Sinopsis de Éxodo (Parte I)



“Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia”.

Éxodo 1:1

INTRODUCCIÓN

            Éxodo es el segundo libro que aparece en la Biblia, el segundo libro del Pentateuco y el nexo perfecto que une el libro de Génesis con el resto de libros de la ley de Moisés, Levítico, Números y Deuteronomio. En el libro de Génesis vimos como la familia de Jacob entró en Egipto y habito en la tierra de Gosén siendo José el gobernador de la tierra. El libro finaliza con la muerte de Jacob y José, luego en Éxodo se continua el relato presentando los hechos que le precedieron. El segundo libro de Moisés es llamado por los judíos elé shemot (אֵלֶּה שֵׁם), o simplemente, Shemot, que literalmente significa, “Estos son los nombres”, ya que así comienza el primer versículo de este libro: “Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia”, (Éxodo 1:1). Luego, debido a la Septuaginta, la traducción del hebreo al griego del Antiguo Testamento, se le llamó Éxodo, ya que se tradujo de la palabra griega éxodos (ἔξοδος) que se usó en Éxodo 19:1 la cual significa “Salida”. De esta forma, el libro de Éxodo es el segundo libro del Pentateuco que narra la historia de Israel, desde la muerte de José hasta la construcción del Tabernáculo en el desierto. Este libro considera la continuación de la historia de Israel en tierra de Gosén, en Egipto, su esclavitud, el llamamiento de Moisés para liberar al pueblo de Dios, las 10 plagas de Egipto, la institución de la pascua, su salida de Egipto, su llegada al monte Sinaí, el decálogo y la construcción del tabernáculo. En total, este libro comprende dos años en la vida de Israel, desde su salida de Egipto y su estadía en el monte Sinaí donde recibe la ley de Dios.


Éxodo
Sinopsis del Libro de Éxodo

AUTOR Y FECHA EN LA CUAL OCURRIÓ EL EXODO

                 En cuanto a l autoría del libro, tradicionalmente se le atribuye a Moisés, sin embargo, cuando estudiamos el pentateuco consideramos la teoría documentaria que afirma cosa diferente. El libro de Éxodo comienza aproximadamente 400 años después que la familia de Jacob se asienta en Gosén, sin embargo, aun hoy se vuelve difícil determinar la fecha en la cual se dio el éxodo de Israel, pero en medio de varias propuestas hay dos posturas dominantes, pero aun así se vuelve difícil determinar cuál es la fecha más acertada de la salida de Israel de Egipto. Consideremos ambas posturas.

            La fecha temprana de la salida de Israel de Egipto.

La primera postura, la fecha temprana, fecha la salida de Israel de Egipto alrededor de 1445 a.C. La fecha temprana basa su afirmación en dos pasajes de la Escrituras que ayudan a establecer el acontecimiento en el tiempo, estos son 1 Reyes 6:1 y Jueces 11:26. De acuerdo a 1 Reyes 6:1, Salomón comenzó la construcción del templo 480 años después de la salida de Egipto, luego Jueces 11:26 presenta una afirmación de Jefté, un juez de Israel, que dice que para ese momento Israel ya tenía 300 años de haber ocupado ciudades en la región de Moab que estaban en disputas. Si la fecha temprana es correcta, Tutmosis III, el gran conquistador y constructor, fue el faraón que esclavizó a Israel y Amenhotep II fue el faraón del Éxodo. Hay evidencias que Tutmosis IV fue el sucesor de Amenhotep II no fue el hijo primogénito de éste, lo cual validaría el relato de Éxodo que afirma que su primogénito murió en la décima plaga. Además de esto, las cartas de Amarna descubiertas por la arqueología registran cómo los vasallos de Egipto en Canaán relataban a los faraones Amenhotep III y Amenhotep IV en el siglo XIV cómo la tierra de Canaán estaba siendo conquistada por los “habiru”, y según la arqueología, y habiru fue un término con el cual los egipcios llamaron a los esclavos lo cual concordaría con la conquista de Canaán al mando de Josué. Sin embargo, no está comprobado el hecho de que a los hebreos se les haya llamado habiru.


