“¡Oh
Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!”.
Salmo 8:9
INTRODUCCIÓN
Estudiar los nombres de Dios nos enseña mucho en cuanto
a su carácter y naturaleza, ya que estos son una declaración de su revelación a
los hombres. Charles Ryrie nos dice: “Los muchos
nombres de Dios en las Escrituras proveen revelación adicional de Su carácter.
Estos no son meros títulos conferidos por los seres humanos sino, en su mayor
parte, sus propias descripciones de Sí mismo. Como tales, éstos revelan
aspectos de su carácter”. Por medio de sus nombres el Señor declara
su grandeza, por ello el salmista decía: ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda
la tierra!, y ahora tendremos la oportunidad de estudiarlos.
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Los nombres de Dios |
ELOHIM.
Uno de los
nombres a través de los cuales se da a conocer Dios en el Antiguo Testamento es
Elohim, aparece en el primer versículo del primer libro que
aparece en la Biblia, el Génesis: “En el principio
creó Dios los cielos y la tierra”, (Génesis 1:1). En
este versículo la palabra Dios se traduce de la palabra hebrea de donde
proviene dicho nombre, y esta es Elojím (אֱליהִים), y en su sentido etimológico
significa “dioses”, ya que es una palabra plural. Esta palabra en plural
nos hace referencia a dos cosas importantes con respecto a la naturaleza de
Dios. Por un lado, nos sugiere desde el mimo Antiguo Testamento la
pluralidad de personas en la trinidad divina, lo cual se revela
totalmente en el Nuevo Testamento con las personas del Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Uno puede ver esta verdad de la pluralidad de personas de la Trinidad
divina en algunos pasajes del Antiguo Testamento. Por ejemplo, al momento de la
creación del hombre se deja ver la presencia de la pluralidad de la Trinidad
divina al momento de discutirlo: “Entonces dijo
Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen”, (Génesis 1:26). Esa
palabra, “hagamos”, nos sugiere la presencia de pluralidad de personas.
También tenemos otro pasaje del Antiguo Testamento que nos sugiere lo mismo, y
es cuando se relata el acontecimiento de la confusión de lenguas en la torre de
Babel: “Y descendió Jehová para ver la ciudad y la
torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo
es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada
les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos,
y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su
compañero”, (Génesis 11:5-7). Aquí es Dios quien esta hablando, pero
las palabras en plural: “descendamos” y “confundamos” nos indican
la presencia de varias personas. Ahora, lo segundo que sugiere el nombre
de Elohim es unidad. Dios es uno y no hay otro Dios fuera de Él: “A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios,
y no hay otro fuera de él”, (Deuteronomio 4:35). De esta forma, la
Biblia declara que Dios es uno, y fuera de Él no hay más dioses.
EL-SHADDAI.
Otro de los
nombres de Dios es El-Shaddai, el cual aparece 48 veces en el
Antiguo Testamento (31 de ellas en el libro de Job) y una de ellas en el libro
de Apocalipsis, en el Nuevo Testamento. Fue este uno de los nombres con los
cuales se dio a conocer a Abram cuando lo llamo de Ur de los caldeos: “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le
apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda
delante de mí y sé perfecto”, (Génesis 17:1). Las palabras que
aparecen aquí, Dios Todopoderoso, provienen del hebreo El-Shaddai (שַׁדַּי אֵל).
En este caso la palabra “El” no es un artículo,
sino una palabra hebrea que significa Dios y generalmente se usa como palabra
compuesta junto con otras palabras hebreas que describen el nombre de Dios, y
en este sentido, El-Shaddai se traduce como Dios Todopoderoso. El nombre
El-Shaddai hace referencia al gran poder de Dios, a su atributo como
Omnipotente, al Dios autosuficiente, a la fuente inagotable de toda bendición,
al Todopoderoso.
EL-ELIÓN.
En la
Biblia encontramos otro de los nombres a través de los cuales Dios se dio a
conocer a Abraham y este es El-Elión, y este nombre aparece por
primera vez en el libro de Génesis: “y le bendijo,
diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los
cielos y de la tierra”, (Génesis 14:19). Esta es la ocasión que
Melquisedec, rey de Salem, bendijo a Abram después de haber derrotado a los 4
reyes que habían conquistado Sodoma y se habían llevado cautivo a su sobrino
Lot, y uno de los nombres que utiliza para referirse al Señor es El Elión ( עֶלְיוין אֵל),
el cual
significa, Dios Altísimo, y en este sentido, El Señor es El-Elión, el
Dios Altísimo, no hay nadie de mayor gloria en todo el mundo y solamente Él
merece ser adorado como tal ya que Él es el soberano y supremo Dios de toda la
tierra. Su nombre aparece en Génesis 14:17-22; Salmos 78:35; Daniel
4:34 y Hechos 16:17.
