Sinopsis de Génesis (Parte I)



“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.

Génesis 1:1

INTRODUCCIÓN

                       El primer versículo de Génesis y con el que inicia toda la Biblia establece el principio de todo lo que hoy conocemos: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Estas palabras han sido objeto de gran debate a lo largo de la historia y establecen el prólogo de la historia de toda la humanidad. Génesis es el primer libro de la Biblia y es llamado por los judíos be-re-shith (רֵאשִׁית), palabra hebrea con el que inicia el libro y que significa: “en el principio”. Posteriormente, recibió el nombre de Génesis por la traducción del hebreo al griego en la Septuaginta la cual es una palabra griega que significa origen o comienzo. Así el libro de Génesis describe el comienzo de todo, del universo, del hombre, del pecado, de la redención, de la vida en familia, del matrimonio, de la corrupción social, de las naciones, de los diferentes idiomas, de la raza hebrea, etc. También el libro de Génesis ha sido llamado el semillero teológico de la Biblia ya que en él se encuentran las semillas de la mayoría de doctrinas bíblicas, como, por ejemplo, la doctrina de Dios, la doctrina del hombre, la doctrina de los ángeles, la doctrina del pecado, la doctrina de la salvación, la doctrina del Espíritu Santo, la doctrina de Cristo, etc. De esta forma Génesis nos presenta el inicio de todas las cosas.


Génesis
Sinopsis del libre de Génesis

AUTOR, FECHA Y LUGAR DONDE SE ESCRIBIÓ

                      En cuanto a la autoría del libro de Génesis, ya vimos que tradicionalmente se le atribuye a Moisés, al igual que el resto de los libros del pentateuco; sin embargo, ya consideramos que se ha desarrollado otra posición que afirma lo contrario y que tanto el libro de Génesis como los otros 4 libros del pentateuco son el resultado de la colección de varias secciones escritas por diferentes fuentes (teoría documentaria). A pesar de esto, mucha parte del pueblo cristiano, así como la tradición judía continúa atribuyéndole a Moisés la autoría de este libro. En cuanto a la fecha y el lugar donde se escribió el libro de Génesis, se cree que tuvo que haber ocurrido en el tiempo de su éxodo, antes de entrar a la tierra prometida, entre los años 1445 al 1440 a.C. en cuanto al número total de años que el Génesis cubre hay mucha incertidumbre, no obstante, la mayoría afirma que el principio de todas las cosas no podría superar los 6, 000 años de antigüedad. En este sentido, desde el llamamiento de Abraham hasta la muerte de José (Génesis 12-50), se estiman aproximadamente 300 años, y si asignamos unos 200 años a los acontecimientos narrados en Génesis 1-11, tendríamos un periodo de aproximadamente 2300 años narrados en el libro de Génesis.

cronología
Tiempo del libro de Génesis

CONTENIDO Y TEMÁTICA

                     En cuanto a su contenido y temática, podemos dividir el libro de Génesis en dos partes. La primera parte va desde el capítulo 1 al 11 y considera el inicio de la humanidad y todas las naciones. En esta primera parte se consideran la creación de todo el mundo y lo que en el habita, incluyendo al hombre, la caída del hombre y su expulsión del huerto del Edén, la historia de los primeros padres de la humanidad, el diluvio universal y el origen de todas las naciones. También se presenta la primera promesa de redención para la raza humana: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, (Génesis 3:15). La segunda parte de este libro va desde el capítulo 12 al 50, donde la temática gira alrededor de la historia del origen del pueblo israelita. Esta sección es la más grande y considera la historia de Abraham, el padre de la nación de Israel, así como la historia de los demás patriarcas, Isaac, Jacob, José y sus hermanos. El tema aquí se centra en el plan de Dios de redimir a toda la humanidad a través de la simiente de Abraham, que es Jesucristo: “Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”, (Génesis 22:15-18).  Como ya vimos anteriormente, la autoría de este libro se le atribuye a Moisés, quien se cree que lo escribió en el desierto de Sinaí alrededor del año 1425 a.C.


SINOPSIS DE GÉNESIS


I.                    La historia de la creación.

 

a)       De nuestro universo, (Génesis 1:1-25).

b)       Del hombre, (Génesis 1:26-31; 2:18-24).

 

II.                 La historia del hombre primitivo.

 

a)       La tentación y la caída, la personalidad y carácter del tentador, el castigo del pecado y la promesa del Redentor venidero, (Génesis 3).

b)       La historia de Caín y Abel (Génesis 4).

c)       La genealogía y muerte de los patriarcas, (Génesis 5).

d)       El juicio del diluvio (Génesis 6-8).

e)       El pacto del arco iris y el pecado de Noé (Génesis 9).

f)        La tabla del origen de las naciones (Génesis 10).

g)       La confusión de lenguas en Babel (Génesis 11).

 

III.               La historia del pueblo escogido.

 

a)       La vida de Abraham.

1.       Su llamamiento (Génesis 12).

2.       La historia de Abraham y Lot (Génesis 13-14).

3.       Las promesas de Dios hacia Abraham en cuanto a su descendencia y la tierra prometida (Génesis 15-18:1-15).

4.       La intercesión por Sodoma y Gomorra y su destrucción (Génesis 16:32-19).

5.       La vida en Gerar y el nacimiento de Isaac (Génesis 20-21).

6.       La prueba de obediencia de Abraham (Génesis 22).

7.       Muerte (Génesis 25:8).

 

b)       La vida de Isaac.