Tiempo-Éxodo
Esquema cronológico del Éxodo

            La fecha tardía de la salida de Israel de Egipto.

La segunda postura en cuanto a la fecha de la salida de Israel de Egipto es la fecha tardía, la cual sitúa el éxodo alrededor del año 1290 a.C., esta se apoya en los descubrimientos arqueológicos y Éxodo 1:11 que declara que los israelitas esclavos edificaron las ciudades de Pitón y Ramesés, donde Ramesés fue una ciudad que recibió su nombre del faraón Ramsés II. Ramsés I reinó en Egipto en el año 1310 a.C. y estableció la dinastía decimonovena, luego, su hijo, Seti I (1308–1290 a.C.) le siguió en el trono, siendo este el faraón que esclavizó a Israel y a su muerte reinó Ramsés II (1290–1224 a.C.) quien fue el faraón del éxodo. Muchos se apoyan es esta fecha para determinar la salida de Israel de Egipto aun presenta problemas al querer armonizar las fechas con los pasajes de 1 Reyes 6:1 y Jueces 11:26.


CONTENIDO Y TEMÁTICA

                 Teológicamente, podemos decir que el tema principal en el mensaje del libro de Éxodo es la liberación. El libro de Éxodo muestra cómo Dios libera a su pueblo de la esclavitud en Egipto para cumplir las promesas dadas a Abraham de hacerlos heredar la tierra de Canaán: “Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo”, (Éxodo 3:7-8). Los manuscritos del Éxodo están generalmente bien conservados y poseen pocas dificultades de interpretación. Se han hallado más de treinta fragmentos del libro de Éxodo en las cuevas de Qumrán (Los rollos del Mar Muerto) que datan de una época inmediatamente anterior a la vida del Señor Jesucristo. El protagonista del libro de Éxodo es Moisés, el cual fue elegido por Dios para liberar a un pueblo que era esclavo en Egipto y convertirlo en una gran nación. Todo esto demuestra como la fe de los creyentes tiene validez a lo largo del tiempo, porque a pesar de que habían pasado más de 400 años de esclavitud, Dios se acordó de las promesas hechas a Abraham, el cual creyó que el Señor cumpliría su palabra: “Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios”, (Éxodo 2:23.25). de esta forma, el libro de Éxodo relata el inicio del cumplimiento de la promesa dada a Abraham de convertirlo en padre de una gran nación, lo cual se cumple aun siendo Israel un pueblo esclavo y sin mayores virtudes.


SINOPSIS DE ÉXODO

I.                    El Periodo de la Esclavitud en Egipto.

a.        Israel es oprimido por Egipto (Éxodo 1).

b.       Sucesos en los primeros 40 años de Moisés.

                                                               i.      Su nacimiento y adopción como hijo de la hija de faraón (Éxodo 2:1-10).

                                                             ii.      Intento de Moisés de ayudar a los hebreos (Éxodo 2:11-14).

                                                           iii.      Huida de Moisés a Madián y su nueva vida como pastor (Éxodo 2:15-21).

II.                  El periodo de la Liberación.

a.        El llamamiento de Moisés (Éxodo 3:1-10).

b.       La comisión de Moisés, excusas y respaldo divino (Éxodo 3.11-22; 4).

c.        Su primer encuentro con faraón y las represarías de este al pueblo (Éxodo 5).

d.       Instrucciones de Dios hacia Moisés y Aaron, la vara se convierte en serpiente y los magos imitan el milagro (Éxodo 6-7:1-13).

e.        Las 10 plagas sobre Egipto (Éxodo 7:14-25; 8-11; 12:29-36).

f.        La pascua (Éxodo 12:1-28).

III.                El periodo de la salida de Egipto al monte Sinaí.

a.        La salida de Egipto (Éxodo 12.37-43; 13:1-16).

b.       El paso del Mar Rojo (Éxodo 13:17-22; 14-15:1-21).

c.        Las pruebas y experiencias en el camino a Sinaí

                                                               i.      Experiencias en Mara y Elim (Éxodo 15:22-27).

