“Vi cuando el Cordero abrió
uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con
voz de trueno: Ven y mira”.
Apocalipsis 6:1
INTRODUCCIÓN |
El apóstol Juan nos introduce cada
vez más a los acontecimientos que han de ocurrir en la semana 70 de Daniel
conocida como la Gran Tribulación. Si recordamos el capítulo anterior, nadie
era digno de abrir los sellos del libro, pero el Cordero es digno de romperlos,
donde cada uno de ellos revela un acontecimiento del juicio que Dios traerá a
esta tierra en los primeros tres años y medio de la Gran Tribulación: Vi cuando el Cordero
abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como
con voz de trueno: Ven y mira. El hecho de que el Cordero rompe los
sellos desatando así los eventos de la Gran Tribulación nos muestra que Dios
está en control de todo, aun en medio de un periodo donde el mal llegue a su
máxima expresión. A partir de Aquí Dios le mostrara a Juan los horrores que
vienen para los habitantes que se queden en este periodo de juicio. Cuando
Jesús estuvo en esta tierra también les anticipo a sus discípulos acerca de los
acontecimientos que tendrían lugar durante la Gran Tribulación. El Capítulo 24
de Mateo se conoce como el capítulo apocalíptico y en él encontramos una vivida
descripción de los eventos que tendrán lugar en la semana 70 de Daniel, e
interesantemente, encontramos un paralelo increíble con los primeros seis
sellos del capítulo 6 de Apocalipsis.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis |
Mateo
24:2-9, 29
Obviamente ya
Jesús había hablado acerca de este periodo del fin del mundo y de su segunda
venida, por lo que no era un tema nuevo para sus discípulos, razón por la cual,
le piden a su Maestro que les explique cuando y que señales habrán de este
periodo: Y
estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte,
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y
del fin del siglo? . Veamos en la siguiente tabla el paralelismo que
encontramos entre Mateo 24 y Apocalipsis 6.
Mateo
24
|
Apocalipsis
6
|
Falsos cristos (Mateo 24:4-5)
|
Falso
cristo monta el caballo blanco (Apocalipsis 6:2)
|
Guerras y rumores de guerras (Mateo 24:6)
|
El
caballo rojo representa la guerra (Apocalipsis 6:3-4)
|
Hambres y terremotos (Mateo 24:7)
|
El
caballo negro representa el hambre (Apocalipsis 6:5-6)
|
Muerte por guerra y hambres (Mateo 24:8)
|
El
caballo amarillo representa la muerte (Apocalipsis 6:7-8)
|
Mártires y persecución (Mateo 24:9)
|
Mártires
bajo el altar (Apocalipsis 6:9-11)
|
Señales en el cielo y la tierra (Mateo 24:29-30)
|
Señales
en el cielo y la tierra (Apocalipsis 6:12-17)
|
En
esta sección estudiaremos únicamente los primeros seis sellos, los cuales
corresponden a los acontecimientos que ocurrirán en los primeros tres años y
medio de la Gran Tribulación. El Séptimo sello abre los juicios de las siete
trompetas (Apocalipsis 8:1-2) y esto corresponde al periodo de los últimos tres
años y medio de la Gran Tribulación.
LOS PRIMEROS 4 SELLOS: LOS 4 JINETES
“Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un
arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Cuando abrió
el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. Y salió
otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la
tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira.
Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la
mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos
libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no
dañes el aceite ni el vino. Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto
ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el
que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada
potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre,
con mortandad, y con las fieras de la tierra”.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis |
Apocalipsis
6:2-8
Los primeros cuatro sellos nos
presentan una escena muy conocida por los lectores de la Biblia: los cuatro
jinetes del apocalipsis. Ya en otra ocasión, Dios presento una escena parecida
para representar los juicios que vendría sobre las naciones del norte, especialmente
sobre Babilonia, la opresora de su pueblo: “De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que
salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. En el primer
carro había caballos alazanes, en el segundo carro caballos negros, en el
tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos rucios
rodados. Respondí entonces y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué
es esto? Y el ángel me respondió y me dijo: Estos son los cuatro vientos de los
cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra”,
(Zacarías 6:1-5). Los acontecimientos de los primeros 6 sellos corresponden a
los primeros tres años y medio de la Gran Tribulación, y esta comienza con la
aparición de cada uno de los cuatro jinetes en su orden descrito y es por la
voluntad de Jesús que estos son desatados sobre la tierra mostrándonos su
control sobre todos los eventos. Podemos ver también como estos eventos
escatológicos son revelados a Juan, ya que Dios pretende mostrarle a su iglesia
las cosas que han de ocurrir sin ocultarle nada.
