“Porque muchos
engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido
en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. Mirad por vosotros
mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis
galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de
Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí
tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina,
no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice:
¡Bienvenido! participa en sus malas obras”.
2 Juan 7-11
INTRODUCCIÓN
La palabra doctrina aparece en la
Biblia más de 50 veces y es utilizada para designar aquellas enseñanzas e
instrucciones relacionadas con la revelación bíblica. En la Biblia encontramos
infinidad de versículos donde se nos exhorta a estudiar y poner en práctica sus
enseñanzas, así como aquellos que nos advierten a cuidar la sana doctrina y
huir de aquellos que enseñan falsas doctrinas: “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a
las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y va la doctrina que es
conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones
y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias,
malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y
privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de
los tales”, (1 Timoteo 6:3). En estos versículos que hoy leímos de 2
Juan vemos una exhortación muy parecida además de algunas razones por las
cuales debemos rechazar la falsa doctrina.
Razones por las cuales rechazar la falsa doctrina |
I.
¿RAZONES POR LAS CUALES
DEBEMOS RECHAZAR LA FALSA DOCTRINA?
Como leímos en 1 Timoteo
6:3, debemos apartarnos de la falsa doctrina, pero ¿por qué hacerlo? Bueno,
podemos ir a la misma Biblia y específicamente a estos versículos de 2 Juan y
encontrar al menos tres razones de peso. Veamos.
1. Porque enseñan mentiras acerca de Cristo.
“Porque
muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha
venido en carne”.
En este versículo leemos
que muchos engañadores han salido por el mundo confesando que Cristo no ha
venido en la carne. Aquí podemos resaltar dos cosas, la primera es que les
llama engañadores, es decir, Juan nos dice que han surgido muchos mentirosos
que enseñan cosas que no están de acuerdo con la sana doctrina. Lo segundo que
vemos es que estos engañadores hablan mentiras acerca de Cristo. Hoy hay muchas
cosas que se dicen acerca de nuestro Señor, muchas mentiras que menoscaban su carácter
divino y redentor, por ejemplo, algunos enseñan que nos es Dios, sino el primer
ser creado, otros que nunca fue un ser de carne y hueso sino un espíritu, otros
que es un ser que llego a alcanzar la divinidad por sus meditaciones y entrega
a Dios y que nosotros también podemos llegar a ser como El, otros lo consideran
solo un gran profeta, otros dicen que fracaso en su misión y por ello Dios ha
levantado otro mesías, y así muchas mentiras se dicen en cuanto a su persona,
por ello debemos rechazar la falsa doctrina.
2. Porque su enseñanza está en contra de Dios.
“Quien
esto hace es el engañador y el anticristo”.
Otra razón por la cual
debemos rechazar la falsa doctrina es porque no solo enseñan mentiras sino
porque esta esta en contra de todo lo que Dios declara en su palabra. Juan nos
dice que aquel que enseña falsa doctrina es engañador y el anticristo, y en este
contexto la palabra anticristo significa “en contra de Cristo”, por tanto, todo
lo que estas personas hablan esta en contra de la doctrina del Señor, en contra
de sus mandamientos, enseñanzas que conducen a la impiedad y trastornan la fe de
muchos, tal y como lo dice Pablo al hablar de los apostatas: “Mas evita profanas
y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra
carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron
de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de
algunos”, (2 Timoteo 2:16-17).
3. Porque sus enseñanzas nos conducen al infierno.
“Mirad
por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que
recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina
de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí
tiene al Padre y al Hijo”.
Finalmente, debemos
rechazar la falsa doctrina porque sus enseñanzas conducen al infierno, Todos sabemos
que para alcanzar la vida eterna debemos creer en Cristo, pero las falsa
doctrinas nos alejan de El y nos conducen a la perdición: Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis
el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera
que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el
que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Si nos dejamos engañar por estas falsas doctrinas perderemos el galardón que
Dios tiene preparado para nosotros y condenarnos eternamente.
II.
NO DEBEMOS RECIBIR LA
FALSA DOCTRINA.
“Si alguno viene a
vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!
Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”.
Considerando
todo lo anterior, Juan nos dice que lo mejor es no recibir a aquellos que traen
estas falsas doctrinas, es más, ni siquiera permitirles entrar en nuestra casa
porque si no estaremos participando de sus malas obras: Si alguno viene a vosotros, y no trae esta
doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le
dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.
CONCLUSIÓN.
El apóstol Juan en su segunda carta
nos exhorta a ser celosos con la sana doctrina y a no recibir a aquellos que
vienen con falsas enseñanzas y si observamos detenidamente estos versículos podemos
encontrar al menos tres razones por las cuales rechazar la sana doctrina:
1.
Porque
las falsas doctrinas nos enseñan mentiras acerca de la persona de Cristo.
2.
Porque
las falsas doctrinas son enseñadas por hombres que están en contra de Dios y su
palabra (anticristos).
3.
Porque
las falsas doctrinas nos conducen al infierno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario