jueves, 30 de marzo de 2023

La Iglesia de la Unificación: Los Moonies

 

“Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”.

Mateo 24:23-24

INTRODUCCIÓN

               En su famoso sermón del capítulo 24 de Mateo, nuestro Señor Jesucristo advierte el peligro del surgimiento de falsos cristos: Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Desde entonces se han levantado muchos afirmando ser el Cristo o Mesías, el nuevo ungido de Dios e incluso se han atrevido a decir que Jesús no completo su misión y por eso ellos han sido levantados por Dios para terminarla, sin embargo, todo esto es mentira. Una secta cuyo fundador se atrevió a llamarse el Mesías fue Sun Myung Moon. La Iglesia de la Unificación o los moonies, como también se le conoce es una secta fundada por este hombre y vamos a considerar los antecedentes históricos de esta y la defensa bíblica respecto a sus afirmaciones. 


iglesia-unificacion

Ceremonia de bendición

De Cristina de argentina - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=17637494

ORIGEN

                Sun-Myung Moon nació en Corea del Sur, estudio de niño en una escuelo Confusionista, luego, sus padres se convierten al evangelio en una iglesia protestante, pero luego, con el tiempo, este se mueve a una iglesia presbiteriana. A los 16 años el joven Moon afirmo tener una visión mientras este oraba en un lugar montañoso de Corea, en esta visión afirmó que Jesús se le apareció y le dijo que tenía que completar la tarea que Él no había podido completar, y al final, después de que Jesús le insistiera en el asunto, Moon aceptó. De esta forma, después de una supuesta preparación espiritual, Moon inicio la tarea que afirmaba haber recibido, predico sus enseñanzas en Corea del Norte, después de la Segunda Guerra Mundial, donde en 1946 fue encarcelado por el régimen comunista, pero gracias a la intervención de EE.UU. en la guerra de Corea, fue liberado, después de esto, fundo su iglesia en 1954 a la cual llamo: La Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial, mejor conocida como La Iglesia de la Unificación o los Moonies. La iglesia de Moon comenzó a ganar seguidores y creció en Seúl Corea, posteriormente, paso a los EE. UU. a finales de 1971 teniendo éxito y fundando allí otra iglesia. Esta iglesia es famosa por celebrar bodas masivas, donde en ocasiones se reúnen más de 1,000 personas de diferentes nacionalidades a contraer nupcias.

Sun-Myung-Moon
Sun Myung Moon and his wife Hak Ja Han.

De Desconocido; original uploader at en.wikipedia was Steve Dufour at en.wikipedia. - Image:True-Parents-portrait.jpg from the New World Encyclopedia, published by the Universal Peace Federation which is affiliated to the Unification Church; transferred from en.wikipedia by Cirt using CommonsHelper., CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5971543


            Controversias en la vida de Moon.

            La vida de Sun Myung Moon estuvo lleno de controversias. En EE. UU. fue acusado de realizar “Lavado de Cerebro” al considerar el incremento de su membresía, luego, en 1982 fue acusado de evasión de impuestos y encarcelado por 13 meses, sin embargo, sus seguidores protestaron por esto e incluso lideres cristianos se unieron a este fin, entre ellos, Jerry Falwell, un pastor bautista y tele evangelista. Además de esto, fue conocido como un comerciante de armas, a través de su empresa Kahr Arms, y también acumulo una gran suma de dinero al dedicarse a la industria pesquera.

 

UN FALSO MESÍAS

            En sus obras literarias ha expresado haber sido el Mesías de esta era, así, por ejemplo, en la obra el Principio Divino, en la introducción General, se dice: “En el cumplimiento de los tiempos, Dios ha enviado a su mensajero a resolver los problemas fundamentales de la vida y del universo. Se llama Sun Myung Moon”. Para sus seguidores, El Principio Divino, es considerado el Tercer Testamento donde Moon enseña acerca de la vida y la muerte, la vida del servicio a los demás y una mezcla de principios bíblicos con filosofías orientales. Este hombre afirmo tener una revelación especial dada únicamente a él y en la cual todos debía creer y en su libro Christianity in Crisis, página 98 dijo: “Tal vez me quieran preguntar de nuevo: ¡Con qué autoridad consideras esas cosas! Yo hable con Jesucristo en el mundo espiritual. También hable con Juan el bautista. Esa es mi autoridad”. Lo cierto es que todas sus afirmaciones son falsas, porque el único Mesías o Cristo en nuestro Señor Jesús el cual nos advirtió de que debíamos tener cuidado con aquellos que se presentaran con el titulo que solamente le corresponde a Él: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos”, (Mateo 24:23-24).

 

FALSAS ENSEÑANZAS

               Como todas las sectas, la Iglesia de la Unificación posee enseñanzas que están totalmente alejadas de la Biblia. La doctrina de los moonies es un verdadero sincretismo al mezclar los principios bíblicos con filosofías y religiones orientales tales como el taoísmo, confusionismo y budismo. Concideremos sus posturas doctrinales y comparemos lo que la Biblia realmente dice.

 

El Principio Divino.