                                                             ii.      El maná y las codornices (Éxodo 16).

                                                           iii.      El agua en la roca (Éxodo 17:1-7).

                                                           iv.      El ataque de los Amalecitas y su posterior derrota (Éxodo 17:8-16).

                                                             v.      El consejo de Jetro a Moisés (Éxodo 18).

IV.                El periodo de Israel en el Sinaí.

a.        La llegada al Sinaí (Éxodo 19).

b.       Los diez mandamientos (Éxodo 20).

c.        Proclamación de otras leyes (Éxodo 21-24).

d.       Instrucciones para construir el Tabernáculo (Éxodo 25-27).

e.        Vestiduras sacerdotales (Éxodo 28).

f.        La adoración del becerro de oro (Éxodo 32).

g.       Preparación y construcción del Tabernáculo (Éxodo 35-40).


EL PERIODO DE LA ESCLAVITUD DE ISRAEL EN EGIPTO

                   Después del Génesis, vemos que la familia de Jacob se ubicó en tierra de Gosén, en Egipto, luego al iniciar el libro de Éxodo, el autor nos muestra lo que había ocurrido tiempo después de la muerte de Jacob y sus hijos: “Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que, viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés”, (Éxodo 1:1-11). El capítulo 1 de este libro nos enseña que ocurren dos cosas relevantes que determinaron el futuro de Israel como nación. En primer lugar, los hijos de Israel se multiplicaron en gran manera después de la muerte de Jacob y sus hijos, mostrándonos como la bendición de Dios estaba sobre ellos, tanto así que se aumentaron en gran número y se fortalecieron en extremo. En segundo lugar, vemos que se levantó otro faraón que no conoció a José y todo el bien que le hizo a Egipto, el cual temió el crecimiento de Israel como nación y decidió esclavizarlo. Aquí surge una interrogante que ha inquietado a los estudiosos del Éxodo y que algunos consideran que invalida la validez del libro por no encajar con los datos históricos del antiguo Egipto que hasta hoy se tienen: ¿Cómo es que este faraón no conoció a José si éste llego a ser un hombre prominente en su tiempo que trajo salvación a la nación? ¿Por qué no existen evidencias arqueológicas en jeroglíficos que validen el hecho histórico de José como gobernador de Egipto y de Israel como pueblo esclavo? Bueno, la misma historia nos puede ayudar a responder estas preguntas. De acuerdo a los descubrimientos, tenemos el hecho de otra civilización que gobernó por un tiempo el territorio de Egipto desde el siglo XVIII hasta el año 1570 a.C. Para este periodo una civilización extranjera cuya procedencia aun no es del todo claro emigro a Egipto y poco a poco las incursiones militares de estos termino expulsando a los egipcios de su tierra, esta civilización es conocida en la historia como los hicsos. Por tanto, fueron los hicsos aquellos que estaban gobernando la tierra de Egipto en el tiempo en cual José fue gobernador, luego con el tiempo, los egipcios volvieron a echar fuera a los hicsos y recuperando el control total de su tierra, estos borraron de las esfinges y paredes, toda escritura jeroglífica que daba testimonio de los hicsos como gobernadores de Egipto, ya que fueron muy odiados por ellos y no cabe duda que en este proceso toda evidencia histórica de lo que José hizo en Egipto debió desaparecer. De ser así, el faraón del capítulo 1 de Éxodo no conoció la historia de José, porque ocurrió en el tiempo que los hicsos gobernaban Egipto y fue así que este decidió esclavizar a los israelitas. En este capítulo podemos resaltar lo siguiente:


1.       El hecho de que aun cuando Israel era oprimido por los egipcios, Dios los multiplicaba aún más (Éxodo 1:12-14).

2.       Al ver faraón la multiplicación de la nación, faraón ordeno a las parteras Sifra y Fúa que mataran a aquellos que nacieran varones, pero a las niñas les conservaran la vida. Sin embargo, estas no obedecieron y por ello Dios las bendijo (Éxodo 1:15-21).

