“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas
Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y
yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde
entonces buscaba oportunidad para entregarle”.
Mateo 26:14-16
INTRODUCCIÓN
Llegamos a uno de los episodios relatados en este
evangelio según Mateo relacionados con la muerte de nuestro Señor Jesucristo en
la cruz del Calvario el cual es la traición de uno de los doce discípulos,
Judas Iscariote. De alguna manera estos versículos se complementan con los
primeros que aparecen en este evangelio y donde los líderes religiosos planean
la forma de cómo matar a Jesús, y ahora con esto, Judas Iscariote se los
facilita. Aquí se nos muestran una de los más viles pecados que una persona
puede cometer, y es la traición. La traición consiste en defraudar la confianza
de una persona de una forma que no se lo imaginaba, de allí que este pecado
lleva a los que la practican a adquirir una actitud vil e hipócrita. Por otro
lado, esta historia contrasta enormemente con la anteriormente relatada, ya que,
por un lado, vimos como una mujer ofreció un perfume de más de 300 denarios a Jesús
en los versículos anteriores; sin embargo, aquí vemos a un hombre mezquino que,
en lugar de ofrecer una ofrenda de amor a su Señor, decide venderlo por 30
piezas de plata. Este evento es relatado en los tres evangelios sinópticos y en
ellos vemos cómo Judas Iscariote busco a los principales religiosos para
entregar por dinero a su Maestro.
UNO DE LOS 12 TRAICIONA A JESÚS
“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas
Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y
yo os lo entregaré?” …
Mateo 26:14-15
Aquí vemos a uno de los doce discípulos que acompañaban a nuestro Señor Jesús a lo largo de su ministerio. Judas Iscariote es conocido entre los doce por su traición y su nombre aparece por primera vez cuando Jesús elige a sus doce que llamó apóstoles: “…Judas Iscariote, el que también le entregó”, (Mateo 10:4). Luego, lo volvemos a ver en estos versículos donde decide traicionar a su Maestro: Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes. Durante todo este periodo Judas había pasado al lado de Jesús, como uno de los 12 de su confianza, había sido instruido en la palabra junto a los demás y presenciado de primera mano todos los milagros que el Señor había realizado, sin embargo, ahora, después de tanto tiempo lo vemos traicionándolo. La pregunta sería, ¿por qué Judas tomó la decisión de traicionar a su Maestro? Lo cierto es que los evangelios no nos dicen la razón por la cual Judas llego a esta decisión, sin embargo, a lo largo de la historia se han planteado algunas sugerencias al respecto que podemos considerar.
En primer lugar, algunos creen que lo que llevo a Judas a traicionar a su Maestro fue su ambición por el dinero. Los que apoyan esta posición creen que Judas estaba molesto con Jesús porque los había reprendido por el hecho de que ellos habían criticado a la mujer que lo ungió en Betania: “Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella”, (Juan 12:4-6). De acuerdo a Juan, Judas era un ladrón y en estos versículos queda claro su pecado de ambición por las riquezas. Considerando esto, después de haber perdido la oportunidad de haberse robado parte de lo que valía el perfume que aquella mujer derramo sobre Jesús para ungirlo, Judas decidió ir a los ancianos y sacerdotes para negociar con ellos el entregárselo por un precio convenido: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Así que, en este sentido, Judas entregó a Jesús por causa de su ambición al dinero.
La segunda teoría del por qué Judas traiciono a Jesús es que, Judas estaba decepcionado de su Maestro ya que este esperaba que como el Mesías los guiara a una guerra civil en contra de Roma para liberarlos de su yugo y al ver que no seria así, decidió traicionarlo. En los tiempos de Jesús existía un grupo terrorista que se conocía con el nombre de los zelotes, de hecho, uno de sus discípulos había pertenecido a este grupo: “… Simón llamado Zelote”, (Lucas 6:15). Los zelotes eran un grupo nacionalista muy violento que espera terminar con la opresión romana por medio de la espada y eran conocidos como sicarios que asesinaban con dagas a sus víctimas. Algunos creen que Judas perteneció a este grupo y que cuando se unió a Jesús creía que su misión era restaurar el reino de Israel por medio de la fuerza, pero al pasar el tiempo y escuchar que el mensaje de Jesús era el amor y el perdón, se desilusiono traicionándolo.
