“Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe”.
Efesios 2:8-9
INTRODUCCIÓN
Este versículo es muy claro al
decirnos que la salvación no depende de nada de lo que el hombre pueda hacer, y
que la salvación es un don divino que se otorga por pura gracia. La palabra
gracia es un término muy utilizado en el Nuevo Testamento y en términos generales,
la gracia es el otorgamiento de Dios hacia el hombre de su favor, y este favor
se deja ver en el don o regalo de la salvación. Por ser un regalo, la salvación
es gratuita, pero a veces cuesta creer si la gracia es suficiente para salvar a
un pecador, por eso algunos afirman que a parte de la gracia debe haber obras,
o guardar los mandamientos del Señor, o permanecer dentro de una religión ya
que fuera de ella no hay salvación; pero ¿quién tiene la razón? ¿Será que la
gracia de Dios no es suficiente para salvarnos? veamos, porque ciertamente todo
es por gracia.
¿Es suficiente la gracia de Dios para salvarnos? |
I.
EL HOMBRE BUSCA LA FORMA
DE SALVARSE A TRAVÉS DE LA RELIGIÓN.
En la actualidad existe la idea de que el hombre necesita trabajar para
ganarse la salvación del alma, no es muy difícil creer que una persona malvada
al morir se ira al infierno; pero si es difícil creer que aun el peor de los
pecadores puede salvarse si tan solo cree y sin la necesidad de hacer obras.
Por esta razón todas las religiones le enseñan al hombre la forma de como
purgar sus pecados o contrarrestarlos, ya sea, practicando fielmente las
ceremonias de sus religiones o realizando algunas obras que consideran parte de
los que les salvara el día que lleguen a la presencia de Dios. Pero lo cierto
es que es imposible que el hombre sea capaz de salvarse por sus propios medios
debido a las siguientes razones:
1. Porque su naturaleza es tendiente solamente a hacer el mal: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la
tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de
continuo solamente el mal”, (Génesis 6:5).
2. Porque no hay nadie capaz de cumplir todos los mandamientos de Dios
debido a nuestra naturaleza pecaminosa: “Porque
cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos”, (Santiago 2:10).
3. Porque nuestras justicias no son suficientes para agradar a Dios: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras
justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y
nuestras maldades nos llevaron como viento”,
(Isaías 64:6).
II.
RAZONES POR LAS CUALES
LA GRACIAS DE DIOS ES SUFICIENTE.
“Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Aquí se nos dice que la salvación que Dios nos otorga es por gracia, y no
por obra, pero ¿será acaso que la gracia es suficiente para salvar aun al peor
de los pecadores? Definitivamente si, pero veamos algunas razones por las
cuales afirmamos esto.
1.
Porque su misericordia
es grande.
“¿Qué
Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su
heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El
volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y
echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”.
Miqueas 7:18-19
Una de las razones por las cuales a las personas se les hace muy difícil
creer que el hombre pueda salvarse sin la necesidad de hacer obras es porque
entiende que su pecado es muy grande como para pasarlo por alto, pero no es así.
Si una persona reconoce su maldad, su la incapacidad de salvarse a si mismo y
le pide perdón a Dios, este es amplio en perdonarle porque su misericordia es
grande, y tan grande es que una vez que perdona, no vuelve a acordarse de
nuestros pecados. Las palabras gracia y misericordia están íntimamente relacionadas.
El Dr. Leman Strauss solía definirlos de la siguiente manera. Misericordia es
no recibir lo que, si merecíamos, y gracia es recibir lo que no merecemos. Por nuestros
pecados merecíamos el castigo eterno, pero no lo recibimos, y la salvación es
algo que no merecemos, pero el Señor la otorga, todo esto, siempre y cuando el
hombre se arrepienta de corazón: “De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque
contra él nos hemos rebelado”,
(Daniel 9:9).
2.
Porque para Dios no hay
nada imposible.
“Porque
nada hay imposible para Dios”.
Lucas 1:37
La segunda razón del por que la gracia de Dios es suficiente para salvar
al hombre, aun cuando se trate del peor de los pecadores que se arrepiente, es
porque para Él no hay nada imposible. Realmente el Señor es soberano en sus
acciones y Todopoderoso, no hay nada en este mundo que Él no pueda hacer, incluyendo
salvar al hombre más duro y obstinado del mundo. En la Biblia vemos a un hombre,
que en el pasado se llamo Saulo de Tarso, el cual estaba plenamente convencido
del camino que había escogido, y nada de este mundo lo haría cambiar de idea,
se había convertido en un perseguidor de la iglesia, pero un día Dios decidió
llamar a este hombre y convertirlo en el apóstol Pablo: “Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas
contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo
encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los
principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces,
castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido
sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras. Ocupado
en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales
sacerdotes, cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del
cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que
iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me
hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura
cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y
el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues”, (Hechos
26:9-15). De esta forma, uno de los peores enemigos de la iglesia se convirtió por
gracia a Cristo, porque para Dios no hay nada imposible.
3.
Porque el regalo de la
gracia es la salvación a través de Cristo.
“Por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús”.
Romanos 3:23-24
La tercera razón del por que su gracia es suficiente, es porque esta
salvación que Dios ofrece es gracias al sacrificio de su Hijo Jesucristo, de
tal forma que todo aquel que cree en Jesus es salvo, ya que el sacrificio de
Cristo es efectivo y capaz de perdonar cualquier pecado, por eso Pablo dice que
somos justificados gratuitamente por su gracia y mediante la redención de
Cristo Jesús. El sacrificio de Cristo y su victoria sobre la muerte a través de
su resurrección es suficiente para salvar al pecador arrepentido, y este es el
don, es decir, el regalo de Dios que es otorgado por pura gracia.
III.
COMO ALCANZAR ESTA
GRACIA.
El mismo versículo que leímos al inicio nos enseña
como ser partícipes de esta bendita gracia: Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe. Todo es
por medio de la fe, y solo eso basta; ¿pero fe en qué? Bueno, fe en que el
sacrificio de Cristo es suficiente para perdonar mis pecados una vez reconozco
mis pecados, me arrepiento de ellos y busco la misericordia de Dios. Cuando
creemos que Cristo puede salvarnos y estamos dispuestos a convertirnos de
nuestras maldades, la gracia de Dios es suficiente para perdonar nuestras
maldades y darnos vida eterna a través de Cristo Jesús.
CONCLUSIÓN.
El hombre cree que para
ser salvo es necesario hacer buenas obras, pero ninguna obra de justicia o
religión es capaz de salvar al hombre del infierno por sus pecados, pero la
gracia de Dios es suficiente para hacerlo ya que:
1. Es consecuencia de la enorme misericordia de Dios.
2.
Porque para Dios no hay nada imposible.
3. Porque el regalo de la gracia es el salvación a través de Cristo, y su sacrificio es suficiente.
muchas gracias me ayudo mucho
ResponderBorrarLea: Santiago 2:"24 Vosotros veis, pues, que EL HOMBRE ES JUSTIFICADO POR LAS OBRAS, Y NO SOLAMENTE POR LA FE. 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta."
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