El Jinete del Caballo Blanco.
“Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un
arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer”.
Apocalipsis
6:2
Con la
apertura del primer sello, el jinete del caballo blanco tiene su intervención: Y miré, y he aquí un
caballo blanco. La identidad del jinete del caballo blanco ha sido
discutida ampliamente. Mucho se ha especulado en cuanto a su identidad, algunos
lo han identificado con un emperador romano, la proclamación del mensaje del
evangelio o hasta con el mismo Cristo. Sin embargo todas estas teorías son muy
poco probables. Definitivamente no podría tratarse de algún emperador romano,
ya que el contexto apunta a eventos futuros relacionados con el fin del mundo;
y no podría tratarse de un personaje histórico. Tampoco pudiese representar la
proclamación del mensaje del evangelio, ya que este inicio con el nacimiento de
la iglesia y en ningún momento este evento abrirá el periodo de la Gran
Tribulación. Mucho menos puede ser Jesús, ya que este aparece abriendo el
periodo de la Gran Tribulación y más adelante en su segunda venida para
finalizar con este periodo de siete años, destruir al Anticristo e inaugurar el
Milenio (Apocalipsis 19:11-16). Aparte de esto, el jinete de Apocalipsis 6 trae
una corona, literalmente una stéfanos (στέφανος),
la cual es una corona ganada en alguna conquista, mientras que Jesús quien
monta el caballo blanco en Apocalipsis 19:11-16 se describe con muchas
diademas, palabra que viene del griego diádema
(διάδημα),
la cual describía la corono usada exclusivamente por la realeza.
La opción más
congruente es identificar al jinete del caballo blanco con el Anticristo. El
Anticristo es un personaje que tendrá su intervención en la historia de este
mundo al final de los tiempos, justo al inicio de la Gran Tribulación. Desde
los tiempos de Juan el apóstol, la iglesia relacionaba su aparición con el
final de los tiempos: “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis
que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto
conocemos que es el último tiempo”, (1 Juan 2:18). La palabra
Anticristo proviene del termino griego antíjristo
(ἀντίχριστος), expresión
que significa en lugar de Cristo, o en contra de Cristo. En este sentido,
este ser demoniaco gozara del poder y respaldo de Satanás para oponerse en
contra de todo el espíritu y doctrina de Cristo, así como intentara usurpar su
nombre haciéndose pasar por Él. Su aparición en el escenario mundial abre el
periodo de siete años de la Gran Tribulación. En su sermón apocalíptico Jesús
les advirtió a sus discípulos que antes del fin del mundo muchos falsos cristos
se presentarían: “Porque
vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”,
(Mateo 24:6). Todo esto se desencadenaría en un terrible periodo de apostasía
la cual estamos viviendo hoy en día: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a
muchos”, (Mateo 24:11), y la cual apunta al surgimiento del
Anticristo: “Nadie
os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía,
y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”, (2 Tesalonicenses
2:3).
El apóstol
Juan describe al jinete del caballo blanco en detalle, lo cual nos habla mucho
acerca de este personaje: y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona,
y salió venciendo, y para vencer. En primer lugar, el jinete tenía
un arco. En los tiempos antiguos se solía asociar el arco con el poder militar
de una nación. Se ve este simbolismo en la profecía contra el poderío militar
de Babilonia: “Porque
vino destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron
apresados; el arco de ellos fue quebrado; porque Jehová, Dios de retribuciones,
dará la paga”, (Jeremías 51:56). También Oseas comparo el poder
militar de Israel con un arco: “Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de
Jezreel”, (Oseas 1:5). Por
tanto, este personaje que representa al Anticristo, tendrá sobre sí el poder
militar a sus órdenes. Además de esto, se describe con una corona, lo cual
representa el poder de reinar o gobernar sobre las naciones. En el libro de
Daniel se nos describe el origen de este personaje de entre medio de 10
naciones las cuales están representadas por los 10 cuernos: “Después de esto
miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y
terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro;
devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente
de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. Mientras yo
contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y
delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que
este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas”,
(Daniel 7:7-8). No cabe duda que el Anticristo tendrá el poder ejecutivo y
militar a su favor, razón por la cual se le otorga una corona, y además de eso
será victorioso en todas sus batallas ya que salió venciendo, y para vencer. En
los tiempos antiguos, cuando un general romano regresaba victorioso de sus
conquistas solía entrar a la ciudad en un increíble desfile con su ejército, su
botín y prisioneros montado en un caballo blanco. Por tanto, el caballo blanco
representa la victoria. Esto significa que su poderío se extenderá sobre todo
el mundo, tal y como lo describe más adelante el mismo libro de Apocalipsis,
siendo considerado por muchos como un gran líder político que a través de su
carisma traerá una paz ficticia a este mundo, a tal punto que muchos opinan que
no necesitara ninguna batalla para someter al mundo a su gobierno ya que el
mismo versículo lo describe con un arco, pero no dice que lance alguna flecha.
