“Tú
coronas el año con tus bienes, y tus nubes destilan grosura.”.
Salmo 65:11
INTRODUCCIÓN
Hoy
en día la mayoría de países celebran al año nuevo y cada uno tiene su forma
peculiar de recibirlo con el fin de que este sea próspero. Por ejemplo, en China la mayoría de personas y lugares
se visten de rojo y justo en el momento de las 12:00 A.M., las personas gritan
fuertemente con el fin de ahuyentar los malos espíritus y traer buenas vibras
para el año nuevo. En Japón las personas visitan los templos pidiendo a los
dioses que no les falte felicidad y salud y se regalan entre sí tortillas de
arroz de color blanco y rosa, ya que estos colores traen buena suerte. En
Italia las personas arrojan desde sus ventanas cosas viejas y trastos. Se cree
que, cuanto más trasto tiras, más feliz serás el próximo año. En España la
tradición consiste en terminar de comerse 12 uvas durante las 12 campanadas,
pues si lo logras seguro los 12 meses venideros estarán llenos de mucha suerte.
En Dinamarca, durante todo el
año las familias van juntando platos para que el último día de diciembre
demuestren su afecto a los amigos acudiendo afuera de sus casas y rompiendo
platos. Y aquí en El Salvador, las personas esperan el año nuevo en sus casas
con mucha música y bebidas vistiendo ropas nuevas con el fin de esperar un año
prospero, y así podemos ver como los países celebran el Año Nuevo de diferentes
formas, con un anhelo de recibir un próspero año, pero, a la luz de la Biblia,
¿cómo deberíamos recibir el año nuevo para que sea próspero? El Salmo 65:11 nos dice que el Señor es quien corona de bienes cada año, así que veamos tres cosas que podemos hacer para tener un prospero año.
¿Cómo recibir un año nuevo? |
I.
DEBEMOS
EMPEZAR ESTE AÑO NUEVO ESTANDO EN PLENA COMUNIÓN CON DIOS.
“Bienaventurado el varón
que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en
silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su
delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo
que hace, prosperará”.
Salmo 1:1-3
La mejor manera de comenzar un año nuevo y que este
sea prospero es entando en plena comunión con Dios. En este Salmo 1 se nos dice
que la verdadera bienaventuranza consiste en:
1.
Apartarse
de la inmundicia del pecado: que no anduvo en
consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado.
2.
Vivir
obedeciendo su palabra atesorándola en nuestro corazón: en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de
día y de noche.
Cuando lo hacemos así, y vivimos en
plena comunión con Dios, la vida del hombre es semejante a un árbol plantado junto
a corrientes de aguas que siempre da fruto y su hoja siempre esta verde: Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da
su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
La mejor manera de recibir un año nuevo y esperar que este sea próspero es
estando en plena comunión con Dios.
II.
ENCOMENDANDO
ESTE AÑO A DIOS.
“Si Jehová no edificare
la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad,
en vano vela la guardia”.
Salmo
127:1
En segundo lugar, si deseamos que
este año nuevo este lleno de bendiciones, hay que encomendarlo a Dios, poniendo
en sus manos nuestros proyectos, familia, trabajo y todo lo referente a nuestra
vida. El éxito en la vida no está en función de nuestras habilidades, sino en
el respaldo que recibimos de Dios, por ello el salmista dice: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la
edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
III.
APARTÁNDOSE
DEL PECADO.
“El que encubre sus
pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia”.
Proverbios
28:13
Finalmente, si queremos tener un
nuevo año prospero, y no solo este año, sino toda una vida, debemos alejarnos
del pecado. La Biblia es clara al enseñar que aquellos que viven en el pecado y
no se apartan de él jamás prosperaran porque el pecado los conducirá al fracaso
y en la eternidad al infierno. Sin embargo, Dios desea que reconozcamos nuestras
maldades y las confesemos porque aquellos que lo hacen alcanzan misericordia: El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los
confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
CONCLUSIÓN.
Cada año las personas celebran la
llegada del año nuevo practicando diferentes tradiciones con el fin de acarrear
para si buena suerte y tener un año prospero, pero la verdad es que nada de esto
sirve. Si queremos recibir un nuevo año y ser bendecidos durante todos sus
meses debemos:
1.
Estando
en plena comunión con Dios, apartados del mal y obedeciendo su palabra (Salmo
1:1-3).
2.
Encomendando
este año a Dios (Salmo 127:1).
3.
Apartándonos
del pecado (Proverbios 28:13).
Amén que hermosa bendición recibir esta palabras al Inicio del año.
ResponderBorrarEstá palabra él espíritu santo de Dios me la regaló y la declara a mi flía, amigos, y clientes a nivel laboral. Que hermoso que Dios afirme .aún más
ResponderBorrarQue precioso mensaje, me es de mucha bendición. Dios le siga bendiciendo
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