1.       Su nacimiento (Génesis 21:3).

2.       Su boda (Génesis 24).

3.       Los nacimientos de Esaú y Jacob (Génesis 25:20-26).

4.       Últimos hechos de su vida (Génesis 26-27).

 

c)       La vida de Jacob.

1.       Su astucia para adquirir la primogenitura (Génesis 27:1-29).

2.       La visión de la escalera espiritual (Génesis 28:10-22).

3.       Sus matrimonios y vida en Padán-aram (Génesis 29-31).

 

d)       La vida de Esaú.

e)       La vida de José (Génesis 37-50).

 

EL ORIGEN DE LA VIDA PRIMITIVA

                       Los primeros 11 capítulos del libro de Génesis nos presenta la historia del origen de la vida primitiva. A modo de introducción, en 11 capítulos podemos ver como el Señor creo los cielos y la tierra, así como los astros celestes y creo al ser humano colocándolo en el huerto del Edén, también vemos la caída del hombre y cómo después de ser expulsado del huerto, su descendencia se multiplico en esta tierra. Además de todo esto, vemos como el hombre desde el principio fracaso en su relación con Dios apartándose en pecados desagradables lo cual llevo al diluvio universal que termino con toda la vida conocida de aquel entonces, sin embargo, Noé hallo gracia ante los ojos de Dios y por medio de él y sus hijos fue preservada la vida del ser humano en esta tierra. No obstante, vemos como el hombre se volvió a rebelar en contra de su Creador en la torre de Babel y esto llevo a la confusión de lenguas lo cual los obligo a separarse y dispersarse por todo el mundo dando origen a todas las naciones.

La Historia de la Creación (Génesis 1-2) 

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.

Génesis 1:1-2

Con respecto a la historia de la creación podemos ver dos detalles en cuanto a ello. Lo primero es que Génesis presenta de manera clara y resumida la creación de todas las cosas en el universo. El libro de Génesis dedica dos capítulos a narrarnos la historia de la creación, el primer capítulo nos presenta de manera detallada cómo Dios creo todas las cosas en 6 días y en el séptimo descaso, y el capítulo 2 presenta un resumen de la creación y se enfoca de manera más extensa de la creación del hombre. De acuerdo con el libro de Génesis el Señor es el creador de todas las cosas que existen, revelando así la respuesta a la incógnita que el hombre tiene respecto a su origen. Hoy en día muchas han planteado hipótesis para responder a la pregunta: ¿De dónde venimos? Algunos han hablado acerca de la teoría de la evolución, de las eras geológicas de la tierra, del big bang, de la plantación genética de los extraterrestres entre otras. Todas estas, así como otras, carecen de un fundamento científico que demuestre que realmente son ciertas, pero nosotros los cristianos entendemos que todo proviene de Dios, el creador del universo. En general, la creación del universo se presenta bajo el siguiente esquema:

 

1.            Primer día, la creación del día y la noche: “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día”, (Génesis 1:3-5).

2.            Segundo día, la creación del cielo, la atmosfera y mares: “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo”, (Génesis 1:6-8).

3.            Tercer día, la creación de continentes y vegetación: “Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día tercero”, (Génesis 1:9-13).

4.            Cuarto día, la creación de los cuerpos celestes: “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto”, (Génesis 1:14-19).

5.            Quinto día, la creación de los animales del mar y las aves: “Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto”, (Génesis 1:20-23).

6.            Sexto día, la creación de los mamíferos y del hombre: “Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”, (Génesis 1:24-31).

7.            Séptimo día, Dios descanso de su obra perfecta: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”, (Génesis 2:1-3). Con todo esto, Dios reposo de sus obras porque todo era perfecto y no había más que hacer.

El segundo detalle que podemos observar en la historia de la creación es que Genesis también presenta con mayores detalles la creación del hombre la cual está narrada en Génesis 1:26-30; 2:7-9. En cuanto a la creación del hombre podemos decir:

1.       Lo creo a su imagen y semejanza colocándolo a la cabeza de su creación: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”, (Génesis 1:26).

2.       Lo creo de manera diferente. Mientras que todas las demás cosas fueron creadas por el poder de su palabra, con el hombre muestra el detalle de que lo formo del polvo de la tierra: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”, (Génesis 2:7).

3.       Creo a la mujer de una de sus costillas para que fuese su ayuda idónea: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”, (Génesis 2:18-25).

4.       Fue puesto en el huerto del Edén, un paraíso tropical, y lo comisiono para que cuidara y labrara el huerto: “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”, (Génesis 2:8-9).

5.       Dios comisionó al hombre para que cuidara y labrara el huerto. La dieta del hombre al principio era vegetariana, sin embargo, le era prohibido comer de los frutos de los árboles de la ciencia del bien y el mal, así como del árbol de la vida: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”, (Génesis 2:15-17).

6.       De acuerdo con los estudiosos, se cree que el Huerto del Edén estuvo ubicado en el medio oriente, cerca de la actual Iraq: “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente… Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates”, (Génesis 2:8, 10-14).


ubicacion-Eden
Posible ubicación del jardín del Edén


La Caída del Hombre, el Origen del Pecado (Génesis 3) 

“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”.

