El Trasfondo de 1 Pedro


 

“Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia”.

1 Pedro 1:1

 

INTRODUCCIÓN

 

                   1 Pedro es una carta clasificada en el grupo de las cartas universales por no estar dirigida a una sola iglesia o persona en específico, sino a un grupo de creyentes dispersados en diferentes lugares de Asia Menor. Esta carta ha sido considerada por algunos como un tratado para recién convertidos, de hecho, se llegó a afirmar que era una enseñanza pre bautismal por tener temas fundamentales que todo recién convertido debe conocer al momento de iniciar su vida cristiana, de allí que algunos recomienden esta carta como una de las primeras que todo recién convertido debería leer. Sea así o no, la verdad es que es una maravillosa carta que nos enseña mucho acerca de nuestra vida en Cristo, la santidad y perseverar en medio de las tribulaciones, por lo que en esta oportunidad vamos a iniciar su estudio.


1-Peter
Papyrus 72; the left page shows the end of 1 Peter.
By Mediatus/Kopie eines Originalbriefes; Kopist unbekannt - Original in der Biblioteca Apostolica Vaticana, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5298242


EL AUTOR Y FECHA

 

“Pedro, apóstol de Jesucristo…”

1 Pedro 1:1


             En cuanto a la autoría de la carta, tradicionalmente se le ha atribuido a Pedro, uno de los doce apóstoles del Señor. Si recordamos, Pedro fue uno de los doce apóstoles que el Señor llamo para que estuviesen con Él y fuesen instruidos en el ministerio que les esperaba en el futuro: “Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro…”, (Marcos 3:13-16). La primera prueba que se tiene de que Pedro fue el autor de esta carta es el primer versículo que identifica a la persona que escribe saludando a las iglesias de Asia Menor: Pedro, apóstol de Jesucristo. De acuerdo con la tradición, se cree que Pablo y Pedro fueron martirizados durante el tiempo en el que Nerón fue emperador de Roma, alrededor del año 67 d.C., por lo que los estudiosos datan la escritura de su primera carta entre los años 62 al 64 d.C. Algunos padres de la iglesia primitiva como Ireneo de Lyon, Clemente de Alejandría, Orígenes, Policarpo de Esmirna y Eusebio de Cesárea citaron algunas secciones de 1 Pedro, reconociendo su autoridad divina.


            Ahora, a partir de la década de los 90’s surgió una nueva posición en cuanto al autor y fecha de 1 Pedro. De acuerdo con esta nueva posición, consideran que Pedro no pudo haber sido el autor de 1 Pedro, sino sus discípulos que escribieron en su nombre entre los años 80 al 90 d.C. Es un hecho que en esta época existía un género literario llamado pseudoepigrafía o seudonimia, que no era más que los discípulos de una persona escriban una obra literaria, procurando plasmar en estas sus enseñanzas y pensamientos, para luego atribuirle a su maestro la autoría de esta para que dicha obra tuviese mayor peso. ¿Qué argumentos presentan estas personas para afirmar tal cosa? La primera es que 1 Pedro posee secciones escritas en griego que gramaticalmente están bien estructuradas, lo cual refleja la gran educación de la persona que escribió esta carta. De acuerdo con la Biblia, Pedro fue un pescador que en ocasiones llamaron “ignorante” solo por el hecho de no tener estudios o algún tipo de preparación de su tiempo: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”, (Hechos 4:13). De igual forma, Pedro se conoció como un galileo que aun su manera de hablar delataba su poco nivel de educación: “Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aún tu manera de hablar te descubre”, (Mateo 26:73). Por esta razón algunos opinan que es imposible que un hombre que durante una parte de su vida se dedicó a ser pescador y que no tuvo la oportunidad de educarse a los pies de algún maestro versado de su tiempo pudiese componer algunos versos en griego que se encuentran en 1 Pedro. Sin embargo, recordemos también que para este tiempo existían amanuenses y es muy probable que Pedro recibiese la ayuda de uno de ellos, mayormente porque pareciera que Silvano le ayudo en dicha labor: “Por conducto de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis”, (1 Pedro 5:12). Silvano es el mismo Silas que aparece en el libro de Hechos de los Apóstoles y que acompaña al apóstol Pablo durante su primer viaje misionero: “Y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor, y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias”, (Hechos 15:40-41). Así que, aunque Pedro no tuviese la preparación académica para escribir la carta con un griego tan elegante y gramaticalmente bien estructurado, Silvano pudo haberlo ayudado al ser su amanuense.