EL-OLÁM.
El nombre
de El-Olám aparece por primera vez en el libro de Génesis: “Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó
allí el nombre de Jehová Dios eterno”, (Génesis
21:33). En este versículo, el nombre que se le da al Señor es Dios eterno, y se
traduce de las palabras hebreas
El-Olám (אֵל עוילָם), y
en este sentido, El-Olám es el Dios Eterno, el principio y el fin, el
Dios que hace su voluntad a través de las edades y permanece inmutable a través
de los siglos. El nombre de El-Olám aparece en otros pasajes de la
Biblia: Génesis 21:33; Salmos 90:1-2 e Isaías 40:28.
EL-ROÍ.
Cuando Agar
huía de su señora Saraí el Ángel del Señor le hablo junto a una fuente de agua
en el desierto de Shur diciéndole que volviera a su señora y se pusiera sumisa,
porque el hijo que estaba en su vientre nacería para convertirse en una gran
nación, es allí donde Agar se sorprende que Dios conocía todo lo que le estaba
pasando y tenia cuidado de ella, por tal motivo lo llama el Dios que me ve y
llamó al pozo “el vidente que me ve”: “Entonces
llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque
dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Por lo cual llamó al pozo: Pozo
del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered”, (Génesis
16:13-14). El nombre que se le da al Señor aquí es el Dios que me ve y se
traduce de las palabras hebreas El-Roí (אֵל
רֳאִי). De esta forma El-Roí
es el Dios que me ve, es decir, aquel que conoce todo ya que es Omnisciente y
Omnipresente, no hay nada que le sea oculto y no existe ninguna circunstancia
en nuestra vida que escape de su conocimiento y cuidado como Padre amoroso.
ADONAI.
Otro de
los nombres con los cuales se conoció en el Antiguo Testamento es Adonai
y es una palabra hebrea que significa Señor y aparece en algunos pasajes
bíblicos: “Jehová el Señor es mi
fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace
andar”, (Habacuc 3:19). En este caso, la palabra hebrea que se
traduce como Señor es Adonai (אֲדינָי), y esta al igual que Elohim se
encuentra en plural. El nombre de Adonai nos habla del Dios que esta por
encima de todos los seres creados, como Amo y Dueño de todas las cosas, donde
toda la creación se sujeta a su soberana voluntad.
JEHOVÁ.
Hoy
llegamos a uno de los nombres por medio del cual se le conoce más a Dios en
nuestra lengua española, Jehová. La versión RV60 presenta a Dios con el nombre
de Jehová por primera vez en el libro de Génesis: “Estos
son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que
Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”, (Génesis 2:4), sin
embargo, otras versiones como la NVI, Dios Habla Hoy, la Biblia al Día y otras
versiones modernas ya no usan el nombre de Jehová, sino lo traducen con el
nombre de Señor. De igual forma, la King James Version, la versión tradicional
de lengua inglesa traduce este nombre como Lord, que traducido sería Señor. Pocas
versiones en ingles lo traducen como Jehovah, como lo hace la American Standard
Version. La palabra hebrea de donde se traduce Jehová, y otras prefieren
hacerlo como Señor, es una combinación de 4 consonantes conocidas como el tetragrámaton
que al transliterarlas a nuestro idioma serían las consonantes YHVH: ( יְהויָה).
