“Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”.
2 Timoteo 4:3 (RV60)
INTRODUCCIÓN
Pablo, escribiendo a su discípulo Timoteo quien asumiría el obispado de la
iglesia de Éfeso, le advertía del peligro de la apostasía y de la importancia
de cuidar la sana doctrina, para el apóstol era determinante cuidar el depósito
de la fe conservando las enseñanzas y verdades del Santo Evangelio. Hoy en día
la iglesia tiene este mismo reto, especialmente por las muchas herejías e
ideologías anticristianas que han surgido, de allí la importancia de estudiar
la teología bíblica. En esta oportunidad estudiaremos otra forma de cómo la
teología se divide y estudia las principales doctrinas bíblicas, nos referimos
a la teología dogmática.
DOCTRINA Y DOGMA
Probablemente el termino de teología dogmática no sea muy conocida en todos
los país o grupos cristianos, pero ha tenido un desarrollo desde hace muchos
años, tal vez no con este nombre técnico, pero de alguna manera la iglesia ha
creado dogmas, o declaraciones de fe referente a la doctrina bíblica, sin
embargo, antes de avanzar es importante entender el significado de doctrina y
dogma.
Doctrina.
“Con
fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí
aprendiste”.
2 Timoteo 1:13 (NVI)
Pablo aconseja a Timoteo que siga la sana doctrina que había aprendido de
él, pero ¿qué es la doctrina? Realmente la palabra griega que la NVI
está traduciendo como doctrina es lógos (λόγος),
que literalmente significa “palabra” y es usada en el sentido de la
palabra de Dios, es decir, la enseñanza de las verdades del evangelio.
Realmente, la palabra doctrina viene del latín, doctrīna, que hace referencia a
un grupo de principios, enseñanzas o creencias que se consideran
fundamentales en un determinado sistema de pensamiento. Mrye Pearlman, en
su libro, Teología Bíblica y Sistemática, nos define lo que es la doctrina: “La doctrina cristiana (el vocablo doctrina significa
literalmente enseñanza o instrucción) se puede definir como las verdades
fundamentales de las Sagradas Escrituras ordenadas en forma sistemática”.
En este sentido, hablamos de doctrinas bíblicas, es decir, las verdades
centrales de la palabra de Dios, las cuales son enseñadas a los creyentes para
fortalecer su fe y edificarlos en la verdad de Dios. El estudio de las
doctrinas bíblicas es fundamental por las siguientes razones:
1.
Porque la sana doctrina presenta la exposición de la
verdad absoluta de Dios, en medio de este mundo con muchas herejías e ideologías
anticristianas, solo el estudio de la sana doctrina puede conducirnos a toda
verdad: “Pero tú habla de lo que vaya de acuerdo con
la sana doctrina”, (Tito 2.1, RVC).
2.
El estudio de las doctrinas es fundamental para el
crecimiento espiritual del creyente: “Preséntate
tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza, mostrando integridad,
seriedad… que se muestren fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina
de Dios, nuestro Salvador”, (Tito 2:7, 10, RV95).
3.
El estudio de la sana doctrina nos aleja del error y la condenación
eterna: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en
la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de
Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo”, (2 Juan 9, RV60).
4.
El conocimiento de la sana doctrina es determinante para ser
un buen predicador y maestro de la Biblia: “Timoteo, si les explicas estas cosas a los hermanos, serás
un digno siervo de Cristo Jesús, bien alimentado con el mensaje de fe y la
buena enseñanza que has seguido”, (1 Timoteo 4:6, NTV).
Dogma.
