La crucifixión de Cristo (Mateo 27:33-38)


 

“Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera, le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo. Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y sentados le guardaban allí. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda”.

Mateo 27:33-38 

INTRODUCCIÓN

           Hemos llegado al momento de la crucifixión y aunque los evangelios no se detienen a explicar con detalle las terribles torturas y manera sádica de cómo los hombres eran crucificados en la cruz, esto no deja de captar en el lector la sensación de terrible dolor y sufrimiento al la que nuestro Señor se sometió por amor de nosotros. El momento final de su ministerio terrenal estaba a punto de terminar, la razón por la cual había nacido de una virgen, encarnándose para habitar en medio de los hombres, estaba a punto de terminar, ya que la consumación de su plan divino estaba a punto de ocurrir.

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La crucifixión de Cristo


EN EL GÓLGOTA 

“Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera…”

Mateo 27:33

            Mateo especifica el lugar en cual fue crucificado Jesús: Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera. Aunque no nos dice que allí crucificaron, podemos intuirlo ya que en el siguiente versículo lo especifica: “Cuando le hubieron crucificado…”, ahora bien, en el caso de Lucas, si se nos especifica: “Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí…”, (Lucas 23:33). En cuanto al lugar de la crucifixión, Mateo nos dice que se llamaba Gólgota y que significaba “Lugar de la Calavera”. La palabra Gólgota es de origen hebreo y en el idioma griego se escribía Golgoza (Γολγοθᾶ), que según el mismo Mateo significa calavera que en griego es kranion (κρανίον), de donde proviene nuestra palabra española cráneo. Por ello, Juan nos dice respecto al Gólgota: “Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron…”, (Juan 19:17-18).  En cuanto a la razón por la cual se le llamaba a este lugar Calavera se han sugerido algunas teorías. Algunos como Jerónimo, el autor de la Vulgata Latina, han sugerido que su nombre se debía a que en este lugar existían calaveras arrojadas en todo el monte las cuales eran resultados de las muchas personas que había sido crucificado y sus cuerpos habían sido destrozados por las fieras carroñeras dejando sus huesos arrojados por todo aquel lugar. Otra opinión más improbable es que el nombre de ese lugar se debía a que la calavera de Adán se encontraba enterada allí. No obstante, la teoría más aceptada es aquella que dice que el nombre Monte de la Calavera se debe a la forma que dicho monte tiene, una enorme peña rocosa sin maleza o vegetación que parece una calavera, y de allí su nombre. De acuerdo con la historia, la crucifixión fue utilizada por primera vez por los persas, luego los cartaginenses la imitaron, para ser retomada por los romanos. Este tipo de muerte era la más cruel, dolorosa y vergonzosa, ya que generalmente los condenados eran crucificados desnudos y estaba destinada a los esclavos, criminales más no a los ciudadanos romanos.

Por lo general, las victimas de crucifixión solían ser llevados desde el lugar en donde fueron juzgados y condenados a muerte, y después de ser azotados, tenían que recorrer una enorme distancia, cargando el madero en donde serian crucificado, para que la mayor parte de las personas de la ciudad se dieran cuanta y sirviese este terrible espectáculo como una advertencia de lo que le pasaba a este tipo de criminales. En la actualidad, algunos han propuesto el recorrido que Jesús realizo rumbo al Gólgota y se le ha llamado la Vía Dolorosa, la cual se cree que comienza en la Puerta de los Leones, atravesando el barrio musulmán y parte del barrio cristiano hasta llegar hasta el monte del Calvario, donde se ha edificado la Iglesia del Santo Sepulcro. De esta forma, nuestro Señor fue llevado al lugar de su crucifixión. Después de la crucifixión, el condenado permanecía colgado en la cruz hasta que moría de sed, hambre o por las con lesiones recibidas, luego, después de esto, su cuerpo era víctima de los animales carroñeros. Ahora bien, si bien es cierto que este monte se encontraba a las afueras de Jerusalén, es poco probable que los judíos permitieran que un lugar tan inmundo como este estuviera a las cerca de su ciudad, por lo que debieron exigir que los cadáveres fuesen enterrados para evitar tal escena.

