El Éxodo Histórico (Parte I)


 

“Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo”.

Éxodo 3:7-8

 

INTRODUCCIÓN

                El Éxodo es el nombre del segundo libro que tenemos en la Biblia, específicamente en el Antiguo Testamento, además, es el término técnico o teológico con el cual se nombra la salida de Israel de su esclavitud en Egipto y su travesía a través del desierto hasta llegar a la tierra prometida y en estos versículos Dios le expresa a Moisés sus intenciones de cumplir todo esto: Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. Ahora bien, ¿qué evidencias históricas o arqueológicas existen de que los eventos narrados en el libro de Éxodo realmente ocurrieron? Bueno, trataremos de responder esta pregunta.

 

éxodo

Éxodo hebreo. Los israelitas yéndose de Egipto, óleo sobre lienzo, 1828

De David Roberts - Usenet, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=10293374


EL ÉXODO, UN ACONTECIMIENTO HISTÓRICO IMPORTANTE PARA NUESTRA FE

              ¿Qué es el Éxodo? Bueno, el Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, Wilton M. Nelson lo define así: “Acontecimiento final en una serie de milagros mediante los cuales Dios se rebeló a su pueblo esclavo en Egipto, humilló al faraón que los oprimía, y permitió que los descendientes de Jacob vivieran en libertad una vez más. Los judíos celebran la Pascua para conmemorar aquella gran liberación”. En este sentido, el Éxodo es un acontecimiento histórico donde Dios se revelo a través de grandes portentos milagrosos que termino con la liberación del pueblo de Israel y es recordado por estos en la celebración de la fiesta de la pascua. Para el Diccionario Bíblico Certeza, el Éxodo marca el inicio de Israel como nación: “Este acontecimiento marcó el nacimiento de Israel como nación y—mediante el pacto en Sinaí que siguió inmediatamente—como teocracia”. Para el Diccionario Bíblico Arqueológico, del editor general, Charles F. Pfeiffer, el Éxodo representa la salida de Israel de Egipto: “El término éxodo se refiere a la salida del pueblo de Israel de Egipto”. Y para el Diccionario Bíblico Cristiano del Dr. J. Domínguez, el Éxodo representa un libro de la Biblia, inspirado por Dios, que figuradamente nos muestra el peregrinar cristiano a la patria celestial: “El Libro del Éxodo, es el segundo de la Biblia… Todo el Éxodo es una prefiguración de lo que es la "vida": Una peregrinación hacia la Jerusalén Celestial”. En este sentido, el Éxodo es esto y mucho más, de hecho, G. Ernest Wright nos comenta al respecto en su libro Arqueología Bíblica: “El éxodo de Egipto y la liberación de la esclavitud fue el acontecimiento señero de la fe y de la historia de Israel. Fue una acción singular en que Dios se reveló como Señor soberano de la historia e hizo de Israel un pueblo para su servicio y le dio un puesto entre las naciones. Así fue cómo los israelitas aprendieron a conocer quién era su Dios a partir de los acontecimientos históricos y a proclamar su propia fe al narrar las obras de Dios como una historia”. Sin duda, para Israel y para los cristianos, el Éxodo representa un acontecimiento histórico clave en la historia del pueblo que desciende de Abraham, es un relato bíblico que edifica nuestras vidas y fortalece nuestra fe, sin embargo, no todos están de acuerdo con estas afirmaciones ya que algunos escépticos afirman que el Éxodo nunca ocurrió o que no hay evidencias históricas o arqueológicas que lo demuestren, ¿pero realmente en así? Veamos cómo podemos responder a esta interrogante o duda.

 

