Mateo 11:25-30
Introducción
Llegamos al final del
capítulo 11 y después de haber pronunciado un mensaje de juicio sobre las
ciudades de Corazín, Betsaida y Capernaum, nuestro gran Maestro y Mesías
exclama palabras de adoración, revelación e invitación. Todas estas palabras
representan en este evangelio una proclamación de profunda e inmensurable
compasión que trae alivio a todas aquellas almas que en su sencillez deciden
acudir a Aquel que puede darles descanso. Su contenido es tan tierno y
reconfortante que algunos han llegado a considerarlas entre todas las promesas
que nuestro Dios le hace a su pueblo, como la más excelsa de todas.
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Palabras de Adoración, Revelación e Invitación |
Palabras de Adoración
“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo,
Padre, Señor del cielo y de la tierra…”
Mateo
11:25
Después de todo su
discurso y sus palabras de juicio contra las ciudades incrédulas que ignoraron
sus poderosas obras y mensaje, el Señor Jesús
irrumpe en palabras de adoración hacia su Padre celestial: Te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra. Como en la oración del Padre Nuestro, aquí también
lo llama su Padre, y exalta su deidad llamándolo Señor del cielo y de la
tierra. Estas cortas palabras de adoración son motivo de alegría por las
grandes cosas que Dios ha hecho en la vida de sus hijos. A pesar del repudio de
las ciudades hacia su persona, había motivos para alabarle y de esas gloriosas
razones son de las que hablará a continuación.
Palabras de Revelación
“… porque escondiste estas cosas de los sabios y de
los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas
las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el
Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo
quiera revelar”.
Mateo
11:25-27
Después de su
adoración, Jesús expresa una gran revelación que puede llenar de júbilo a todos
aquellos que la escuchan. En primer lugar esta gran revelación ha sido
escondida de los sabios de este mundo, de aquellos que en su soberbia creen
tener el entendimiento de todas las cosas y ha sido revelada a los humildes y
sencillos: porque
escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los
niños. Sí, Padre, porque así te agradó. En primer lugar se nos dice que todas las cosas
celestiales fueron reveladas, es decir descubiertas, del griego apocalúpto (ἀποκαλύπτω), que implica levantar un velo para
mostrar algo que estaba oculto a los ojos del hombre. La verdadera sabiduría se
encuentra escondida en Dios y al Él le ha placido revelarla a sus hijos a
quienes llama niños, palabra que viene del griego népios (νήπιος) que denota a un niño
infante que está en la etapa de crecimiento e ingenuidad, donde todo lo cree. La
declaración de Cristo es contundente al decir que esta sabiduría es exclusiva
del Padre y que consiste en conocerle y nadie lo conoce sino solo el Hijo el
cual elige a quien revelárselo: Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y
nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Las palabra conoce que aparece en estos versículos
proviene de la raíz griega epiginósko (ἐπιγινώσκω), la cual es una
palabra compuesta que sugiere un alto conocimiento. El mundo decide ignorar A
Jesús sin saber que está rechazando la verdadera sabiduría que conduce a la
vida eterna; pero aquellos humildes y sencillos, que como un pequeñito deciden
creer en Él, son los privilegiados en recibir esta gran revelación.
Palabras de Invitación
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Mateo
11:25-30
Después de esta gran
revelación, nuestro Señor realiza tres de las más grandes invitaciones. La
primera es para todos aquellos que están angustiados y cargados: Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. En este mundo de dificultades e
injusticias nuestras vidas se pueden volver una verdadera carga, las
enfermedades y sufrimientos atormentan a la humanidad, pero en medio de esta
desolación, Jesús ofrece el descanso para todas estas almas cansadas y
cargadas. La invitación es sencilla y no requiere nada a cambio, ningún
sacrificio humano o penitencia, u ofrenda, solamente una decisión, la de
aceptar la invitación y venir a Él, solamente eso. Así de sencillo es el
evangelio, sin sacrificios humanos ya que Cristo promete hacer el resto. La
segunda invitación es a ser como Él, manso y humilde de corazón: y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón. La palabra manso viene del griego práos (πρᾷος) que se usa para representar a
alguien que ha domesticado todo su ser para ser obediente y no actuar con
hostilidad. Se usa a veces en referencias a los animales salvajes que han sido
domesticados. La otra palabra griega para humildad es tapeinos (ταπεινός) la cual denota una actitud de
humildad mental, alguien que tiene un concepto equilibrado de sí mismo y no se
considera superior a los demás. Cuando emulamos estas cualidades en nosotros,
la paz de Cristo viene a nosotros. Muchos de los problemas en la vida se deben
a nuestra arrogancia y nuestra falta de control, pero si somos mansos y
humildes de corazón las cosas serán diferentes. Finalmente, la tercera
invitación se refiere a dejarnos colocar su yugo: Llevad mi yugo sobre vosotros…porque mi yugo
es fácil, y ligera mi carga. El yugo era un artefacto de madera que se hacía para colocarlo en la
cabeza de los bueyes con el fin de direccionarlos en el camino que el ganadero
quería. En la vida es imposible no llevar un yugo sobre nosotros. El pecado es un
yugo pesado que agobia la vida de las personas, pero Jesús ofrece un yugo
diferente, el cual es fácil y ligero: porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Las palabras fácil y ligera nos
dice mucho. En el antiguo tiempo los carpinteros tenían que tomar bien las
medidas del buey con el fin de fabricarle un yugo a la medida del animal, un
yugo ligero que no representara una carga lastimosas y que le encajara
perfectamente. Jesús sabia esto perfectamente ya que había sido carpintero
antes de iniciar su ministerio; por eso Él nos promete a través de estas
palabras ofrecernos una vida diferente a la que el pecado nos ofrece, es una
vida fácil de llevar, diseñada específicamente para nosotros la cual encaja
perfectamente en nuestras necesidades y habilidades. Por ende, cuando decidimos
ir al Él y dejar todas nuestras cargas para descansar en su persona, cuando
decidimos imitar su actitud de mansedumbre y humildad, y aceptamos la vida que
nos ofrece la cual encaja perfectamente en nuestros sueños y necesidades, encontramos
el verdadero descanso para nuestra alma: y hallaréis descanso para vuestras almas ¡Oh, qué gran invitación!
Tremenda reflexión paz y bendiciones
ResponderBorrarEnriquecedora reflexión, hoy en estos momentos en que mi fe hacia Dios disminuye. Gracias, bendiciones.
ResponderBorrarExcelente reflexion toco mi corazon
ResponderBorrarQue linda exposición de la palabra Dios le bendiga pastor y siga escribiendo para bendecir nuestras vidas, desde el Oriente de Yucatán.
ResponderBorrar🙏
ResponderBorrarmi comentario es por que la palabra yugo no esta evaluada desde el griego su origen, contexto historico,
ResponderBorrarsu significado en epoca de jesus, el yugo no podria ser por que en isral no predomino el ganado vacuno, sino solo la cabras y ovejuno