Génesis 3 :6-7

                  La respuesta al por qué existe el mal y el hombre atraviesa por tantos sufrimientos se encuentra en el capítulo 3 de Génesis. El libro de Génesis cómo ocurrió la caída del hombre ya que este fue creado perfecto delante de Dios. En este capítulo vemos como Satanás tiene su primera intervención en contra del hombre: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”, (Génesis 3:1-5). Como vemos, la serpiente siendo utilizada por Satanás, tentó a Eva para que comise del fruto del árbol que Dios les había prohibido comer: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”, (Génesis 3 :6-7). El apóstol Juan nos dice que todos podemos ser tentados en tres áreas, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”, (1 Juan 2:15-17). Si observamos, Satanás tentó a Eva en estas tres áreas:

 1.       En primer lugar, la mujer cedió a los deseos de la carne ya que vio que el fruto del árbol era apetitoso: Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer. Hoy en día muchos ceden a los deseos de la carne, su naturaleza pecaminosa desata toda clase de apetitos, los cuales Dios aprueba en su mayoría con ciertas regulaciones, pero el hombre siempre va en busca de lo prohibido.

2.       En segundo lugar, tenemos la tentación de los deseos de los ojos y la mujer fue tentada también de esta forma al mostrarse el fruto agradable a sus ojos: …y que era agradable a los ojos. Parecer haber una tendencia normal en el ser humano de dejarse cautivar desmedidamente por todo aquello que el alma pueda desear y que una vez que lo obtiene se deleitan enormemente por ello.

3.       Finalmente, la mujer cedió ante la tentación de la vanagloria de la vida ya que vio que el árbol era codiciable para alcanzar la sabiduría: … y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría. La vanagloria de la vida es el deseo desmedido de poseer riquezas, títulos o logros para presumirlos considerándose superior a los demás.


En cuanto a la caída del hombre por causa del pecado podemos citar las siguientes consecuencias que esto trajo sobre la vida del hombre:

 

1.       El hombre pierde su inocencia inicial: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”, (Génesis 3:7).

2.       El hombre pierde su comunión con Dios: “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”, (Génesis 3:8-9).

3.       El hombre es incapaz de reconocer su error: “Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí”, (Génesis 3:10-13).

4.       La sentencia contra Satanás: “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, (Génesis 3:14-15). Este día Dios estableció una enemistad entre la mujer y Satanás, entre su simiente y su de Satanás, y esto fue así porque de la mujer nacería el libertador del hombre, Jesucristo. Aquel día se dio la primera promesa mesiánica que arrojaba un rayo de esperanza para el hombre caído, el nacimiento del Mesías, al cual Satanás lo heriría en el calcañal, una herida menor, pero éste le provocaría una herida mortal aplastándole la cabeza.

5.       La sentencia contra la mujer: “A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti”, (Génesis 3:16).

6.       La sentencia contra el hombre: “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”, (Génesis 3:17-21).

7.       El hombre es expulsado del Edén: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida”, (Génesis 3:22-24).

 

Los primeros habitantes en la tierra (Genesis 4-5).

 

1.       Caín y Abel

Esta sección nos introduce a conocer a los primeros habitantes en la tierra y la vida que llevaban después de la caída. El capítulo 4 inicia presentándonos a los primeros hijos varones de Adán y Eva: “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra”, (Génesis 4:1-2). Vemos como Dios cumplía su promesa de fructificar y multiplicar al ser humano en esta tierra, así como estos hijos se dedicaron a los oficios más antiguos que la humanidad ha practicado. Vemos como Caín, el mayor se dedicó a la agricultura y Abel, el hermano menor se dedicó a pastorear. Además, en este capítulo encontramos la primera referencia a las ofrendas dadas a Dios: “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”, (Génesis 4:3-5). Como vemos, la ofrenda de Caín no fue de agrado a los ojos de Dios, posiblemente porque no ofreció un sacrificio de sangre ya que algunos creen que el día que Dios sacrifico a los animales para cubrir la desnudez del hombre quedo establecido que si derramamiento de sangre no habría remisión de pecados. No obstante, en la ley levítica existían ofrendas que no necesariamente provenían del sacrificio de animales (Levítico 2:1). A lo mejor el desagrado de Dios estuvo en el espíritu con el cual se escogieron, ya que mientras Abel escogió de lo mejor de sus ovejas, de sus primogénitos y lo más gordo, Caín no se preocupó por escoger lo mejor para su Señor. Lamentablemente esto desagrado tanto a Caín que lo llevaría a cometer un terrible pecado, el primer homicidio. Si nos damos cuenta dos cosas resalta este texto en cuanto a la actitud que Caía tomo: Se ensañó y decayó su semblante. La palabra enseñó viene del hebreo kjará (חָרָה), lo cual literalmente significa: “alguien que arde de cólera y celos”. También se nos dice que el decayó su semblante y estas palabras vienen del hebreo panín nafál (פָּנִים נָפַל), lo cual sugiere que su estado de ánimo se derrumbó totalmente. Por tanto, podemos ver como Caín tomo de la peor forma la reprensión de Dios, ya que permitió que su ser se llenara de ira y celos hacia su hermano y su estado de ánimo se derrumbó totalmente, en lugar de humillarse delante del Señor, pedir perdón y corregir su error. Lamentablemente esto lo llevo a cometer el primer homicidio: “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?  Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató”, (Génesis 4:6-8). Después de cometer este terrible pecado, el Señor confronto a Caín con su pecado, pero este nunca lo reconoció, antes afirmo no saber nada de su hermano y por ello fue castigado: “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara”, (Génesis 4:9-15). Esta es la primera vez que Dios maldice a una persona, y en este texto la palabra utilizada es arar (אָרַר), y en este sentido Dios está declarando duros juicios sobre la vida de Caín los cuales eran: convertirse en un errante y la tierra no le volvería a dar el fruto cuando la trabajara. Caín temía que yendo errante por la tierra alguien lo encontrase y lo matara, pero Dios no lo permite ya que lo sella con una marca la cual anunciaba el juicio que había sobre su vida, sin embargo, no sabemos qué tipo de señal fue la que Dios le puso a Caín, ni tampoco en qué lugar, algunos opinan que fue en su frente, pero eso no lo dice el texto bíblico, lo que si es cierto es que este hombre cargaba una señal visible que testificaba a todo aquel que lo veía el grave pecado que había cometido y su castigo por ello.