Definitivamente este personaje tendrá un poder demoniaco que engañara a los
habitantes de esta tierra que se negaron a creer en la verdad: “inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios
mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto
no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un
poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos
los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”,
(2 Tesalonicenses 2:9-12). Por tanto, la Gran Tribulación iniciara con la
aparición del Anticristo, este personaje ungido por el mismo Satanás quien
engañara a todo el mundo y tendrá un increíble poder político y militar.
El Jinete del Caballo Rojo.
“Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que
decía: Ven y mira. Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue
dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se
le dio una gran espada”.
Apocalipsis
6:3-4
A continuación el Cordero abre el
segundo sello y de inmediato el segundo ser viviente invita a Juan a mirar: Cuando abrió el
segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. El
segundo sello desata al segundo jinete el cual monta un caballo de color rojo
al cual lo acompaña la guerra: Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue
dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se
le dio una gran espada. En su pasaje paralelo del sermón
apocalíptico, nuestro Señor Jesucristo les advierte a sus discípulos que antes
que este periodo comience iban haber guerras y rumores de guerra: “Y oiréis de guerras
y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo
esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra
nación, y reino contra reino…”, (Mateo 24:6-7). Es obvio que después
de la aparente paz que trae el Anticristo le seguirá la guerra, y este es el
objetivo principal del segundo jinete. La Biblia lo describe montado sobre un
caballo rojo con una gran espada, lo cual nos da la idea de la sangre que será
derramada por medio de la guerra. De acuerdo a Daniel, este ser gobernara por
la fuerza militar y honrara a un dios falso: “Mas honrará en su lugar al dios de las
fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con
piedras preciosas y con cosas de gran precio. Con un dios ajeno se hará de las
fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y
por precio repartirá la tierra”, (Daniel 11:38-39). Este mismo
destruirá a 3 reinos que al inicio le brindaran todo su apoyo en su reino
mundial: “Mientras
yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos,
y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que
este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas”,
(Daniel 7:8). Y en general, todo aquel que se oponga a su dictadura será
ejecutado: “Y vi
tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi
las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra
de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con
Cristo mil años”, (Apocalipsis 20:4). Aunque el Anticristo traiga
una paz, esta será temporal porque al final le seguirá la guerra lo cual traerá
muchas muertes.
El Jinete del Caballo Negro.
“Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía:
Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una
balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que
decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un
denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.
Apocalipsis
6:5-6
Luego, el
tercer sello se abre, y el tercer ser viviente invita a Juan a ver al tercer
jinete y su caballo: Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que
decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro. El color
negro es una alusión a la escasez, posiblemente por el color negro que la piel
toma como resultado del hambre y el fuerte sol, incluso el color que la hierba
quemada toma durante tiempos de sequía donde el sol provoca incendios
forestales: “Nuestra
piel se ennegreció como un horno a causa del ardor del hambre”,
(Lamentaciones 5:10). Después de un periodo de guerra el hambre le sigue, por
lo que la visión le revela a Juan lo que acontecerá en aquellos días finales,
tal y como Jesús lo menciona en el capítulo 24 de Mateo: “… y habrá pestes, y hambres, y terremotos en
diferentes lugares”, (Mateo 24:7). Es interesante ver lo que el
tercer jinete llevaba en su mano: y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
La balanza en la mano del jinete nos habla de un control sobre los productos
alimenticios ya que estos serían vendidos por peso, apenas una ración para
sobrevivir. En la antigüedad, los judíos solían asociar la escasez con la
adquisición racionada de los alimentos por peso, lo cual ya era un símbolo de escasez: “Me dijo luego:
Hijo de hombre, he aquí quebrantaré el sustento del pan en Jerusalén; y comerán
el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con espanto”,
(Ezequiel 4:16). En Israel el trigo, la cebada, el aceite y el vino eran
considerados parte de la alimentación básica a tal punto que Dios les prometió
su abundancia si andaban en sus caminos: “yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana
y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite”,
(Deuteronomio 11:14), pero al mismo tiempo les advirtió la escasez de estos
productos alimenticios como juicio por sus pecados. Por tanto, en tiempos de la
Gran Tribulación existirá una gran escasez que hará que los alimentos básicos
se vendan en una ración escasa, a penas para sobrevivir: Y oí una voz de en medio de los cuatro seres
vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de
cebada por un denario. El término griego que se utiliza y de donde
se traduce la palabra libra es joínix (χοῖνιξ), la
cual era una unidad de medida de capacidad utilizada en tiempos de Jesús. Dos
libras de trigo y seis libras de cebada eran la ración necesaria para alimentar
a una persona, generalmente se necesitaba al menos 3 veces más que eso para
proveer a una familia completa. El denario era considerado el salario base de
un jornalero por un día de trabajo, de tal forma que el salario base a penas
alcanzara para alimentar a una persona. Los padres tendrían que dividir esta
porción con todos sus familiares para a penas sobrevivir.
