“Porque el reino de los cielos es semejante
a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para
su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a
su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en
la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo
que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y
novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros
que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día
desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también
vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el
señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal,
comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían
ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también
los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron
cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,
diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales
a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Él, respondiendo,
dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un
denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a
ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia,
porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros,
primeros; porque muchos son llamados, más pocos escogidos”.
Mateo 20:1-16
INTRODUCCIÓN
La Biblia está llena de figuras retóricas
ya que a través de símiles, parábolas, fabulas, metáforas y otras narraciones
figuradas nos ilustran grandes verdades espirituales. El capítulo 20 del
evangelio según Mateo comienza con esta parábola que es conocida con el nombre:
los obreros de la viña. Si recordamos un poco, allá en el capítulo 13 de este
mismo evangelio vimos varias parábolas donde nuestro Señor Jesucristo comparaba
a través de actividades y circunstancias cotidianas el reino de los cielos. A
partir de este momento volveremos a leer más parábolas las cuales nos traen
grandes enseñanzas en cuanto al reino de los cielos y su pronto regreso, y
ahora nos ilustrará con una de las actividades cotidianas que se realizaban en
Israel, y esta es el trabajo que se hacía recogiendo la cosecha en las viñas
antes que comenzara la época lluviosa. No olvidemos que estamos en el periodo
final del ministerio de nuestro Señor y ha comenzado a anunciar lo que le
espera en Jerusalén. Veamos en detalle esta parábola.
La Parábola de los obreros de la viña |
UNA PARÁBOLA UN POCO DIFÍCIL DE INTERPRETAR
“Porque
el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió
por la mañana a contratar obreros para su viña”.
Mateo
20:1
Nuestro Señor Jesús comienza esta parábola
con las palabras: Porque el reino de los cielos es semejante a…, donde la palabra “porque” nos enlaza de
alguna manera al capítulo anterior donde Pedro le pregunto a su Señor que
ganarían ellos por haberlo seguido, y de alguna manera esta parábola toca ese
tema. También la palabra “semejante” nos anuncia que Jesús está a punto de
hacer una comparación del reino de los cielos con una actividad o
acontecimiento cotidiano que la gente conoce. Al igual que un símil, la
parábola hace la comparación entre dos cosas y generalmente comienza con las
palabras: “es semejante a…”, o “es como…”, y de hecho eso es un símil, una
comparación entre dos cosas, y una parábola es una series de símiles. Es
increíble ver como nuestro Señor escogía actividades o acontecimientos de la
vida cotidiana para explicar verdades espirituales, y así decía que el reino de
los cielos era semejante a un sembrador que fue a sembrar, o semejante a una
red que era echada al mar, o semejante a una mujer que perdía una moneda y barría
la casa buscándola, o semejante a un hijo menor que pidió la parte de la
herencia que le correspondía, o semejante a un publicano y fariseo que subió a
orar, y así el gran Maestro usaba acontecimiento cotidianos que la gente
entendía para explicarles grandes verdades espirituales. Y ahora nuestro Señor
Jesucristo nos dice: Porque el reino de los cielos es semejante a
un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para
su viña. El comparar el reino de Dios con la viña
o cualquier actividad de agricultura es muy común en la palabra de Dios, a lo
mejor es porque es una actividad cotidiana que en Israel se ha realizado desde
el principio de los tiempos, así lo vemos a través de las páginas de las
Sagradas Escrituras, por ejemplo, en los Salmos se compara la obra de liberación
de la esclavitud de Israel de Egipto y su introducción a la tierra prometida
con el proceso de arraigar una planta en una viña: “Hiciste venir una vid de Egipto; echaste
las naciones, y la plantaste. Limpiaste sitio delante de ella, e hiciste
arraigar sus raíces, y llenó la tierra”, (Salmo 80:8-9). En Isaías se nos dice que Israel era
la viña que el Señor planto: “Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi
amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil”, (Isaías 5:1). En Jeremías se dice otra
vez que Israel era la viña del Señor: “Te planté de vid escogida, simiente
verdadera toda ella; ¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?”, (Jeremías 2:21). En Lucas se nos narra
en boca del mismo Señor Jesús otra parábola donde se menciona la viña que se
compara a Israel: “Comenzó luego a decir al pueblo esta
parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a labradores, y se ausentó por
mucho tiempo”, (Lucas 20:9).Y
en Juan se nos dice que Jesús es la vid verdadera: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el
labrador”, (Juan 15:1). Y ahora, vemos otra
parábola donde aparece otra vez la comparación del reino de Dios con un hombre
dueño de una viña que arrendo obreros para que trabajaran en ella.
