Sinopsis de Génesis (Parte II)


 

“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”.

Génesis 12:1

sinopsis-Genesis
Sinopsis del libro de Génesis

 

INTRODUCCIÓN

                   Iniciamos hoy el estudio de la segunda parte de la sinopsis del libro de Génesis. Una sinopsis es un resumen y en este estudio intentamos resumir los acontecimientos más sobresalientes de los libros del Antiguo Testamento y hoy concluiremos con la del primer libro que aparece en nuestras Biblias, el libro de los orígenes, Génesis. A partir del capítulo 12 de este libro se inicia la segunda sección que trata acerca del origen del pueblo de Israel. La verdad es que el Antiguo Testamento narra la historia de Israel y los primeros 11 capítulos del libro de Génesis son una especie de introducción para explicar nuestro origen y el fracaso de la humanidad en acercarse a Dios. Ahora bien, Dios echa su plan de redimir a todas las naciones a través de un hombre llamado Abraham de cuya descendencia nacería aquel que habría de traer la salvación a aquellos que se arrepienten. Génesis 12-50 presenta la historia de los patriarcas de Israel. La palabra patriarca tiene su raíz etimológica en la palabra griega patriarjes (πατριάρχης), la cual a su vez es una palabra compuesta que significa: “el gobernante de una familia”. Desde este momento, el Antiguo Testamento se enfocará en presentar una serie de acontecimientos históricos que desencadenaran en el surgimiento del Mesías. Desde el Abraham hasta el Mesías los estudiosos han calculado un periodo de aproximadamente 2,000 años y en medio de estos otros acontecimientos importantes para la nación de Israel con intervalos aproximados de 400 años, tal y como lo observamos en el siguiente diagrama.

 

cronologia-Adan-Cristo
Esquema cronológico desde Adán hasta Cristo


ABRAHAM (GÉNESIS 12:1–25:11)

                   Abraham es considerado el personaje más importante del libro de Génesis y de la nación de Israel. Su importancia radica en el hecho de que su llamamiento constituye el inicio del plan de redención de Dios para con toda la humanidad ya que de uno de sus descendientes nacería el Mesías a través del cual traería el don de vida eterna y esto a su vez es el cumplimiento de aquella profecía mesiánica que aparece en Génesis 3:15. Además de esto, Abraham es considerado el fundador de dos naciones en la actualidad, Israel que vienen del linaje de Isaac y las naciones árabes que vienen del linaje de Ismael, aparte de todo esto, es considerado el padre de la fe de tres de las más grandes religiones del mundo como son el judaísmo, el islamismo y el cristianismo. En este sentido, el estudio de la vida de Abraham es clave para entender muchas cosas en cuanto a la relación de Dios con Israel, el por qué el Mesías es judío y el pacto Abrahámico.

 

            El llamamiento de Abraham (Génesis 12:1-4).

 “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”.

Génesis 12:1 

El capítulo 12 del libro de Génesis comienza con el llamamiento de Abraham. Para el momento de su llamamiento su nombre era Abram (אַבְרָם), el cual significa “padre exaltado”, sin embargo, su nombre seria cambiado por Dios en el futuro para llamarse Abraham (אַבְרָהָם) el cual significa “padre de multitudes” (Génesis 17:5). Prácticamente el llamamiento que Dios le hace es a dejar a su tierra y parentela con el fin de ir al lugar donde se convertiría en una gran nación: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”, (Génesis 12:2-3). Al considerar el llamamiento de Abraham podemos ver los siguientes detalles:


1.       Abraham era de edad de 75 años cuando Dios se le revelo (Génesis 12:4).

2.       Tanto Abraham como su familia eran idolatras entes de recibir el llamamiento de Dios (Josué 24:2).

3.       Se le promete que su descendencia seria de bendición y llegarían a ser una gran nación (Génesis 12:2-3).

4.       Vivía en Ur de los caldeos cuando recibió su llamamiento (Génesis 15:7).

5.       Cuando parte, no obedece el mandato de Dios de dejar toda su familia, sino se lleva a su padre y a Lot con él (Génesis 11:31; 12:4).

6.       Su esposa se llamaba Saraí, posteriormente su nombre se cambió a Sara (Génesis 12:5).

 

El pacto abrahámico (Génesis 12:2-3; 15:1-6; 17:1-10).