EL FARAÓN DEL ÉXODO

              Antes de cualquier otra cosa, tratemos de identificar históricamente cuál fue el faraón del Éxodo y para esto citamos lo que James Hoffmeir nos comenta en su libro, Arqueología de la Biblia: “¿Quién era este faraón que pensaba que los hebreos podían ser una amenaza para Egipto? ¿Qué llevó a los israelitas a dejar de ser huéspedes en Egipto para pasar a ser un pueblo oprimido y esclavizado unas generaciones más tarde? No existen pruebas arqueológicas que nos permitan responder a estas preguntas. No obstante, las fuentes egipcias confirman que los acontecimientos descritos en el libro del Éxodo son históricamente plausibles”. Para este autor, y otros expertos más, no existen evidencias arqueológicas que confirmen que los acontecimientos del Éxodo realmente pasaron, pero a cambio de estos, existen otras fuentes a parte de la Biblia, que testifican que el relato bíblico fue una realidad. Ahora, es razonable entender que no existan evidencias o rasgos arqueológicos de todo lo que paso. Bueno, J. Randall Prince nos da unas razones lógicas del por qué esto es así, esto está en su libro Biblical Archeology. La primera razón apela al orgullo egipcio de documentar una derrota tan humillante a manos de esclavos: “Primero, debe entenderse que un pueblo orgulloso como los egipcios difícilmente habría registrado una derrota nacional por parte de esclavos extranjeros. Por lo tanto, es poco probable que se encuentre alguna evidencia de inscripción en Egipto de plagas vinculadas a los hebreos”. En segundo lugar, este opina: “En segundo lugar, la migración (éxodo) de los hebreos desde Egipto y su estancia en el desierto del Sinaí habría sido arqueológicamente invisible; es decir, todo se habría utilizado y no se habría dejado nada como prueba material. Incluso si hubiera restos, el ambiente desértico habría destruido o cubierto lo poco que había”. Por tanto, es razonable pensar que después de miles de años después, el desierto debió destruir cualquier evidencia arqueológica del peregrinar israelita. Como sea, mas adelante presentaremos algunas evidencias arqueológicas que nos confirman que el Éxodo realmente fue un acontecimiento histórico.

Si volvemos al tema de cuál fue el nombre del faraón del Éxodo, existen dos posibilidades que se han propuesto, esto basado en la propuesta de una fecha temprana y otra tardía de la salida de Israel de Egipto. Veamos los detalles.

 

La fecha temprana parra la salida de Israel de Egipto.

“En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová”.

1 Reyes 6:1

“Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?”.

Jueces 11:26 

La primera postura, la fecha temprana, fecha la salida de Israel de Egipto alrededor de 1445 a.C. La fecha temprana basa su afirmación en dos pasajes de la Escrituras que ayudan a establecer el acontecimiento en el tiempo, estos son 1 Reyes 6:1 y Jueces 11:26. De acuerdo a 1 Reyes 6:1, Salomón comenzó la construcción del templo 480 años después de la salida de Egipto, luego Jueces 11:26 presenta una afirmación de Jefté, un juez de Israel, que dice que para ese momento Israel ya tenía 300 años de haber ocupado ciudades en la región de Moab que estaban en disputas. Si la fecha temprana es correcta, Tutmosis III, el gran conquistador y constructor, fue el faraón que esclavizó a Israel y Amenhotep II fue el faraón del Éxodo. Al respecto de esta teoría, J. Randall Prince nos dice en su libro, Biblical Archeology: “Los defensores de esta fecha temprana aceptan una prioridad de Texto Masorético y argumentan que Salomón comenzó a construir el templo en el año 480, mes 2, por lo que el tiempo transcurrido fue de 479 años más de quince a cuarenta y cinco días, por lo tanto 479 + 967 = 1446 a.C. Encuentran apoyo para esta fecha en la declaración de Jefté (1, 100 a. C.) al rey de Ammán en Jueces 11: 26 que los israelitas ya habían estado en la tierra durante trescientos años (1100 + 300 = 1400, coincidiendo aproximadamente con la fecha temprana de la conquista). Agregar otros cuarenta años nos lleva a 1440, que está cerca de la fecha obtenida al usar los 480 años de 1 Reyes 6: 1”. Además de esto, Laura Saá, en su libro, Geografía Bíblica, nos agrega: “En consecuencia, Tutmosis III sería el gran opresor de Israel y su hermana Hapshepsut fue la que crio a Moisés. Las cartas de Amarna escritas a Amenofis III y Amenofis IV clamando por ayuda al Faraón, indican que en aquel tiempo Palestina era invadida por los Hapirus. Muchos eruditos creen que estos hapirus son “hebreos” y que, por tanto, estas cartas contienen una descripción cananita de la conquista por Josué”. Este término que aparece aquí en el libro de Laura Saá, “Hapiru”, también aparece escrito en otras fuentes como “Habiru” o “Apiru”, y muchos han tratado de conectarlo con el termino “hebreos”, ya que el significado de habiru o hapiru denota a un pueblo que “cruza del otro lado”, posiblemente, del otro lado del jordán, y era un termino despectivo con el cual los egipcios y otras naciones se referían a algunas tribus nómadas. Al respecto de esto, G. Ernest Wright en su libro, Arqueología Bíblica, nos comenta: “En Génesis 14:13 se llama a Abrahán «el hebreo», y es la primera vez que este término aparece en la Biblia. Anteriormente, los investigadores estaban prácticamente concordes en cuanto a la identificación de «hapiru» con «hebreo». Las recientes investigaciones han venido a complicar el problema”. Así que no está comprobado el hecho de que a los hebreos se les haya llamado habiru o hapiru.