Ahora
bien, interpretar esta parábola es un poco difícil, porque pareciera que no
está en armonía con otras verdades que se explican a la largo del Nuevo
Testamento y que tienen que ver con las recompensas de los santos en la
eternidad que estarán en función de su fidelidad. Desde los tiempos de la
iglesia primitiva, algunos de sus padres y teólogos llegaron a establecer
diferentes interpretaciones en cuanto lo que este parábola significa llegando a
alegorizar demasiado su contenido. Como regla general de la hermenéutica, la
Biblia se interpreta literalmente, considerando todo su contexto gramatical,
histórico y textual, pero en el caso de las parábolas se tiene que hacer una
comparación con algunas verdades espirituales contenidas en la Biblia para dar
su interpretación, pero de allí que se pueda llegar a alegorizar tanto que esta
pierda su verdadero significado. En el caso de esta parábola nos enseña que el
reino de los cielos es semejante a un hombre que es padre de familia que salió
por la mañana a contratar obreros para su viña, una labor muy común en los
capos de palestina la cual se intensificaba cuando el tiempo de las lluvias se
acercaba y era necesario recoger toda la cosechan antes que esa estación
comenzara.
LOS OBREROS SON CONTRATADOS A LO LARGO DEL DÍA EN DIFERENTES HORAS DEL MISMO
“Y
habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza
desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea
justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo
lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban
desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le
dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a la
viña, y recibiréis lo que sea justo”.
Mateo
20:2-7
Aquí vemos una práctica que era muy común
en los tiempos antiguos de Israel, el contratar a tantos obreros como fuera
posible para recoger las cosechas de las viñas. Generalmente, los campos
estaban listos para ser segados y esto tenía que ser rápido porque la estación
de invierno estaba cerca y las lluvia podían llegar a echar a perder la
cosecha, por eso se solía contratar tantos obreros como fuera posible y estos
solían ir a las plazas públicas con sus herramientas de trabajo para esperar
que alguien los contratase. Muchos eran contratados a primera hora del día y
otros durante la jornada laboral, los cuales recibían su pago de acuerdo al
número de horas que habían laborado. El salario por un día de trabajo era un
denario, por eso fue y contrato a los obreros desde las primeras horas del día:
Y
habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. En Israel, las 12 horas del día para
trabajar se comenzaban a contar desde las 6:00 AM. De esta forma se contaban la
hora segunda, tercera, cuarta, hasta la undécima que son las 5:00PM, hasta las
6:00 PM, donde se terminan las horas de luz y da paso a otras 12 horas
nocturnas que dan paso a las 3 vigilias que iban de las 6.00 PM hasta las 6:00
AM. Estos primeros obreros tuvieron que haber si contratados durante la primera
hora del día. Luego, pasadas unas horas, a la hora tercera que corresponde a
las 9:00 AM, el padre de familia contrata a más obreros para ir a trabajar a su
viña: Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros
que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña,
y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Luego hace lo mismo en las horas sexta y novena, que
corresponde a las 12:00 PM y 3:00 PM: Salió otra vez cerca de las horas sexta y
novena, e hizo lo mismo. Y
finalmente, volvió a salir casi llegando a la hora undécima que corresponde las
5:00 PM, casi terminando el día: Y saliendo cerca de la hora undécima, halló
a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día
desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id
también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. De esta forma el Padre de familia contrato
a los obreros para su viña en diferentes horas del día prometiéndoles que les
habría de pagar lo justo.
TODOS LOS OBREROS RECIBEN EL MISMO PAGO, INDEPENDIENTEMENTE DE SU TIEMPO LABORADO
“Cuando
llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y
págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al
venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un
denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más;
pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban
contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola
hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el
calor del día”.
Mateo
20:8-12
Aquí encontramos algo muy controversial y
es el pago que los obreros de la viña recibieron. De acuerdo con la ley de
Moisés debía pagárseles a los jornaleros al final del día: “No
oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros
que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal,
y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida;
para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado”, (Deuteronomio 24:14-15). Según vimos al
principio el dueño de la viña acordó pagarles un denario a aquellos obreros que
contrato desde el inicio del día, no obstante, lo más controversial fue su
forma de pago ya que al comenzar por los más postreros, a estos les pago un
denario por las pocas horas que habían hecho: al venir los que habían ido cerca de la hora
undécima, recibieron cada uno un denario, y se esperaba que si estos habían estado allí pocas
horas se les pago de esta forma, los que habían estado el día completo
recibiesen más; pero no fue así: Al venir también los primeros, pensaron que
habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al
recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han
trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos
soportado la carga y el calor del día. Para los obreros que estaban allí desde el inicio
del día era injusto que los que apenas había trabajado una hora recibieran el
mismo pago que ellos.