La tercera hipótesis en cuanto a por qué
Judas traicionó a Jesús es una especie de mezcla entre la primera y la segunda
teoría presentada. Algunos opinan que ciertamente Judas era una persona
ambiciosa de ganar dinero y que vio la posibilidad de hacerlo vendiendo a su
Maestro, pero también, entendió que a menos que Jesús se viera sometido a una
prueba difícil donde los romanos amenazaran su vida, este se defendería y así desencadenaría
el movimiento subversivo en contra de Roma, así que decidió tomar ventaja de
esto y ganar doblemente. Por un lado, creía que ganaría algo de dinero
vendiéndolo, pero quizás estaba seguro que su Maestro se defendería de sus
captores iniciando la lucha en contra de la nación extranjera que los oprimía.
De hecho, a lo mejor, no era el único que creía que esto de defenderse de sus
enemigos por medio de las espadas iba a ocurrir, porque los discípulos estaban
armados con espadas con las cuales se esperaban defender cuando llegaron los
captores de Jesús: “Viendo
los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos
a espada?”, (Lucas 22:49). Si este era el
pensamiento de Judas y realmente creía que lo que Jesús necesitaba para liderar
en armas a los judíos era estar envuelto en una situación donde su vida se
viera amenazada por los romanos, y con esto creía que lo iba a logar; pero
realmente se equivocaba.
EL PRECIO DE UN ESCLAVO
“… y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo
entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata”.
Mateo 26:15
La ambición de Judas no deja de pasar de apercibido,
especialmente porque al final llega ofreciéndoles el entregarles a su Maestro a
cambio de dinero y al final estos acuerdan el precio de la traición: y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo
entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Las palabras piezas de plata se traduce
de una sola palabra griega, argúrion (ἀργύριον), y
realmente hacen referencia a un un objeto de plata, de allí que se traduce como
piezas de plata o monedas de plata. La verdad es que el precio por el
cual vendió Judas a Jesús fue bastante bajo, de hecho, para los judíos, ese era
el precio de un esclavo: “Si
el buey acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos de
plata, y el buey será apedreado”,
(Éxodo 21:32). Por otro lado, las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento
anunciaban la traición de Judas por treinta piezas de plata: “Y les dije: Si os parece bien, dadme mi
salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y
me dijo Jehová: Échalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y
tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro”, (Zacarías 11:12-13).
BUSCANDO LA MEJOR OCASIÓN PARA CONSUMAR LA TRAICIÓN
“Y desde entonces buscaba oportunidad para
entregarle”.
Mateo 26:16
Después de todo esto, Judas buscaba la mejor oportunidad
para consumar su traición: Y desde
entonces buscaba oportunidad para entregarle. Aunque hoy en día el nombre de Judas suena a
desconfianza, pero es muy probable que en este tiempo no fuera así, sino que
Judas llego a ser uno de los doce de mayor confianza en el grupo, esto
considerando el hecho de que había sido designado como el tesorero oficial del grupo,
una posición que solo se les daba a personas de alta confianza (Juan 12:4-6).
Las peores traiciones vienen de personas que realmente han demostrado ser
confiables, pero esa falsa confianza que construyen es su plataforma para
planear y ejecutar su traición cuando menos se espere, y así hacia Judas,
esperaba el mejor momento para entregar a Jesús. Lo cierto es que el vender a
Jesús por el precio de un esclavo era una actitud muy vil y traicionera; pero
por otro lado todo esto era necesario para que se cumplieran las profecías mesiánicas
y así nuestro Señor Jesús pudiese ir a consumar su misión en la cruz lo cual nos
enseña que aun cuando pasan las peores cosas la voluntad de Dios siempre se cumplirá
a favor de sus escogidos.
Guau una clara enseñanza de lo que es una traición y que triste que en nuestra vida sigamos viendo y viviendo la traición de quienes menos lo esperamos
ResponderBorrarTremenda enseñanza sin duda alguna! Aprendo demasiado con esta página, que Dios lo siga bendiciendo como hasta ahora con divino don! Bendiciones.
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