La aclaración
del ser viviente: pero no dañes el aceite ni el vino, nos dice mucho. Lo cierto
es que el trigo y la cebada eran productos de uso común, especialmente entre
los pobres; pero el aceite y el vino era un producto exclusivo de los ricos.
Con estas palabras se sugiere que el aceite y el vino no sufrirán mayor daño,
posiblemente porque los olivos y
los las viñas
están enraizadas más
profundamente, así que
pueden soportar la
sequía, y las comunidades de
ricos no sufrirán los efectos de la escasez, mientras unos mueren de hambres,
otro grupo seguirá viviendo en su opulenta vida.
El Jinete del Caballo Amarillo.
“Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente,
que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba
tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la
cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y
con las fieras de la tierra”.
Apocalipsis
6:7-8
Con la
apertura del cuarto sello el cuarto jinete hace su aparición montado sobre un
caballo amarillo. La palabra griega de donde se traduce amarillo, es jlorós (χλωρός), la
cual define un color muy pálido, entre amarillo y verde, lo cual describe perfectamente
el color característico de la muerte. Después de la guerra y la escasez viene
una gran mortandad la cual alcanzara a muchas personas. A este personaje le
sigue el Hades, la actual morada de las almas que están en tormento, y su
nombre es sinónimo de lo terrible que trae consigo: Muerte. Este trae una gran
espada y tiene la potestad para matar con espada, hambre, mortandad y con las
fieras del campo. De acuerdo
a United Nations, Department of Economic
and Social Affairs, Population Division, para el 2015 se estimó una población de 7,324.782
millones de personas alrededor de todo el mundo, lo cual significa que para
este periodo se estima un aproximado de 1, 831.1955 millones de personas que morirán
bajo estas condiciones. Este número es sorprendente. El cuarto jinete montado
sobre el caballo amarillo es el resultado final de la obra realizada por los jinetes
anteriores, y tal como lo menciono Jesús habrá gran mortandad debido a guerras,
pestes, terremotos y otros juicios que enviara Dios en este periodo: “Porque se levantará
nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos
en diferentes lugares”, (Mateo 24:7).
EL QUINTO
SELLO: LOS MÁRTIRES DE LA GRAN TRIBULACIÓN
“Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que
habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que
tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y
verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y
se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco
de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos,
que también habían de ser muertos como ellos”
Apocalipsis
6:9-11
Llegamos al quinto sello. En este
caso, ningún ser viviente invita a Juan a presenciar la siguiente visión, y lo
que ve son las almas de los mártires de la Gran Tribulación: Cuando abrió el
quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por
causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. El texto
es claro al decirnos la causa de la muerte de estas personas: por causa de la
palabra de Dios y por el testimonio que tenían, de hecho, la palabra
testimonio proviene del griego marturía (μαρτυρία), de donde viene nuestra palabra española mártir, el
cual denota a una persona que ha muerto por causa de Cristo. Algunos opinan que
estos mártires serán los cristianos que atravesaran por la Gran Tribulación,
sin embargo, nosotros creemos que la iglesia no pasara por este periodo, ya que
ella se ira en el rapto. Más bien corresponden a los hombres y mujeres que creerán
a la palabra de Dios durante este terrible periodo y por causa de su fe serán perseguidos
y muchos muertos. Nuestro Señor lo dijo en su sermón apocalíptico de Mateo 24: “Entonces os
entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las
gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos
a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán,
y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos
se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”,
(Mateo 24:9-13). Jesús es claro al decirnos el precio de la salvación del alma
en aquellos días, la vida: Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Hoy en día la salvación es por fe, de manera gratuita, pero aquel día el
confesar nuestra fe costará la vida, lo mejor es creer hoy en Cristo y escapar
de ese terrible periodo que viene para este mundo. No obstante, nuestro Maestro
va mas allá y nos da un detalle importante que pasara en estos tiempos: “Y será predicado
este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendrá el fin”, (Mateo 24:14). Algunas personas usan este
versículo para afirmar que el evangelio llegara en nuestros tiempos a todas las
naciones del mundo, sin embargo, esto no será así. Actualmente existen muchos países
donde el evangelio es prácticamente impenetrable, especialmente en los países de
la Ventana 10-40, donde las religiones principales son las del hinduismo,
budismo e islamismo constituido por 59 países, donde el más poblado es China
con 1.300 millones de personas. En aquel tiempo la palabra de Dios el santo
evangelio llegara hasta el último rincón de esta tierra y muchos creerán,
aunque tendrán que pagar su fe con su vida. Ahora bien, la pregunta es, si la
iglesia no está, quienes serán los predicadores del evangelio, como ya veremos
en otra parte, será los 144 mil sellados y los dos testigos los que se
encargaran de dar testimonio de la verdad en este tiempo.