Para los seguidores de Moon, el Principio Divino, es una obra que posee la autoridad máxima, incluso por encima de la Biblia ya que contiene las revelaciones y verdad actualizada dada a Moon para esta nueva era, de allí que algunos de ellos lo llaman el Tercer Testamento o Testamento Terminado. En la introducción de dicho libro se nos dice: “El Principio Divino revelado en este libro es sólo una parte de la nueva verdad. Hemos recogido aquí lo que los discípulos de Sun Myung Moon han oído y testificado hasta ahora”. Para estas personas, este libro forma parte de la nueva verdad, sin embargo, como cristianos sabemos que el canon bíblico esta terminado y no hay más libros o nuevas revelaciones que añadirle, de hecho, el Señor advierte a través de su palabra el peligro de agregar o quitar alguna parte de sus Sagradas Escrituras: “Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno”, (Deuteronomio 4:1-2). Además, el libro de Apocalipsis advierte de las consecuencias para aquellos que se atrevan a alterar el contenido de su profecía: “Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro”, (Apocalipsis 22:19). Por tanto, los cristianos no pueden aceptar el Principio Divino como otro Testamento o parte de una nueva revelación debido a:

 1.     El canon bíblico está completo y no se le puede quitar o añadir algo más.

2.     Este libro presenta una especie de sincretismo al mezclar principios divinos con aspectos de la filosofía y religión oriental. Leamos este párrafo que se encuentra en el Principio Divino y veremos confirmada esta verdad: “Examinemos la teoría fundamental del «Libro de los Cambios» (I Ching), que es el centro de la filosofía oriental, desde el punto de vista de los principios de la creación. Este libro explica que el fundamento del universo es Taeguk (origen) y a partir de Él vienen Yang y Yin (positividad y negatividad). De Yang y Yin proviene el «O-haeing» (cinco elementos: metal, madera, agua, fuego y tierra). Todas las cosas fueron creadas de O-haeing. La positividad y negatividad se llama el «Tao»”. Esta afirmación se encuentra en el capítulo I, sección I, Las Características Duales de Dios y el Mundo Creado, Subtema: La relación entre Dios y el universo.

 

Jesucristo.

 Para Moon, Jesús es solo un hombre de gran valor, pero no es Dios, en su libro, Principio Divino, capítulo VII, Cristología, Sección II, Jesús y el Hombre que ha Cumplido el Propósito de la Creación, en el subtema: Jesús y el Hombre que ha cumplido el Propósito de la Creación, dice: “Jesús es verdaderamente un hombre de este valor. Por muy grande que sea su valor, no es posible asumir un valor más grande que el del hombre que ha cumplido el propósito de la creación. Por tanto, no podemos negar que Jesús era un hombre que ha cumplido el propósito de la creación”. Y en su obra, The Way, Moon les dice que pueden llegar a ser como Jesús e incluso superarlo: “Ustedes pueden compararse con el mismo Jesucristo y sentir que pueden ser más grande que Él”. Ante esto la Biblia enseña lo contrario ya que afirma que Jesús es Dios: “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre”, (Juan 20:31).

De acuerdo con la perspectiva de Moon, Satanás triunfo sobre Jesús al crucificarlo en la cruz, esto de acuerdo a lo que dice en su libro, Principio Divino, capitulo IX: La Providencia de la Restauración Centrada en Moisés y Jesús, sección III, numeral cuatro: Lecciones aprendidas del curso de Jesús, en el subtema: El fundamento espiritual de fe: “De este modo, Satán logró lo que había planeado hacer a lo largo del curso de 4.000 años de historia, al crucificar a Jesús ejerciendo su máximo poder”. No obstante, esta afirmación está totalmente errada ya que no fue Satanás quien triunfo sobre Cristo en la cruz del Calvario: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”, (Colosenses 2:13-15).

Aunque el libro, Principio Divino, no dice textualmente que Moon es el Mesías, este se hace ver ante sus seguidores como tal, llamándose también padre o el Señor del segundo advenimiento. La verdad es que nadie más a parte de Jesús puede ser el Mesías porque debería cumplir con las siguientes características que el ángel Gabriel le declaro a Maria: “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”, (Lucas 1:35). Aquí podemos encontrar tres características que tendría que cumplir el Mesías:

1.     No podría nacer por la concepción normal de la unión de un hombre y una mujer, porque de lo contrario heredaría la naturaleza pecaminosa, por ello Jesús nació por obra del Espíritu Santo, cosa que ningún otro hombre ha hecho.

2.     Por consiguiente, el Mesías seria Santo, pero humano, porque nacería de una mujer, pero sin intervención del hombre, pero sin pecado.

3.     Y al mismo tiempo el Mesías seria Dios, porque seria llamado Hijo de Dios.

 

Definitivamente, ni Moon, ni cualquier otro hombre de esta tierra puede cumplir con estas características, al final, como todos nosotros, nacieron heredando la naturaleza pecaminosa y morirán, por ende, no pueden en ningún momento ser el Mesías, ni mucho menos Dios.

 

Juan el bautista.

Otra enseñanza totalmente errada que Moon explica es su afirmación de que Juan el bautista fracaso en su misión por el simple hecho de que no confirmó ser el Elias cuando se lo preguntaron y esto a su vez perjudico el ministerio de Jesús. Veamos lo que dice en el Principio Divino, capítulo IV: La llegada del Mesías, sección II, en el numeral tres, llamado, “La incredulidad de Juan Bautista”: “Si Juan Bautista hubiera declarado que él era Elías como Jesús testificó, la totalidad del pueblo judío, que esperaba la vuelta de Elías antes de la llegada del Mesías, sin ninguna duda hubiera venido a Jesús, debido a que estaban acostumbrados a creer en el testimonio de Juan Bautista. Pero, la ignorancia de la providencia de Dios por parte de Juan Bautista, quien finalmente afirmó que no era Elías, fue la causa principal que bloqueó el camino del pueblo judío hacia Jesús”. La verdad que esta interpretación del hecho bíblico está totalmente equivocada. El ministerio de Juan el bautista fue exitoso en gran manera ya que su surgimiento provoco que muchos judíos fueran al desierto a escucharlo: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados”, (Mateo 3:1-6). Ante su ministerio impactante, los sacerdotes y levitas le preguntaron quién era él y es así como en el evangelio según Juan se nos dice: “Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías”, (Juan 1:19-23). Ahora, Moon dice que Juan no declaro en esta ocasión de era el Elias, ya que ignoraba la provisión de Dios, pero esta interpretación está herrada ya que el objetivo de Juan el bautista no estaba en que la gente se fijara en él, sino llamar la atención en Aquel que venía detrás de él, por ello, no se preocupa en ganar popularidad a través de que le adjudicaran el titulo de profeta, o Elias y mucho menos de Mesías, sin embargo, de forma indirecta les hace ver que él era el cumplimiento de la profecía, el Elias, al declarares las profecías de Isaías 40:3 de aquel que clamaba en el desierto y prepararía el camino para el Mesías. Así que no podemos decir que el ministerio de Juan el bautista fracaso en su misión, ni mucho menos de que esto le afecto a Jesús en su ministerio, de hecho, nuestro Señor dijo respecto a este hombre: “Os digo que, entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él”. (Lucas 7:28).