Otra forma de cómo apoyan la fecha temprana de la salida de Israel de Egipto es apoyándose en 1 Crónicas 6:33-37, aquí aparece la genealogía de Leví y al contar desde Hemán, un cantor que vivió en los tiempos de David hasta Coré, quien vivió en tiempos de Moisés, se puede determinar la fecha del Éxodo: “Estos son los que David puso sobre el servicio de canto en la casa de Jehová, después que el arca tuvo reposo… Estos, pues, con sus hijos, ayudaban: de los hijos de Coat, el cantor Hemán hijo de Joel, hijo de Samuel … hijo de Tahat, hijo de Asir, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré”, (1 Crónicas 6:31, 33, 37). De esto, J. Randall Prince nos dice en su libro, Biblical Archeology: “Desde Hemán (que vivió en la época de David) hasta Coré (que vivió en la época de Moisés) hubo dieciocho generaciones. Agregar una generación adicional nos lleva al tiempo de Salomón. Si hay veinticinco años por generación (19 × 25 = 475 años) y estos se suman a la fecha del cuarto año de reinado de Salomón (475 + 967 = 1442) llegamos nuevamente a una fecha cercana a la derivada de los datos en 1 Reyes 6:1”. Estos son algunos argumentos en los cuales se basa la fecha temprana para la salida de Israel de Egipto.

 

    La fecha tardía de la salida de Israel de Egipto.

“Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés”.

Éxodo 1:11

La segunda postura en cuanto a la fecha de la salida de Israel de Egipto es la fecha tardía, la cual sitúa el éxodo alrededor del año 1213 a.C., esta se apoya en los descubrimientos arqueológicos y Éxodo 1:11 que declara que los israelitas esclavos edificaron las ciudades de Pitón y Ramesés, donde Ramesés fue una ciudad que recibió su nombre del faraón Ramsés II. De esto, J. Randall Prince nos dice en su libro, Biblical Archeology: “Entonces es posible encontrar sincronismo bíblico y arqueológico para esta fecha en la declaración de Éxodo 1:11 que los israelitas construyeron para Faraón las ciudades de almacenamiento de Pitom (Pi-Atum = Tell er-Rataba) y Ramsés (Pi-Ramesse = Qantir, cerca del antiguo sitio de Avaris = Tell el-Dab'a). Ambas ciudades se identificaron exclusivamente con el faraón Ramsés II, que reinó desde 1279 hasta 1213 a. C”. A todo esto, Laura Saá, en su libro, Geografía Bíblica, nos agrega: “Entonces Ramses II fue el gran opresor de Israel y una sobrina suya la que crió a Moisés. Moisés creció bajó Ramses II y sacó al pueblo bajo Merneptah. Como evidencia se cita una laja de sienita negra, encontrada en 1906 por Sir Flindiers Petrie. Esta laja contiene los triunfos de Merneptah, sin embargo, a la mitad dice: “Saqueada está Canaán. Palestina está enviudada a causa de Egipto”. Algunos piensan que se refiere a la muerte de los primogénitos y a la posterior salida de Israel”. Si esto es así, a la muerte de Ramsés II (1279-1213 a. C.), Moisés regreso a Egipto, tiempo en el cual Merenptah (1213 a.C. - 1203 a.C.) era el nuevo faraón lo que significa que Israel salió aproximadamente en el año 1213 a.C.