El Quinto Sello: Los Mártires de la Gran Tribulación |
Estas almas son vistas debajo
del altar de Dios y ellos claman por justicia divina, sin embargo, se les
otorga vestiduras blancas hasta que se completara el número de mártires de este
periodo: Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la
tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen
todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos
y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos. ¡Qué bueno es saber que aun en esta dispensación Dios seguirá otorgando
oportunidades de salvación!, estas almas después de su martirio entraran al
descanso eterno.
EL SEXTO
SELLO: LAS SEÑALES EN EL CIELO
“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto;
y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como
sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja
caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se
desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se
removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los
capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las
cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas:
Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre
el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién
podrá sostenerse en pie?”.
Apocalipsis
6:12-17
Llegamos al final de este capítulo
donde nos habla del sexto sello. Es importante no olvidar que los primeros 3
años y medio de la Gran Tribulación corresponden a los eventos desencadenados
por la abertura de los primeros seis sellos que Juan presenta en este capítulo;
mientras que el séptimo sello abre los acontecimientos de las 7 tromperas
correspondientes a los juicios de los últimos 3 años y medio de la Gran Tribulación.
Prácticamente el sexto sello provoca la sacudida cósmica y cataclismos de la
tierra: Miré
cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso
negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las
estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus
higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un
pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Nuestro Señor Jesús también nos da una descripción de los acontecimientos que ocurrirán
en este tiempo: “E
inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,
y las potencias de los cielos serán conmovidas”, (Mateo 24:29). Podemos
imaginarnos lo terrible que será aquel día, donde habrán terrible terremotos, y
donde reinara la oscuridad porque el sol no dará su luz y habrá una gran conmoción
cósmica viendo cuerpos celestes descender sobre la tierra. Este día será de
gran terror para todos sus habitantes: Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los
capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las
cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas:
Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre
el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién
podrá sostenerse en pie?. Otros profetas hablaron de lo espantoso
que será este día, por ejemplo Sofonías lo describe como un día donde hasta los
valientes gritarán: “Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo;
es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente”, (Sofonías
1:14), Isaías lo llama el día donde todos aullaran por la terrible desolación: “Aullad, porque
cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso”,
(Isaías 13:6), y Joel lo describe como un tiempo muy terrible y se pregunta ¿cómo
pondrán sostenerse los hombres en el día de Jehová?: “Y Jehová dará su orden delante de su
ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su
orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá
soportarlo?”, (Joel 2:11).
Aquel
día los habitantes buscaran donde esconderse, pero no habrá lugar para escapar,
buscaran la muerte, pero esta huirá de ellos, no habrá escapatoria porque el día
del juicio del Señor habrá llegado, y hasta los montes y el universo completo
temblará: “Los
montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se
conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan”,
(Nahúm 1:5).
Increíble paralelo entre Apocalipsis 6 y Mateo 24
ResponderBorrarDebemos ser siempre fieles, con la ayuda de Dios llegaremos a la meta.
ResponderBorrarMuchas gracias es de gran bendición el estudio de la palabra
ResponderBorrarMuchas gracias por este estudio fue de mucha bendición y ayuda para mi
ResponderBorrarmuy linda
ResponderBorrarDios nos ayude a manterno fiel ,Cristo viene ,Aleluya,Aleluya
ResponderBorrarexcelente estudio para que reflexionen los que todavía duermen y juegan con las palabra de Dios
ResponderBorrarTomando en cuenta el capitulo 5 como introducción al cp. 6, son reflexiones que llama a la Iglesia a estar lista para escapar en el arrebatamiento, ya que los sellos serán desatados. Muy maravilloso este estudio.
ResponderBorrar