 

2.       Los descendientes de Set y Caín

A partir de Génesis 4:16 se nos presenta como los descendientes de la línea de Caín comienzan a multiplicarse: “Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc”, (Génesis 4:16-17). Vemos que Caín habito en la tierra de Nod y allí engendro un hijo llamado Enoc. A partir de aquí su descendencia comienza a multiplicarse y estos lejos de ser agradables a los ojos de Dios se desvían totalmente de sus caminos. En cuanto a los descendientes de Caín podemos inquirir en su carácter limpio por los nombres que recibieron y sus obras descritas en Génesis 4:18-24.

1.       Enoc engendro a Irad, su nombre hebreo es Irád (עִירָד) el cual es difícil de traducir y algunos sugieren que en este caso podría traducirse como “el hombre citadino”, ya que a excepción de su abuelo Caín que fue errante, este nació y creció en una ciudad, la cuidad que Caín le construyo a Enoc.

2.       Irad engendro a Mehujael, su nombre hebreo es mekjuyaél (מְחוּיָאֵל), el cual significa “abatido por Dios”. Como su antepasado Caín, Mehujael a lo mejor fue una persona que cometió alguna transgresión y por ello Dios le afligió.

3.       Metusael, hijo de Mehujael, cuyo nombre hebreo es Metushaél (מְתוּשָׁאֵל) el cual significa “Quien demanda su muerte”, u otros lo traducen como “hombre de espada”. En ambos casos su nombre nos sugiere un carácter violento.

4.       Metusael engendro a Lamec cuyo nombre en hebreo es Lémek (לֶמֶךְ) y se cree que significa “vigoroso”. Este llego a ser el primer polígamo de la historia humana ya que tomó dos mujeres para sí mismo, Ada y Zila.

5.       Ada fue madre de Jabal y Jubal. Jabal fue el padre de los que habitaban en tiendas criando ganado, es decir, fue nómada, y Jubal, su hermano, fue el padre de todos aquellos que tocaban el arpa y la flauta, naciendo así el uso de la música por parte del hombre. Los nombres de Jabal y Jubal suenan casi igual en hebreo, el primero en el hebreo es Yabál (יָבָל) y podría traducirse como “arrollo que fluye” y el segundo es Yubál (יוּבָל) y puede traducirse como “trompeta”, pero no la trompeta que conocemos sino más bien como un cuerno de carnero que es utilizado como instrumento de música.

6.       Zila fue madre de Tubal-caín y de una mujer llamada Naama, donde Tubal-caín y viene del hebreo Tubál-caín (תּוּבַל קַיִן) y parece ser una combinación de nombres que recuerdan a su antepasado Caín, aunque hay otros que afirman que significa “artesano”.

7.       Es curioso que aquí aparecen los nombres de tres mujeres y si consideramos su significado podemos aprender más acerca de esta primera sociedad. Vemos el nombre de Ada que vienen del hebreo Adá (עָדָה) la cual significa “adornada”, de allí que se cree que esta era hermosa y solo representaba un adorno para a los ojos de los hombres. Tenemos también a Zila, su nombre hebreo es Tsilá (צִלָּה) y significa “sombreada”, quizás porque hace referencia a su color de piel. Luego, tenemos a Noama cuyo nombre hebreo es Naamá (נַעֲמָה) y significa “placentera”, quizás porque a la vista de los hombres era un placer el verla por su gran hermosura. Los significados de los nombres de las mujeres nos sugieren el valor que les daban a ellas, eran nombres que describían no su carácter o virtudes sino su aspecto físico ya que eran vistas como un símbolo sexual. Todo esto nos muestra la perdición que existía en estos hombres, personas violentas, polígamas, que no valoraban a la mujer por sus virtudes sino por su aspecto físico, y aún más, Lamec expresa su carácter impío a través de un poema que el mismo compuso: “Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será”, (Génesis 4:23-24). Como vemos este hombre no tenía ningún respeto por la vida humana y llegaba al extremo de matar a alguien por una herida y tan grande era su arrogancia que decía que, si su antepasado iba a ser vengado 7 veces, él sería vengado 70 veces siete, es decir, 490 veces.

A la par de esta generación de hombres malos comenzó a levantarse otra muy diferente y que invocaba el nombre de Dios, esta fue la generación de Set, el tercer hijo de Adán y Eva: “Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”, (Génesis 4:25-26). En el capítulo 5 el libro de Génesis nos presenta el detalle de la genealogía de esta descendencia de Set la cual tiene 7 generaciones desde Adán, una descendencia diferente a la de Caín, ya que eran hombres y mujeres temerosos de Dios, posiblemente debido a la influencia de sus padres Adán y Eva los cuales les transmitieron esta maravillosa fe y así estos aprendieron a invocar el nombre del Señor: De estos versículos podemos opinar lo siguiente:

1.       La primera es que en estos versículos hacen referencia al hecho de que el hombre y la mujer han sido creados por Dios a su semejanza: “Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados”, (Génesis 5:1-3).