 

El Espíritu Santo. 

Otra enseñanza torcida que podemos mencionar es la aberración que Moon decía en cuanto al Espíritu Santo al asociarlo como un espíritu femenino, el Dios Madre. Vemos lo que dice en su libro, Principio Divino: “Sin embargo, un padre solo no puede dar nacimiento a los hijos. Debe haber una Madre Verdadera junto con el Padre Verdadero para dar renacimiento a los hombres caídos como hijos del bien. Ella es el Espíritu Santo. Por esta razón Jesús le dijo a Nicodemo que nadie puede entrar en el Reino de Dios a no ser que nazca de nuevo a través del Espíritu Santo (Jn.3:5). Hay muchas personas que reciben revelaciones que indican que el Espíritu Santo es un espíritu femenino. Esto es debido a que ella vino como la Madre Verdadera, es decir, la segunda Eva”. No falta decir que esto es algo totalmente errado y fuera de todo contexto bíblico ya que en ningún momento en las Escrituras encontramos evidencia de tales cosas ni mucho menos se refiere a Él con artículos femeninos.

 

LA IDEA DE LA UNIFICACIÓN

                El nombre que esta secta ha tomado nos habla mucho de su fin último: La Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial o Iglesia de la Unificación. Su finalidad es unificar a todas las personas en una sola creencia, las creencias de Moon, de hecho, J. Cabral nos dice al respecto en su libro, Religiones, Sectas y Herejías: “La unificación con Dios: Siempre oran, piden que la Palabra de Dios, la personalidad y el corazón de Dios los unifiquen con la divinidad. Creen que, mediante el perfeccionamiento individual, el hombre puede ser uno con Dios: la propia esencia de la divinidad”. Esta secta hace ver que Jesús fracaso en su misión y que ahora Moon ha tomado su lugar, sin embargo, esto es falso, Jesús es el verdadero Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios a través del cual seremos salvos y sobre el fundamento de esta verdad su iglesia es fundamentada: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, (Mateo 16:18). También en su doctrina de la unificación, esta secta enseña la creencia de Moon al considerar que todo en el universo se manifiesta a través de un dualismo. De esto, Josh McDowell comenta en su libro, Estudio de las Sectas, lo siguiente: “El concepto del dualismo es básico para el concepto del mundo que sostiene Moon. Todo es dual en la existencia: Dios Padre y Dios Madre; hombre y mujer; luz y tinieblas; yin y yang; espíritu y carne”. Sin embargo, estas afirmaciones de Moon no tienen ningún respaldo bíblico, son totalmente heréticas influenciadas por creencias de religiones orientales.

 

domingo, 26 de marzo de 2023

La Iglesia Adventista del Séptimo Día

 

“Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”.

Hebreos 4:9-11

INTRODUCCIÓN

              La Iglesia Adventista del Séptimo Día, a veces llamados adventistas, cuyo nombre proviene de la palabra advenimiento, la cual hace referencia al advenimiento o segunda venida de Cristo, es vista a veces como una denominación evangélica, pero realmente las congregaciones cristianas no la clasifican así, sino más bien la podríamos clasificar como una secta por tener doctrinas fundamentales con interpretación diferente. Una de sus características por las que se conoce este grupo es porque afirman guardar el sábado como un acto de obediencia al cuarto mandamiento, y de allí que a veces se les llama también sabatistas, sin embargo, Hebreos nos dice que ahora esto ya no es necesario, ya que Cristo es nuestro reposo y de allí se nos exhorta a entrar a este reposo, el reposo de todas nuestras obras, de la carga de nuestros pecados: Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

ORIGEN


William-Miller
William Miller
De John H. Bufford - Adventist Digital Library, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=129659039

              Durante las primeras décadas del siglo XIX en los Estados Unidos se dio un gran avivamiento que muchos han llamado el Segundo Gran Despertar (1790–1840), época que se caracterizó por la predicación de la palabra de Dios y un tiempo de muchas conversiones, época donde Dios levanto hombres como Charles Finney; sin embargo, durante este momento se nació también una secta que hoy en día se conoce como la Iglesia Adventista del Séptimo Dia. Todo comenzó con un hombre llamado William Miller, un granjero bautista, que después de estudiar por años las profecías del libro de Daniel se atrevió a afirmar que el Señor Jesucristo regresaría el 22 de octubre de 1844. Esto lo hizo basada en el texto: “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”, (Daniel 8:14). Según William Miller, la purificación del santuario la interpreto como el fin del mundo, los dos mil trescientos días los entendió como un periodo de dos mil trescientos años​ que iniciaron en el 457 a.C., fecha en que Artajerjes I emitió un edicto que permitía la reconstrucción de Jerusalén. En el año de 1831 Miller comenzó a predicar sus ideas en iglesias bautistas, metodistas y congregacionalistas en EE. UU., ganando adeptos, y en 1840, Joshua V. Himes, uno de sus seguidores y pastor bautista, inicio la impresión de una revista llamada Signs of the Times, así como otras publicaciones de folletos y libros que anunciaban dichas ideas del regreso de Cristo en el año de 1844, luego, otro de sus seguidores llamado Samuel Snow, a través de un estudio en las fiestas judías, llego a establecer que la segunda venida de Cristo seria el 22 de octubre de 1844. De esta forma se dio lo que se conoce como movimiento millerita atrayendo a muchas personas que creyeron en sus falsas predicciones.