 

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Jesús es llevado al monte del Calvario

                En cuanto a la ubicación del Monte de la Calavera es difícil hoy en día decir con certeza donde se encontraba. Si sabemos que dicho monte debió estar ubicado fuera de la ciudad de Jerusalén: “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”, (Hebreos 13:12). Este monte debió estar fuera de la cuidad de Jerusalén, pero era visible a lo lejos de la misma: “También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé”, (Marcos 15:40). En la actualidad se han sugerido dos lugares para la ubicación del Monte de la Calavera, la primera se encuentra donde se ha edificado la iglesia del Santo Sepulcro que está situada en el sitio que antiguamente ocupaba un templo dedicado a Venus, que fue retirado por el emperador Constantino porque pensaba que estaba construido sobre el lugar sagrado. De acuerdo a los estudios arqueológicos se ha comprobado que dicho lugar se encontraba a las afueras de la Jerusalén. La otra posible ubicación del monte de la Calavera es donde se ha se cree que cree que está ubicado la tumba de Jesús, la tumba del Jardín, la cual esta alrededor de una formación rocosa que se asemeja a una calavera. Sin embargo, hoy por hoy, no hay forma de determinar con precisión la ubicación geográfica de dicho lugar.

Ahora bien, fue en este lugar donde Jesús fue crucificado. Algunos han tratado de entender el martirio de nuestro Señor desde el punto de vista médico y, de hecho, existe una investigación del famoso médico forense estadounidense Frederick Thomas Zugibe (1928-2013), profesor de la Universidad de Columbia quien realizo algunas investigaciones para tratar de entender los padecimientos de Jesús en la cruz y sus hallazgos fueron documentados en el famoso libro The Crucifixion of Jesus: A Forensic Inquiry. De allí que otros hayan tratado de entenderlos, ya que los evangelios no dan mayores detalles de estos. Entre los detalles de los padecimientos en la cruz, se han llegado a enfatizar los siguientes:

1.      Los condenados eran atados o clavados al madero con los brazos extendidos y levantados sobre el mástil vertical el cual solía tener una especie de asiento de apoyo. Los clavos utilizados eran de al menos 12 centímetros de largo.

2.      Al estar colgado de una cruz, su espalda no podía apoyarse en el madero lo cual pudo haber provocado fuertes calambres debido a la incomodidad de la postura, además de un constante hormigueo en las pantorrillas y muslos.

3.      La mayoría de expertos opinan que los clavos fueron clavados en las muñecas, no en las palmas; debido a la complexión ósea, las manos se rasgarían con el peso del cuerpo. Además, los pies de Jesús también estaban fijados con clavos, uno al lado del otro, y no superpuestos como generalmente se ven en figuras o imágenes religiosas.

4.      Ya suspendido en la cruz, los pies de Jesús también estaban fijados con clavos, cuyas perforaciones, por llegar a nervios importantes, habrían provocado un dolor muy insoportable.

5.      Los cuerpos se dejaban suspendidos en la cruz, levantada del suelo a no más de medio metro, la victima quedaba completamente desnuda y esta posición provocaba espasmos de dolor, náuseas y la imposibilidad de respirar adecuadamente, ya que la sangre no podía ni siquiera fluir a las extremidades que estaban tensas, hasta el punto del agotamiento.

6.      Para poder respirar bien, los crucificados tenían que flexionar las rodillas y sostener el cuerpo con los clavos que atravesaban sus manos que estaban atravesadas con clavos para así empujar el pecho hacia adelante con la ayuda de sus pies para poder respirar lo cual le provocaba fuertes dolores.

7.      Finalmente, se cree que Jesús tuvo un paro cardíaco por hipovolemia.

Las imágenes siguientes describen la terrible barbarie de la muerte por crucifixión a la cual nuestro Señor se sometió por amor a nosotros.

