Israel recobrará su tierra (Abdías 19-21)


 

“Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová”.

Abdías 19-21

 

INTRODUCCIÓN


Israel-recobra-su-tierra
Israel recobrará su tierra

               Hemos llegado al final de este maravilloso libro profético del Antiguo Testamento y definitivamente no nos arrepentimos de haber tenido la oportunidad de estudiarlo. Abdías nos presenta la profecía en contra de Edom, la nación hermana de Israel, descendiente de Esaú, hermano mellizo de Jacob. A lo largo de este pequeño pero edificante libro hemos visto como el odio y la envidia lleva al hombre a cometer pecados en contra de su prójimo. Edom se alegro de la ruina de Judá, se burlo de ellos y cuando estuvieron en el momento mas vulnerable, ayudaron a sus angustiadores para matar a muchos a espada y entregar a otros a sus perseguidores, saqueando la nación cuando esta no se podía defender. Por estos pecados, Dios les advierte que toda obra tendrá su justa retribución y por ello serian entregados a la misma angustia a la que su hermano Judá fue sometido, con la diferencia de que Edom seria destruida para siempre, pero los hijos de Jacob un día regresarían y volverían a habitar en la tierra.


ISRAEL RECOBRARÁ SU TIERRA

 “Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev”.

Abdías 19-20

               Israel había perdido su tierra por causa de sus pecados, primero el reino del norte cayó y fueron deportados por los asirios en el año 740 a.C.: “Y desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia. Porque separó a Israel de la casa de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a Israel de en pos de Jehová, y les hizo cometer gran pecado. Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos, hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy”, (2 Reyes 17:20-23). Luego, en el año 587 a.C., Judá, el reino del sur, fue conquistada por Babilonia, Jerusalén destruida y muchos deportados: “Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. Asimismo, todos los utensilios de la casa de Dios, grandes y chicos, los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey y de sus príncipes, todo lo llevó a Babilonia”, (2 Crónicas 36:17-18). Fue durante la caída de Jerusalén que Edom participo, matando a espada a sus hermanos y saqueando todo lo que podía de tal forma que parecía que todo estaba perdido para los hijos de Jacob y que Jerusalén jamás volvería a levantarse y esto era motivo de alegría y burla para sus enemigos. No obstante, por medio de su profeta Abdías, el Señor deja claro que su pueblo recobraría todas sus tierras: Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. Algunas personas que no creen en la profecía que Dios les revelaba a sus profetas del Antiguo Testamento dicen que estos últimos versículos que estamos estudiando fueron agregados por los judíos muchos años después de que dicho libro se escribiese, ya que habla del regreso de Israel a su tierra, sin embargo, nosotros creemos que estas palabras fueron dichas por Dios a Abdías profetizando que ciertamente Israel volvería a su tierra y la recobraría, de esto habla aquí Abdías. Los del Neguev se refiere a los judíos que ocuparían la región desértica de Judá que fue objeto del abuso de Edom. Luego los de Sefela son los judíos de la región montañosa baja al suroeste de Judá que ocuparían la tierra que los filisteos poseían y se extenderán hasta los campos de Efraín, Samaria, Benjamín y Galaad, es decir, se reubicarían en la mayor parte del territorio del reino del norte en Israel que se perdió cuando los Asirios los conquistaron. Además, afirma que el ejercito de los hijos de Israel poseerían la tierra de los cananeos hasta Sarepta, lo cual corresponde al antiguo reino de Israel en el norte, mientras que los cautivos de Jerusalén que estaba en Sefarad poseerían las ciudades del Neguev, que como ya vimos que refiere a la parte de Judá. Es interesante comprender la ubicación de Sefarad, ya que generalmente se le asocia a la actual España y si esto es así, nos muestra que tan lejos había llegado la deportación de la nación de Israel y aun desde los lugares más lejanos, el Señor los traería de nuevo. Sin embargo, algunas fuentes rabínicas afirman que Sefarad se refiere a Sardis, la capital del antiguo imperio Lidio al este central de Turquía. Como sea, en ambos casos nos sugiere el regreso de los judíos a su tierra. De esta forma, el Señor anuncia que su pueblo que había perdido sus tierras las recobraría en el futuro porque Él los traería de nuevo: “He aquí que yo los haré volver de la tierra del norte, y los reuniré de los últimos confines de la tierra, y entre ellos a ciegos y cojos, a la mujer que está encinta y a la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá. Vendrán con llanto, y los guiaré con plegarias, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito”, (Jeremías 31:8-9). Aquí podemos ver el gran contraste entre Israel y sus enemigos, porque estos últimos a diferencia de Israel, serian totalmente destruidos en el futuro y desaparecerían para siempre de esta tierra y sus naciones no serian ya más, sin embargo, Israel, que, siendo castigados por sus pecados, serian exiliados y su tierra devastada, pero el Señor se compadecería de ellos y los haría volver en el futuro. Todo esto se cumplió cuando después de 70 años de exilio, el rey Ciro de Media y Persia decreta que estos podían volver a su tierra y reconstruir su tierra.


EL REINO SERÁ DE DIOS 

“Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová”.

Abdías 21

                   Aquí se nos afirma que esta futura restauración de Israel estará gobernada por Dios: Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.  La palabra “salvadores” se traduce del hebreo yasha (יָשַׁע), la cual hace referencia a una persona que ayuda, defiende y libra de oprobio a los demás. Estos salvadores juzgarían a la nación, no como reyes, sino como lo hicieron los jueces los cuales en su mayoría guiaron a los israelitas en los caminos de Dios sin ejercer ningún tipo de monarquía sobre la nación, mejor de como lo habían hecho la mayoría de los reyes y su único rey sería el Señor. Durante el milenio, al final de la gran tribulación, nuestro Señor Jesús establecerá su reino sobre esta tierra por mil años y reinara sobre todas las naciones del mundo: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años”, (Apocalipsis 20:4). Este reino instaurado para el final de los días en esta tierra por parte de Cristo será compartido con sus santos, es decir, la iglesia del Señor: “Hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino”, (Daniel 7:22). Ahora bien, este reino será justo y de acuerdo a la voluntad de Dios, un reino de total paz donde incluso los animales no se dañarán: “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”, (Isaías 11:1-9). De esta forma, Dios establecerá su reino en esta tierra, un reino donde Jesús gobernará con justicia y una gran paz se experimentará como nunca antes se ha vivido. De esta forma termina el libro de Abdías, dándole la esperanza de restauración que para este momento se encontraba en ruinas y declarando la destrucción que venia sobre aquellos que se habían levantado en contra de su pueblo amado.

 

1 comentario:

  1. alavado sea tu Santo Nombre Sr Amo de TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE YQUE ESTAS EN CONTROL DEL BIEN Y EL MAL.

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