3.       En su intento de frenar el crecimiento de los hebreos, faraón mando a echar al rio a todos los niños (Éxodo 1:22).

 

MOISÉS, SU NACIMIENTO, LLAMAMIENTO Y LIBERTADOR DE ISRAEL

                Moisés, junto con Abraham y David, es considerado como uno de los tres personajes más influyentes y grandes en la historia del pueblo de Israel. Para Israel, Moisés es considerado como un gran legislador, libertador, dirigente, mediador, profeta y gran hombre de Dios, hoy por hoy, es reconocido por sus obras, tanto para el pueblo judío como por el pueblo cristiano, autor no solo del Pentateuco, sino también del libro de Job, según algunos opinan. Vivió 120 años, los cuales se dividen en tres ciclos de 40 años, los primeros 40 años los vive como el hijo de la hija de faraón, en la corte de faraón, los otros 40 años de su vida los vive en Madián, apacentando las ovejas de su suegro Jetro, donde recibe el llamamiento de Dios para liberar a su pueblo Israel de la esclavitud en Egipto, luego, sus últimos 40 años los vive en el éxodo, es decir, desde la salida de Israel de Egipto hasta poco antes de que Israel entre en la tierra prometida.


            Los primeros 40 años de Moisés en la corte de faraón.

Moisés paso sus 40 primeros años en la corte de faraón. De acuerdo al libro de Éxodo, la orden de faraón de echar a todos los niños varones recién nacidos al rio ocurrió durante su nacimiento, sin embargo, su madre al verlo hermoso trató de ocultarlo 3 meses, pero no se le fue posible seguir haciéndolo, por lo que decidió colocarlo en una sesta y dejarlo en el rio: “Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste”, (Éxodo 2:1-6). Según esto vemos como la hija de faraón sintió compasión del niño y así decidió criarlo como si se tratara de su propio hijo. En cuanto a los primeros 40 años de Moisés en la corte de faraón podemos decir lo siguiente:

 1.       Sus padres eran de la tribu de Leví (Éxodo 2:1), y su padre se llamó Amram y su madre Jocabed: “Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años”, (Éxodo 6:20).

2.       Sus hermanos fueron Aaron (Éxodo 4:14) y María (Éxodo 15:20).

3.       Desde su nacimiento fue un niño hermoso lo cual reflejó de alguna manera lo especial que llegaría a ser (Éxodo 2:2) y esto provocó que su madre lo ocultara 3 meses: “En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre”, (Hechos 7:20).

4.       Para huir de sus perseguidores, lo ocultaron entre las cañas en una arquilla: “Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río”, (Éxodo 2:3).

5.       Fue adoptado por la hija del faraón (Éxodo 2:4-10).

6.       La hija de faraón le puso por nombre Moisés: “Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué”, (Éxodo 2:10). Su nombre en hebreo es Moshé (משֶׁה), sin embargo, se cree que este nombre tiene orígenes en el idioma de los egipcios, y de acuerdo al texto de Éxodo 2:10 significa “sacado de las aguas”.

7.       Como hijo de la hija de faraón, Moisés fue bien educado en la corte de faraón: “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”, (Hechos 7:22). Como hijo de la hija de faraón recibió una buena educación, tanto en la ciencia, medicina e idioma de los egipcios, así como debió aprender el arte de la guerra entre otras disciplinas.

8.       A pesar de su crianza como egipcio, se sintió identificado con los israelitas lo que sugiere que con el tiempo llego a descubrir su procedencia: “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado”, (Hebreos 11:24-25).

9.       Por su afinidad hacia los hebreos, mató a un egipcio que maltrataba a un esclavo: “En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena”, (Éxodo 2.11-12).

10.    A pesar de este intento por acercarse a los israelitas, estos le rechazaron y el asunto de su homicidio se supo, lo cual lo obligo a huir: “Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; más ellos no lo habían entendido así. Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos”, (Hechos 7:23-29).