 

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Crucifixión de Jesús


Como podemos ver el cuerpo quedaba en una posición muy incomoda que dificultaba la inhalación y exhalación de manera natural, y al querer realizar este proceso de respiración Jesús debía empujarse con sus brazos y pies hacia adelante provocándole mucho dolor. En total, desde el momento de su crucifixión hasta el momento de su muerte, nuestro Señor Jesucristo paso un total de 6 horas colgado, ya que, según Marcos, fue crucificado a la hora tercera, que corresponde a las 9:00 AM: “Era la hora tercera cuando le crucificaron”, (Marcos 15:25), y luego Marcos continua diciendo que a la hora novena, que corresponde a las 12:00 PM, hubo tinieblas hasta la hora novena que corresponde a las 3:00 PM, que fue la hora que murió Jesús: “Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena… Mas Jesús, dando una gran voz, expiró”, (Marcos 15:33, 37).


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Clavos usados en la crucifixión

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Clavos usados en la crucifixión

ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS DURANTE LA CRUCIFIXIÓN

“… le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo. Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y sentados le guardaban allí. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda”.

Mateo 27:34-38

                  Una vez crucificado, los soldados romanos proceden a darle a beber a Jesús vinagre mezclado con hiel, pero Él lo rechaza: le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo. Marcos nos dice que era vinagre mezclado con mirra: “Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; más él no lo tomó”, (Marcos 15:23). De acuerdo a los estudiosos, esta mezcla era preparada por mujeres judías que tenían como objetivo crear una bebida analgésica que le ayudara a los condenados a disminuir el dolor, casi drogándolos para perder la sensación de la realidad. Sin embargo, Jesús se negó a beberlo, ya que estaba dispuesto a soportar todos los padecimientos como parte del precio por nuestros pecados.  Luego Mateo nos presenta como los soldados romanos se repartieron las prendas de vestir de Jesús: Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Un judío vestía al menos cinco prendas de vestir, el turbante, sandalias, cinto, la túnica interna y la capa exterior. Ahora, generalmente eran cuatro soldados romanos que se encargaban de crucificar, por tanto, 4 prendas eran repartidas entre ellos, pero la quinta, la capa exterior que era la prenda más valiosa, se sorteaba echando suertes para ver cual de los cuatros se la llevaría. Con estas palabras Mateo deja claro que se estaba cumpliendo otra profecía del Antiguo Testamento: “Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”, (Salmo 22:18). Así que, aun considerando lo terrible de las circunstancias que estaban pasando, todo estaba contemplado en el plan divino. Luego, los soldados solían guardar el lugar de la crucifixión para evitar que los cuerpos fueran bajados antes de tiempo y colocaban sobre la parte superior de la cruz el crimen por el cual habían sido ejecutados: Y sentados le guardaban allí. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. En este caso, el titulo hablaba de la razón por la cual Jesús fue crucificado y ya que las acusaciones de los judíos eran que Él se autoproclamaba rey de los judíos, Pilato decidió declararlo de esta manera, de tal forma que dicho título especificaba la procedencia del Jesús, es decir, Nazaret, y el supuesto crimen bajo el cual había sido sentenciado a muerte. Ahora, Lucas nos dice que este titulo se coloco en tres idiomas, el hebreo, lengua de los judíos, en latín, lengua de los romanos y el griego, lengua universal: “Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS”, (Lucas 23:38). Y Juan nos da el titulo completo que se coloco que se le coloco en el madero, el cual estaba en una posición donde muchas personas lo veían: “Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín”, (Juan 19:19-20).  De esta forma, nuestro Señor se enfrento a los terribles sufrimientos y tormentos de la cruz, que como hemos visto era la peor condena de muerte que existía, sin embargo, nuestro Señor se sometió a este martirio por amor a nosotros, porque sobre Él recayeron la paga de todos nuestros pecados.

 

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