 

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El cálculo realizado por William Miller De Bald bald - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=36813168


            El Gran Chasco.

Después de toda esta propaganda, El 22 de octubre de 1844, alrededor de cincuenta mil y doscientas cincuenta mil personas esperaron ansiosamente la segunda venida de Cristo, sin embargo, como ya sabemos, nada paso ese día. Eso provoco la deserción de muchas personas, sin embargo, un remante continúo tratando de entender qué es lo que había pasado y así, llegaron a la conclusión que los cálculos de Miller estaban correctos, pero había errado al creer que Cristo vendría a la tierra a purificar un santuario terrenal, si no, más bien se refería a un santuario celestial: “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”, (Daniel 8:14). En este sentido afirman que Jesús inicio la purificación del santuario celestial, allá en el cielo donde se encuentra, para dar paso a lo que llamaron el juicio investigador, donde revisaría todos los nombres del libro de la vida y al purificar totalmente el santuario celestial, regresaría a purificar la tierra. De esta forma, de un gran error de interpretación bíblica, saltaron a otra, naciendo el movimiento que se conocería como la Iglesia Adventista del Séptimo Dia.

 

Sus principales lideres.

Entre los principales lideres que impulsaron este movimiento podemos mencionar a Joseph Bates, fue un marinero estadounidense que al abrazar las enseñanzas milleritas, uso su fortuna para propagar estas ideas, además de ser uno de los primeros adventistas que comenzó a guardar el sábado. También tenemos a James Springer White, quien fue un teólogo y escritor estadounidense que fundo el primer periódico adventista. Luego, tenemos quizás a la más conocida del movimiento adventista, Ellen Gould White, conocida también como Elena de White y esposa de James Springer White. Su liderazgo fue clave en dicho movimiento, fue autora de muchos libros que propagaron sus ideas y se conoció por sus visiones respecto a la segunda venida de Cristo.

 

ELENA DE WHITE

              Elena de White fue una mujer que influyo bastante en el movimiento adventista. Después del gran chasco, ella fue uno de los pocos que se quedaron buscando la razón del por qué la profecía de Miller había fallado. Al final, como ya vimos, entendieron que la profecía no había fallado, sino que fue mal interpretada ya que Cristo había iniciado la purificación del santuario celestial, antes de venir a purificar la tierra. Ella dijo en su obra, El Conflicto de los Siglos, página 419.: “El asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del chasco de 1844”. De esta forma, Elena de White promovió estas ideas las cuales fueron confirmadas por sus visiones, las cuales eran manifestadas como una especie de trance donde afirmaba ver cosas que el Señor le revelaba. Una de estas visiones veía a un grupo de milleritas caminando por medio de una senda estrecha rumbo a la Nueva Jerusalén, lo cual usaron para animar a sus seguidores de que se encontraban en el camino adecuado, así Elena de White fue reconocida entre los adventistas como una profeta. Elena de White afirmo tener más visiones proféticas y fue autora de muchas obras literarias.

 

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Elena de White
De G. W. Loring, New York Gallery, Battle Creek, Michigan - Ellen G. White Estate, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=74530903

ENSEÑANZAS DE LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

               Los adventistas tienen algunas enseñanzas que de acuerdo a la Biblia no son correctas y aunque a simple vista parecieran ser congregaciones cristianas, realmente no interpretan algunas doctrinas que pudiéramos considerar fundamentales en nuestra valiosísima fe. Vamos a considerar algunas de ellas.

 

Las profecías.

Quizás una de las primeras enseñanzas que están en contra de lo que la Biblia enseña que pudiésemos mencionar son sus profecías en cuanto a la segunda venida de Cristo. Si recordamos William Miller afirmó que el Señor Jesucristo regresaría el 22 de octubre de 1844, y luego, Samuel Snow, declaró que lo haría ese mismo año, solo que el 22 de octubre, lo cual ya sabemos. Uno de los peores errores que una persona puede tener es tratar de fechar el año en el cual Jesucristo regresara, esto es así porque nuestro Señor nos advirtió de que no debíamos hacerlo: “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre”, (Marcos 13:32). Ante el fracaso de esta profecía, sus seguidores lo solucionaron diciendo de que Miller no se había equivocado en la fecha, sino solo en el lugar, ya que Jesús en lugar de regresar por segunda vez a la tierra para purificarla, lo que había hecho era entrar al santuario celestial, allá en la morada celestial, para purificarlo, tomando en cuenta las últimas palabras de Daniel 8:14: “Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”, (Daniel 8:14). Sus seguidores defienden esta última postura basándose en algunos versículos de Hebreos, tales como: “El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”, (Hebreos 1:3) y además: “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios”, (Hebreos 9:24). En cuanto a esta interpretación los adventistas afirman:

 1.      Lo que ocurrió en 1844 no fue un chasco, sino un gran acontecimiento histórico que dio paso a la iglesia adventista.

2.      Daniel 8:14 y la doctrina del santuario purificar nos dice que Jesús está realizando ahora mismo el último aspecto de su obra redentora como Sumo Sacerdote en el santuario celestial.

3.      Un juicio investigador que está en proceso en el cielo ahora mismo por parte del Señor Jesús, donde para cada ser humano revisa en el libro de la vida los hechos, sean buenos o malos, de cada uno de ellos. Al terminar esta obra regresara por segunda vez a la tierra a juzgar a cada uno según sus obras. Al respecto de esto, una declaración de fe en una de sus páginas oficiales en la internet dice: “Antes de la Segunda Venida de Jesús, está investigando toda la tierra, todos los que han vivido, cada elección que cada ser humano ha hecho. Dios quiere que quede claro para nosotros, y para el universo que nos observa, que ninguna persona experimentará un destino que no haya elegido”[1].

