritura es inspirada por Dios y muy útil para nuestro crecimiento espiritual. Así la Biblia nos enseña la historia de la humanidad, sus comienzos, la historia del pueblo israelita y el plan de salvación que Dios tiene para todas las naciones por medio de su Hijo Jesucristo. Por tanto, cuando Moisés dirigió estas palabras, le pedía a Israel que no olvidara los tiempos antiguos, sino que siempre los consultaran y así a lo largo de los tiempos el canon bíblico se preservo hasta nuestros tiempos a tal punto que hoy podemos inquirir en él.  Ahora, para poder comprender de una mejor manera la Biblia no debemos olvidar que fue escrita, no solo en un contexto histórico diferente al nuestro, sino en una cultura diferente y que los lugares que describe poseen en muchas ocasiones una geografía y clima diferentes a muchos de los países donde hoy nosotros habitamos. Esto nos hace pensar en la importancia de conocer a más profundidad la tierra bíblica donde se desarrollaron todos los acontecimientos que hoy por hoy conocemos, especialmente para nosotros los occidentales que poseemos una cultura y aspectos geográficos un poco diferentes, dependiendo de la parte del mundo donde nos haya tocado vivir.


Beduinos

A Bedouin family in the Wadi Mousa, Syrian Desert. Watercolour on paper. 50.1 x 34.9 cm.

De Carl Haag - Christie' s, LotFinder: entry 4515864 (sale 706, lot 43), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=17794458

A lo largo del tiempo la teología ha desarrollado muchas disciplinas que han ayudado a comprender cada uno de los 66 libros de la Biblia, la misma historia ha encajado con los acontecimientos narrados en los libros del volumen sagrado y a través de muchos concilios y grandes pensadores se han definido las doctrinas bíblicas que establecen el fundamento de nuestra fe cristiana. Muchas disciplinas se han creado para interpretar correctamente las Sagradas Escritura, entender los diferentes periodos históricos que la iglesia ha atravesado y formar a los ministros en la obra para la cual Dios los ha llamado, sin embargo, desde el siglo XVIII han surgido otras ramas de la ciencia que ayudan a comprender mejor los acontecimientos bíblicos, ciencias como la geografía, antropología y estudio de las culturas orientales ayudan en gran manera a complementar nuestro entendimiento del canon bíblico. En la década de los 80´s muchos creyeron que la ciencia ayudaría a desmentir a la Biblia, hombres como Jean Paul Sartre, Sigmund Freud, Carlos Marx, Charles Darwin, Friedrich Nietzsche, entre otros, establecieron sus principios anticristianos que desmentían los valores y veracidad de la Biblia, pero con el tiempo, la misma ciencia a demostrado la infalibilidad de la palabra de Dios. El objetivo de este estudio es explorar algunos temas relacionados con la geografía, la cultura bíblica y la antropología, no con el propósito de demostrar o confirmar nuestra fe, sino para entenderla mejor. Dicho estudio no pretende ser profundo o demasiado técnico, sin embargo, consideraremos los aspectos más importantes y útiles para nuestro entendimiento de las Sagradas Escrituras. Como cristianos, la Biblia nos es suficiente, creemos sin ver y por ello somos bienaventurados: “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”, (Juan 20:29). Sin embargo, Agustín de Hipona solía decir: “Creo para entender, entiendo para creer”. Ciertamente estudiar la arqueología bíblica, las costumbres orientales o los aspectos geográficos de tierra santa nos dará una mejor comprensión de su palabra y fortalecerá aún más nuestra fe y, por otro lado, es una herramienta que ayuda en la defensa de nuestra fe, porque a través de ellas aquellos que la contradicen quedan desarmados al considerar como aun la misma ciencia confirma la veracidad del contenido bíblico.