            Otra razón que dan para decir que Pedro no fue el autor de 1 Pedro sino sus discípulos es el hecho de que la carta va dirigida a los judíos cristianos dispersos en Asia Menor: Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Estos afirman que para el año 62 o 63 d.C. donde Pedro pudo haber escrito esta carta Jerusalén aun existía y no fue hasta el año 70 d.C. que Jerusalén es destruida que los judíos son dispersos por todo el mundo conocido. Si esto fue así, tiene sentido que los autores de 1 Pedro se dirijan a los judíos expatriados de la dispersión en toda Asia Menor. No obstante, también es cierto que en estas ciudades de Asia Menor existían muchos judíos que habían creído en el evangelio y no fuese extraño de que Pedro se dirigiese a ellos. Recordemos que en su carta a los Gálatas el apóstol Pablo hace ver que los cristianos de las regiones de Galacia ya conocían a Pedro, tanto que a veces se sentaban a comer con él: “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos”, (Gálatas 2:11-13). Además, en el libro de Hechos de los Apóstoles vemos como Pablo entraba a las sinagogas de las diferentes ciudades que visitaba, sugiriéndonos las numerosas colonias judías que allí existían, colonias que eran consecuencias de las deportaciones que ocurrieron durante las invasiones asirias y babilónicas que se registran en el Antiguo Testamento, por lo que no es difícil creer que para el año 62 d.C. existían judíos cristianos dispersos en todas aquellas regiones.

            Otra objeción de que Pedro no pudo haber sido el autor de 1 Pedro es que esta carta se dirige a judíos cristianos perseguidos por su fe y no es hasta que el emperador Domiciano, el cual reino del 81 al 96 d.C., que esta se arrecia desproporcionalmente alrededor de todas las naciones y provincias gobernadas por Roma. La carta toca el tema del sufrimiento cristiano, muy probable por la persecución cristiana que ya existía, y esa es la razón por la cual estos críticos afirman que el apóstol Pedro no es el autor de esta carta, ya que durante los años que él vivió la persecución del cristianismo por parte de Roma no se había arreciado. Ahora, si es cierto de que con Domiciano principia una persecución desproporcionada en contra del cristianismo allá en el año 81 d.C. y que se extendería hasta 305 con el emperador Diocleciano, hasta que Constantino pone paro a esta en el 315 d.C.; no obstante, debemos recordar que ésta principio con Nerón, el cual después del gran incendio que quemó Roma allá en el 64 d.C., culpó a los cristianos del siniestro, iniciando una persecución que termino en el martirio de muchos cristianos incluyendo la muerte de Pablo y Pedro allá en el 68 d.C.


            Bueno, podríamos seguir presentando más argumentos por los cuales algunos opinan de que Pedro no es el autor de 1 Pedro, sin embargo, hemos presentado objeciones al respecto, aun así, muchos han comenzado a creer que es muy probable que Pedro no haya sido su autor, sino, sus discípulos que utilizaron el recurso de la pseudoepigrafía para dirigirse a todas aquellas comunidades judeocristianas que sufrían la persecución por parte del imperio romano.

 

DESTINATARIOS Y LUGAR DONDE SE ESCRIBIÓ 1 PEDRO

 

“… a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia”.

1 Pedro 1:1


               La carta nos presenta los destinatarios: … a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Si consideramos un mapa que muestre los viajes misioneros de Pablo veremos que la región de Galacia fue visitada por él, allí fundo muchas iglesias y correspondían a las ciudades de Perge, Iconio, Listra, Derbe y Antioquia de Pisidia, más tarde Pablo dirigiría su carta a los Gálatas a todas estas iglesias ubicadas en la región de Galacia. Adyacentes a Galacia se encontraban las regiones de Ponto, Capadocia y Bitinia, regiones que probablemente Pablo no visito, pero recibieron la influencia del apóstol Pedro. Luego, tenemos la región de Asia Menor que correspondería a regiones como Colosa, Laodisea, Esmirna, Filadelfia, Éfeso y otras iglesias que se mencionan en el libro de Apocalipsis. Estas iglesias recibieron la influencia de los apóstoles Pedro, Pablo y Juan, así como la de otros obreros cristianos. Es a los judíos dispersos en estas regiones que 1 Pedro se dirige.

Mapa
Primero y Segundo viajes misioneros de Pablo y los destinatarios de 1 Pedro



En cuanto al lugar donde esta carta se escribió, el autor lo dice de la siguiente manera: “La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan”, (1 Pedro 5:13). ¿A cuál Babilonia se refiere? Hay tres sugerencias para responder esta pregunta. La primera, se refiere a la Babilonia de Mesopotamia, sin embargo, es muy poco probable que Pedro se encontrase en dicha región tan alejada de aquellos a los cuales escribe. La segunda opinión es que se trataba de otra ciudad o pequeña provincia que también se llamaba Babilonia, pero de igual forma es muy poco probable que así haya sido. La tercera opinión y que posee más aceptación es que se trataba de Roma y de manera figurada Pedro la llama Babilonia. En el libro de Apocalipsis vemos que a la nación que se opondrá a se le llama de manera figurativa Babilonia y en este sentido, Babilonia no se refiere a la ciudad geográfica ubicada en Mesopotamia, sino, es un nombre simbólico que se le atribuye a este tipo de nación anticristiana. Para esta época es muy probable que Roma representaba una clara oposición al cristianismo por lo que era llamada de forma figurada, Babilonia y cuando Pedro menciona que se encontraba en “Babilonia”, se cree que aquellos que leerían la carta entenderían que se refería a aquella ciudad que para este momento iniciaba una persecución en contra el cristianismo que duraría un poco de más de 300 años.

