El Fruto del Espíritu es: Fe



Fe: Nuestra verdadera garantía


“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
Hebreos 11:1 (RV60)

                 En el caso particular de la RV60, en Gálatas 5:22, traduce la palabra pistis (πίστις) como fe dentro de las 9 características del fruto del Espíritu: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, (Gálatas 5:22, RV60). Por ello estudiaremos el fruto del Espíritu que es fe. En Hebreos 11:1 aparece nuevamente esta palabra y algunos han llegado a llamar a este versículo como la definición de la fe; aunque otro grupo no concuerda en ello ya que dicen que no engloba todas sus características. En primer lugar dice que la fe la certeza de lo que se espera. La palabra que se traduce como certeza es jupóstasis (ὑπόστασις) y puede traducirse también como sustancia, tal y como la versión en Inglés lo traduce: “Now faith is the substance of things hoped for..”, (Hebreos 11:1, KJV) En este sentido, la fe es como la materia prima de la cual nuestra confianza se construye, esta mira hacia el futuro, a las cosas que están adelante y es la garantía que tenemos que recibiremos lo que tanto esperamos, tal y como lo traduce la NVI: “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve”, (Hebreos 11:1, NVI). A parte de esto, la fe es la convicción de lo que no se ve. La palabra convicción proviene del griego elegjos (ἔλεγχος) la cual nos habla de una convicción basada en pruebas. Curiosamente la versión King James en Ingles traduce esta palabra como evidencia: “… the evidence of things not seen”, (Hebreos 11:1, KJV). Por tanto, la fe es la convicción de algo que no se visualiza materialmente, pero se cree como algo que ya existe. Basado en todo esto podemos ver que es en función de esta virtud que el creyente vive, mirando hacia el futuro con plena certeza y colocando su esperanza en las cosas que no se ven.

fe
El Fruto del Espíritu es Fe

                   Al considerar los aspectos de la fe, el autor a los Hebreos va más allá al detallarlo un poco mejor en su capítulo 11. La fe es la que realmente nos aprueba delante de Dios: “Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos”, (Hebreos 11:2, RV60). La palabra testimonio se traduce del griego marturéo (μαρτυρέω), de la cual proviene la palabra mártir y en este contexto significa alguien que ha alcanzado un buen desempeño o reporte. Por tanto, solamente la fe nos dará la aprobación delante de Dios. La fe nos ayuda a comprender nuestro origen al entender que todo este mundo fue creado por la palabra de Dios: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”, (Hebreos 11:3, RV60). No necesitamos creer en la evolución o en la teoría del Big Bang para explicar nuestro origen, de hecho ni siquiera estas teorías dan una base sólida que explique el origen de todo el universo como lo hace la doctrina de la creación.


Finalmente, es el requisito indispensable para agradar a Dios: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan”, (Hebreos 11:6, NVI). Es imposible ser hijo de Dios sin fe ya que esta es el fundamento de toda nuestra vida. Nuestras victorias y felicidad no dependen de nuestras propias capacidades, va más allá de todo esto, de una firme convicción en Dios, de nuestra fe y esto es lo que agrada a Dios.

1.       Una fe viva y creciente.


La fe no es solo una creencia útil en momentos de dificultad o cuando se quiere algo, la fe es una fuerza activa y constante en nuestra vida. La fe es el fundamento de todas nuestras creencias, la materia prima de nuestros sueños y anhelos, la plena certidumbre de nuestras esperanza, la garantía de lo que se espera. El autor a los Hebreos nos enseña cómo se debe mostrar la fe en la vida de las personas al presentarnos una lista de personajes que llegaron a realizar grandes proezas por medio de su fe y que hasta hoy son recordados por ellas:

a)       Abel: Por medio de su fe fue inmortalizado como justo delante de Dios. “Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía”, (Hebreos 11:4, NVI).
b)       Enoc: Por medio de su fe escapo de la muerte. “Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios”, (Hebreos 11:5, NVI).
c)       Noé: Por medio de su fe condeno al mundo y fundo uno nuevo. “Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe”, (Hebreos 11:6, NVI).
d)       Abraham: Por fe obedeció contra todo pronóstico para dejar todo un legado. “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor”, (Hebreos 11:8-10, NVI).
e)       Sara: Por la fe dio a luz un hijo siendo estéril y avanzada de edad. “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido”, (Hebreos 11:11, NVI).
f)        Abraham: Por la fe ofreció a su hijo amado Isaac creyendo que Dios tenía poder de levantarlo de entre los muertos. “Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.”, (Hebreos 11:17-19, RV60).
g)       Isaac: Por la fe bendijo a sus hijos y les exhorto a obedecer el pacto. “Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras”, (Hebreos 11:20, RV60).
h)       Jacob: Por la fe recordó a sus hijos las promesas de Dios. “Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón”, (Hebreos 11:21, RV60).
i)         José: Por la fe profetizo que Dios sacaría a su pueblo de Egipto. “Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos”, (Hebreos 11:22).
j)        Los padres de Moisés: Por la fe arriesgaron sus vidas al esconder al niño y ocultarlo del Faraón creyendo que él sería el libertador de su pueblo. “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey”, (Hebreos 11:23).
k)       Moisés: Por la fe renuncio a los placeres temporales de Egipto y se entregó al oprobio de su pueblo con tal de ganar las riquezas espirituales. “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados”, (Hebreos 11:24-28, RV60).
l)         Los Israelitas y Josué: Por la fe creyeron que Dios les entregaría la ciudad amurallada de Jericó. “Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días”, (Hebreos 11:30, RV60).
m)     Rahab: Por la fe escondió a los espías creyendo que alcanzaría misericordia. “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz”, (Hebreos 11:31, RV60).
n)       Muchos otros: Por la fe se mantuvieron firmes realizando grandes proezas aun en medio de las peores situaciones. “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas”, (Hebreos 11:32, RV60).

Si nos fijamos bien, fue su fe la que les impulso a realizar grandes obras que hoy en día son recordadas en las páginas de la Biblia y ellas mismas dan testimonio de su fe. La fe está involucrada en todo, todas nuestras decisiones, los planes, nuestras obras y en general cada aspecto de nuestra vida tiene que estar influenciada por la fe, ya que ella es la que hace que todo esto trascienda para honra y gloria del mismo Dios.

2.       Los alcances de la fe.


“Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados”.
Hebreos 11:33-37


                Una persona con fe es capaz de ganar la aprobación de Dios y ser usado para realizar grandes obras para gloria de su nombre. Muchos cristianos vivimos sin considerar los alcances de esta realidad, sin gozar del poder de Dios en nosotros y ahogados en un mundo de compromisos y dificultades. Sin embargo, nuestra fe tiene que evidenciarse en nuestra vida cumpliendo el propósito del Señor y viendo su gloria en cada momento para que aun muertos, nuestra fe trascienda eternamente.

1.       El veredicto de Dios hacia las personas de fe.


“De los cuales el mundo no era digno…”
Hebreos 11:38

                Para Dios, este mundo no es digno de tales personas. Por tanto, debemos atesorar esta importantísima virtud y realmente entender lo que significa vivir por fe. “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”, (Habacuc 2:4, RV60). Vivamos conscientes de nuestra preciosa fe y que cada aspecto de nuestra vida refleje su magnificencia. 


3 comentarios:

  1. Muchas gracias, ha sido realmente edificante. Dios lo bendiga abundantemente !!!!

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  2. Pero como es realmente el fruto de la fe?

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