Ahora, no todos opinan así con respecto a la fecha tardía, de hecho, James Hoffmeir nos comenta en su libro, Arqueología de la Biblia: “El único nombre de faraón que se recoge en el libro del Éxodo aparece en relación con la ciudad-almacén que los hebreos ayudaron a construir: Rameses. Se considera que este nombre hebreo corresponde al antiguo nombre real egipcio Ramesses. Sólo el faraón Ramsés II (1279-1213 a.C.) construyó una ciudad en el delta noreste a la que llamó con su nombre. Pi-Ramesses significa «casa o dominio de Ramsés». Para algunos, la referencia a esta ciudad en Éxodo 1:11 confirma que el período del Éxodo… Si nos remontamos hacia atrás a partir de esta fecha, el Éxodo habría tenido lugar entre el 1250 o el 1270 a.C., dos décadas que se sitúan en el reinado de Ramsés II”. Si esto es así, significa que Ramsés II fue el faraón del Éxodo y sobre el cual vinieron las plagas, de esta forma, Ramsés I reinó en Egipto entre los años 1295 a 1294 a.C., este estableció la dinastía decimonovena, luego, su hijo, Seti I (1294 a 1279 a.C.) le siguió en el trono, siendo este el faraón que esclavizó a Israel y a su muerte reinó Ramsés II (1290–1224 a.C.) quien fue el faraón del éxodo. Tratar de armonizar todas estas fechas se vuelve algo difícil, de allí que, para muchos, la fecha temprana para la salida de Israel de Egipto presenta menos dificultades.

 

OTRAS EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS QUE HACEN POSIBLE LA HISTORICIDAD DEL ÉXODO

             A parte de tratar de definir quién fue el faraón de Egipto con la finalidad de fechar el evento, también se han descubierto algunos hallazgos arqueológicos que nos ayudan a demostrar que el Éxodo fue un evento histórico, porque realmente ocurrió. Ya mencionamos anteriormente que resultaría difícil creer que los egipcios de este tiempo hallan documentado un evento tan humillante que hablaba de cómo el Dios de unos esclavos los había derrotado, aparte de entender que después de cientos de años, cualquier rastro del éxodo a través del desierto fuese destruido en este terreno tan inhóspito. Sin embargo, consideremos algunas evidencias arqueológicas que nos sugieren que existió un éxodo.

 

Estela de Merenptah.

La estela de Merenptah, es una losa de granito gris, erigida por el rey Amenhotep III e inscrita más tarde, en el reverso, por el rey Merneptah para conmemorar su victoria militar en Canaán alrededor del año 1210 a.C. Esta estela fue descubierta en 1896 por el egiptólogo británico, Flinders Petrie, en el templo funerario de Merenptah, en Tebas, Egipto. Esta estela es famosa por mencionar por primera vez a Israel entre un grupo de naciones mencionadas en dicha estela. De esto, James Hoffmeir nos comenta en su libro, Arqueología de la Biblia: “La estela de Merneptah, hijo y sucesor de Ramsés II, registra la única mención a Israel conocida en el antiguo Egipto. Esta referencia sugiere que hacia 1208 a.C., cuando se grabó esta inscripción, los israelitas ya estaban en la tierra de Canaán”.


Merenptah-Stela

Merneptah Stele known as the Israel stela (JE 31408) from the Egyptian Museum in Cairo.

De Webscribe - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8206743

 

Papiro de Ipuur

El papiro de Ipuur o Admoniciones de Ipuur, es un poema en papiro que data del Egipto Antiguo que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Leiden, en los Países Bajos. En este poema, un hombre que se presenta como Ipuur relata la caída y ruina de Egipto, de cómo el caos, la pobreza y las guerras rodeaban a la nación. Muchos consideran que este estado de desgracia coincide con el efecto que las 10 plagas provocaron en Egipto, porque Ipuur utiliza en su relato las palabras “el rio es sangre”, lo cual podría ser una referencia a la primera plaga. De esto, J. Randall Prince nos dice en su libro, Biblical Archeology: “Uno de ellos es el documento egipcio conocido como Admonitions of an Egyptian Sage: The Ipuwer Papyrus (Papyrus Leiden 344) traducido por primera vez en 1909. Su contenido fue escrito por un alto funcionario egipcio y describe un lamento por las condiciones de peste que devastaron el país”. Además, Pedro C. Morales nos amplia un poco más la explicación de esto en su libro, Arqueología Bíblica: “El Papiro de Ipuur o Ipuwer, clasificado con el nombre de Papiro de Leiden 344, fue descubierto en Menfis y traducido por Aland H. Gardiner en 1909. En él se describen una serie de catástrofes y plagas que azotan Egipto: hambre, sequía, fuga de esclavos que se llevan las riquezas de los egipcios y muerte en todas partes de la tierra de Egipto”. J. Randall Prince presenta en su libro un cuadro comparativo de algunas citas del Papiro de Ipuur versus el registro bíblico de Éxodo, nosotros citaremos algunos de ellos:

 

papiro-Ipuur

Ipuwer Papyrus

By Unknown – Creator - tAFJ_SPMRYyDLQ at Google Cultural Institute maximum zoom level, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=24140447


1.      Ipuur 2:10 dice: “El río es sangre. Si bebes de él, pierdes tu humanidad y tienes sed de agua”. Esto presenta similitud con la primera plaga, las aguas del Nilo se convierten en sangre: “Así ha dicho Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre. Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y los egipcios tendrán asco de beber el agua del río”, (Éxodo 7:17-18).

