“Y habiendo tomado alimento,
recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con
los discípulos que estaban en Damasco. En seguida predicaba a Cristo en las
sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios. Y todos los que le oían
estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que
invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los
principales sacerdotes? Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los
judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo. Pasados
muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle; pero sus asechanzas
llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de
noche para matarle. Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por
el muro, descolgándole en una canasta”.
Hechos 9:19-25
INTRODUCCIÓN
Después del milagro de su conversión y la sanidad de su ceguera a través de la oración de Ananías, Pablo inicia su nueva vida en Cristo y en estos versículos podemos encontrar sus primeros pasos. Al considerar estos versículos, el tiempo transcurrido es de al menos 3 años, aunque son pocos versículos y no nos dan esa sensación de tiempo, pero gracias al relato del mismo Pablo que encontramos en Gálatas 1:15-19 podemos deducirlo. Ahora estudiaremos estos versículos que nos muestran los primeros pasos de Pablo en su nueva vida en Cristo.
Los primeros años de Pablo en el evangelio
LOS PRIMEROS PASOS DE PABLO EN EL EVANGELIO
“Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por
algunos días con los discípulos que estaban en Damasco”.
Hechos 9:19
Aunque el texto no vuelve a mencionar a Ananías, no sería
difícil creer que después de haber orado por Pablo y de que este recobrase la
vista, lo acompañó para presentarlo a la comunidad cristiana en Damasco como un
nuevo convertido a Cristo. Inmediatamente después de la oración que Ananías
hizo por él, comió y recobró sus fuerzas, ya que recordemos que había pasado 3
días completos en un ayuno total, sin beber, ni comer, luego, por algunos días
pasó con los cristianos de Damasco: Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por
algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. Ahora, en los siguientes versículos podemos
encontrar los primeros pasos de Pablo en su vida cristiana. Algunos
comentaristas bíblicos han tratado de reconstruir los primeros años de la vida
de Pablo después de su conversión con este relato que Lucas nos ofrece en
Hechos 9:19-25 y el testimonio que Pablo da de esta época en Gálatas 1:15-19.
Por el relato de estos versículos pudiésemos entender que los acontecimientos
narrados por Lucas ocurrieron en un solo lapso de tiempo de algunas semanas,
sin embargo, el relato de Gálatas nos sugiere que no fue así, sino, los
versículos del 20 al 22 nos presenta un momento diferente en Damasco, versus lo
que encontramos en los versículos que van del 23 al 25. En Gálatas
encontramos este relato que Pablo da de sus primeros años como cristiano: “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de
mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le
predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni
subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia,
y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para
ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los
apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor”, (Gálatas 1:15-19).
El versículo 17 puede darnos una luz de cómo ocurrieron los primeros años de
Pablo en el cristianismo, primero dice que después de su conversión no subió a Jerusalén
a ver a los apóstoles, lo cual concuerda con el relato de Hechos 9:20 donde lo
vemos en Damascos, luego, de Damasco se fue a Arabia, y de Arabia volvió a
Damasco, donde paso 3 años y luego se fue a Jerusalén para encontrase con Pedro
y luego vio a Jacobo, el hermano del Señor. Siendo así, este seria la secuencia
de eventos:
1.
Pablo inicia sus
primeros días como cristiano en Damasco:” … Y estuvo
Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco… (Hechos 9:19). Algunos
opinan que las palabras que Lucus utiliza, “por algunos días”, sugiere que los
acontecimientos narrados desde Hechos 9:19-25 dan la idea de que la estadía de
Pablo en Damasco fue por algunas semanas o meses, luego, partió para Arabia.
2.
Luego, de
Damasco Pablo fue a Arabia, donde paso un tiempo antes de regresar
nuevamente a Damasco: “… no consulté en seguida con carne
y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que
fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco”, (Gálatas 1:16-17).
3.
Luego, los
acontecimientos narrados en Hechos 9:23-25 nos describen sus días en Damasco
durante este periodo: “Pasados muchos días…”,
(Hechos 9:23). Las palabras, “pasados muchos días” del versículo 23,
contrasta con las palabras, “por algunos días” del versículo 19, lo cual
hace que algunos deduzcan que Lucas quiere establecer que los eventos de su
segunda visita de Pablo a Damasco duraron más tiempo que la primera y si lo
armonizamos con el testimonio del apóstol en Gálatas, este tiempo seria 3 años:
“… sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a
Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén…”, (Gálatas 1:17-18).
De esta manera podemos ver cómo fueron los primeros
años de Pablo como cristiano, aún no había sido llamado a iniciar su obra
misionera, pero Pablo sabía que el Señor lo había llamado a proclamar su
palabra.
Sus primeros días en el evangelio.
“Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en
Damasco. En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era
el Hijo de Dios. Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es
éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino
acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes? Pero Saulo mucho
más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando
que Jesús era el Cristo”.
Hechos 9:19-22
Durante algunos días Pablo paso tiempo con los
cristianos de Damasco, conociendo un poco más acerca de su fe: Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en
Damasco. Es increíble ver cómo Pablo
después de su conversión no perdió el tiempo, sino, comenzó a dar testimonio de
su nueva fe: Y estuvo Saulo por algunos
días con los discípulos que estaban en Damasco. En seguida predicaba a Cristo
en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios. Rápidamente Pablo busco las sinagogas para predicar a
Cristo, los judíos de Damasco se debieron sorprender porque probablemente
esperaban que les diese alguna noticia o palabra del sumo sacerdote, o del
Sanedrín; pero en lugar de eso, les predicaba a Cristo, es decir, promovía la
fe que había jurado destruir, esto los confundía en gran manera: Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el
que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá,
para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?. Sin embargo, Pablo estaba decidido a convencer a los
judíos que Jesús era el Cristo: Pero Saulo
mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco,
demostrando que Jesús era el Cristo.