Lo cierto es que Daniel 8:14 merece otra interpretación y el problema que tenemos con la fecha dada referente a la segunda venida de Cristo y las otras enseñanzas que se desprendieron de ella referente a la purificación del templo y el juicio purificador es que están basadas en un error del cual el Señor nos advirtió no cometer, el querer fechar su segunda venida, según Marcos 13:32.

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Cartel profético millerita
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3137282

La muerte.

Otra enseñanza que no concuerda con lo que la Biblia enseña es la forma de cómo entienden la muerte. Una de sus declaraciones de fe de la iglesia adventista dice textualmente en un sitio de internet: “La paga del pecado es la muerte. Pero Dios, el único que es inmortal, otorgará vida eterna a sus redimidos. Hasta ese día, la muerte constituye un estado de inconsciencia para todos los que han fallecido. Cuando Cristo, que es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados, y todos juntos serán arrebatados para salir al encuentro de su Señor. La segunda resurrección, la resurrección de los impíos, ocurrirá mil años después”[2]. Si nos damos cuenta los adventistas ven la muerte como un estado de inconciencia, donde los que mueren están como un sueño y estos despertaran hasta el día de la resurrección, ya sea para vida eterna o condenación eterna. Bien es cierto de que en algunas partes de las Escrituras se usa el termino, “los que duermen”, para referirse a los que ya murieron, pero realmente este es un eufemismo, es decir, una expresión utilizada para sustituir una palabra que socialmente se considera ofensiva o de mal gusto (1 Corintios 11:30; 15:6; 1 Tesalonicenses_4:13; 5:7). Además, la Biblia es clara al enseñar que después de la muerte, el alma trasciende conscientemente, ya sea al infierno o al paraíso, tal y como Jesús lo enseñó: “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno”, (Lucas 16:22-23).


La expiación.

La Biblia enseña cómo la obra expiatoria de Cristo en la cruz vino a redimir a todo aquel que cree en Él de sus pecados, sin embargo, algunos Adventistas del Séptimo día colocan a Satanás como co-redentor a la par de Cristo, lo cual es un terrible error. De esto, citamos lo que nos dice J. Cabral en su libro, Religiones, Sectas y Herejías: “Según la doctrina sabatista, la expiación es hecha por Jesús y Satanás. En Levítico 16:5-10, 20, 22, entrevén que el macho cabrío sacrificado representa a Cristo y el emisario representa a Satanás que lleva el pecado de los redimidos para el infierno, donde será aniquilado”. En el libro de Levítico encontramos este texto: “Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto. Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo”, (Levítico 16:6-10). Pensar que el macho cabrío que se sacrifica es un símbolo de Cristo que redime a los pecadores y que el macho cabrío que se libera, llamado aquí Azazel es Satanás quien lleva los pecados de los redimidos para ser destruido en el infierno es un error. La palabra hebrea de donde se traduce Azazel es azazel (עֲזָאזֵל), la cual algunos expertos en la lengua hebrea afirman que significa “soltar el chivo”. En este sentido, Casiodoro de Reina tradujo esa palabra, Azazel literalmente, por lo que leemos: “Y echará suertes Aarón sobre los dos machos de cabrío; la una suerte por Jehová, y la otra suerte por Azazel”, (Levítico 16:8), pero, realmente, lo que el autor del libro de Levítico estaba tratando de explicar es el hecho de que el macho cabrío que se eligiera para Dios seria sacrificado por los pecados del que ofrece el sacrificio, mientras que el otro macho cabrío sería “azazel”, o sea, suelto en el desierto, de allí que la Nueva Versión Internacional de la Biblia traduce así este versículo: “Entonces Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, uno para el SEÑOR y otro para soltarlo en el desierto”, (Levítico 16:8, NVI). Así que Azazel no es Satanás que funge como co-redentor, sino, significa que el macho cabrío que es soltado al desierto para perderse, representa los pecados de aquel que se arrepiente que no son más recordados por Dios, estos se pierden y el hombre es justificado por medio del sacrificio de Cristo. 


Guardar el día sábado.

Otra enseñanza que siguen fielmente los adventistas es el guardar el día sábado. Al respecto, una confesión de fe que se encuentra en una de sus páginas web que son oficiales en su organización dice: “El amable Creador, después de los seis días de la Creación, descansó en el séptimo día e instituyó el sábado para todas las personas como un memorial de la Creación. El cuarto mandamiento de la inmutable ley de Dios requiere la observancia del séptimo día como día de descanso, adoración y ministerio en armonía con la enseñanza y la práctica de Jesús, el Señor del Sábado. El sábado es un día de encantadora comunión con Dios y con los demás. Es un símbolo de nuestra redención en Cristo, un signo de nuestra santificación, una muestra de nuestra lealtad, y un anticipo de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es la señal perpetua de Dios de su pacto eterno entre Él y su pueblo. La alegre observancia de este santo tiempo de tarde a tarde, de sol a sol, es una celebración de los actos creativos y redentores de Dios”[3]. Uno de los primeros precursores en guardar el día sábado fue Joseph Bates, uno de los primeros fundadores de los adventistas, éste, después de visitar en 1845 un pequeño grupo adventista en Washington que guardaban el sábado, se convenció de que esto era lo correcto que se tenia que hacer y comenzó a predicar y promover la importancia de guardar el día sábado y en 1846 público un libro donde desarrollo este tema bajo el nombre: The Seventh Day Sabbath: A Perpetual Sign from the Beginning to the Entering Into the Gates. Ahora, la iglesia cristiana ya no guarda el sábado basado en las siguientes razones:

1.      El guardar el día de reposo fue un mandamiento dado exclusivamente a Israel para que lo guardase en el tiempo de la ley: “Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó”, (Éxodo 31:16-17).

