“Y
volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y
come, porque largo camino te resta”.
1 Reyes 19:7
INTRODUCCIÓN
Las dificultades son un factor común
en la vida de los cristianos y especialmente en aquellos que le sirve en un
ministerio o privilegio en la iglesia. Elías atravesó por una situación difícil
cuando su vida se vio amenazada por Jezabel, fue allí cuando el profeta cayo en
depresión y deseo la muerte; pero Dios le exhorto a levantarse y seguir
adelante porque largo camino le esperaba y aún tenía que ungir reyes y
profetas, y ser arrebatado en un carro de fuego.
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El ángel de Jehova y Elias |
I.
¿QUIÉN ERA ELÍAS?
El ministerio de Elías tuvo lugar
en Israel, en un tiempo de gran apostasía y revelación. Para esta época la
nación se encontraba gobernada por Acab el cual era manipulado por su esposa
Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, la cual introdujo en Israel el
culto a Baal y Asera. Fue durante este periodo de frialdad espiritual que Elías
oro y no llovió por tres años y medio, y al final de la sequía aparece
reprendiendo a Israel por su idolatría y desafiando a los profetas de Baal y
Asera: “Envía,
pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos
cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de
la mesa de Jezabel… Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo
claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si
Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra”, (1 Reyes
18:19, 21). Fue así como Elías desafío a todos estos falsos profetas a que cada
uno invocara a su Dios y el que respondiera con fuego ese sería Dios: “Dénsenos, pues, dos
bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero
no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y
ningún fuego pondré debajo. Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses,
y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de
fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho”,
(1 Reyes 18:23-24). Los falsos profetas invocaron a su dios sin respuesta
alguna: “Y ellos
tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal
desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había
voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar
que habían hecho. Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos,
diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene
algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. Y ellos
clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a
su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. Pasó el mediodía, y ellos
siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio,
pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase”, (1
Reyes 18:26-29). Sin embargo, Dios respondió por fuego y el pueblo creyó
nuevamente en El: “Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las
piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo
el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!”,
(1 Reyes 18:38-39). Luego de ver el pueblo el respaldo de Dios hacia Elías se
volvió a Él y Elías mando prender a todos los falsos profetas para degollarlos:
“Viéndolo todo el
pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! Entonces
Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y
ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló”,
(1 Reyes 18:39-40).
II.
LA DEPRESIÓN DE ELÍAS.
Sin embargo, después de esta gran
victoria y que haber orado para que volviese a llover sobre Israel, Jezabel
amenazo la vida del profeta provocando que este saliera huyendo a lugares
desiertos y cayese en terrible depresión: “Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había
hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió
Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me
añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de
ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y
vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el
desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando
morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que
mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido”, (1
Reyes 19:1-5). Cuantos de nosotros podemos identificarnos con el profeta Elías,
que después de grandes luchas y victorias en el evangelio, viene una situación
difícil que nos agota y deprime a tal punto que deseamos salir huyendo de todo deseando
aun la muerte. Sin embargo, aun en estos momentos el Señor no nos abandona sino
nos da fuerza para seguir adelante, tal y como lo hizo con Elías al enviarle un
ángel que le alimentara: “… y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate,
come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las
ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse”,
(1 Reyes 19:5). Lo importante en estas
situaciones de dificultades es no retroceder, sino fortalecernos en el Señor y
seguir adelante.
III.
LA EXHORTACIÓN DE DIOS A SEGUIR
ADELANTE.
“Y
volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y
come, porque largo camino te resta”.
Podemos ver como el ángel volvió a
Elías quien dormía, para que comiera y bebiera, exhortándolo a levantarse y
seguir adelante, porque largo camino le quedaba por delante. Como creyentes no
podemos ignorar los momentos de dificultad que enfrentaremos ya que en
ocasiones serán situaciones en extremo difíciles que no lograremos comprender,
pero ante esto debemos seguir los siguientes pasos:
1.
Fortalecernos
en el Señor.
Cuando las fuerzas le faltaron a
Elías, Dios envió su ángel que lo fortaleció dándole de comer y beber. Es clave
que en nuestros momentos de debilidad busquemos la ayuda del Señor para no
desmayar. Uno puede ver algunos ejemplos de personas que se aferraron a Dios
para salir adelante en medio de sus dificultades. Por ejemplo, cuando David
huía de Saul, se vio atribulado aún más de lo normal cuando se vio rodeado de
sus hombres que hablaban de apedrearlo ya que todas sus mujeres, niños y bienes
habían sido robados: “Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día,
los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y
le habían prendido fuego. Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos
los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado
muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino. Vino, pues, David con
los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos
e hijas habían sido llevados cautivos. Entonces David y la gente que con él
estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para
llorar. Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer
de Nabal el de Carmel, también eran cautivas. Y David se angustió mucho, porque
el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de
alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová
su Dios”, (1 Samuel 30:1-6). También
nuestro Señor Jesucristo cuando se vio afligido hasta la muerte porque iba
rumbo al Calvario se fortaleció en su Padre: “Y él se apartó de ellos a distancia como de un
tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de
mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un
ángel del cielo para fortalecerle”, (Lucas 22:41-43). Y el mismo
apóstol Pablo declaro muchas veces que cuando las fuerzas le faltaban no le
quedaba más que confiar en Dios: “Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra
tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más
allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de
conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para
que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;
el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de
tan gran muerte”, (2 Corintios 1:8-10). Por tanto, cuando sintamos
desmayar debemos buscar fortalecer nuestra vida con la presencia de Dios.
2.
Continuar
adelante, no renunciar.
Después que comió, el ángel exhorto
a Elías a levantarse y seguir adelante porque largo camino le esperaba. Ante
las dificultades, Elías creyó que ya todo estaba terminado y que lo mejor era
dejarse morir, sin embargo, Dios le dijo que no era así, sino que había muchas
más cosas que él tenía que hacer en su nombre: “Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino,
por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de
Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por
rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que
sea profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo
matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. Y yo haré que
queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas
bocas no lo besaron”, (1 Reyes 19:15-18). Aún tenía que ungir reyes
y profetas, profetizar a reyes y ser levantado por un carro de fuego, antes de
morir.
CONCLUSIÓN.
De igual forma, Dios nos exhorta a
levantarnos en medio de nuestras dificultades y seguir adelante. Es importante
comprender que aun en medio de las peores dificultades, nuestra vida no está perdida
ya que Dios tiene control de ella. El deseo de Dios es usarnos para su gloria y
honra, y por ello Satanás levantara oposición, sin embargo, ante las peores dificultades
no debemos retroceder, sino buscar llenarnos de Dios y seguir adelante porque aún
hay mucho que hacer para gloria y honra de su nombre.
Mucbas gracias y muchas bendiciones
ResponderBorrarmuchas gracias por la palabra que asido muy edificante y ami vida dios le bendiga y siga usando para alientar muchas vidas como la mia el dia de hoy
ResponderBorrarAmén este mensaje hoy me salvó la vida, gloria a Dios.
ResponderBorrarMuchas grasias por la plabra asido de bendición para mi vida🙌
ResponderBorrarExcellent
ResponderBorrarAmén
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