                El Señor hizo un pacto con Abraham y antes de salir le promete grandes cosas: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”, (Génesis 12:2-3). Partir de su tierra definitivamente fu un acto de fe porque recordemos que Abraham estaba seguro en Ur de los caldeos ya que para este tiempo era una tierra segura con una gran civilización, sin embargo, a pesar de todo esto, Abraham obedeció el llamamiento que Dios le hacía. Cuando salió Abraham de su tierra Ur de los caldeos el Señor le aseguro que si obedecía Él haría lo siguiente:

1.       Hacer de Abraham una gran nación.

2.       Bendecirlo.

3.       Engrandecer su nombre.

4.       Ser de bendición para otros.

5.       Bendecir a los que lo bendiga, maldecir a los que lo maldigan.

6.       Y su persona serian benditas todas las familias de la tierra.

A sus 75 años Abraham recibió esta promesa de parte de Dios y posteriormente se le ratificó la veracidad de estas promesas a través de un pacto: “Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia…  En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates”, (Génesis 15:1-6). Este pacto fue ratificado por el Señor a sus 99 años y como señal de ello le pidió a Abraham que se circuncidará y le cambio el nombre de Abram a Abraham, que como ya vimos significa “padre de multitudes”, en todo esto Abraham le creyó a Dios: “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros”, (Génesis 17:1-10). Este pacto, el pacto Abrahámico, consiste en convertir a su descendencia en una gran nación, incontable como las arenas del desierto, y este pacto es incondicional, es decir, Dios promete que se cumpliría independientemente de la fidelidad del hombre. La circuncisión llego a ser un rito fuerte en Israel el cual simbolizaba el pacto de Dios con Abraham y su descendencia. Esta consistía en una pequeña cirugía que removía el prepucio del pene. La circuncisión se le realizaba al niño a los 8 días después de nacer tanto a los israelitas como a sus esclavos y todo aquel que no se circuncidara tendría que ser cortado del pueblo (Génesis 14:11-14).

Ahora bien, de este pacto surgen otros cuatro que están íntimamente relacionados con el Abrahámico y que conducen a Cristo:

1.       Pacto Palestino: Este pacto es incondicional y declara que Dios cumplirá con el derecho de Israel de habitar para siempre la tierra de Canaán y aun cuando fuese dispersados por todo el mundo por causa de su rebelión, estos serían devueltos a su tierra siempre y cuando se volvieran a Él (Deuteronomio 30).

2.       Pacto Mosaico: Un pacto condicional que fue dado temporalmente a Israel y prometía bendecirlos si obedecían la ley de Dios. (Éxodo 20). Este pacto llegó a su fin con Cristo.

3.       Pacto Davídico: Un pacto incondicional que fue dado a David prometiéndole que su descendencia se sentaría para siempre en el trono y este se cumple en el Señor Jesucristo (2 Samuel 7).

4.       Nuevo Pacto: Es un pacto incondicional que se cumple con Cristo Jesús sellando con su muerte y resurrección la victoria final y el establecimiento de un nuevo y mejor pacto que se cumplirá con el reino milenial (Jeremías 31).


pactos
Los pactos de Dios con Israel


Los viajes de Abraham (Génesis 12-25).

Durante toda su vida, desde el momento de su llamamiento, Abraham vivió como nómada, en tiendas, creyendo que Dios cumpliría sus promesas que le daría la tierra de Canaán: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa”, (Hebreos 11:8-9). Como ya vimos, Abraham nació en Ur de los caldeos la cual era una antigua ciudad de Sumeria, esta fue fundada por una civilización llamada “ubaidian” de la que quedan muy pocos rastros y su mayor apogeo se calcula aproximadamente entre los años 3100-2000 a.C., sin embargo, su historia se rastrea hasta el año 1960 a.C. donde su población llegó a extenderse por toda Mesopotamia y hasta el Líbano. De acuerdo a las evidencias arqueológicas la educación estaba bien desarrollada en Ur, ya que se ha encontrado allí una escuela con su colección de tabletas de arcilla donde se aprendía a leer, escribir y diversas formas de aritmética. Allí se adoraba al dios luna, Nanna, dios pagano que seguramente Abraham y su familia adoraron. Entre Caldea y Egipto, los dos centros de civilización más importantes de esta época, se encontraba la región conocida como la Medialuna Fértil y la tierra localizada en medio de la Medialuna era desierta, pero la que estaba a lo largo del río Éufrates, a través del norte, y hacia el sur por Canaán hasta el Nilo, era verde y fértil. La forma de esta zona es como la de la luna en el cuarto creciente, y a esto se debe su nombre. Esta zona llamada Media Luna Fértil fungió como un perfecto camino que conectaba a Caldea y Egipto en el comercio, los comerciantes viajaban con sus caravanas de camellos de un lugar a otro sin correr los peligros del desierto. Por tanto, cuando Dios llamó a Abraham a salir de Ur de los caldeos, este viajo a través de esta zona llamada la Medialuna Fértil. Los capítulos del 12 al 25 del libro de Génesis describen los viajes de Abraham, donde Génesis 12–20 describen los viajes de Abraham durante sus 25 años antes del nacimiento de Isaac, mientras que Génesis 21–25 nos cuenta unas pocas cosas sobre los últimos 75 años de la vida de Abraham. Podríamos resumir los viajes de Abraham de la siguiente manera:

1.       De Ur de los caldeos a Harán, muerte de Taré, padre de Abraham (Génesis 11:31-32).

2.       De Harán a Siquem. Abraham erige un altar en Siquem porque Dios se le había aparecido (Génesis 12:1-7).

3.       De Siquem a Betel. Se erige un altar donde le ofreció un sacrificio al Señor (Génesis 12:8).

4.       De Betel a Egipto. Por la hambruna Abraham viaja a Egipto y miente con respecto a que Sara es su esposa por miedo a que lo mantén, faraón la toma para sí, pero Dios lo castiga con plagas y descubre la mentira de Abraham. Abraham es reprendido por faraón y es enviado de regreso a Betel (Génesis 12:10-16).

5.       De Egipto a Betel. Abraham invoca allí el nombre de Dios sobre el altar que ya había levantado. Los pastores de Lot tienen disputas por el lugar donde pastaban los rebaños de tal forma que Lot y Abraham se separan. Lot se mueve hacia Sodoma y Gómora (Génesis 13:1-17).

6.       De Betel a Hebrón. Se erige un altar (Génesis 13:18).

7.       De Hebrón a Hoba cerca de Damasco. Guerra de los reyes, Sodoma y Gómora pierden y captura a Lot. Abraham persigue a los reyes, rescata a Lot y recobra los bienes (Génesis 14:1-16).

8.       De Hoba a Hebrón. Abraham le da los diezmos del botín a Melquisedec, Dios le ratifica su pacto con él y le promete convertirlo en el padre de una gran nación, el ángel de Jehová se le aparece con dos ángeles y se le promete un hijo. Sara le sugiere a Abraham que se acueste con su esclava egipcia Agar para tener un hijo siguiendo las costumbres de esa región, de esa unión nace Ismael, pero luego Sara y Agar tienen problemas y Agar huye al desierto donde el Ángel de Jehová le dice que vuelva y se sujete a su ama prometiéndole que el niño no moriría y que de este nacería una nación fuerte. Agar llama al pozo donde Dios le hablo “el vidente que me ve”. Ocurre la circuncisión como señal del pacto. Los dos ángeles parten a Sodoma y Gomorra las cuales son destruidas por su pecado (Génesis 14:16-19).

9.       De Hebrón a Gerar. Abraham vuelve a mentir con respecto a que Sara era su esposa, Abimelec es reprendido por el Señor para que no la tome por esposa y Abimelec reprende a Abraham por su mentira. Nace Isaac, Agar e Ismael son echados al desierto y el Ángel de Jehová les ayuda para que no mueran (Génesis 20:1-3; 21:1-16).

10.    De Gerar a Beerseba. Abraham pacta con Abimelec (Génesis 21:31-33).

11.    De Beerseba al Monte Moriah. Abraham no niega ofrecer en sacrificio a su único hijo a Dios. Dios lo detiene y le bendice (Génesis 22:1-13).

12.    El regreso del Monte Moriah a Beerseba (Génesis 22:19).

13.    De Beerseba a Hebrón para adquirir la cueva de Macpela y sepultar a Sara (Génesis 23:1-2, 19-20).

14.    Abraham regresa de Hebrón a Beerseba. Muerte de Abraham (Génesis 25:7-8).

15.    Isaac e Ismael sepultan a Abraham en la cueva de Macpela (Génesis 25:8-10).

 

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Los viajes de Abraham


La fe de Abraham.

Si hay algo que sobresale en la vida de Abraham es su fe. La fe de este hombre se muestra desde su mismo llamamiento: “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”, (Génesis 12:1-3). Con respecto a su llamamiento podemos entender dos razones por las cuales sería difícil obedecer a Dios. En primer lugar, Abraham venia de una familia idólatra, acostumbrados a creer en varios dioses y que concebían el mundo como resultado de la intervención de muchos seres divinos, sin embargo, Abraham, contra todo pronóstico, dejando a un lado todo conocimiento idolátrico decidió creer en un solo Dios: “dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños”,  (Josué 24:2). En segundo lugar, el llamamiento de Abraham demandaba dejar la seguridad y tranquilidad de su hogar en Ur de los caldeos, para ir como extranjero a una tierra que ni siquiera conocía, esto demando gran fe de su parte: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”, (Hebreos 11:8-10). En tercer lugar, su gran fe de deja ver en el hecho de que le creyó a Dios de que sería padre de una gran nación a pesar de que era un viejo de 75 años cuando el Señor se lo prometió, pasaron 25 años antes de que se cumpliera la promesa y su esposa era estéril: “Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia”, (Romanos 4:20-22). De esta forma, Abraham creyó a Dios y esto le fue agradable al Señor, no obstante, el caminar de fe de Abraham no fue perfecto desde el principio, su jornada de fe se ve envuelta en altos y bajos que lo llevaron a convertirse en el gran padre de la fe. Si revisamos sus altos y bajos en la fe podemos destacar:

 

1.       Abraham obedece parcialmente, porque deja su tierra, pero se lleva consigo a su padre Taré y su sobrino Lot (Génesis 11:31).

2.       Por causa de una hambruna en la tierra de Canaán, Abraham se desvía a Egipto, flaqueando en su fe y cometiendo allí una mentira que provoca que faraón casi tome como esposa a su esposa por lo cual es reprendido y avergonzado teniendo que partir luego de regreso a Betel (Génesis 12:10-20).

3.       Cuando los pastores de Lot tuvieron contienda con los pastores de Abraham porque la tierra no alcanzaba para que pastaran en la misma tierra, Abraham muestra su fe permitiéndole a su sobrino Lot que escoja él primero la parte de la tierra que tomaría, creyendo así que Dios le bendeciría en cualquier lugar donde estuviera (Génesis 13).

4.       Abraham muestra su fe al momento de rescatar a su sobrino Lot y no permitir que el rey de Sodoma lo recompense por ello ya que no quería que nadie dijese que un hombre de esta tierra lo había enriquecido y así decide dar los diezmos del botín al Melquisedec, el sacerdote del Dios Altísimo (Génesis 14).

5.       La fe de Abraham fue agradable a Dios, porque este creyó cuando se le promete que a pesar de que no tenia un hijo y ya era viejo, se le daría un hijo y seria padre de una gran nación tan grande como la multitud de las estrellas, por ello Dios hace un pacto incondicional con él (Génesis 15).

6.       La fe de Abraham flaquea al aceptar la influencia de su mujer Sara de unirse con su esclava egipcia Agar y así tener un niño que pudiese ser su descendiente, así nace Ismael (Génesis 16).

7.       A sus 99 años Abraham decide seguir creyendo en Dios y este sella su pacto a través de la circuncisión. Al siguiente año nace Isaac (Génesis 17).

8.       Una vez más, Abraham flaquea en su fe al mentirle a Abimelec que Sara era su esposa y por ello casi comete un pecado tomándola como mujer y por ello es reprendido (Génesis 20).

9.       Abraham muestra su fe obedeciendo por orden de Dios la voz de su mujer Sara que arrojara fuera de sus tiendas a Agar e Ismael para que Isaac heredara todo lo que tenía sin ningún problema (Génesis 21:8-22).

10.    Abraham tiene su máxima prueba de fe al no negarle en sacrificio a su hijo único Isaac, por ello Dios jura por sí mismo que le bendecirá: “Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”, (Génesis 22:16-18).


ISAAC (GÉNESIS 21:1-6, 24, 25:20-28; 26-27:1-47; 35:27-29)

“Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado. Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo. Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo”.

Génesis 21:1-6

               Isaac fue el hijo en el cual se cumplió la promesa de Dios hacia Abraham. Isaac nació en la región del sur, probablemente en Beerseba (Génesis 21:14, 21:31), cuando Abraham tenía 100 años y Sara 90, siendo circuncidado a los 8 días de haber nacido. Su nombre en hebreo es Yitskjak (יִצְחָק) y suena como “risa” ya que tanto Abraham como Sara se habían reído incrédulamente ante la idea de tener un hijo a una edad tan avanzada (Génesis 17:17-19; 18:9-15; 21:6). En cuanto a su carácter, vemos a un hombre tranquilo, pacifico, pero de fe. El libro de Génesis habla muy poco de él, pero lo suficiente para conocerlo. Isaac vivió al sur de Canaán, en las cercanías de Gerar, Rehobot y Beerseba, se casó con Rebeca y con ella concibió dos mellizos, Esaú y Jacob. En cuanto a su vida podemos destacar los acontecimientos más relevantes:

1.       Su nacimiento fue un milagro, concebido de padres de edad avanzada y una madre que era estéril (Génesis 21:1-6).

2.       A su edad avanzada Abraham decidido enviar a su siervo Eleazar a conseguir una esposa para Isaac de la casa de su familia para asegurarse que no se casara con una cananea (Génesis 24:1-67).