2.      Con el surgimiento de la iglesia gentil y los aportes del apóstol Pablo a la teología de la salvación por gracia se dieron cuenta que no era necesario seguir cumpliendo la ley para ser salvo, por tanto, en el Concilio de Jerusalén declararon: “Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles. Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios. visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre”, (Hechos 15:12-20).

3.      La iglesia cristiana ha reconocido que ya no está obligada a guardar el sábado, pero si cumplir la ley moral: “Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, (Romanos 13:9).

4.      El concepto de apartar un día para Dios ha pasado al domingo: “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”, (1 Corintios 16:1-2). Esto fue así porque Jesús resucito de entre los muertos el primer día de la semana. (Juan 20:1-10), además, la Didajé, o la Doctrina de los Doce Apóstoles dice: “El Día del Señor nos reunimos y partimos el pan”, y también, Ignacio de Antioquía, un padre de la iglesia primitiva escribió en su carta a los magnesios de la siguiente forma: “ya no viven para el sábado, sino para el Día del Señor” (Epístola a los Magnesios, 9:1). Otro escritor antiguo llamado Melitón de Sardes escribió un tratado Acerca del Día del Señor. Así vemos cómo de alguna manera el concepto de apartar un día para dedicarlo a las cosas del Señor ha prevalecido en la iglesia cristiana solo que ya no es el sábado, sino el domingo, y no se hace como mandamiento y ni porque guardándolo vamos a ser salvos.

5.      Para los cristianos, ya no es necesario guardar el sábado para descansar de nuestras obras, pues Cristo es nuestro reposo: “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia”, (Hebreos 4:9-11).

  

Otras doctrinas de los adventistas.

Generalmente, el resto de doctrinas de los adventistas están alineadas con las declaraciones de fe de la iglesia cristiana, a excepción de las antes ya discutidas, así pudiésemos consultar en sus sitios web oficiales o libros y veremos que las doctrinas de la salvación a través de la fe en Jesús, o la Trinidad divina, o la cena del Señor, el bautismo y la inspiración y autoridad de las Sagradas Escrituras no presentan diferencias, sin embargo, también es cierto que encontramos escritos y afirmaciones de otros adventistas que ocasionalmente niegan dichas doctrinas. Por ejemplo, leamos lo que dijo Merritt E. Cornell (1827-1893), en su obra titulada: Facts For the Times, página 76: “Protestantes y católicos están tan unidos en el sentimiento, que no es difícil concebir cómo los protestantes puede hacer una imagen a la Bestia. La masa de protestantes cree con los católicos en la Trinidad, la inmortalidad del alma, conciencia de los muertos, recompensas y castigos en la muerte, la tortura interminable de los malvados, la herencia de los santos más allá de los cielos, rociando para el bautismo, y el DOMINGO PAGANO para el sábado; todo lo cual es contrario al espíritu y la letra del Nuevo Testamento”. De acuerdo a sus afirmaciones, doctrinas como la Trinidad están erradas, de allí que existen algunos grupos adventistas que no creen en esto.



[1] https://es.adventist.org/creencias/#8-la-gran-controversia

[2] https://www.adventistas.org/es/institucional/creencias/

[3] https://es.adventist.org/creencias/#8-la-gran-controversia


jueves, 23 de marzo de 2023

El problema de las Sectas a lo largo de la historia

 

“los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo”.

Hechos 26:5

INTRODUCCIÓN

                En estudios pasados definimos lo que significa una secta, esto es términos teológico cristiano, y en este sentido, llámanos secta a toda perversión del evangelio puro que introduce herejías que sus seguidores creen y estas mismas los conducen al infierno. Ahora bien, el problema radica aquí, en estas herejías que conducen a las personas a la condenación eterna, de allí que las sectas y herejías han constituido un verdadero problema para la iglesia del Señor desde sus mismos inicios y consideramos oportuno extender un poco más el estudio de este tema ya que desde que la iglesia nació allá en el siglo I d.C. surgieron muchas herejías que dieron paso a movimientos y sectas que tomando principios bíblicos, combinaron sus creencias paganas y filosofías griegas que se alejaban totalmente de la verdad que Dios ha revelado en las Escrituras.

 

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El problema de las Sectas a lo largo de la historia


ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LA PALABRA SECTA

                  En el idioma latín, la palabra secta proviene de la palabra sequi que literalmente significa seguir, y en este sentido, una secta agrupa a un grupo de personas que siguen una manera particular de filosofía o manera de pensar. Ahora, en el Nuevo Testamento, la palabra secta se traduce del griego jairesis (αἵρεσις), la cual hace referencia a la acción de elegir, misma palabra que en ocasiones se traduce también como herejía, así que de alguna manera podemos ver que las sectas y las herejías están íntimamente relacionadas. Ahora, ¿cómo eran vistas las sectas en el tiempo de Jesús? Al respecto de esto, el Diccionario Bíblico Wilton M. Nelson nos dice: “Originalmente la voz griega significaba secta, escuela o partido, pero en la época helenística llegó a denotar una escuela o doctrina filosófica de enseñanzas particulares. No tenía todavía el sentido especial de desviación u oposición a la ortodoxia que le da el Nuevo Testamento. Significaba más bien una dirección o tendencia dentro de la ortodoxia, y por tanto los "sectarios" no merecían reprobación”. Así vemos que en el judaísmo existían algunas sectas donde no todas eran vistas como malas, así tenemos que Pablo perteneció a la secta de los fariseos: “los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo”, (Hechos 26:5). También, existía la secta de los saduceos: “Entonces levantándose el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos, se llenaron de celos”, (Hechos 5:17). Ambas sectas eran derivadas del judaísmo, sin embargo, se diferenciaban en sí en la forma de como expresaban su religión y definían sus fundamentos teológicos, así los fariseos afirmaban vivir por la ley de Moisés, separados del mundo, creían en la ley, los profetas y los demás Escritos y en los ángeles. Sin embargo, los saduceos era una clase sacerdotal que creía solamente en la ley, negaban la autoridad de los profetas y los demás Escritos, no creían en los ángeles ni la resurrección y abrazaban la idea de un gobierno sacerdotal al estilo de los Asmoneos. Aparte de estos, también estaban los esenios, un grupo sectario más radical que negó las comodidades de la sociedad por considerarla corrupta y se apartaron a vivir en comunidades aisladas en el desierto para conservar su tradición religiosa. Como vemos, dentro del judaísmo, cada uno escogía o elegía la corriente teológica por la cual expresaría su religión y al menos en este tiempo no se consideraban como algo malo. Con forme el cristianismo surgió, algunos lo consideraron también como una secta que derivaba del judaísmo, pero hoy sabemos que era más que eso: “Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos”, (Hechos 24:5).