2.       Lo segundo que vemos en estos versículos es que a pesar de que el pecado había entrado al mundo, Dios bendijo a esta descendencia y los hizo fructíferos de tal forma que tuvieron muchos hijos e hijas. A Adán se le dio el hijo de donde vendría la descendencia del Mesías, Set, y aparte de eso lo hizo fructífero dándole hijos e hijas: “… y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas”, (Génesis 5:4-5).

3.       Lo tercero que notamos en estos versículos es la longevidad de esta descendencia. Es algo notable el ver la cantidad de años que estos hombres vivían: “Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió… Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió… Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió… Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió… Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió… Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió”, (Génesis 5:5-19) Si observamos esta lista el que menos vivió fue Mahalaleel, 895 años, aunque más adelante aparece Lamec con 777 años, y Matusalén es el que más años vivió y estos fueron 969 años. Mucho se ha hablado acerca de las razones por las cuales el hombre vivía tantos años en esta época. Recordemos que cuando Dios creó al hombre lo hizo perfecto y la muerte no tenía potestad de él, pero después que pecó, la muerte entro al mundo. Sin embargo, el hombre aún no había pagado los efectos terribles del pecado y su cuerpo a lo mejor aún gozaba parte de su antigua condición de perfección y eso le permitía vivir más años. A parte de todo esto recordemos que el hombre tenía una dieta totalmente vegetariana lo cual algunos sugieren que les ayudaba a tener una mejor salud, esto aunado al hecho de una mayor presión atmosférica que aumentaba el oxígeno que les permitía a sus cuerpos humanos regenerarse más rápido de sus heridas y prevenían muchas enfermedades, el medio ambiente no se encontraba contaminado y las condiciones climáticas eran tan diferentes a las que hoy tenemos, todo gracias a la bóveda de agua que existía arriba de la tierra: “E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo”, (Génesis 1:7-8).

4.       En cuarto lugar, fue una generación que tuvo descendientes que agradó a Dios.

 

a.        Por ejemplo, Enoc es conocido como el hombre que caminó con Dios y fue traspuesto para no ver muerte: “Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, (Génesis 5:21-24).

b.       El nombre de Matusalén sugería el juicio que vendría a la tierra por causa del pecado: “Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió”, (Génesis 5:25-27). Enoc tuvo a sus 75 años a Matusalén y de alguna manera su nombre sugiere el juicio que vendría sobre la generación perversa de su tiempo. Matusalén, su nombre proviene del hebreo Metushélakj (מְתוּשֶׁלַח), y su nombre algunos traducen como hombre de jabalina, pero hay otros expertos que afirman que Metushélakj (מְתוּשֶׁלַח) es un nombre compuesto que puede traducirse como: “su muerte traerá” o “cuando el muera vendrá”. ¿Qué traería su muerte? ¿Qué vendría después de su muerte? El diluvio.

c.        Noé fue un hombre justo a través del cual Dios traería el alivio para la tierra de todas las maldades del hombre: “Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió. Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet”, (Génesis 5:28-32).

 5.       Finalmente, A lo largo de estas 10 generaciones uno puede ver como su esperanza siempre estuvo en Dios y a pesar de la maldad que los rodeaba, hubo hombres que esperaron en su Señor la restauración de sus vidas a tal punto que uno de sus descendientes, Noé, alcanzo esa misericordia y tanto él como sus hijos se salvaron del terrible juicio que venía sobre la tierra.


LA PROPAGACIÓN DE LA MALDAD Y EL DILUVIO UNIVERSAL (GÉNESIS 6-8)

                   Los siguientes capítulos que van del 6 al 8 nos presentan como rápidamente la maldad del hombre se propago en la tierra lo cual desagradó en gran manera a Dios, esto lo llevo a tomar la decisión de destruir toda la vida del planeta a través del diluvio universal. Sin embargo, en medio de una generación perversa, Noé halló gracia ante los ojos del Señor y por medio de él preservo la vida de la raza humana ordenándole que construyera un arca donde se salvarían algunos animales y su familia. En estos versículos vemos el origen de la propagación de la maldad en todo el mundo, el primer juicio que viene por causa de la maldad y el primer medio de salvación que es el arca la cual es un tipo de Jesucristo.

 

Una Mezcla Pecaminosa

En Génesis 6:1-8 aparece como los hombres realizaron una mezcla pecaminosa: “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”, (Génesis 6:1-2). Muchos se han preguntado: ¿quiénes son los hijos de Dios? Prácticamente existen tres interpretaciones que se han dado a lo largo de la historia y aquí incluimos a los mismos judíos de tiempos antiguos. La primera es que los hijos de Dios son nobles o príncipes de entre los primeros habitantes y que las hijas de los hombres son plebeyas, la segunda es que los hijos de Dios son ángeles y las hijas de los hombres son mujeres, y la tercera es que los hijos de Dios son los descendientes de Set y las hijas de los hombres son las descendientes de Caín. La primera hipótesis fue formulada por los judíos, pero hoy en día tiene muy poca aceptación. En cuanto a la segunda interpretación que se ha dado de que los hijos de Dios son ángeles y las hijas de los hombres son mujeres, y ambas especies tuvieron sexo y dieron a luz a hombres de renombres que fueron gigantes, esta fue propuesta por los judíos en el periodo inter-testamentario. De hecho, hay un libro llamado 1 Enoc donde se relata este incidente, sin embargo, este libro es apócrifo y por tanto no goza del respaldo como lo tienen los libros del canon bíblico que son inspirados por Dios. Ahora bien, esta hipótesis que afirma que los hijos de Dios fueron ángeles que fornicaron con las mujeres está en contra de la afirmación de Jesús de que los ángeles son seres asexuales y por tanto no poseen impulsos sexuales y mucho menos tiene capacidad de reproducirse: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”, (Mateo 22:29-30). Por tanto, la teología conservadora cree que los hijos de Dios era la descendencia de Set, mientras que las hijas de los hombres eran las descendientes de Caín. Ahora bien, el titulo hijo de Dios tiene como propósito en este libro hacer referencia a una descendencia temerosa de Dios, muy contraria a la descendencia de Caín, tal y como lo consideramos en los dos últimos capítulos de este estudio. Ahora bien, de esta unión podemos señalar lo siguiente:

1.       Fue una unión que Dios desaprobó ya que los descendientes de Set que invocaban el nombre de Jehová se corrompieron al unirse con una generación perversa (Génesis 6:1-2).