2.      Ipuur 6:3, 3:3, 7:13 dice: “Atrás quedó la cebada de la abundancia ... Los suministros de alimentos se están agotando. Los nobles tienen hambre y sufren ... Los que tenían refugio están en la oscuridad de la tormenta”. Esto pareciere coincidir con las plagas que destruyeron las fuentes de alimento de los egipcios: “Al día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; más del ganado de los hijos de Israel no murió uno… Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país … El lino, pues, y la cebada fueron destrozados, porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña”. (Éxodo 6:9, 25, 31).

3.      Ipuur 2:5-6, 13, 4:3 dice: “He aquí, la plaga azota la tierra, la sangre está por todas partes, sin escasez de muertos … El que entierra a su hermano en la tierra está en todas partes … Ay de mí por el dolor de este tiempo”. Esto podría recordarnos a la décima plaga, la muerte de los primogénitos: “Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales”, (Éxodo 12:29).

4.      Finalmente, citamos Ipuur 3:14 que dice: “El llanto está en toda la tierra, mezclado con lamentos”. Muy parecido al lamento que los egipcios experimentaron por las 10 plagas que azotaron su nación: “Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto”, (Éxodo 12:30).

 

Moisés, criado y educado en Egipto. 

“Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crio. Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué”.

Éxodo 2:5-10

De acuerdo al relato bíblico de Éxodo, Moisés fue encontrado en las aguas del rio Nilo por la hija de Faraón, la cual lo tomó y lo crio. Ahora, ¿qué tan real o posible puede ser este hecho? Para los cristianos el solo hecho de que la Biblia lo testifica es suficiente, pero para algunos escépticos, podría tratarse de una historia o fabula épica, pero realmente no es así. Un elemento interesante que presenta el nombre de Moisés es su posible raíz egipcia ya que muchos estudiosos han llegado a concluir que el nombre de Moisés posee un origen etimológico egipcio más que hebreo. Si el nombre del niño fue otorgado por la hija del faraón, es lógico pensar que le daría un nombre egipcio y no hebreo. En hebreo, el nombre de Moisés es Moshé (מֹשֶׁה), la cual a su vez tiene una raíz egipcia que sería Mose, usado generalmente como un sufijo que significa “engendrado por”, y es usado en nombres como Tutmoses. Al considerar que el nombre de Moisés posee un nombre de origen egipcio, esto le da un aspecto de veracidad histórica al libro de Éxodo. También sabemos que Moisés fue educado en las escuelas egipcias: “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”, (Hechos 7:22). Ahora, ¿es posible que un niño extranjero, adoptado por la hija de faraón se educase con los príncipes egipcios? Pues, hoy podemos decir que sí, porque arqueológicamente se ha descubierto que existía un título que solía dárseles a algunas personas que no eran egipcios, pero por algún tipo de mérito o favor de faraón, eran instruidos en sus escuelas, este titulo era: “Niño del Kap”. De esto, James Hoffmeir nos comenta en su libro, Arqueología de la Biblia: “Según las fuentes escritas de las que disponemos, durante el Reino Nuevo existía en Egipto una institución educativa asociada a los palacios llamada kap o crianza real. También se han encontrado inscripciones en las tumbas de varios príncipes extranjeros en las que se enorgullecen de haber sido «niño del kap». Es muy probable que el propio Moisés fuera educado en el kap, donde habría aprendido a leer y escribir”.


¿Soporte científico para demostrar la veracidad de las 10 plagas de Egipto?