11.    Moisés, al ser rechazado por los israelitas, huyo a Madián, esto ocurrió a sus 40 años: “Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián”, (Éxodo 2:13-15).

 

            Los 40 años de Moisés en Madián.

Hasta este momento, Moisés tenía 40 años y había vivido en la corte real de los egipcios. A lo mejor su gran educación en la corte de los egipcios (Hechos 7:22) le había hecho creer que era la persona que Dios había escogido para liberar a sus hermanos hebreos de la esclavitud y por eso su carácter impulsivo y violento lo llevó a matar con sus propias manos a un egipcio que maltrataba a un hebreo, sin embargo, su orgullo y confianza se vieron destruidas al darse cuenta que los hebreos lo rechazaron y que faraón se dio cuenta del asunto, lo cual lo obligo a huir en total humillación (Hechos 7:23-29). Por tanto, éste huyo a Egipto y llegó a Madián, donde habito y se caso con la hija de Jetro o Reuel, como también se le llama en algunas ocasiones: “Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas. Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas. Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma. Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés. Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena”, (Éxodo 2:16-22). Durante este tiempo que duro 40 años el Señor continuó con la formación de su siervo, ya había pasado 40 años en Egipto estudiando la ciencia, arte y lenguas de los egipcios, ahora Dios lo moldearía en el desierto con el fin de completar su entrenamiento. Pero, ¿en qué le ayudaron estos 40 años en el desierto a Moisés? En primer lugar, como pastor de ovejas aprendió la lección de la humildad y paciencia ya que llegaría el tiempo que como hace un pastor con sus ovejas, debería pastorear al pueblo hebreo, un pueblo terco, indefenso y inexperto en los peligros del desierto. En segundo lugar, conoció los peligros del desierto, lo cual lo ayudaría durante su travesía con Israel por este. Finalmente, aprendería a depender de Dios, en medio del silencioso desierto, aprendería a escuchar la voz del Señor. De esta forma, Moisés pasó 40 años de su vida en el desierto y a sus 80 años recibe el llamamiento de Dios para liberar a su pueblo.

 

            Los 40 años de Moisés como libertador de Israel.

A sus 80 años de vida, Moisés recibe el llamamiento de Dios para convertirse en el libertador de Israel: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”, (Éxodo 3:1-5). En cuanto a la revelación que Moisés recibió de Dios podemos considerar:

 1.       Dios se le manifestó a través de una zarza que no se consumía: “Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía… Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí”, (Éxodo 3:2,4).

2.       Dios le deja claro a Moisés que es un ser santo y aun la tierra que pisaba lo era por causa de manifestación de su presencia en ese lugar: “Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”, (Éxodo 3:5).

3.       El Señor se revela con el mismo Dios que pactó con Abraham y su descendencia: “Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios”, (Éxodo 3:6).

4.       Dios revela que la aflicción de su pueblo no le es ajena y que no ha olvidado su pacto con Abraham: “Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen”, (Éxodo 3:7-9).

5.       Dios llama a Moisés para ser el libertador de Israel: “Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel”, (Éxodo 3:10).

Sin embargo, ante el llamamiento que Moisés recibe, este busca la forma de evadirlo por considerarse no ser la persona adecuada para la misión que Dios le estaba dando. Increíblemente, este era un Moisés diferente, hace 40 años atrás cuando estaba en la corte de faraón creía ser la persona mas competente para liderar el pueblo a su libertad; pero ahora, después de 40 años de formación en el desierto, su carácter había sido moldeado por Dios y era un hombre totalmente diferente. Por ello, Moisés expresa cuatro excusas para no obedecer el llamamiento de Dios, pero el Señor le promete su ayuda, lo cual nos enseña que cuando somos llamados por Él, seremos respaldados. Veamos estas cuatro escusas y las respuestas de Dios a ello:

 

1.       Moisés le dice a Dios que él no es la persona adecuada para la misión por sus limitaciones personales: “Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”, (Éxodo 3:11). Dios le promete su presencia divina que le respaldaría en todo lo que haría: “Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte”, (Éxodo 3:12).