3.       A sus 40 años Isaac se casó con Rebeca (Génesis 25:20).

4.       Isaac oró a Dios por la esterilidad de su esposa Rebeca y esta quedó embarazada (Génesis 25:21).

5.       Dios le rebela a Rebeca que estaba embarazada de dos hijos y que ambos luchaban en su vientre donde el mayor serviría al menor (Génesis 25:22-23).

6.       Nacen Esaú y Jacob a los 70 años de Isaac (Génesis 25:24-26).

7.       Isaac y Rebeca muestran preferencias en cuanto a sus hijos ya que Esaú era hombre de caza y su padre comía de ella, mientras que Jacob era hombre tranquilo y habitaba en casa junto con su madre (Génesis 25:27-28).

8.       Ocurre una hambruna en la tierra e Issac se va a Gerar y allí Dios le habla pidiéndole que no se vaya a Egipto y allí le confirma el pacto que había hecho con su padre y ahora estaría con él para bendecirlo (Génesis 26:1-6).

9.       Isaac comete el mismo error de su padre diciendo que Rebeca es su hermana por miedo que lo maten, pero Abimelec, rey de los filisteos lo descubre y amonesta por su mentira (Génesis 26:7-11).

10.    Las riquezas de Isaac crecen en gran manera porque Dios lo bendice y eso acarrea la envidia de los filisteos (Génesis 26:12-14).

11.    La envidia de los filisteos acarrea disputas con sus pastores y le quitan sus pozos, sin embargo, el carácter pacífico y tranquilo de Isaac se deja ver en el hecho que evita el pleito y se mueve de lugar abriendo nuevos pozos, donde continúan quitándoselos hasta que finalmente abre uno el cual ya no es disputado (Génesis 26:15-22).

12.    Isaac se dirige a Beerseba donde Dios se le aparece y confirma su compromiso de bendecirlo como lo hizo con su padre Abraham, allí Isaac edifica un altar e invoca el nombre del Señor (Génesis 26:23-25).

13.    Abimelec, rey de los filisteos, hace juramento con Isaac de no hacerse daño mutuamente ya que veían que el Señor estaba con él (Génesis 26:26-33).

14.    Su hijo Esaú se casó con dos mujeres hititas las cuales le causaron mucha amargura a Isaac y Rebeca (Génesis 26:34-35).

15.    Jacob, su hijo menor, lo engaña y creyendo que es Esaú le bendice (Génesis 27:1-47).

16.    Isaac muere a la edad de 180 años y sus dos hijos (Esaú y Jacob) lo sepultaron (Génesis 35:27-29).

 

JACOB (GÉNESIS 25:24-34; 27-35; 37:1-36; 47-48)

             Jacob es el tercer patriarca de la nación de Israel, hijo de Isaac y Rebeca, hermano mellizo de Esaú. Quizás podríamos decir que después de Abraham, el libro de génesis le da mucho realce a la vida de Jacob. La vida de Jacob ilustra perfectamente la lucha entre las naturalezas bajas y altas del hombre, así como un esbozo perfecto de cómo la naturaleza humana a descendido en el pecado, pero con la ayuda de Dios puede alcanzar grandes alturas. Su increíble anhelo por heredar la primogenitura y promesas de Dios lo llevan a conquistar grandes bendiciones que lo convertirían en el padre de una nación grande que llevaría el nombre que Dios le pondría después de vencer grandes pruebas, Israel. Veamos un resumen de los principales acontecimientos de Jacob:

1.       Pareciera que quería nacer de primero, porque el primogénito tenía el mayor derecho de la bendición, pero su hermano Esaú nació primero. Esto ilustra sus constantes luchas por querer ganar la primogenitura y bendiciones de Dios (Génesis 25:24-26). Su deseo de querer suplantar a su hermano en el primer lugar de nacer los llevo a llamarlo Jacob, y en hebreo es Yaakób (יַעֲקיב), el cual significa “el suplantador” o “el que toma del calcañar”.

2.       Jacob estafa a su hermano Esaú de sus derechos de primogenitura. Esaú le vende su primogenitura por un plato de guiso de lentejas (Génesis 25:29-34).

3.       Jacob engaña a su padre Isaac para que lo bendiga creyendo que era su hermano Esaú (Génesis 27:1-29).

4.       Jacob huye de su casa por miedo a las represarías de su hermano después que engaño a su padre y por consejo de su madre se va a Harán para escoger una esposa (Génesis 27:41; 28:1-5).

5.       Jacob tiene un sueño en Betel donde ve una escalera y ángeles subiendo y bajando de ella, allí entiende que Dios está con él y realiza un voto prometiendo que le daría el diezmo de todo si lo que le diere (Génesis 28:10-22).