Su viaje a Arabia.
“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó
desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en
mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con
carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino
que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco”.
Gálatas 1:15-17
En Gálatas Pablo relata parte de sus primeros años
como cristiano, el afirma que después que el Señor lo llamó por su gracia,
antes de consultar a cualquier ser humano o subir a Jerusalén, se fue a Arabia,
donde paso un tiempo, después de Arabia volvió de nuevo a Damasco: … fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Las
palabras, “volví de nuevo”, implican que anteriormente a su llegada a Arabia ya
había estado en Damasco. Si armonizamos este testimonio que Pablo nos da con lo
relatado en Hechos 9:19-25, sabemos que después de su conversión, Pablo estuvo
en Damasco, pero Pablo dice que fue primero a Arabia y luego regreso a Damasco
antes de ir a Jerusalén. Para entender esto, es lógico pensar que después de su
conversión, Pablo estuvo por un tiempo en Damasco, donde lo vemos
compartiendo su nueva fe, luego, debió retirarse a Arabia, y después de un
tiempo, regresa a Damasco.
Después de algunos días de haber estado en Damasco, Pablo
decide irse a Arabia, probablemente con el propósito de retirarse a un lugar
privado donde pudiese meditar y buscar al Señor en oración con el fin de
comprender aún mejor su llamamiento. Como vemos, Pablo no inició de
inmediato su ministerio, sino, se aparto a un lugar privado para meditar en
todo lo que había pasado, para examinar su teología y entender las Escrituras hasta
llegar al entendimiento de Jesús, como el Mesías que la ley y los profetas
anunciaban. En la vida cristiana estos retiros espirituales son importantes
ya que nos ayudan a entender mejor los propósitos de Dios en nuestras vidas,
nos ayudan a conocer mejor a Cristo a través de las Escrituras y nos dan
dirección en lo que tenemos que hacer para cumplir la voluntad de Dios y esto
fue lo que Pablo buscaba al irse a Arabia.
Su regreso a Damasco.
“Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle;
pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las
puertas de día y de noche para matarle. Entonces los discípulos, tomándole de
noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta”.
Hechos 9:23-25
Después de un tiempo, Pablo regresa a Damasco, donde continúa
predicando a Cristo, definitivamente su segunda vez en la ciudad debió
denotar un espíritu renovado y totalmente entregado a la causa de Dios, ya que
recordemos que venia de lo que podríamos llamar un retiro espiritual. De acuerdo
a Gálatas, esta vez pasó 3 años anunciando en evangelio de Damasco: “… fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados
tres años, subí a Jerusalén…”, (Gálatas 1:17-18). Durante estos 3
años Pablo debió predicar el evangelio, convenciendo por medio de las Escrituras
que Jesús era el Cristo, de allí que al final de todo este tiempo haya ganado
enemistades de parte de los judíos que no veían con agrado lo que Pablo hacía,
por ello Lucas dice: Pasados muchos días, los
judíos resolvieron en consejo matarle; pero sus asechanzas llegaron a
conocimiento de Saulo. Las palabras,
“pasados muchos días”, nos sugieren que fue al final de los 3 años que esto
ocurrió, de esta manera, Pablo consciente de las intenciones que estos hombres tenían
para matarlo, decidió apartarse y huir a otro lugar: Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.
Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro,
descolgándole en una canasta. Las puertas de
la ciudad están custodiadas por estos hombres de día y noche, asechando a Pablo
para poder prenderlo y matarlo, por ello, los discípulos decidieron buscar una
casa ubicada a las paredes del muro de la ciudad y por la ventana de esta, los
descolgaron en una canasta, así logro huir y salvar su vida. Esto que Pablo
hizo no fue un acto de cobardía, sino con la ayuda de Dios y los discípulos,
salvó su vida para continuar en otro lugar predicando el evangelio. Esto nos
enseña la importancia de usar la prudencia para escapar de la persecución, si
Dios así lo desea, escaparemos de esta para continuar trabajando en su obra: “El sabio teme y se aparta del mal; más el insensato se
muestra insolente y confiado”, (Proverbios 14:16). Pablo no se confió
solo porque era un hombre de Dios que hacia su obra y pensó que podía circular
en la ciudad libre y públicamente pensando que el Señor lo iba a proteger, sino,
uso la prudencia, no fue insensato al mostrar exceso y falsa confianza,
sino, confió en el Señor que lo protegería y le ayudaría a escapar de las malas
intensiones de estos hombres, así, Dios le dio la escapatoria. Que Dios nos
ayude en su obra, nos de sabiduría y el respaldo para salir adelante en su
obra, saliendo victorioso en las diferentes pruebas y persecuciones que
sufrimos, sabiendo también que un día, según sus santos designios, podemos
sufrir el martirio por causa de su testimonio, pero si este momento llega, el
Señor estará con nosotros para que terminemos gozosos nuestra carrera
cristiana.
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