EL PAGO ES EL MISMO, INDEPENDIENTEMENTE DEL INICIO DE LA JORNADA
“Él,
respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste
conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este
postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes
tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los
postreros, primeros; porque muchos son llamados, más pocos escogidos”.
Mateo
20:13-16
Para aquellos obreros que fueron
contratados desde la primera hora de la mañana era totalmente injusto que Jesús
les hubiese pagado lo mismo que a los postreros; pero realmente no era injusto,
porque este había convenido con ellos pagarles un denario por el servicio de
todo el día, y porque el dinero le pertenecía a él y podía hacer lo que mejor
le pareciera: Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te
hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y
vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que
quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? De esta forma termina esta parábola, pero
¿cuál es la interpretación correcta? ¿Qué significa esta parábola si la
comparamos con el reino de Dios? Bueno, como lo mencionamos al
principio la interpretación de esta parábola ha provocado muchas dificultades y
hoy en día sigue siendo un tanto difícil aseverar algo en cuanto a ella. Algunos
han llegado a afirmar que la enseñanza principal de esta parábola es que cuando
lleguemos al reino de los cielos todos tendremos las mismas recompensas, pero
si fuese así, esto contradeciría las enseñanzas de otros pasajes de la Biblia
donde se nos muestra que los salvos recibirán recompensas de acuerdo con su
fidelidad y capacidad que demostraron en esta tierra. Por ejemplo, en
la parábola de las minas se nos enseña que cada uno tuvo su recompensa en
proporción a lo que habían producido: “Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un
país lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos,
les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. Pero sus
conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No
queremos que éste reine sobre nosotros. Aconteció que vuelto él, después de
recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había
dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. Vino el primero,
diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Él le dijo: Está bien, buen
siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez
ciudades. Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. Y
también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades”, (Lucas 19:12-19). En la parábola de los
talentos se le quito el talento al que no produjo nada y se lo dio al que tenía
diez, y así este llego a tener más: “Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que
tiene diez talentos”,
(Mateo 25:28). De igual forma, vemos que aquellos que no hicieron bien su
trabajo para el Señor y no edificaron de la mejor manera serán avergonzados,
mientras que otros recibirán recompensa: “Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”, (1 Corintios 3:14-15). Por tanto, no
podríamos afirmar que la enseñanza central de esta parábola es que todos
recibiremos la misma recompensa al llegar al cielo.
Otra
interpretación que se le ha dado a esta parábola es aquella que dice que las
diferentes horas en las cuales fueron contratándose los obreros representan
diferentes edades a las cuales el Señor llama a sus elegidos para servirle y el
denario con el cual se les pago representa la salvación, la cual es otorgada de
la misma manera a todos los hombre y no está en función de la cantidad de obras
que realizaron. Así dicen que los que se contrataron al inicio del día
son todos aquellos que fueron llamados por Dios en su niñez: Y
habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Podemos recordar a Samuel quien desde
niño sirvió a Jehová: “Y el joven Samuel iba creciendo, y era
acepto delante de Dios y delante de los hombres”, (1 Samuel 2:26), o Juan el Bautista quien sintió su
llamamiento aun desde el mismo vientre de su
madre: “Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de
María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu
Santo”, (Lucas 1:41). Luego dicen que aquellos
que fueron llamados como a la tercera hora, las 9:00 AM, son todos aquellos que
Dios llama en su adolescencia y juventud: Saliendo cerca de la hora tercera del día,
vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también
vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Podemos recordar en la Biblia los
ejemplos de Jeremías que fue llamado siendo un adolescente: “Vino,
pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te
conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y
yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me
dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y
dirás todo lo que te mande”,
(Jeremías 1:4-7), o de Timoteo quien llego a ser un discípulo de Pablo: “Después
llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado
Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego”, (Hechos 16:1). Luego tenemos los que
llamo a la hora novena, que son las 3:00 PM, y dicen que estos representan a
aquellos que son llamados por Dios en su edad adulta. Bueno aquí tenemos personas
como Pedro, Santiago, el hermano de Jesús y muchos otros discípulos que
creyeron en su edad adulta. Finalmente, se dice que aquellos que son llamados
casi al final del día, a la hora undécima, las 5:00 PM, son todos aquellos que
son llamados en su vejez: Y saliendo cerca de la hora undécima, halló
a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día
desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id
también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo, tal y como le paso a Abraham: “Y se
fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de
setenta y cinco años cuando salió de Harán”, (Génesis 12:4). De esta forma se alegoriza el pasaje
diciendo que así conforme pasan las horas del día, la vida del ser humana
avanza y muchos son llamados en diferentes momentos de sus días, unos siendo
unos niños, otros en su juventud, o cuando son adultos e incluso podría ser en
su vejes, pero al final de su jornada serian recompensados de la misma manera,
con el don de la vida eterna.