6.       Jacob llega a Harán, se enamora de Raquel, hace un trato con su padre Labán para trabajar 7 años por ella, pero al cumplir su servicio, su suegro lo engaña dándole por esposa a su hermana mayor, Lea, (Génesis 29:15-30).

7.       Jacob trabaja otros 7 años para casarse con Raquel, una larga y sórdida lucha con su suegro que lo engaña una y otra vez y los problemas por los celos de sus mujeres (Génesis 30:1-43).

8.       Dios le dice a Jacob que vuelva a su tierra, este huye de su suegro Labán sin informarle (Génesis 31:1-21).

9.       Labán persigue a Jacob alcanzándole y le recrimina por haber huido, sin embargo, no le hace nada porque Dios le había intimidado para no hacerle daño. Jacob le recrimina por sus constantes engaños y duro trabajo realizado: “Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces. Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche”, (Génesis 31:38-42). Ambos, Jacob y Labán, se despiden en paz.

10.    De camino a su tierra, Jacob se encuentra con mensajeros celestiales y llama aquel lugar, campamento de Dios (Génesis 32.1-2).

11.    Se le informa que su hermano Esaú al ser informado de su regreso va en camino a encontrarlo con 400 hombres, envía presentes a su encuentro y temeroso de lo que le podría hacer divide su campamento en dos partes para que, si uno es atacado, el otro podría huir, así en su angustia acude a la oración (Génesis 32:3-12).

12.    Pasa luchando toda la noche con el ángel de Jehová y no lo suelta hasta que lo bendiga. Este vence y su nombre le es cambiado a Israel, porque había luchado con Dios y los hombres venciendo (Génesis 32:24-32). Jacob llama aquel lugar Peniel que significa “rostro de Dios”.

13.    Jacob tiene un encuentro amistoso con su hermano Esaú (Génesis 33:1-16).

14.    Su hija Dina es deshonrada y violada por Siquem, hijo de un jefe de familia de los heveos (Génesis 34:1-5).

15.    Sus hijos, Simeón y Leví, se vengan, matando a toda la familia de Siquem y esto angustia a Jacob por la mala fama que acarrea sobre ellos (Génesis 34:7-31).

16.    Dios le pide a Jacob que regrese a Betel y allí recuerda su pacto. Pide a su familia que saquen todos los ídolos y se purifiquen confirmando su fidelidad a Dios, construye un altar y adora a Dios (Génesis 35:1-15).

17.    La parcialidad paterna y los celos de sus hermanos provoca que vendan a José como esclavo a Egipto. Sus hijos engañan a Jacob haciéndole creer que su hijo favorito, José, había sido destrozado por una fiera salvaje (Génesis 37:1-36).

18.    Con el tiempo, José se convierte en el gobernador de Egipto y manda a traer a su padre y familia salvándolos de la hambruna (Génesis 45).

19.    Al borde de su muerte, Jacob bendice a sus nietos e hijos, profetizando acerca de su descendencia (Génesis 48-49:1-28).

20.    Jacob muere y su última voluntad es que sea enterrado en la cueva de Macpela, donde se encuentran los restos de sus padres (Génesis 49:29-33).

 

ascenso-descenso
Ascensos y descensos en la vida espiritual de Jacob

 

La descendencia de Jacob.

Durante su vida, Jacob tuvo muchos problemas por el hecho de haber practicado la poligamia, es decir, casarse con más de una mujer. Esto nos deja ver que el modelo de Dios siempre ha sido el matrimonio de un hombre y una mujer hasta que la muerte los separe. Entre los celos de sus mujeres y las preferencias con sus hijos, la vida de Jacob no fue fácil, esto creo enemistad entre sus hijos que termino con José vendido como esclavo en Egipto. En total, Jacob tuvo 4 mujeres las cuales le concibieron 12 hijos en el siguiente orden:

 1.       Los primeros cuatro hijos de Jacob en nacer fueron concebidos por Lea, esta tuvo 6 hijos, concibiendo primero cuatro de ellos:


a.        El primer hijo de Jacob en nacer fue Rubén, su nombre en hebreo es Reubén (רְאוּבֵן), este significa “ver al hijo”: “Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido”, (Génesis 29:32).

b.       El segundo hijo de Jacob en nacer fue Simeón, su nombre en hebreo es Shimeón (שִׁמְעוין), el cual significa “Dios escuchó”: “Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón”, (Génesis 29:33).

c.        El tercer hijo de Jacob en nacer fue Leví, su nombre en hebreo es Leví (לֵוִי), el cual significa “unión”: “Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví”, (Génesis 29:34).

d.       El cuarto hijo de Jacob en nacer fue Judá, su nombre en hebreo es Yejudá (יְהוּדָה), el cual significa “gratitud”: “Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz”, (Génesis 29:35).  