La palabra tetragrámaton proviene de dos palabras compuestas en griego que son:
tetra, que es cuatro, y grama, que es
letra, de esta forma el tetragrámaton son las 4 palabras del
nombre de Dios. Por siglos los hebreos utilizaron el tetragrámaton al momento
de escribir el nombre de Dios, y este jamás utilizo vocales ya que consideraban
que lo mejor era escribirlo sin ellas para evitar su pronunciación y evitar la
posibilidad de tomarlo en vano ya que el tercer mandamiento lo prohibía: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no
dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”, (Génesis
20:7). Al no tener vocales el nombre de Dios se hacia imposible pronunciarlo y
por consiguiente los israelitas no podían usarlo, evitando que así alguien
pudiese utilizarlo en vano y cometiese este terrible pecado. El problema con
todo esto fue que con el paso de los siglos la pronunciación de su nombre se
perdió, pero fueron los masoretas, uno judíos tradicionalista que preservaban
las Escrituras del Antiguo Testamento que decidieron utilizar las vocales de
uno de los nombres de Dios, Adonai, y estas introducirlas en medio del
tetragrámaton, para producir la pronunciación del mismo, y de esta forma surgió
el nombre YaHoVaH, de donde se translitera el nombre Yahvé y en nuestro idioma,
Jehová. Muchos eruditos bíblicos creen hoy en día que la mejor transliteración
y por ende, la pronunciación mas cercana a su nombre seria Yahvé en lugar de
Jehová, tal y como podemos encontrarlo en otras versiones de la Biblia como la
versión Jerusalén y la Nacar Colunga, sin embargo, aun con todo esto ambas
opciones de pronunciación, Yahvé o Jehová, no tienen certeza de que cualquiera
de estos sea su pronunciación correcta del nombre de Dios ya que esta se perdió
hace siglos y por ellos muchas versiones prefieren traducir el tetragrámaton
como Señor.
En cuanto al significado del
nombre de Dios, Jehová, podemos ir al momento cuando Dios se le revela a Moisés
con dicho nombre: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que
llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les
responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además, dijo Dios a Moisés:
Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de
Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi
nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos”,
(Génesis 3:13-15). Aquí vemos como el Señor le revela su nombre a Moisés cuando
este se lo pregunta. Es interesante ver que esta es la única parte de la Biblia
donde vemos a Dios revelando personalmente su nombre, en otras ocasiones la
misma Biblia por inspiración del Espíritu Santo lo hace, pero aquí vemos como
el Señor lo hace. Dios le dice: YO SOY EL QUE SOY. Estas palabras
provienen del hebreo jayá asher Jayá (הָיָה אֲשֶׁר הָיָה)
y prácticamente da la idea de un ser auto existente. Definir su
nombre considerando su majestuosidad y poder es difícil en gran manera para el
ser humano, pero aquí Dios nos enseña mucho en cuanto a Él, Dios es el
que ha sido desde el principio de los tiempos, Él es el que esta presente hoy
en día y seguirá siendo el mismo a través de la eternidad, su ser es eterno y
permanece inmutable en su gloria, accesible a todo aquel que le busca e invoca
su nombre. Además, el Señor se da a conocer a Moisés a través del
tetragrámaton cuando le dice: Así dirás a los hijos
de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de
Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Aquí el nombre de
Jehová proviene de las cuatro consonantes que ya hemos considerado, y en este
sentido, Dios, el ser auto existente, es aquel Dios que permanece fiel a
sus promesas a través de los siglos, por eso se hace llamar el Dios de Abraham,
Dios de Isaac y Dios de Jacob, porque hace referencia a lo fiel que es a sus
promesas, promesas dada a los padres de Israel.
Ahora bien, a lo largo del
Antiguo Testamento podemos encontrar algunos nombres compuestos de Dios donde
se utiliza el nombre de Jehová, los cuales nos enseñan mucho mas en cuento a su
carácter. Estudiemos algunos de estos.
Jehová Jiréh.
Uno
de los nombres a través de los cuales Dios se manifiesta en el Antiguo
Testamento es Jehová Jiréh y este nombre le fue dado por Abraham en el monte
Moria: “Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová
proveerá. Por tanto, se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto”,
(Genesis 22:14). Las palabras Jehová Jiréh provienen del hebreo Yahvé Yiré (יְהויָה
יִרְאֶה). Dios bendijo a
Abraham por su obediencia al no negarle a su único hijo en sacrificio, por
ello, el Señor proveyó de un cordero en sustitución para el sacrificio. De esta
forma, el Señor Dios a provisto de un Cordero perfecto para ser
sacrificado por todos nuestros pecados en la persona de su Hijo Jesucristo.
Jehová Nissi.