En
resumen, nosotros solo podemos observar algunas enseñanzas que están claras en
esta parábola y son (1) Hay un llamamiento que Jesús nos hace de pertenecer a
su reino y es necesario atenderlo antes que la luz de nuestra vida se extinga: porque
muchos son llamados, más pocos escogidos. (2) Debemos ser humildes y no creer que por nuestro
servicio y esfuerzo merecemos más que otros santos: Y al recibirlo, murmuraban contra el padre
de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has
hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. (3) Aquel día cuando estemos delante de
su presencia habrán muchas sorpresas y quien sabe que aquellos que a nuestros
ojos no eran tan importantes recibirán mayor gloria de parte de nuestro Señor: Así, los
primeros serán postreros, y los postreros.
HERMANO SIEMPRE UN GUSTO LEER CADA ESTUDIO DE LA PALABRA DE DIOS, SIENTO QUE ESTA PARÁBOLA VA MÁS HACIA CÓMO TRATÓ DIOS CON SU PUEBLO ISRAEL Y AHORA COMO ES EL TRATO CON SU IGLESIA. INVITANDO A TODO AQUEL QUE QUIERA TRABAJAR EN SU VIÑA. DIOS LE BENDIGA HERMANO...
ResponderBorrarGracias Hermano, Dios lo bendiga.
BorrarGracias por su aportacion.
Que gran enseñanza, Dios lo bendiga grandemente
Borrarexelente enseñanza Dios le bendiga siempre :)
BorrarExcelente enseñanza. Dios le bendiga
ResponderBorrarYo lo veo de esta manera: la jornada laborar de 12 horas equivale a los tiempos de la humanidad desde la creacion hasta el fin, ya que el mundo avanza en un estado de oscuridad; cada vez mas se oscurece y las tinieblas cubriran la tierra. La viña es la obra del Señor, la obra de salvavion... Dios siempre ha llamado a gente dispuesta para le trabaje, el pago de un denario es igual para todos los obreros contratados, esto nos habla de la uncion. Dios derrama el mismo Espiritu que derramo a los antiguos (elias, eliseo, Pedro, Pablo; etc) la hora undecima es el ultimo tiempo, osea, este. Dios derramara una uncion como la del pentecostes que es la lluvia tardia y reposara sobre muchos que reciem se convierten al Señor.... jovenes, hijas e hijos (Joel 2:28). Porque el mismo pago de aquellos que trabajaron iniciando el dia ; lo obtendran aquellos que llegaran de ultimo, refiriendose al uncion y poder de su Espiritu
ResponderBorrarTambién estoy de acuerdo con esta explicación de (Marvin) y agrego que nosotros somos los que estamos siendo contratados a trabajar en la última hora de la jornada.
BorrarEn el presente estamos en los últimos tiempos la última hora, breve lapso de tiempo antes
del arrebatamiento, ¿estoy dispuesta a trabajar como lo menciona la parábola? tal vez es trabajar mas aprisa sin descanso porque el tiempo es poco y necesario terminar el trabajo encomendado de parte de Dios
Adelante, me abren la mente más y siempre trato de uvicar esta pagina, sigan haciendo la obra de Dios.
ResponderBorrarGracias hermano por la enseñanza
ResponderBorrarBuena meditación
ResponderBorrargracias por sus aportes y darnos estas interpretaciones variadas.
ResponderBorrarEn la obra del Sr no hay jubilación desde el mas joven hasta el mas anciano pueden trabajar lo mas presioso recibiran salario. Hasta que Dios nos llame al cielo la mies es mucha y los obreros pocos asi que mientras Dios nos tenga aqui todavia no ha terminado con nosotros.
ResponderBorrarPor Favor Ayudenme Con Una Tarea Relacionada Con Esta Parabola
ResponderBorrarExcelente, muchas gracias.
ResponderBorrar
ResponderBorrarPienso que esta parábola habla del juicio en el reino de Dios, los obreros representan a la humanidad.
El pago son los dos pactos: El hombre esta bajo la Ley o Bajo la gracia.
En el día del pago(el juicio) Dios va a juzgar según lo pactado (ley de Moisés)a todos los que no creyeron en Jesús (y así dar lo justo:el infierno), pero a todos los que creyeron el evangelio de Jesús, según la gracia(porque ya no están bajo la ley).