           2.       Otra de las mujeres de Jacob fue Bilha, sierva de Raquel, la cual fue dada por Raquel para que en su nombre le concibiera hijos, de esta forma ella tuvo dos hijos:


a.        El quinto hijo de Jacob en nacer fue Dan, su nombre en hebreo es Dan (דָּן), el cual significa “juicio”: “Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto, llamó su nombre Dan”, (Génesis 30:4-6).

b.       El sexto hijo de Jacob en nacer fue Neftalí, su nombre en hebreo es Naftalí (נַפְתָּלִי), el cual significa “lucha”: “Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí”, (Génesis 30:7-8).

             3.       Al ver que la sierva de Raquel le había concebido hijos a Jacob, Lea le entrego su sierva Zilpa para hacer lo mismo, de esta forma Zilpa le concibió dos hijos más:


a.        El séptimo hijo de Jacob en nacer fue Gad, su nombre en hebreo es Gad (גָּד), el cual significa “ha llegado la suerte”: “Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob. Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad”, (Génesis 30:10-11).

b.       El octavo hijo de Jacob en nacer fue Aser, su nombre en hebreo es Asher (אָשֵׁת), el cual significa “dicha”: “Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob. Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser”, (Génesis 30:12-13).

            4.       Luego, Lea le dio dos hijos más para llegar a ser la madre de 6 hijos de Jacob:


a.        El noveno hijo de Jacob en nacer fue Isacar, su nombre en hebreo es Yissaskár (יִשָּׂשכָר), el cual significa “él traerá una recompensa”: “Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar”, (Génesis 30:18).

b.       El décimo hijo de Jacob en nacer fue Zabulón, su nombre en hebreo es Zebulún (זְבוּלוּן), el cual significa “regalo”: “Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón”, (Génesis 30:20).

            5.       Al final, Raquel, la segunda mujer con la que se caso Jacob le dio dos hijos:

a.        El décimo primer hijo de Jacob en nacer fue José, su nombre en hebreo es Yoséf (יויסֵף), el cual significa “que él añada”: “Y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo”, (Génesis 30:24).

b.       El doceavo hijo de Jacob en nacer fue Benjamín, su nombre en hebreo es Binyamín (בִּנְיָמִין), el cual significa “hijo de mi mano derecha”: “Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; más su padre lo llamó Benjamín”, (Génesis 35:17-18).

 

JOSÉ (GÉNESIS 30:22-24; 37;39-41; 45;15; 46:29; 50:19-21)

                   José fue el hijo un decimo de Jacob en nacer, pero el primogénito de Raquel, la mujer que tanto amo (Génesis 30:22-24). A diferencia de sus otros 10 hermanos mayores, José fue más amado por padre de su padre, aparte de esto a José se le dio una túnica de diferentes colores lo cual en aquel tiempo vestían los hijos destinados a ser cabeza de la familia, esto disgustaba en gran manera a sus hermanos y acarreaba los celos de ellos: “Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente”, (Génesis 37:2-4). Lo que empeoro aun mas el odio de sus hermanos hacia José fueron los sueños de este dónde Dios le revelaba que un día sus hermanos se inclinarían ante él: “Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, más su padre meditaba en esto”, (Génesis 37:5-11). Estos sueños los hicieron enojar aún más, y algunos de ellos querían matarlo, pero en vez de esto, decidieron venderlo a unos comerciantes que pasaron por Dotán. Esos hombres eran descendientes de Ismael y estaban en camino a Egipto. Los hermanos de José pensaban que jamás lo volverían a ver y engañaron a su padre, haciéndole pensar que los animales salvajes habían despedazado a José (Génesis 37:12-28).

 

            José esclavo de Egipto.

La vida de José no fue fácil desde el momento que fue vendido como esclavo en Egipto y durante estos años sufrió mucho durante sus años de esclavitud en Egipto, pero a pesar de sus problemas, siempre honraba a Dios. Fue vendido a Potifar un funcionario del faraón y durante este tiempo se puede ver cómo Dios estaba con él prosperándolo en todo: “Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia”, (Génesis 39:1-6). Sin embrago, José fue tentado por la esposa de Potifar cuando esta le insinuó que se acostara con ella, pero este no quiso pecar en contra de Dios y su amo Potifar, por ello un día trato de obligarlo que se acostara con él, pero al rechazarla esta lo acuso injustamente de querer violarla y por ello fue a parar a la cárcel (Génesis 39:7-20).

