“Aconteció que Pedro,
visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. Y halló
allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues
era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu
cama. Y en seguida se levantó. Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en
Sarón, los cuales se convirtieron al Señor”.
Hechos 9:32-35
INTRODUCCIÓN
Hemos llegado casi al final del
capítulo 9 del libro de los Hechos de los Apóstoles y en esta ocasión, Lucas hace
un paréntesis en su relato y deja de relatar los acontecimientos relacionados
con los primeros años de Pablo como cristiano para hablarnos un poco acerca del
ministerio de Pedro. William Barclay en su comentario del libro de Hechos
título esta sección como los “Hechos de Pedro”, ya que aquí podemos ver un poco
como fue el ministerio del apóstol Pedro. La verdad es que a lo largo del libro
hemos considerado los Hechos respecto a Esteban y Felipe, también, hemos visto
el ministerio de Pedro y Juan, aparte de la vida de los primeros cristianos en
Jerusalén y ahora, consideraremos un poco acerca del ministerio de Pedro.
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El ministerio de Pedro en Lida |
PEDRO EN LIDA
“Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos
que habitaban en Lida”.
Hechos 9:32
En esta ocasión vemos a
Pedro en Lida. Lida era una ciudad que estaba ubicada a 50 km al noroeste de
Jerusalén a la entrada de una carretera antigua llamada el Valle de los
Herreros porque conmemoraba la supremacía del hierro de los antiguos filisteos
(1Samuel 13:19). Hoy en día, Lida es conocida como Lod y es un atractivo
destino turístico en Israel. Fue aquí donde vemos a Pedro dirigirse: Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos
que habitaban en Lida.
Muchos opinan que el tiempo de relativa paz que Hechos 9:31 relata permitió a
Pedro moverse con libertad, ahora, algunos sugieren que dicho período de paz se
debió a la conversión de Pablo al cristianismo, recordemos que Pablo fue uno de
los principales perseguidores de la iglesia y esto debió detener por un momento
la persecución. No obstante, no todos están de acuerdo con este punto, ya que
Pablo no era el único que perseguía a la iglesia. Otra opinión más probable
seria considerar el hecho de que para este tiempo Calígula era el emperador de
Roma y buscaba colocar una imagen de él mismo haciéndose como dios en el templo
judío, esto desvió la atención de los lideres del sanedrín de su enfoque en
perseguir a la iglesia a negociar con el emperador para evitar tal sacrilegio,
al final lo lograron y al menos durante este tiempo, trajo un periodo de paz a
la iglesia.
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Mapa que muestra la ubicación de Lida |
Estos versículos son
preciosos porque nos muestran un poco más acerca de la iglesia en otras partes del
mundo diferentes a Jerusalén. Hasta el momento Lucas nos ha mostrado como la
iglesia inicio en Jerusalén, hay un relato breve de los inicios de la iglesia
en Samaria, y posteriormente veremos cómo el cristianismo llego a los pueblos
gentiles. Por supuesto, Lucas solo relata las partes históricas que están
relacionados con el propósito de su redacción, hoy por hoy, el texto bíblico no
relata la historia de la iglesia en otras partes del mundo o incluso, guarda
silencio respecto al progreso de la iglesia en Galilea, recordemos que Galilea
fue la región donde Jesús tuvo un ministerio muy fuerte, lamentablemente no
tenemos registro de ello.
UN PARALITICO ES SANADO COMO SEÑAL PARA QUE MUCHOS CREAN EN EL EVANGELIO
“Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que
estaba en cama, pues era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te
sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó. Y le vieron todos los
que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor”.