              Ahora, el concepto de secta cambio radicalmente con la llegada del cristianismo, ya que muchas herejías provocaron una separación de la verdadera doctrina y, por consiguiente, estas atentaron con el evangelio puro de Jesucristo. El evangelio es uno solo y aunque no dudamos que hay algunos temas teológicos de donde se pueden desprender más de una interpretación, lo importante es que estas no estén en contra de algunas doctrinas fundamentales de nuestra fe relacionadas con la salvación por medio de la fe en Jesús, sin obras, la deidad y personalidad de las tres personas de la Trinidad Divina, el nacimiento virginal de Jesús o su encarnación, la inspiración de las Escrituras y estas vistas como única fuente de autoridad. Por ello, Pablo les decía: “Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”, (Gálatas 1:8). Siendo así, las sectas que surgieron en esta época estaban en total oposición al verdadero cristianismo, de allí que algunos teólogos como Roger Mehl dice que: “la secta es básicamente un grupo cerrado en el que se destaca una postura de oposición”, y ciertamente, las sectas se oponen a la verdadera doctrina del evangelio y sus seguidores deciden abrazar sus herejías que los conducen al infierno y en esto radica el peligro que las sectas presentan.

 

PROLIFERACIÓN DE LAS SECTAS Y HEREJÍAS DURANTE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA IGLESIA CRISTIANA

                 Es increíble pensar cómo Satanás se ha opuesto al avance del evangelio y obviamente no solo lo ha hecho a través de la persecución u ofrecer placeres temporales en los cuales el hombre pudiese perderse, sino que lo hace por medio de las sectas que ofrecen una falsa religión que haga pensar al hombre que se encuentra bien con Dios, sectas que están llenas de herejías. En el Nuevo Testamento podemos encontrar que algunos de sus evangelios y cartas fueron escritos para contrarrestar dichas herejías que estas sectas promovían. Consideramos las principales.

 

              El Gnosticismo.

El gnosticismo nació allá en el siglo I d.C. (algunos se atreven a afirmar que fue antes) como una especie de “ciencia religiosa” o filosofía que buscaba dirigir al hombre a la salvación a través de adquirir el conocimiento supremo que ellos llamaban gnosis. La palabra Gnosticismo proviene del griego Gnostikismós (Γνωστηκισμóς), que significa “tener conocimiento” e influenciaron durante los primeros cuatro siglos el judaísmo y cristianismo, con lo cual surgieron varias herejías. Durante el primer siglo, en su influencia negativa con el evangelio, el gnosticismo presento un problema de sincretismo, es decir, mezclaron los principios bíblicos con creencias de religiones orientales y filosofías, especialmente con las de Platón. Entre las enseñanzas del gnosticismo podemos mencionar:

 

1.      La salvación es lograda sólo a través del conocimiento especial (gnosis).

2.      El Dios desconocido era demasiado puro y perfecto para tener algo que hacer con el universo material el cual era considerado maligno, de allí se desprenderían conceptos como: El espíritu es bueno; el cuerpo, por ser material, es malo.

3.      Dios generó divinidades menores, o emanados, entre ellos estaba Jesús.

4.      Creían que el Demiurgo, un dios malvado que creó el universo. Él, junto con los arcontes (o agentes del Demiurgo), mantenían a los mortales en cautiverio en la materia y trataban de impedir que las almas de los espíritus puros ascendieran de regreso a dios después de la muerte de los cuerpos físicos.

5.      La liberación de la forma material era obtenible solo a través del conocimiento especial revelado por maestros Gnósticos únicos.

Definitivamente el gnosticismo llego a ser un problema al introducir sus creencias heréticas en el evangelio y ofrecer una descripción de Dios y Cristo totalmente errada, pero, consideremos algunos representantes de esta corriente gnóstica con los cuales la iglesia tuvo que lidiar durante los primeros siglos de esta:

 1.      Marción de Sinope (Siglo II d.C.): Aunque no todos opinan que fue un gnóstico, sus enseñanzas eran demasiado parecidas. Afirmaba que existían dos dioses, un dios malo al cual identificaba con el Dios del Antiguo Testamento y llamaba Demiurgo; y un dios bueno al cual lo relacionaba con el Dios del Nuevo Testamento el cual había enviado a Jesús. Además, de todo el canon bíblico, solo acepto el evangelio según Lucas y las cartas Paulinas, el resto fueron rechazadas por él.

2.      Cerinto (Finales del siglo I, principios del siglo II d.C.): Este filósofo y religioso afirmaba que Jesús y Cristo eran dos seres diferentes. De acuerdo con sus heréticas conclusiones, Jesús solo fue un hombre común y corriente el cual recibió el espíritu de Cristo cuando fue bautizado, pero se apartó de él cuando murió en el Calvario. Muchos teólogos cristianos afirman que Juan escribió su evangelio y cartas para desmentir las mentiras que este hombre enseñaba.

3.      Carpócrates de Alejandría (Siglo II d.C.): Fue un maestro gnóstico que combino las enseñanzas cristianas con elementos de la filosofía platónica, este negó la divinidad de Jesús, rechazo el Antiguo Testamento y creían que el mundo había sido creado por ángeles caídos y que la salvación solo se alcanzaba a través de alcanzar la gnosis suprema.