Estando en la cárcel, Dios no se olvido de José y prosperaba todo lo que hacia de tal forma que gano el favor del encargado de la cárcel: “Tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba”, (Génesis 39:20-23). Estando en prisión uso el don de rebelar el significado de los sueños de dos prisioneros, el panadero y copero del rey, en el caso del copero quedo libre, mientras que el panadero fue condenado a muerte, todo de acuerdo con la interpretación que José les había dado, José le suplico al copero que no se olvidara de el cuando estuviera libre, pero este se olvidó de él (Génesis 40).

 

            José gobernador de Egipto.

La fidelidad de Dios es grande y esto se deja ver en la historia de José. José fue vendido por sus hermanos como esclavo y así llego a servir en la casa de Potifar, luego fue acusado injustamente por la mujer de Potifar de intentos de violación lo cual lo llevo a la cárcel y estando allí interpreto los sueños del copero del rey revelándole que seria restituido a su puesto. Sin embargo, un día faraón tuvo sueños que lo perturbaron y no encontró quien se los revelara: “Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño. Le parecía que estaba junto al río; y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón. Se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y que después de ellas salían otras siete espigas menudas y abatidas del viento solano; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón”, (Génesis 41:1-8). Fue aquí donde el copero se acordó de José y le dijo a faraón que en la cárcel existía un hombre que podía interpretar los sueños y fue allí donde José fue llamado a su presencia el cual le dio la interpretación de este: “Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima. Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre”, (Génesis 41:25-36). De esta forma José le interpreto los sueños a faraón advirtiéndole que venían 7 años de abundancia y 7 años de hambruna, por los que era clave que faraón eligiera un hombre para que dirigiera todo Egipto a reunir en graneros todo el alimento posible para hacerle frente a los 7 años de hambruna de tal forma que José fue elegido gobernador de todo Egipto.

 

            José gobernador de Egipto y salvador de su familia.

Debido al respaldo de Dios, José se convirtió en el gobernador de Egipto ya que el mismo faraón entiendo que no había otro hombre mas sabio y adecuado para este puesto y así se le dio como esposa a Asenat, hija de Potifera sacerdote de On y se le conoció en Egipto a José con el nombre de Zafnat-panea (Génesis 41:37-57). Durante este periodo José tuvo dos hijos cuyo significado de sus nombres nos hablan de cómo Dios había traído un tiempo de paz y descanso después de sus duras pruebas: “Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: Dios me hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. Y llamó el nombre del segundo, Efraín; porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”, (Génesis 41:51-52). Fue durante los 7 años de abundancia que José procreo a sus dos hijos y reunió todo el alimento necesario para alimentar a Egipto en los 7 años de hambruna que se venían. Fue así que esta hambruna alcanzo a la familia de Jacob el cual envió a sus hijos a Egipto por alimento, pero todo termina en que José se dio a conocer a sus hermanos y manda a llamar a su padre para que habiten en la tierra de Gosén convirtiéndose así en el salvador de su familia (Génesis 42-47).

            José un tipo de Jesús.

                Es increíble considerar la vida de José ya que la Biblia resalta su gran integridad y fidelidad a Dios. Ahora bien, existen muchas similitudes entre la vida de José y la de nuestro Señor Jesucristo por lo que lo convierte en un tipo de Él. consideremos por qué decimos que José es un tipo de Jesús:

 1.       José al igual que Jesús fue amado de su padre (Génesis 37:3).

2.       Fue a buscar a los hermanos perdidos y aborrecido por ellos (Génesis 37:4-15).

3.       Tanto José como Jesús fue vendido por un precio miserable (Génesis 37:28).

4.       Tanto José como Jesús fueron tentados para fallarle a Dios, pero ambos triunfaron (Génesis 39:7-19).

5.       Ambos fueron condenados injustamente (Génesis 39:13-20).

6.       Ambos muestran su gran misericordia al perdonar el pecado de sus hermanos (Génesis 45:15).

7.       José muestra su similitud en Cristo al pagar bien por mal (Génesis 50:19-21).

 

2 comentarios:

  1. ¡Excelente! También cabe destacar que el nombre Zafnat-Panea significa El Salvador. Lo que convierte a José un reflejo de Cristo, no solo por el nombre, sino por el hecho de que por su causa el pueblo de Israel, Egipto y todos sus alrededores no perecieron en la hambruna, un acto que serviría de profesía de lo que el Mesías esperado "Cristo" haría pero a mayores escalas (el mundo entero) y con propósitos eternos (salvación del alma). Allí un paso más serca de la promesa de Dios a Abraham de que de su descendiencia serían benditas todas las naciones de la tierra. ¡¡Gloria a Dios!!

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  2. Genesis 22:18, "En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto escuchaste a mi voz".

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