Hechos 9:33-35
Aquí vemos como el
cristianismo había llegado a la región de Lida y allí es donde Pedro conoce a
un hombre que tenía 8 años de estar postrado en una cama ya que era paralítico:
Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía
ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas,
Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó. Y le
vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron
al Señor. No sabemos
si Eneas era un cristiano, aunque pareciera que tenía fe para ser sanado, lo
cierto es que Dios conduce a Pedro hasta donde estaba este hombre con una gran
necesidad y su salvación serviría de gran testimonio para que los habitantes de
Lida creyesen el mensaje del evangelio. Aquí vemos la operación de un milagro
de sanidad de los cual podríamos comentar algunas cosas, lo primero, de
alguna manera Pedro sabía que Dios sanaría a Eneas ya que le dice: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. La seguridad de Pedro al declarar
semejantes palabras denota conocimiento previo, de alguna manera el Espíritu
Santo le había indicado tal cosa, porque el don de sanidad que vemos operar aquí
no era un don que Pedro lo pudiese usar a su libre voluntad, porque no es Pedro
el que sanaba, sino Jesucristo. Los que asocian el don de sanidad o de milagros
que aparecen allá en 1 Corintios 12 afirman que para que opere uno de estos
dones, llamados dones de poder, tiene que operar antes un don de revelación,
que asocian con los dones de palabra de ciencia o sabiduría. Lo segundo que
podemos comentar es que Pedro sabía que la operación milagrosa no era cosa
de él, sino era una obra de Jesucristo. Pedro sabía que la operación
milagrosa de sanidad no respondía a que él fuese alguna especie de super
ungido, o que Pedro tuviese algún tipo de supremacía por la cual debería
exaltársele, sino, la gloria pertenecía únicamente a Jesucristo y era por su
voluntad que esto pasaba, por ello, Pedro aclara que era Jesucristo quien lo
sanaba, no Pedro. Hoy en día muchos super ungidos hacen alardeo de su
supuesto poder para sanar y buscan la admiración de la gente haciéndose pasar
como los poderosos de Dios, pero la verdad es que la auténtica operación
milagrosa de una sanidad inmediata como esta obra por voluntad de Dios y para
gloria de Jesucristo. Lo tercero es que, esta sanidad inmediata fue operada
por voluntad divina para que las personas de Lida creyeran en Cristo: Y en seguida se levantó. Y le vieron todos los que habitaban en Lida
y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor. Podemos ver cómo el Señor respaldaba a su
iglesia con milagros portentosos para que las personas creyesen en el
evangelio, una sanidad fue suficiente para que las personas de Lida y Sarón
creyesen en Jesucristo como Dios y abriesen su corazón al mensaje del evangelio.
¿Aún pueden ocurrir milagros como estos hoy en día?
Algunos teólogos opinan que
la manifestación de estos tipos de dones espirituales como las sanidades inmediatas
a través de un obrero, los milagros, el hablar en lengua y otras señales fueron
manifestaciones poderosas del Espíritu Santo que se dio durante los primeros 100
años en los cuales la iglesia se abrió paso en todo mundo, pero que ahora
ya no se manifiestan como antes porque ya la iglesia se ha abierto brecha en
muchos países que reconocen el evangelio y, además, a diferencia de la época apostólica,
ahora ya se cuenta con la Biblia, el canon completo, y a través de su predicación
se obra la transformación del hombre por medio de la acción del Espíritu Santo.
Otros
no están de acuerdo con la afirmación anterior, creen que la manifestación de
dones espiritual y señales aun siguen vigentes, sin embargo, si somos
sinceros, difícilmente vemos en las iglesias de sana doctrina estos tipos de
manifestaciones de manera tan numerosa y seguida como ocurría en el tiempo de
la iglesia apostólica. La verdad es que Dios continúa siendo poderoso y la fe
es la que mueve montañas, muchos hemos sido testigos de grandes milagros de
sanidad que han dejado asombrados a los médicos que en determinado momento han
diagnosticado una enfermedad terminal y posteriormente resulta que dicha
enfermedad ya no existe. Testimonio de mujeres que la ciencia médica les diagnóstico
como imposible concebir hijos ahora son madres, y así, cuantos testimonios
tenemos de este tipo. También es de entender que vivimos en países donde el
evangelio se conoce y generalmente basta la Biblia para respaldar nuestro
testimonio, pero en otros países donde la Biblia o incluso el nombre de Cristo
no es conocido, como en el caso del tiempo de la iglesia apostólica, la manifestación
de este tipo de dones pudiera ser de gran ayuda, y recordemos, estos tipos de
manifestaciones del Espíritu se daban bajo esas circunstancias, no estaban
bajo el control o libre voluntad del obrero que lo realizaba y eran para
exaltar a Cristo como Dios y no para vanagloria del ministro, sirviendo como
una señal de que el mensaje que traía aquel obrero era verdadero.
Excelente explicación, hermano Walter, Dios Padre te cuide y te bendiga siempre por medio de Nuestro Señor Jesús y con la ayuda de su Santo Espíritu. Amén 🙏🙏🙏
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