La otra palabra que queremos
considerar es dogma. La palabra dogma proviene del griego, dógma (δόγμα), la cual podría traducirse como opinión,
creencia, decreto o principio establecido. Esta palabra aparece en el libro
de Hechos: “Y al pasar por las ciudades, les
entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los
ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen”, (Hechos
16:4, RV60). Aquí, la palabra “ordenanzas” se traduce del griego dógma (δόγμα) y vemos como Pablo y Silas se encargan de
entregar las ordenanzas o decretos que los apóstoles y ancianos de Jerusalén habían
acordado que los cristianos gentiles debían guardar, ¿pero a cuáles
ordenanzas se refieren? Se refieren a las ordenanzas que la iglesia de
Jerusalén había acordado en el capítulo 15 de Hechos, a los decretos que
acordaron concerniente a si los cristianos gentiles debían o no guardar la ley,
tal y como los cristianos de Jerusalén lo hacían. Al final, la conclusión fue
que no, solo se les pidió: “Por lo cual yo juzgo que
no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba
que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado
y de sangre”, (Hechos 15:19-20). Así que, en este caso, el dogma era
este decreto, una ordenanza que pedía a los cristianos gentiles que se
apartaran de las impurezas declaradas en el concilio que la iglesia de Jerusalén
decretó. Herman Bavinck, en su libro, Dogmática Reformada nos define lo que es
un dogma: “Los dogmas son verdades expresadas en la
Escritura como hechos que cabe creer. Aunque una verdad confesada por la
Iglesia no es un dogma porque esta lo reconozca, sino solamente porque descansa
sobre la autoridad de Dios, el dogma religioso es siempre una combinación de
autoridad divina y confesión eclesial”, En este sentido, el dogma es
una declaración de fe acerca de un tema teológico o doctrinal que las
autoridades de la iglesia emiten con el fin de instruir a los creyentes
respecto a creencias. Generalmente los dogmas han sido emitidos en los
famosos concilios que la iglesia cristiana tuvo en el pasado, en Hechos 15
tenemos el ejemplo del Concilio de Jerusalén y la ordenanza o dogma que surgió
allí y que debía transmitírsele a las iglesias gentiles, luego, otro ejemplo de
dogma es el que se dio en el Concilio de Nicea en el 325 d.C., donde se decretó
el credo niceno como una respuesta en contra de la herejía de Arrio que
afirmaba que Jesús no era Dios: “Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre”.
Otro ejemplo de dogma es la declaración de la iglesia respecto a los libros que
considera inspirados por Dios y que formaron parte del canon bíblico, dicha
declaración fue emitida en el concilio de Cartago en el 397 d.C.
Diferencia entre doctrina y dogma.
Hasta el momento hemos hablado de
doctrina y dogma, Ahora, ¿cuál es la diferencia entre ambos? Mrye
Pearlman, en su libro, Teología Bíblica y Sistemática, nos explica dicha
diferencia de una manera muy apropiada: “Doctrina
es la apelación de Dios de una verdad tal como se encuentra en las Escrituras
Sagradas. Dogma es la declaración del hombre con respecto de esa verdad,
expresada en un credo”. Realmente una doctrina es la verdad bíblica
expresada en las Escrituras, la verdad que proviene de Dios y no de los
hombres, luego, el dogma es la declaración del hombre respecto a esa verdad que
se expresa en un credo o declaración de fe.
TEOLOGÍA DOGMÁTICA
La teología
dogmática podría definirse como la parte de la teología que estudia los
diferentes dogmas, credos o declaraciones de fe que la iglesia ha establecido a
lo largo de la historia, muchos de estos dogmas fueron establecidos por la
iglesia en los diferentes concilios que se celebraron en el pasado y fueron
decretados para contrarrestar alguna herejía o fijar su posición respecto a una
doctrina, luego, siguió su camino a través de la Reforma protestante y se suele
afirmar que L. Reinhardt fue el que popularizó el termino, teología dogmática,
en sus obras en 1659, y de allí se usó para designar a los artículos de fe que
la iglesia ya había elaborado oficialmente. Ahora, hay una diferencia entre
teología sistemática y teología dogmática, por un lado, la primera estudia las
doctrinas bíblicas de manera ordenada y considera interpretaciones que no
necesariamente otras denominaciones evangélicas acepten. Sabemos que en cuanto
a doctrinas secundarias existen diferentes interpretaciones, por ejemplo, la
salvación, ¿se pierde o no se pierde? De allí que viene las diferentes posiciones,
calvinistas o arminianos. O tenemos el tema de las manifestaciones y
operaciones de los dones espirituales, allí tenemos a continuistas y
cesacionista; pero claro, hablamos de temas de opinión o interpretación en
doctrinas que llamaríamos secundarias, ya que en las primarias todos estamos
claros. Ahora, la teología sistemática estudia las doctrinas bíblicas sin
considerar una tendencia denominacional, no obstante, la teología dogmática
generalmente tiende a inclinarse por una postura especifica, así tenemos,
teología dogmática luterana, o teología dogmática católica, o teología
dogmática reformada, entre otras.
¿Ahora, es malo ser dogmático? Definitivamente no, de hecho, es importante fijar una postura oficial y con la ayuda del Espíritu Santo declarar nuestras confesiones de fe basados en la sana interpretación de las doctrinas contenidas en las Sagradas Escritura. Independiente de nuestra denominación, hay ciertas doctrinas que todas las iglesias evangélicas consideran dogmas o declaraciones de fe, como la salvación por gracia, la doctrina de la Trinidad, la deidad y humanidad de Cristo, la personalidad y deidad del Espíritu Santo, la inspiración e inerrancia de la Biblia, el sacerdocio de todo creyente, etc., al creer en esto de manera contundente estamos siendo dogmáticos y ciertamente todo creyente necesita serlo, de lo contrario será inconstante en sus caminos y terminara siendo guiado al error.
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