2.       De esta unión vino una nueva descendencia la cual fue de gigantes que buscaron ser hombres de renombre (Génesis 6:3-4).

3.       Por medio de esta generación se dio paso a la maldad de una forma incontrolada ya que los designios de su vida eran de continuo solamente el mal (Génesis 6:3-5).

4.       El texto nos dice que Dios se arrepintió de haber hecho al hombre lo cual es un antropomorfismo que habla del dolor que Dios experimento de ver cómo el hombre se había desviado de sus caminos (Génesis 6:6-7).

5.       Ante el pecado del hombre Dios estable el primer juicio, el diluvio universal (Génesis 6:6-7).

6.       Sin embargo, vemos que Noé halló gracia ante los ojos de Dios (Génesis 6:8).

 

Noé un hombre justo (Génesis 6:9-10).

El libro de Génesis resalta a Noé al considerarlo una persona totalmente diferente a la del resto de personas de su generación: “Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet”, (Génesis 6:9-10). De acuerdo a este versículo podemos resaltar tres virtudes en cuanto a Noé:

1.       En primer lugar, Noé fue un varón justo, y las palabras varón justo se traduce del hebreo ish tsaddíc (דִּיק  אִיש), lo cual nos habla de un hombre que camina derecho, es decir, un hombre de integridad el cual se apartó de la inmundicia de este mundo y no siguió sus caminos a tal punto que llego a tener una buena relación con Dios.

2.       También se nos dice que Noé fue un hombre perfecto en todas sus generaciones, y en este texto la palabra perfecto se traduce del hebreo tamím (תָּמִים), lo cual hace referencia a algo que no posee ningún defecto y está completo, y en este sentido, Noé fue un hombre diferente y ejemplo de rectitud y madurez espiritual para las generaciones de su tiempo, no contaminado con las costumbres de su tiempo, lo cual lo hacía perfecto delante de Dios.

3.       Finalmente, Noé fue un hombre que caminó con Dios, como su antepasado Enoc, vivió siguiendo la senda de justicia en medio de una generación que solo siguió el mal camino.

                     Aquí también se nos especifica quienes eran los tres hijos de Noé: Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Estos tres hijos serán aquellos hombres de donde surgirán todas las naciones del mundo, lo cual consideraremos allá en el capítulo 10, no obstante, es interesante ver como Dios le dará una oportunidad a la humanidad a través de preservarle la vida a Noé y, en consecuencia, a sus hijos, pero todo esto fue posible gracias a que este hombre fue hallado justo en todas sus generaciones.

 

La construcción del Arca (Génesis 6:13-16).

La tierra llego a un punto donde la maldad llego a una situación intolerable para Dios: “Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra”, (Génesis 6:11-13). Fue por ello que Dios trajo el diluvio en aquella generación y en Génesis 6:13-16 le da a Noé la orden y especificaciones para construirla. La palabra arca se traduce del hebreo tebá (תֵּבָה), la cual hace referencia a una arquilla, es decir, tenía la forma de un cesto de juncos parecido al que se utilizó cuando Moisés fue dejado por su madre en el rio Nilo, de tal forma que el arca de Noé no era un barco, sino más bien una especie de casa o caja flotante, su finalidad era solo flotar y no tenía ningún medio de dirección para conducirlo en medio de las aguas. En cuanto a la construcción del arca, el Señor dio las siguientes especificaciones:

 1.       En primer lugar, se nos dice que debería hacer el arca de madera de gofer. La palabra gofer (גּיפֶר) es de origen hebreo y hace referencia a un tipo de madera, no obstante, por hoy no se sabe a qué tipo de madera se refiere. Algunos creen que se refiere al ciprés, otros que se refiere de manera general a aquellos arboles de madera resinosa. De manera general, las maderas se subdividen en dos grupos: maderas frondosas y maderas resinosas. Las maderas frondosas son más duras y por ello exigen ser trabajadas con técnicas y herramientas especiales, en contraste, las maderas resinosas son más fáciles de trabajar y por ende se cree que este tipo de madera es la que utilizo Noé.

2.       En segundo lugar, el Señor le da instrucciones en cuanto a la forma de cómo iba impermeabilizar el arca. Noé tenía que hacer aposentos al interior del arca y la tenía que calafatear con brea por dentro y por fuera, esto con el fin de recubrir los troncos de madera con una especie de asfalto y así lograba impermeabilizarla y evitar que el agua se filtrase al interior de ella.

3.       En tercer lugar, a Noé se le dan las medidas del arca. El codo fue una unidad de medida de longitud muy utilizada en varias culturas antiguas, como la mesopotámica y egipcia, esta variaba ligeramente de cultura a cultura, y en el caso del codo hebreo este equivalía a 45 centímetros y se media desde el codo hasta la punta del dedo medio. Considerando estos factores de conversión el arca tenía aproximadamente las siguientes medidas: 133.8 metros de largo; 22.8 metros de ancho con 13.38 metros de altura. Además, le dio detalles en cuanto a una ventana, una puerta y que terminaría con un codo de elevación.