      CONOCIENDO EL MEDIO ORIENTE BÍBLICO

                 Ahora bien, alguien podría preguntarse, ¿por qué estudiar la cultura y costumbres bíblicas? ¿Qué tan importante es conocer la geográfica de los tiempos bíblicos? ¿Es importante estudiar la arqueología bíblica? Pues, debemos recordar que la Biblia fue escrita en una cultura oriental, con costumbres muy diferentes a las occidentales modernas, con el uso de hebraísmos que al leerlos literalmente puede ser que no entendamos el significado real de las palabras y definitivamente por esto mismo se hace necesario que tengamos herramientas para comprender de una mejor manera el contenido sagrado que hoy por hoy tenemos en el libro que para nosotros en la palabra de Dios. Por ello, tocaremos algunos temas referentes a la cultura y costumbres de tierras bíblicas, estudiaremos los aspectos geográficos para ubicarnos de mejor manera en los mapas y entender los accidentes geográficos que caracterizaron los lugares bíblicos, las distancias que se recorrían para ir de un lugar a otro, su climatología y desiertos que los rodeaban, su agricultura y ganadería, su cultura alimenticia, así como suplementos arqueológicos que nos confirman la veracidad de la palabra de Dios.

 

CULTURA Y COSTUMBRES BÍBLICAS

               Una cultura se puede definir como el conjunto de costumbres, tradiciones, normas y manera de pensar de un pueblo en específico que se expresa en lo peculiar de su idioma, arte, música, sociedad y política. En este sentido, el estudio de la cultura y costumbres bíblicas tiene como propósito el conocer las tradiciones que caracterizaban a los habitantes del periodo bíblico, sus comidas, sus viviendas, su manera de vestir, su agricultura y ganadería, su dieta alimenticia, su vida social, la familia y todas aquellas características orientales que los definían. Fred H. Wight nos dice en su valiosísimo libro: Usos y Costumbres de las Tierras Bíblicas: “La Biblia fue escrita por orientales. Es fácil que los occidentales pasen por alto el hecho de que las Escrituras tuvieron su origen en el Oriente, y que cada uno de los escritores era en realidad oriental. En vista de esto, se puede afirmar que la Biblia es un libro oriental, en un sentido verdadero. A pesar de esto, muchos leerán las Escrituras con el prejuicio de sus propios usos y costumbres occidentales, en lugar de interpretarlas desde el punto de vista oriental”. Por tanto, podemos entender la importancia de comprender las costumbres bíblica, especialmente para nosotros los occidentales, porque esto nos ayudara a entender mejor algunos relatos bíblicos.

Ahora, la pregunta seria, cómo estudiar la cultura bíblica en nuestros tiempos modernos. Ante esto, Fred H. Wight nos da la respuesta: “A través de los siglos, las costumbres árabes han seguido casi sin cambiar”. De allí que surge una clasificación de los diferentes tipos de árabes que existen. En primer lugar, se tiene a los árabes beduinos, que son nómadas que habitan en tiendas de campaña y no que han cambiado en casi nada sus costumbres y cultura. La palabra beduino proviene del francés bédouin, que a su vez deriva del idioma árabe, badawi, que significa “morador del desierto”. Los beduinos son un pueblo de diez millones de personas repartidas a lo largo de Arabia Saudita, Jordania, Irak, Libia, Egipto, Israel, Siria, Túnez, Argelia y Marruecos. Estos están divididos en clanes y tribus. Es de estos árabes beduinos que se hace posible conocer mucho de las costumbres y cultura de los tiempos bíblicos ya que como hemos dicho, no han cambiado en mucho sus costumbres y cultura. En segundo lugar, se tiene al árabe labriego, que es agricultor y vive en casas campesinas de un solo cuarto. Finalmente, se tiene al árabe moderno, aquel que hoy por hoy vive en las grandes ciudades que se han construido en el Medio Oriente y sus costumbres ya no corresponden tanto a las antiguas.