2.       Moisés le dice a Dios que no conoce su nombre y cómo presentaría a un Dios desconocido: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?”, (Éxodo 3:13). Sin embargo, el Señor le da autoridad divina a través de:

a.        Revelarle su nombre para que lo de a conocer a su pueblo: “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además, dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos”, (Éxodo 3:14-15).

b.       Le da autoridad delante de los lideres de su pueblo: “Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto”, (Éxodo 3:16).

c.        Le da autoridad para liberar al pueblo de la esclavitud y cumplir así la promesa de Dios a Abraham de darle a su descendencia la tierra prometida: “Y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel”, (Éxodo 3:17).

d.       Le dio autoridad para ser su representante delante de faraón: “Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios”, (Éxodo 3:18).

e.        Le dio autoridad para hacer grandes obras milagrosas en su nombre: “Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir”, (Éxodo 3:19-20).

3.       Moisés le dice a Dios que los israelitas no lo escucharan y teme la incredulidad de ellos: “Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová”, (Éxodo 4:1). Sin embargo, Dios refuta la excusa de Moisés dándole dones espirituales que le permitían hacer obras milagrosas que respaldarían sus palabras: “Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra”, (Éxodo 4:2-9).

4.       Moisés se excusa de no ser el hombre para la misión porque era tartamudo y no iba lograr expresarse con elocuencia: “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”, (Éxodo 4:10). Muchos creen que la razón por la cual Moisés daba esta excusa no era tanto porque era tartamudo, ya que en el libro de los Hechos de los Apóstoles se nos dice que fue un hombre educado en la corte de faraón y poderoso en palabras (Hechos 7:22). Mas bien, el problema era que no conocía bien el idioma de los hebreos, ya que desde niño se le enseño el egipcio y por tanto se le volvería difícil comunicarse con ellos. A esto Dios respondió que Él le daba el habla al mudo y le puso a Aarón como su interprete: “Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios”, (Éxodo 4:11-16).

De esta forma, Moisés sin más excusas se dirigió nuevamente a Egipto para ser el instrumento que Dios habría que usar para liberarlo. Así Moisés llego a Egipto y con la ayuda del Señor, Israel fue liberado y así lo condujo al Monte Sinaí, donde recibió los diez mandamientos y otras leyes que se encuentran registradas en Levito, allí en el Monte Sinaí pasaron dos años, pero luego, al partir rumbo a la tierra prometida ocurre la rebelión en Cades Barnea, donde el Señor los condena a vagar por el desierto, allí vagan 38 años y justo antes de entrar a la tierra prometida, Moisés muera a la edad de 120 años. Podríamos resumir este periodo de 40 años de Moisés de la siguiente manera:

 1.       Moisés es llamado por Dios (Éxodo 3).

2.       Moisés regresa a Egipto (Éxodo 4:20).

3.       El anuncio de la liberación (Éxodo 4:29-31).

4.       La oposición de Faraón (Éxodo 5:2).

5.       El trabajo del pueblo es aumentado (Éxodo 5:7-8).

6.       Las Diez plagas.

a.        El agua se convierte en sangre (Éxodo 7:14-25).

b.       La plaga de ranas (Éxodo 8:1-15).

c.        La plaga de piojos (Éxodo 8:16-19).

d.       La plaga de moscas (Éxodo 8:20-32).

e.        La plaga en el ganado (Éxodo 9:1-7).

f.        La plaga de úlceras (Éxodo 9:8-12).

g.       La plaga del granizo (Éxodo 9:13-25).

h.       La plaga de langostas (Éxodo 10:1-20).

i.         La plaga de las tinieblas (Éxodo 10:21-29).

j.         Israel celebra la pascua y la plaga de la muerte de los primogénitos es enviada (Éxodo 12:14-29).

       7.       El éxodo inicia, los egipcios los persiguen, el mar rojo se divide, Israel pasa al otra lado y los egipcios mueren ahogados (Éxodo 12:27-15:19).