 

El Diluvio Universal (Génesis 7-8).

En Génesis 7:1-10 tenemos los detalles referentes a Noé entrando en el arca junto con su familia y los animales, de acuerdo con el relato bíblico podemos ver como Dios muestra su amor hacia su creación que no solo decidido preservar la vida de los seres humanos a través de Noé, sino que también la vida de los animales preservando la vida de algunas parejas de ellos dentro del arca. Ahora, de acuerdo con el texto observamos que en el arca entraron siete parejas de animales limpios, varón y hembra, y una pareja de los animales que no son limpios, y así entraron al arca estos animales según su especie (Génesis 7:1-4). También es interesante ver que la cantidad de los animales limpios era mayor considerando que después del diluvio, algunos de estos iban a servir para ofrecerlos como sacrificios a Dios y como alimento, ya que después del diluvio, el hombre dejo de ser vegetariano y se le permitió comer carne. Una vez entraron Noé, su familia y los animales al arca, las aguas del diluvio vinieron a los siete días y todo habitante de la tierra pereció en este juicio: “Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca; ellos, y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie”, (Génesis 7:10-14). Ahora bien, en Génesis 7:11-24 vemos como las aguas del diluvio vienen sobre toda la tierra. De acuerdo con los detalles de este capítulo 7 podemos ver cómo fue que se dio este diluvio:

1.       Fue a los 600 años de la vida de Noé, a los diecisiete días del segundo mes que vino el diluvio, y con esta precisión el autor quiere dejar clara la veracidad histórica de este evento cataclísmico que ocurrió a nivel mundial (Génesis 7:11-12).

2.       Con respecto a cómo fue la inundación, se nos dice que fueron rotas todas las fuentes del grande abismo (Génesis 7:11-12), es decir, las fuentes de aguas subterráneas fueron abierta posiblemente por un enorme terremoto que provocó que el agua fluyera hacia afuera de la tierra provocando grandes inundaciones.

3.       Además de lo anterior, los mismos versículos nos dicen que las cataratas de los cielos fueron abiertas, o sea, la cúpula de agua que rodeaba toda la tierra y producía un efecto cálido sobre todo el planeta para que las planta se rociaran con ese vapor, cayó sobre la tierra, y su efecto fue tal que eran cataratas de agua que cayeron aquel día.

4.       Dios hizo llover sobre toda la tierra durante 40 días sin parar sobre la tierra provocando una total inundación sobre todo el planeta tierra.

5.       Después de 40 días de lluvia todo quedo cubierto por 150 días pereciendo toda vida sobre la tierra a excepción de Noé, su familia y los animales que lo acompañaban, todos ellos se salvaron en el arca la cual floto sobre la faz de las aguas (Génesis 7:17-24). Uno puede imaginarse la terrible escena, hombres y mujeres, niños y ancianos, todos corriendo, tratando de escapar a los montes más altos, muchos gritando y pidiendo clemencia, algunos quizás golpeando el arca y pidiéndole a Noé que abriera la puerta, pero esta puerta ya no se podía abrir, porque Dios la cerró al cumplirse los días de gracia que Él les había dado, 120 en total (Génesis 6:3), pero que desaprovecharon. Algunos opinan que en este tiempo de 120 años Noé no solo construyo el arca, sino también anuncio el juicio que venía a esa generación antediluviana, pero estos no creyeron: “Y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos”, (2 Pedro 2:5).

En Génesis 8:1-22 podemos encontrar el relato de cómo las aguas del diluvio bajaron y se nos dice que primeramente Dios hizo soplar un viento sobre la tierra y esto hizo bajar las aguas, esto con el propósito de evaporar el agua y comenzaran a concentrarse en las nubes, desapareciendo aquella capa de vapor que rodeaba al planeta y le daba su protección contra los rayos ultravioleta del sol y provocaba una presión atmosférica inferior a la que hoy conocemos. Además de esto, cerró las fuentes de aguas, las subterráneas y las que estaban en el cielo, aparte de que detuvo la lluvia provocando que las aguas comenzaran a disminuir progresivamente en un total de 150 días. Curiosamente, los mismos 150 días que la tierra paso cubierta de las aguas del diluvio, fueron las que tardaron en decrecer, de tal forma que el arca paso 300 días, pero no fue hasta los 17 días del mes séptimo que el arca reposo sobre el monte Ararat. Es decir, aproximadamente en el quinto mes las aguas comenzaron a bajar, pero no fue hasta el séptimo que el arca reposo en un monte, pero esto no significa que los pasajeros del arca bajaron, ya que las aguas aún no habían descendido totalmente, sino que fue hasta el décimo mes que esto pasó. En total, fueron 10 meses, 300 días, que el arca paso flotando desde que inicio el diluvio y se inundó toda la tierra, encalló en tierra, hasta que descendieron las aguas. Podemos observar como el autor le da un toque de autenticad histórica al hecho al detallar fechas, cantidad de días y lugar geográfico donde el arca encalló. De esta forma ocurrió este terrible cataclismo mundial que vino a la tierra por causa del pecado del hombre.