 

TEMÁTICA DE 1 PEDRO

 

                 Podríamos decir que 1 Pedro es una carta que presenta las verdades fundamentales de la fe cristiana de una forma fervorosa y práctica, toca los temas referentes al sufrimiento cristiano, la nueva vida a la que hemos nacido, nuestra herencia incorruptible, la presciencia de Dios, la santidad del creyente, la sumisión a las autoridades y el deber de los cónyuges en el matrimonio. De igual forma, hay una similitud entre algunos temas que Pedro toca en sus sermones presentes en el libro de los Hechos de los apóstoles y 1 Pedro. Por ejemplo, tenemos las siguientes similitudes en cuanto a temas o principios que el apóstol Pedro predico en los sermones que aparecen en Hechos:

 

Temas presentados en Hechos por Pedro

Tema presentado en 1 Pedro

“Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo, (Hechos 4:11).

“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa”, (1 Pedro 2:4).

“Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos”, (Hechos 10:42).

“Pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos”, (1 Pedro 4:5).

“A vosotros, primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad”, (Hechos 3:26).

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”, (1 Pedro 2:24).

“Y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos”, (Hechos 3:15).

“Y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios”, (1 Pedro 1:21).

 

También podemos ver que el consejo que les da a los ancianos referente a apacentar a la grey de Dios está alineado con la solicitud de Jesús de que apacentara su rebaño: “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”, (Juan 21:15-17). Podemos ver la obediencia de Pedro al mandato de su Maestro al recomendarles a los ancianos lo mismo: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”, (1 Pedro 5:1-4). Además, las enseñanzas de 1 Pedro guardan ciertas similitudes con algunas enseñanzas o versículos del Antiguo Testamento que encontramos en Efesios y Santiago:


Temas presentados por Santiago y Pablo en Efesios

Temas presentados por Pedro en 1 Pedro

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”, (Santiago 1:2-3)

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”, (1 Pedro 1:6-7)

“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes, (Santiago 4:6).

“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”, (1 Pedro 5:5).

“Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados”, (Santiago 5:20).

“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados, (1 Pedro 4:8).

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”, (Efesios 1:3).

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”, (1 Pedro 1:3).

“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia”, (Efesios 6:14).

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”, (1 Pedro 1:13).

“La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero”, (Efesios 1:20-21).

“Quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades”, (1 Pedro 3:22).

 

BOSQUEJO DE 1 PEDRO

 

I.               SALUTACIONES (1 Pedro 1:1-2).

II.             UNA SALVACIÓN GLORIOSA.

a.      Una esperanza viva (1 Pedro 1:3).

b.     Una herencia eterna (1 Pedro 1:4).

c.      Guardados por un poder divino (1 Pedro 1:5).

d.     Una fe probada en el fuego de la prueba (1 Pedro 1:6-9).

e.      Un plan misterioso revelado a los profetas y manifestado a nosotros (1 Pedro 1:10-12).

III.            LLAMADOS A VIVIR NUESTRA SALVACIÓN EN SANTIDAD.

a.      Razones por las cuales ser santo (1 Pedro 1:13-25).

b.     La Biblia, fuente de madurez cristiana (1 Pedro 2:1-3).

c.      Edificados sobre la piedra viva (1 Pedro 2:4-8).

d.     Viviendo como nación santa, peregrinos en esta tierra, alejados de las concupiscencias de este mundo (1 Pedro 2:9-12).

IV.           BUENOS CIUDADANOS (1 Pedro 2:13-25).

V.             DEBERES CONYUGALES (1 Pedro 3:1-7).

VI.           MANTENIENDO UNA BUENA CONCIENCIA (1 Pedro 3:8-22).

VII.         BUENOS ADMINISTRADORES DE LA GRACIA DE DIOS (1 Pedro 4:1-11).

VIII.        PADECIENDO CON PACIENCIA LA PERSECUCIÓN (1 Pedro 4:12-19).

IX.           EL AMOR DIVINO COMO GUÍA DE LA IGLESIA.

a.      Apacentando con amor la grey de Dios (1 Pedro 5:1-7).

b.     Sabiendo resistir al diablo (1 Pedro 5:8-11).

c.      Saludos finales (1 Pedro 5:12-14).

 


1 comentario:

  1. Hermano Walter, Dios Padre le siga llenando de mucha sabiduría y entendimiento para que sigamos escudriñando las sagradas escrituras día a día por medio de Nuestro señor Jesucristo y la ayuda de su Santo Espíritu. Amén

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