 

GEOGRÁFICA BÍBLICA

                   Otra disciplina científica que ayuda a comprender el mundo bíblico es la geográfica bíblica. La palabra geografía proviene dos palabras compuestas en griego que son, geo (γεω), que es tierra, y grafía (γραφία), que es escritura, y literalmente podría traducirse como la descripción de la tierra. Laura Saá, en su libro, Geografía Bíblica, nos define este concepto: “La geografía es una ciencia que estudia la distribución y disposición de elementos físicos, biológicos y humanos en la superficie terrestre”. En este sentido, geografía bíblica es el estudio que nos permite conocer cómo era o es la superficie terrestre de los diferentes lugares que se mencionan en la Biblia, sus valles, colinas, montañas, mesetas, su hidrología, el clima, su organización social, económica y política a lo largo del mapa territorial donde se extienden la nación. En este sentido el estudio de la geografía bíblica ayuda a entender cómo era la forma o geología de los territorios que se mencionan en la Biblia. Un estudio de la geografía bíblica ayuda mucho a entender las distancias que recorría Jesús al trasladarse de un lugar a otro en la tierra de Israel de sus tiempos durante su ministerio, también muestra la ubicación en el mapa de las diferentes ciudades y lugares que el apóstol Pablo visito durante sus viajes misioneros, nos muestra la geografía de los lugares por donde Abraham y los demás patriarcas realizaron sus peregrinaciones, se logra apreciar la cercanía de otros pueblos y naciones que rodearon a Israel o incluso la distribución de tierras vistas en un mapa de las doce tribus de Israel. Por tanto, vamos a aprovechar este tema para conocer un poco más la geografía de las tierras bíblicas.

 

ARQUEOLOGÍA BÍBLICA

               Otra parte de la ciencia que nos puede ayudar a comprender de una mejor manera la Biblia es la arqueología bíblica. La palabra arqueología es una palabra griega compuesta de dos partes, arjaios (ἀρχαίος), que significa antiguo, y logos (λόγος), que es estudio. En este sentido, la arqueología es una ciencia que estudia los cambios que las diferentes culturas han experimentado a lo largo del tiempo. G. Ernest Wright nos comenta al respecto en su libro Arqueología Bíblica las siguientes palabras: “La arqueología bíblica es una parte especial de la arqueología general. El arqueólogo bíblico, sea o no excavador, estudia los descubrimientos de las excavaciones a fin de entresacar de ellos todos los hechos que puedan arrojar una luz directa, indirecta o incluso difusa sobre la Biblia”. De esta forma, la arqueología bíblica ha ayudado a entender de una mejor manera la cultura y acontecimientos bíblicos y en este sentido, ha demostrado la veracidad de las Sagradas Escrituras. Pedro C. Morales nos dice más acerca de la Arqueología Bíblica: “La arqueología nació en el siglo XIX y se desarrolló a lo largo del siglo XX convirtiéndose en una disciplina madura, científica en toda regla, con sus propios métodos de investigación y marco teórico. Su misión es estudiar diversos aspectos de las sociedades antiguas a partir de las huellas o los restos materiales que dejaron, así como localizar antiguos asentamientos y poblaciones. La arqueología, por tanto, recupera y sistematiza la cultura material de un lugar dotando de significado histórico esa cultura”. Hoy en día se han realizado grandes descubrimientos arqueológicos de lugares que arrojan increíble información de lugares y civilizaciones que incluso se mencionan solo en la Biblia, uno de estos es el famoso descubrimiento arqueológico de la nación hitita realizada en 1906. Hasta esta fecha, muchos consideraban que la nación hitita que la Biblia menciona (Génesis 15:20, 1 Reyes 10:29) jamás había existido, porque solo es mencionada en las páginas de la Biblia, sin embargo, Hugo Winckler fue un arqueólogo, estudioso de la Biblia e historiador alemán, cuyas excavaciones en Boğazköy, en Turquía, revelaron la capital del imperio hitita. De esta forma, podemos llegar a ver el valor que realmente la arqueología tiene para el estudioso bíblico y por ello Nelson Glueck, un rabino, académico y arqueólogo estadounidense dijo: “Ningún descubrimiento arqueológico ha negado alguna vez una referencia bíblica”. Además de todo esto, la arqueología bíblica también tiene un carácter apologético, es decir, es una herramienta que ayuda a demostrar ante los incrédulos la veracidad del relato bíblico, de allí que James Hoffmeir nos comenta en su libro, Arqueología de la Biblia: “Ha sido una tendencia común entre muchos cristianos el utilizar la arqueología principalmente como herramienta apologética, para «probar la Biblia»”.