            ¿Realmente necesitamos evidencias científicas que demuestren que las 10 plagas que vinieron sobre Egipto son posibles? Bueno, una vez más decimos que no, porque la Biblia es nuestra fuente de autoridad y confiamos en ella, además, a veces, cuando se tratan de dar explicaciones científicas a las maravillas que Dios operó en su momento, estas explicaciones le roban el carácter divino y milagroso, yéndose por un camino bastante racional que contradice lo espiritual. No obstante, esto no ha detenido a algunas personas y la verdad es que Dios pudo haber utilizado medios iguales o parecidos, pero al final, fue Dios el que desató las 10 plagas que leemos en Éxodo 7-12. Terminamos citando a James Hoffmeir, en su libro, Arqueología de la Biblia nos dice algo de esto: “Según algunos estudiosos, la primera plaga (en la que el Nilo se vuelve rojo sangre) pudo deberse a la presencia en el agua de unos microorganismos flagelados, que dieron lugar a dicho color. Este fenómeno está asociado a la inundación anual del Nilo, que comienza en agosto, llega a su máxima crecida en septiembre, y termina en octubre. Estos microorganismos consumen grandes cantidades de oxígeno del agua, lo que provoca la muerte por asfixia de los peces, dando lugar a un desagradable olor y a una contaminación que hacen el agua imbebible, tal y como se describe en la Biblia (Éxodo 7:21) … la novena plaga (tres días de oscuridad) pudo haber tenido lugar en los meses de marzo o abril. En esta época son frecuentes en Egipto las tormentas de arena o khamsin. Estas tormentas pueden llegar incluso a oscurecer el sol, y una fina capa de polvo lo cubre todo. Este fenómeno se ajusta a la descripción de la novena plaga en la Biblia: «una oscuridad que se sentía» (Éxodo 10:21) … algunos estudiosos han barajado la posibilidad de que fue la explosión de la isla volcánica de Santorini (al norte de Creta) la que causó la novena plaga. Sin embargo, los geólogos datan este acontecimiento hacia el 1600 a.C., mucho antes de la fecha en la que se sitúa el Éxodo (144 7 o 12 70 a.C.)”. Como vemos, a través de los estudios científicos realizados en el Nilo se ha buscado la forma de demostrar que la primera plaga fue posible y de igual manera, con la novena plaga, la de la oscuridad, se han presentado otras explicaciones desde las tormentas de arena que ocurren en Egipto, hasta erupciones volcánicas. De hecho, con esta última, existe un descubrimiento arqueológico llamado “La Estela de Ahmosis” o la “La Estela de la Tempestad”, donde se relata un acontecimiento parecido a la novena plaga donde todo Egipto se oscureció. De esto, Pedro C. Morales nos dice en su libro, Arqueología Bíblica: “Los expertos, entre los que destaca el egiptólogo Hans Goedicke, ponen en relación estos acontecimientos con la erupción volcánica que tuvo lugar en Thera (la isla de Santorini) en la época de la reina Hatshepsut, en el s. XV a.C. Los vulcanólogos, en cambio, prefieren retrotraer la erupción al s. XVII a.C. En 2017, Olivier Vandersleyen, hijo del egiptólogo Claude Vandersleyen, realizó un documental recogiendo todos los datos e intentando dar una explicación al acontecimiento de las plagas y del Éxodo”.

 

estela-Ahmose

Stela of Ahmose honouring Tetisheri. Found in the ruins of Tetisheri's pyramid in the complex of Ahmose's pyramid at Abydos, Egypt.

De Stela_of_Ahmose_Honouring_Tetisheri_(Egyptian_Museum_CG_34002).jpg: Paul James Cowie (Pjamescowie) derivative work: JMCC1 - Este archivo deriva de: Stela of Ahmose Honouring Tetisheri (Egyptian Museum CG 34002).jpg: #default={{{d}}}px}}, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20159204


EL ÉXODO, UN ACONTECIMIENTO HISTÓRICO

               Como hemos visto existen algunos argumentos y evidencias arqueológicas que demuestran que el Éxodo fue un acontecimiento que realmente pudo haber ocurrido en la historia, aun considerando el hecho de que arqueológicamente no existes evidencias directas que testifiquen de esto. Estas razones ya las consideramos al inicio del estudio. Como cristianos creemos en la inspiración de las Sagradas Escrituras y creemos en todo lo que el libro de Éxodo está escrito, este libro maravilloso e importante para nuestra fe está lleno de acontecimientos que guardan muchas similitudes con algunas fuentes egipcias descubiertas en los últimos tiempos por la arqueología, así como el detalle de nombres y costumbres de la cultura egipcia que aparecen en Éxodo nos demuestra que su autor tuvo un contacto con ellos.

 



1 comentario:

  1. Excelente investigación, sobre los acontecimientos del Éxodo bíblico, Dios le siga dando sabiduría mi hermano Walter, cada vez más son mas interesantes, todos estos estudios biblicos nos ayudan en nuestro crecimiento espiritual. Amén

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