“Más el
hombre morirá, y será cortado; perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?”.
Job 14:10
INTRODUCCIÓN
Respecto a lo que le espera al
hombre después de la muerte hay muchas especulaciones. Algunos piensan que Dios
es tan bueno que no va a condenar a nadie al infierno, otros opinan que esta es
la única vida y después de esto dejamos de existir, otros creen que los únicos
que pasaran a la eternidad serán las personas muy buenas y el resto su alma
será aniquilado dejando así de existir, otros han creído en un lugar intermedio
para purgar sus faltas o en la reencarnación. En fin, la verdad bíblica es que
solo existen dos lugares, el cielo y el infierno y todos debemos preguntarnos
donde pasaremos la eternidad.
¿Dónde pasara el ser humano la eternidad? |
I.
SOLAMENTE HAY DOS OPCIONES.
“Entrad
por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que
lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es
la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan.”.
Mateo 7:13-14
Como seres humanos Dios solamente
nos ofrece dos opciones, la vida eterna y la condenación eterna. Este destino
es determinado por una sola decisión crucial: el escapar de la corrupción de este
mundo. Para ello nuestro Dios nos ofrece un medio de escape que es a través de
su Hijo Jesús el cual puede perdonar todos nuestros pecados.
Veamos como son estos dos lugares en
la eternidad.
II.
SIN CRISTO SOLO ESPERA EL
INFIERNO.
El infierno es una realidad a tal
punto que este fue el tema del que más hablo Jesús durante su ministerio y lo
describió como un lugar donde la llama
no se apaga: “Si
tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco,
que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado”,
(Marcos 9:43). Como un lugar de densa
oscuridad: “Y
al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el
crujir de dientes”, (Mateo 25:30). Como un horno de fuego: “y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes”, (Mateo 13:42).
También lo describió como un lugar de tormentos: “Y en el Hades alzó
sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su
seno” (Lucas 16:23). Un lugar de fuego y azufre que no da descanso a sus
habitantes: “Él
también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz
de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles
y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que
adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”, (Apocalipsis 14:10, 11). Un lugar lejos de la presencia de Dios: “Los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:9).
Sin embargo, Dios tiene un mejor
lugar para nosotros, el cielo.
III.
LOS CRISTIANOS PARARAN A LA VIDA
ETERNA.
“En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así,
¿os habría dicho que voy a prepararles un lugar para usted?”
Juan 14:2
Esta es la promesa de Dios a su
iglesia, y Jesús fue claro que este lugar de descanso eterno está en la casa de
su Padre, es decir, el tercer cielo, tal y como lo dice Pablo: “Conozco a un hombre en
Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo,
no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal
hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue
arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre
expresar”, (2 Corintios 12:2-4). Este lugar se describe como un lugar
hermoso donde todo sufrimiento terminara:
“Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, por el medio de la
calle de la ciudad, también, a ambos lados de la río, el árbol de la vida, con
sus doce frutos, dando cada mes su fruto. Las hojas del árbol eran para la
sanidad de las naciones. Ya no habrá algo maldito, sino que el trono de Dios y
del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Ellos verán su rostro, y
su nombre estará en sus frentes. Y la noche no habrá más. Ellos no necesitarán
luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los
siglos de los siglos”.
Apocalipsis 22:1-5
CONCLUSIÓN
Todos solo tendremos dos opciones para pasar nuestra eternidad:
El tormento eterno en el infierno y posteriormente en el lago de fuego, o el
descanso eterno en la presencia de Dios. El deseo del Señor es que todos
escojamos su oferta generosa a través de hacer de Jesús el Señor de nuestras
vidas y así escapar de un eternidad de penosa condenación.
No creo en un castigo eterno. Sería muy injusto para una vida finita. Purificarse en el Purgatorio y después ir al Cielo.
ResponderBorrarSi no es cierto, no tendrá nada que perder, pero si lo es, te lamentarás por toda la eternidad.
BorrarEl hecho de que yo crea o no crea , no va a detener a Dios de ejecutar sus planes, el ser humano sin su Creador no es nada, solo un incrédulo rumbo a la condenación.
ResponderBorrarTodavía hay tiempo mientras tengamos vida, no existe ningún purgatorio después de morir, después ya todo está definido.