 

El Monarquianismo.

El monarquianismo es una corriente herética del siglo II y III d.C. que afirmaba la existencia de un solo Dios, el Padre, el monarca sobre toda la creación, negando así la Trinidad divina. Algunos de sus principales precursores de este pensamiento fueron: Pablo de Samosata un obispo de Antioquía en Siria y Práxeas, un sacerdote de Asia Menor. Del monarquianismo se desprendieron las siguientes corrientes heréticas que de alguna manera hoy en día prevalecen en los unitarios:

 

1.    Adopcionismo: Herejia del siglo II d.C, que afirmaba que Dios le otorgó poderes a Jesús durante su bautismo, el cual nació siendo humano, pero después lo adoptó como un Hijo. Teódoto de Bizancio fue el partidario principal de esta herejía y revivido más tarde en el siglo VIII en España.

2.    Modalismo: Este fue un término popularizado en el Siglo XIX entre los unitarios y por medio de la cual establecen que Dios es una sola persona quien a través de la historia bíblica se ha revelado a Sí Mismo en tres modalidades o formas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, de tal forma que estos tres nombres no sugieren que sean personas diferentes, sino el mismo Dios, presentado con diferente nombre o diferente manifestación.

 

El Montanismo.

              El montanismo fue corriente herética fundada por Montano, un teólogo de Frigia, en Asia Menor, alrededor de los años 160 al 170 d.C., el cual, junto con sus profetizas Prisca y Maximila, afirmaba haber tenido revelaciones proféticas respecto al fin del mundo. Según Montano, las revelaciones que recibió en forma de éxtasis suplantaban la revelación que los apóstoles recibieron y promovían el ascetismo.

 

El Docetismo.

La palabra docetista viene del griego dokein (δοκεῖν) que significa parecer o semejarse. Esta fue una herejía del siglo II d.C. que negaba la encarnación de Jesús, es decir, que Jesús no se hizo Hombre, sino que solamente sus apariciones corporales fueron un mero ilusionismo y, por tanto, sus sufrimientos en la cruz del Calvario fueron fingidos.

 

El Apolinarianismo.

              El apolinarianismo fue una herejía promovida por Apolinar el Joven, obispo de Laodisea en el siglo IV d.C. la cual negaba la naturaleza humana de Jesús y afirmo que el cuerpo que uso era un cuerpo sin alma, ya que consideraba que todo cuerpo con espíritu humano lo volvía pecador, de tal forma que el Logos se apodero del cuerpo de Cristo sustituyendo así su alma y lo uso como una especie de marioneta para hacer su obra.

 

El Arrianismo.

El arrianismo fue una herejía del siglo IV d.C. promovida por Arrio, obispo de Alejandría el cual afirmaba: (1) Sólo Dios el Padre era eterno y demasiado puro e infinito para aparecer en la tierra. (2) Por lo tanto, Dios produjo a Cristo el Hijo de la nada como la primera y la más grande creación. (3) El Hijo a su vez creó el universo. (4) El Hijo es adoptado por Dios. (5) Aunque Cristo era una creación tenía una gran posición y autoridad, él estaba para ser adorado y aún para ser mirado como a Dios. Si nos damos cuenta, los Testigos de Jehová tienen una influencia muy fuerte en su manera de ver a Cristo.

 

El Donatismo.

El donatismo fue un movimiento que surgió en el siglo IV d.C. y cuyo precursor fue Donato, quien llego a ser obispo de Cartago, al norte de África y tuvo un gran auge con la clase rural. Su historia se rastrea desde tiempos del emperador Diocleciano, el último emperador que persiguió al cristianismo. Durante este periodo de persecución, algunos cristianos de Cartago negaron su fe ante la presión romana, lo cual molesto al grupo que se mantuvo firme, luego, con la llegada de Constantino y la legalización del cristianismo como religión oficial de Roma, estos quisieron elegir un obispo lo cual provoco el rechazo de aquellos que se habían mantenido fieles durante el tiempo de la persecución y terminaron separándose y eligiendo a Donato como obispo de Cartago. De allí hay mucho que hablar en cuanto a los antecedentes históricos de los donatistas, esto sufrieron exilio por parte del Constantino, aunque con el tiempo lograron regresar a sus casas, hubo conflictos teológicos con lo que ya muchos consideran la naciente Iglesia Católica, disputas con teólogos como Agustín de Hipona, entre otras cosas. En general, podemos citar sus posiciones teológicas:

 1.      Rechazaban a muchos obispos por su corrupción moral y los calificaban indignos de ejercer su sacerdocio.

 2.      La efectividad de los sacramentos dependía del carácter moral del ministro.

3.      Exigían también a los cristianos un alto grado de perfección para ser admitidos en la iglesia.

4.      Promovían la idea de sufrir martirio por causa de la fe.

5.      Practicaron el rebautizo de sus seguidores por considerar que debía existir una conciencia de arrepentimiento al momento de tomar dicha decisión.

6.      Apatía a la idea de que el Estado o Gobierno se involucrara en asuntos eclesiásticos, especialmente porque en esta época Constantino se había constituido a si mismo como sumo pontífice.

EL TRABAJO DE CONTRARRESTAR LAS HEREJÍAS

               Ya hemos visto algunas herejías que proliferaron en los primeros cuatro siglos de la historia cristiana y hoy en día la iglesia se enfrenta a la realidad de las sectas, sectas que atraen hacia si a muchas personas las cuales se pierden en sus herejías, ahora, es importante que como cristianos nos preparemos para poder presentar una defensa respetuosa de las verdades de la palabra de Dios para que a través de la convicción del Espíritu Santo estas personas puedan ser libres de la mentira que el diablo los ha hecho vivir: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”, (1 Pedro 3:15).