Cuando los israelitas dirigidos por Josué
pelearon con los amalecitas y los vencieron, Moisés edifico un altar en el
desierto como señal de victoria que Jehová les había dado y llamó Jehová Nissi:
“Y
Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi”, (Éxodo 17:15). El nombre Jehová Nissi se
traduce de las palabras hebreas Yahvé Nissi (יְהויָה נִסִּי), y se traduce como Jehová es mi bandera, o Jehová es mi estandarte. En
este sentido, el Señor Dios es nuestro estandarte ya que Él pelea
nuestras batallas y nos da la victoria en todo aspecto de nuestras vidas.
Jehová Rafá.
Otro de los nombres del Señor es Jehová Rafá,
que significa Jehová tu sanador: “Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu
Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que
envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová
tu sanador”, (Éxodo 15:26). La palabra sanador se traduce del hebreo rafá (רָפָא), y es así que hoy en día el Señor es
nuestro sanador, Él es el dador de la vida y a través de Jesucristo podemos
recibir la sanidad de nuestras enfermedades.
Jehová Kadesh.
Dios demanda de su pueblo que sean santos
porque Él es santo, y por ello en el Pentateuco, el Señor se dio a conocer a
los israelitas como Jehová que os santifica: “Santificaos, pues, y sed santos, porque
yo Jehová soy vuestro Dios. Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo
Jehová que os santifico”, (Levítico 20:7-8). La palabra santifico proviene del hebreo kadesh (קָדַשׁ), y en este sentido, es Dios el que nos santifica, ahora, por
medio de la sangre de su Hijo Jesucristo y por medio de perseverar en su
palabra la cual nos aleja de una vida de pecado.
Jehová Shalom.
Cuando Dios visito a Gedeón para llamarlo a su
servicio, este le edifico un altar que llamo Jehová Shalom: “Y edificó allí
Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual
permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas”, (Jueces 6:24). Las palabras Jehová-Salom se
traducen del hebreo Yahvé Shalom (יְהויָה שָׁלוים), que significan Jehová es mi paz, y en este sentido, el Señor es
nuestra paz, solamente en sus caminos podemos encontrar la verdadera paz de
nuestra alma.
Jehová Tsidkenu.
Otro de los nombres de Dios es el que aparece
en el libro de Jeremías: “En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén
habitará segura, y se le llamará: Jehová, justicia nuestra”, (Jeremías 33:16). La palabra hebrea para
justicia es tsédec (צֶדֶק), y hoy en día Dios se ha convertido en nuestra justicia, ya que por
medio de Jesucristo podemos ser justificados gratuitamente por medio de la fe.
Jehová Sabaot.
Uno de los
nombres a través del cual es conocido Dios en el Antiguo Testamento es Jehová
de los ejércitos, este aparece 53 veces y la primera mención de Él es en 1
Samuel: “Y todos los años aquel varón subía de su
ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos
en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová”,
(1 Samuel 1:3). La palabra ejércitos se traduce del hebreo tsabá (צָבָא), y da una idea de una gran hueste
militares que están bajo el mando de Dios. Dios es el general supremo de
todos los ejércitos celestiales, Él es el que pelea toda batalla y siempre
vence porque Él es Jehová de los ejércitos.
SEÑOR.
Finalmente,
existe otro nombre a través del cual se le conoce a Dios en el Nuevo
Testamento, y es con el nombre de Señor. La palabra Señor se
traduce del griego Kúrios (κύριος), y
es un titulo casi exclusivo de Jesús: “Entonces
Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”,
(Juan 20:28), y para la época donde se escribió el Nuevo Testamento era un
titilo que se les atribuía especialmente a los césares, de tal forma que el
título de Kúrios implicaba más que Señor, hace referencia a un ser que posee
autoridad y supremacía, y el apóstol Pablo habla de ello en una de sus
cartas: “Y cuál la supereminente grandeza de su
poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra
en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también
en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel
que todo lo llena en todo”, (Efesios 1:19-23). Jesús es el
Señor, el cual esta sentado a la diestra del Padre y se le ha dado autoridad,
poder y señorío sobre toda la creación, Él es Señor en los cielos, en la tierra
y debajo de ella, y se le ha dado un nombre que es sobre todo nombre, no hay
mayor autoridad y poder que la que posee Jesús el Señor.
Sumamente agradecida por este estudio, Dios les bendiga
ResponderBorrarMuchas gracias, excelente estudio, muy didáctico
ResponderBorrarRetornando alas escrituras con veracidad
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