“Partiendo él de allí,
halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía
la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces
dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me
dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve,
vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y
con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen.
Después se levantó y fue tras Elías, y le servía”.
1 Reyes
19:19-21
INTRODUCCIÓN
La perseverancia es una
cualidad muy importante en la vida ya que gracias a ella podemos llegar a triunfar
en la vida, ya que como se dice, mucho del triunfo viene más de la
perseverancia que del talento. En la vida cristiana es lo mismo, pero como
debemos perseverar en la vida cristiana. Al estudiar la vida del profeta Eliseo
podemos encontrar algunos tips que nos ayudaran a contestar esta pregunta.
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La perseverancia de Eliseo |
I.
ABANDONAR NUESTRA VIEJA
VIDA.
En
primer lugar, si queremos perseverar en nuestra vida cristiana debemos abandonar
nuestra vieja vida para seguir y servir a Cristo. Eliseo es un buen ejemplo de
esto, ya que cuando Elías le hizo el llamamiento este acepto inmediatamente
renunciando a su vieja vida tal y como lo vemos en estos versículos: Partiendo él de
allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y
él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces
dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me
dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve,
vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y
con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen.
Aquí vemos a un hombre que araba el campo con doce yuntas de bueyes lo cual nos
sugiere que de alguna manera Eliseo gozaba de cierto bienestar económico ya que
muy pocas personas eran capaces de poseer 12 yuntas de bueyes; pero cuando recibió
el llamamiento de Elías este lo dejo todo pidiéndole que le permitiera
despedirse de sus padres ya que a lo mejor no los volvería a ver y después mato
a los bueyes y con el arado coció la carne para que todo el pueblo comiese,
como una señal que el jamás volvería a su tierra a trabajar, y en general, jamás
volvería a su antigua vida.
Para
poder perseverar en la vida cristiana es importante renunciar para siempre a
nuestra antigua vida, de hecho, el apóstol Pablo nos dice que como cristianos
debemos despojarnos del viejo hombre: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo
hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu
de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia
y santidad de la verdad”, (Efesios 4:22-24). Es importante que una
vez nos convirtamos a Cristo abandonemos nuestras viejas costumbres que están viciadas
por el pecado y que las sustituyamos por las virtudes del cristianismo, tal y
como Pablo continúa diciéndolo: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno
con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no
pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El
que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es
bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al
Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia,
y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”,
(Efesios 4:25-32). Muchas personas que comienzan en el evangelio no perseveran
porque no abandonan su vieja vida, quieren seguir con sus antiguas costumbres y
no permiten que la palabra de Dios les enseñe la manera correcta de vivir, por
ello retrocede lo cual desagrada a Dios: “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado
mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”, (Lucas 9:62).
II.
JAMÁS APARTARNOS DE
CRISTO.
“Aconteció que cuando
quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de
Gilgal. Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado
a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré.
Descendieron, pues, a Bet-el. Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que
estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te
quitará hoy a tu señor de
sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. Y Elías le volvió a decir: Eliseo,
quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive
Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó. Y se
acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le
dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? El respondió:
Sí, yo lo sé; callad”.
2 Reyes 2:1-5
Otra
de las razones por las cuales los cristianos podemos perseverar es porque no
nos apartamos nunca de Cristo, y Eliseo es un buen ejemplo de ello. Aun cuando
Eliseo sabia que Elías iba a ser arrebatado al cielo, el nunca se aparto de su
presencia porque quería recibir una doble unción de su parte. Sabia que si le perdía
de vista no se daría cuenta del momento en el cual seria arrebatado su maestro.
De igual forma, nosotros los cristianos debemos permanecer cerca de Cristo,
porque si nos alejamos de su presencia no seremos capaces de vencer las
diferentes pruebas y tentaciones que vienen a nuestras vidas. Por esta razón Jesús
dijo: “Permaneced
en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si
no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy
la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no
permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los
echan en el fuego, y arden”, (Juan 15:4-6). Una de las principales
claves para permanecer firmes en los caminos del cristianismo es jamás
apartarnos de Cristo.
III.
ANHELAR FUERTEMENTE LAS
COSAS ESPIRITUALES.
“Cuando habían pasado,
Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado
de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre
mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de
ti, te será hecho así; más si no, no”.
2 Reyes 2:9-10
Otras
de las formas de como el cristiano puede perseverar en la vida que Cristo le
ofrece es a través de anhelar enormemente las cosas espirituales. Una vez mas
Eliseo fue un buen ejemplo de ello ya que la razón por la cual no se separaba
de Elías es porque anhelaba una doblo porción del espíritu que había en su
maestro. Al final Eliseo lo logro y basta leer la Biblia para darnos cuenta de
las grandes proezas que hizo con la ayuda del Espíritu de Dios. Como hijos de Dios
no debemos amar este mundo ni las cosas que ellas hay ya que nos puede seducir
al pecado: “No
améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de
la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la
voluntad de Dios permanece para siempre”, (1 Juan 2:15-17). Nuestra
principal prioridad en la vida debe ser concentrarnos en las cosas espirituales
y no en el pecado que este mundo ofrece: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la
tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”,
(Colosenses 3:2-3). Cuando esto es así jamás nos separaremos del camino que nos
lleva a heredar todas sus promesas, dones y la vida eterna.
CONCLUSIÓN.
Eliseo
es un buen ejemplo de perseverancia en los caminos de Dios, ya que durante su
vida logro ganar el favor del Señor como profeta al realizar grandes proezas
que incluso hoy en día dejan maravillados a aquellos que las estudian. Como
creyente podemos aprender de el con el fin de saber que debemos hacer para perseverar
en la vida cristiana:
1.
Abandonar
nuestra vieja vida.
2.
Jamás
apartarnos de Cristo.
3. Anhelar
fuertemente las cosas espirituales
Excelente estudio reflexión q nuestro poderoso Dios siga iluminando vuesto corazón para ministrar la palabra
ResponderBorrarhermoso mensaje Dios bendiga el miniserio
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