Apocalipsis 20:15
INTRODUCCIÓN
En
Abril del 2014 se publicó en los noticieros de todo el mundo la noticia
catalogada como la peor tragedia del Monde Everest al causar no menos de 12
muertes y tres desaparecidos. Así, como esta noticia, muchas otras pueden ser
definidas como grandes tragedia, ya sea a nivel mundial, nacional o personal,
pero hay una que se puede definir como la peor de todas: ser condenado por toda
la eternidad en el infierno. En el libro de Apocalipsis nos describe el trágico
final que tendrán todos los impíos, un destino inexorable del cual no se podrá
escapar. En la Biblia encontramos las razones por la cueles esto constituye una
verdadera tragedia y también nos enseña como escapar de ello.
El lago de fuego |
I.
LA PEOR
TRAGEDIA ES NO ENCONTRARSE INSCRITO EN EL LIBRO DE LA VIDA.
La peor tragedia que puede acontecer en la vida de un
ser humano es no encontrarse inscrito en el libro de la vida. El concepto del
libro de la vida aparece 6 veces en el Nuevo Testamento, una en Filipenses y 5
en Apocalipsis, y se refiere a aquel libro donde Dios ha escrito los nombres de
todos los salvos: “Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que
combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los
demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida”,
(Filipenses 4:3). Por tanto, solamente los cristianos estaremos inscritos en
este libro, y todo aquel que no lo esté será condenado a una eternidad de
terribles tormentos: Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego. Si hay algo que podemos definir como la
peor de las tragedias es el no encontrarse inscrito en el libro de la vida y
ser arrojado al lago de fuego.
II.
JESÚS
ADVIRTIÓ LO TERRIBLE QUE ES LA CONDENACIÓN ETERNA.
Durante
su ministerio Jesús enseño la terrible realidad del infierno a tal punto que
fue el tema que más toco, y esto fue así porque quería que tuviéramos conciencia
de la existencia de este horrible lugar. En la Biblia este lugar se describe
como un
lugar donde la llama no se apaga: “Si tu mano te fuere
ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos
manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado”, (Marcos
9:43). Como un lugar de densa oscuridad:
“Y al siervo
inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de
dientes”, (Mateo 25:30). Como un
horno de fuego: “y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes”, (Mateo 13:42). También lo describe como un lugar de tormentos: “Y en el Hades alzó
sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su
seno” (Lucas 16:23). Un lugar de fuego y azufre que no da descanso a sus
habitantes: “Él
también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz
de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles
y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que
adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”, (Apocalipsis 14:10, 11). Un lugar lejos de la presencia de Dios: “Los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:9). En conclusión es la peor
tragedia que le puede pasar al ser humano.
En Lucas aparece una historia muy
descriptiva del tipo de tormentos que se experimentan en este lugar de
tinieblas conocida como la historia del rico y Lázaro, donde se nos dice que el
rico descendió al Hades, termino griego que literalmente significa lugar de los
muertos y cuyo equivalente hebreo es Seol, otros sinónimos para el infierno.
“Y
en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten
misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,
y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le
dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también
males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo
esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los
que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan
ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los
profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno
fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a
los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los
muertos”.
Lucas 16:23-31
En
estos versículos podemos observar algunos de los tormentos que le esperan a los
que terminen en este terrible lugar.
1. Las
necesidades físicas continúan en ese lugar: el hambre, cansancio, sed, entre
otras, sin poder satisfacerse: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para
que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua.
2. El dolor
físico de las quemaduras se experimentara sin descanso: porque estoy atormentado en esta llama.
3. Los
recuerdos de nuestra vida nos atormentaran: Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus
bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y
tú atormentado.
4. La sensación de no poder escapar: Además de todo esto, una gran sima está
puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí
a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
5. La
angustia por los familiares y amigos que aún no han muerto y no son salvos: Entonces le dijo: Te
ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco
hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este
lugar de tormento.
6. La
terrible sensación de fracaso al saber que en vida se pudo obedecer la palabra
de Dios y escapar de esta tragedia y no se hizo y ahora es demasiado tarde: Y Abraham le dijo: A
Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham;
pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a
los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
III.
LA ÚNICA
SALIDA PARA ESCAPAR DE ESTA TRAGEDIA ETERNA.
“Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya
ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más
las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas”.
Juan 3:16-19
La única
manera de escapar de esta terrible tragedia es a través de la fe en Jesucristo,
si lo negamos no tendremos ninguna oportunidad de escapar de las llamas del
infierno. El amar el pecado y rechazar a Jesús nos conducirá directamente a la
condenación eterna.
CONCLUSIÓN.
La peor
tragedia que le puede pasar a alguien es ser condenado en el infierno por toda
la eternidad, la única forma de escapar a este inexorable destino es
arrepentirnos de nuestros pecados y creer en la obra salvífica de Cristo.
Amén el hombre condenó al mundo.Jesucristo vino al mundo para que todos seamos salvos y nos dará la vida eterna.
ResponderBorrarAmén..... Solo JEHOVA DIOS TODO PODEROSO puede darnos la SALVACIÓN!
ResponderBorrarExelente comentario hermano m gustó mucho Dios le siga dando sabiduría y conocimiento.muchas gracias.
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