 

LA VIDA DE LOS HOMBRES DESPUÉS DEL DILUVIO (GÉNESIS 8:15-22: 9-11)

Desde Génesis 8:15-22 se nos comienza narrando los acontecimientos de los eventos referentes a la vida después del diluvio. Después de 370 días encerrados en el arca, sus puertas fueron abiertas y se le dio a la humanidad la oportunidad de comenzar de nuevo. La humanidad encuentra una oportunidad para hacer las cosas diferentes, para confiar en su Dios y hacerlo todo de acuerdo con su voluntad. Podemos ver como Noé espero pacientemente la confirmación de Dios para salir del arca, primero envió un cuervo para que inspeccionara si las aguas habían bajado en su totalidad, luego una paloma, hasta que esta ya no regreso (Génesis 8:6-12). Al salir del arca, Noé ofreció un holocausto en agradecimiento a Dios: “Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho”, (Génesis 8:20-21). A partir del capítulo 9 podemos ver como se desenlazan los diferentes acontecimientos que muestras como la humanidad comenzó a multiplicarse y a poblar la tierra de los tres hijos de Noé:

 1.       Dios vuelve a bendecir al hombre para que se multiplique y llene toda la tierra (Génesis 9:1-3). A diferencia del principio, ahora al hombre se le permitirá comer no solo frutas o vegetales, sino también carne de animal.

2.       Dios prohíbe que los animales sean comidos con su sangre, antes deben ser desangrados (Génesis 9:4). A través de esta orden vemos el respeto que Dios muestra a la vida de los animales al pedir que antes de comerse, el animal debe estar muerto.

3.       Dios establece la pena de muerte para aquel hombre que le quite la vida a otro hombre (Génesis 9:5-6).

4.       Dios ratifica su pacto con Noé (Génesis 9:8-17). Al inicio de la construcción del arca Dios hizo un pacto con Noé: “Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo”, (Génesis 6:18). Ahora aquí el Señor confirma aquello que ya había prometido. En estos versículos la palabra pacto que aparece se traduce del hebreo berít (בְּרִית), y hace referencia a un convenio que Dios hace con los hombres. Hay dos cosas importantes que debemos entender acerca de los pactos de Dios en la Biblia, la primera es que no es el hombre que hace pacto con Dios, sino el Señor es quien hace el pacto con el hombre. Aquí es Dios el que está haciendo el pacto con Noé y su descendencia. Lo segundo que debemos saber de los pactos es que hay pactos incondicionales y pactos condicionales. El pacto que Dios hace aquí es incondicional, no depende del hombre sino de la fidelidad del Señor, Dios cumplirá su pacto independientemente la fidelidad del hombre. Este pacto tenía como propósito confirmar de que Dios no volvería a destruir la vida de la tierra con otro diluvio.

5.       Noé planta una viña y al beber del vino se emborracha quedando descubierto de sus ropas en su tienda (Génesis 9:20). Este incidente nos enseña que, si nos confiamos, aun después de varias victorias en Dios y años de servicio fiel, el justo puede caer.

6.       Cam ve la desnudes de su padre y lo comenta a sus hermanos (Génesis 9:21-23). Muchos opinan que el pecado de Cam fue el haber ido a contar a sus dos hermanos que su padre estaba tirado y desnudo en medio de su tienda, en lugar de buscar la forma de cuidar su honra y, de hecho, algunos opinan que su actitud al momento de contarle a sus hermanos lo que había visto había sido en tono burlón.

7.       Cuando Noé despierta de su borrachera, se da cuenta de la actitud que tomo su hijo Cam y por ello maldice a su nieto Canaán (Génesis 9:24-27). Tratar de entender por qué el hijo es maldecido por el pecado de su padre es un desafío para muchos, sin embargo, podemos buscar con la ayuda del Espíritu Santo algunas respuestas que nos lleven a responderlas. Posiblemente, la misma actitud burlesca de su hijo Cam estaba presente en la de su nieto, Canaán, y esto desagrado tanto a Noé que termino maldiciéndolo. Lo otro es que a través de la conducta y practicas pecaminosas que las naciones descendientes de Canaán practicaron podríamos visualizar el carácter de él y por qué Noé lo maldijo. Los descendientes de Canaán llegaron a ser naciones cuyos pecados llegaron a colmar tanto a Dios que estableció un tiempo en el cual iban a ser juzgados y destruidos a través de la descendencia de Abraham a quienes les daría sus tierras, por ello, cuando Noé maldijo a Canaán estaba profetizando el futuro que les esperaba a las naciones que descendieron de él y que practicaron terribles pecados que Dios condenó.

8.       Noé muere (Génesis 9:28-29).

9.       Luego vemos como en Génesis 10 se nos presenta la tabla de las naciones las cuales descienden de los tres hijos de Noé, Sem, Jafet y Cam.

10.    Génesis 11:1-9 nos habla de la rebelión de Babel, donde el hombre después de haberse multiplicado se negó a dispersarse por toda la tierra y decidió construir una ciudad y una torre que llegara hasta el cielo como muestra de su grandeza.

a)       En estos versículos observamos que la humanidad tenia una sola lengua (Génesis 11:1).

b)       Comienzan a construir las primeras ciudades (Génesis 11:2-3).

c)       El hombre comienza a rebelarse en contra de Dios ya que se niega a dividirse (Génesis 11:4).

d)       Como consecuencia, Dios confunde las lenguas y esto los obliga a desistir de su obre y dividirse poblando toda la tierra (Génesis 11:5-9).

     11.    Génesis 11:10-26 nos presenta la descendencia de Sem que apunta a la línea de Taré.

     12.    Génesis 11:27-32 termina presentándonos la genealogía de Taré, el padre de Abraham y con ello se introducirá a la segunda sección de este libro donde nos hablará del origen del pueblo israelita.


tabla-naciones
Tabla de las naciones


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