       8.       Las experiencias de Mara y Elim (Éxodo 15:23-27).

       9.       El Maná es enviado (Éxodo 16:14-15).

      10.    El agua de la peña (Éxodo 17:1-7).

      11.    La derrota de los amalecitas (Éxodo 17:8-13).

      12.    El consejo de Jetro (Éxodo 18:13-23).

      13.    Israel se establece dos años en el monte Sinaí.

a.        La llegada al monte Sinaí (Éxodo 19:1-2).

b.       Moisés sube al monte por primera vez para reunirse con Dios (Éxodo 19:3-20).

c.        Los diez mandamientos (Éxodo 20:1-17).

d.       Moisés sube por segunda vez al monte Sinaí y permanece 40 días (Éxodo 24:18).

e.        El becerro de oro y el castigo por la rebelión (Éxodo 32:1-28).

f.        Moisés vuelve a subir al monte Sinaí por tercera vez, intercede por el pueblo, desarrolla una comunión intima con Dios y recibe otras tablas de la ley (Éxodo 32:30-32, 33-34:1-10).

g.       Moisés permanece 40 días en el monte Sinaí por segunda vez (Éxodo 34:27-28).

h.       Se erige el tabernáculo (Éxodo 40:1-38).

       14.    Del Sinaí a Cades Barnea.

a.        La columna de nube (Números 10:11-12).

b.       Israel se queja ante Dios y son castigados con fuego (Números 11:1-3).

c.        Israel se vuelve a quejar y desea la comida egipcia (Números 11:4-6).

d.       Moisés se desanima al oír las quejas del pueblo (Números 11:10-15).

e.        70 ancianos son establecidos para ayudar a Moisés (Números 11:16-17).

f.        Dios envía codornices al pueblo que se queja por solo comer maná (Números 11:31-35).

g.       Las quejas de Aarón y María en contra de Moisés, el Señor castiga a María volviéndola leprosa, Moisés intercede por ella (Números 12).

       15.    Israel se estable en Cades Barnea, envían a los 12 espías de los cuales 10 de ellos informan de manera negativa al pueblo diciendo que la tierra que Dios les había prometido estaba llena de gigantes y que todos morirían en ella (Números 13:26-33; 14:1-10).

        16.    La ira de Dios se desata sobre los rebeldes, Moisés intercede nuevamente por el pueblo, pero Dios condena a esa generación a morir vagando por el desierto y no les permite entrar en la tierra prometida (Números 14:11-45).

        17.    Israel vaga 40 años errantes en el desierto.

a.        Dios condena a Israel a andar errante en el desierto (Números 14:33).

b.       Apedrean a un hombre que quebranta el sábado (Números 15:32-36).

c.        La rebelión de Datán, Coré y Abiaram (Números 16:1-40).

d.       El pueblo murmura en contra de Moisés y Aaron, la ira de Dios se desata a través de una terrible mortandad y Aarón intercede por ellos (Números 26:42-50).

e.        María, hermana de Moisés muere (Números 20:1).

f.        El pueblo se queja de sed y Moisés golpea dos veces la peña, pecando contra Dios (Números 20:2-13).

g.       Edom se reúsa a que Israel pase por su territorio (Números 20:14-22).

h.       Aarón muere (Números 20:23-29).

i.         Las serpientes venenosas y la serpiente de bronce (Números 21:5-9).

j.         Balaam, el profeta que se vendió por precio (Números 22-24).

         18.    Palabras de despedida y bendición de Moisés (Deuteronomio 32-33).

         19.    Moisés sube al monte Nebo y contemplando la tierra prometida (Deuteronomio 34:1-4).

         20.    Moisés muere a sus 120 años y es sepultado en Moab, en el valle que está frente a Bet Peor (Deuteronomio 34:5-7).

         21.    Israel llora y hace luto por la muerte de Moisés por 30 días (Deuteronomio 34:8).

         22.    Moisés vuelve a aparecer en la transfiguración de Cristo (Mateo 17:3).

 

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