Todos los hombres del mundo son llamados por medio del evangelio, pero solo los escogidos de Dios responden en fe para salvacion.
Aunque el hombre crea que esto es injusto, es porque presupone que se le debe algo, que hay rectitud en él, y que el tb "merece".
Pero Dios demuestra en esta parábola que el hace misericordia del que El quiere, y que el no está obligado a hacer misericordia con todos(si estuviera obligado no seria misericordia, sino deuda)
También quiero destacar que en el cielo, nadie murmurara contra Dios(ya que allí no habrá llanto ni vergüenza ni dolor),por eso el grupo que murmura contra Dios demuestra que no son hijos de Dios(como el pueblo de Israel pereció en el desierto, estos perecerán en el infierno).
En fin, a mi parecer la parábola habla claramente de la justicia del reino, que es semejante a ese padre de familia que aplica así con quien quiere su gracia salvadora.
y una clara diferencia entre llamados y escogidos.
Yo pienso.
ResponderBorrarLos humanos solo tenemos 70 años de vida y que podemos predicar el evangelio.
Cuando sentimos el llamado a predicar, recibimos bendiciones y perdon de Dios, a un que seamos viejos de predicar las bendiciones y perdones son los mismos que reciben los mas jóvenes en edad y tiempo de predicar.
Pienso
Esta parabola quiere decir es que los que son llamados a servirle al señor en diferentes edades a unos los llamados siendo niños a otros en la adolescencia a otros ya ancianos pero todos van a tener la misma pága que es la vida eterna
ResponderBorrarDIOS LOS BENDIGA!!! EXCELENTE ENSEÑANZA, MEDITANDO EN LA PARABOLA, DIOS, ME HA HECHO ENTENDER QUE EL,
ResponderBorrarPADRE DE FAMILIA ES EL SEÑOR JESUCRISTO, LOS HOBREROS SON LAS PERSONAS QUE ACEPTAN EL EVANGELIO Y TRABAJAN EN LA OBRA, LA VIÑA ES LA HUMANIDAD, EL PAGO QUE EL OFRECE ( UN DENARIO) ES HEREDAR LA VIDA ETERNA, LAS HORAS EN LAS QUE LLAMA A LOS OBREROS, ES. EL TIEMPO EN EL QUE LA PERSONA ACEPTA A JESUS Y QUE DE HAY EN ADELANNTE TRABAJA EN LA OBRA.ALGUNOS TIENEN LA OPORTUNIDAD DE TRABAJAR MAS TIEMPO EN LA OBRA SI ACEPTAN AL SEÑOR Y DE HAY EN ADELATE LES RESTA UNA LARGA VIDA TRABAJAN MAS TIEMPO, PERO LOS QUE LO ACEPTAN Y EN SEGUIDA MUEREN, COMO POR EJEMPLO EL HOMBRE QUE FUE CRUCIFICADO AL LADO DE JESUS Y LE DIJO ACUERDATE DE MI CUANDO VENGAS EN TU REINO.ENTONCES JESUS LE DIJO:DE CIERTO TE DIGO QUE HOY ESTARS CONMIGO EN EL PARAISO.ESTE HOMBRE RECIBIO A JESUS EN EL ULTIMO MOMENTO DE SU VIDA, YA NO TRABAJO EN LAOBRA PERO POR AVER ACEPTADO A JESUS EN EL ULTIMO MOMENTO DE SU VIDA RECIBIO TAMBIEN EL PAGO DE LA VIDA ETERNA, LOS APOSTOLES LE RECIBIERON DESDE UN PRINCIPIO Y TRABAJARON MAS TIEMPO EN LAOBRA TAMBIEN RECIBIROAN LA VIDA ETERNA.
LA PARABOLA DICE QUE LOS PRIMEROS SERAN POSTREROS, Y LOS POSTREROS, PRIMEROS.ESTE HOMBRE FUE PRIMERO AUN CUANDO LE RECIBIO EN EL ULTIMO MOMENTO DE SU VIDA, LOS DICIPULOS FUERON POSTREROS POR QUE VIVIERON MAS TIEMPO EN ESTE MUNDO.
DIODS LES. BENDIGA!!!
Paz a tod@s los lectores de este medio. Por cierto muy edificarivo, es de gran ayuda para lejorar en el conocimiento y entender mejor el mensaje de la biblia. Dios le continúe vendiciendo.
ResponderBorrarHola bendecido Dia, Agradezco la explicación de la parábola, para mí ha sido enriquecedora y constructiva. hacen tremendo trabajo en publicar y difundir, el mensaje de Dios.
ResponderBorrarAmados esta parábola es sólo una expresión de la Gracia de Dios.
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