La monarquía unificada bajo Salomón


 

“Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera”.

1 Reyes 2:12

 

INTRODUCCIÓN

 

Llegamos hoy al estudio del último de los reyes de Israel bajo la monarquía unificada, nos referimos a Salomón, hijo de David. Recordemos que esta parte de la historia de Israel bajo la monarquía unificada a sido llamado por algunos la época de oro y ciertamente así lo fue. Saúl puso los primeros cimientos para que esto se llevase a cabo con la primera monarquía que unió a las 12 tribus de Israel a través de un solo rey, luego, David consolido la nación, volviéndola fuerte y rica a través de sus muchas campañas militares y astucia política, a su muerte su hijo Salomón asciende al poder y él traerá una época de oro que hará que su reino se expanda en influencia más allá de lo que cualquier otro rey lo haya hecho en Israel.

 

rey-Salomón

King Solomon, 1872 or 1874, NGA 76152 (cropped)

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EL REY SALOMÓN

 

Salomón fue el tercer rey de Israel y el último rey que gobernó sobre las 12 tribus de Israel durante el periodo de la monarquía unificada, este se cree que reinó sobre Israel entre los años 970–931 a.C. El nombre de Salomón se traduce del hebreo Shelomó (שְׁלֹמֹה), el cual algunos opinan que significa “pacífico”, aunque no se está seguro del todo. De Salomón, el Diccionario Bíblico de Wilton M. Nelson dice: “Tercer rey de Israel (ca. 971-931 a.C.) y segundo de los cinco hijos que David tuvo de Betsabé (1 Cr 3.5; 14.4; 2 S 5.14; 12.24). No figura en la historia bíblica sino hasta los últimos días de David (1 R 1.10ss), a pesar de haber nacido en Jerusalén en el inicio del reinado de David (2 S 5.14), bajo un pacto eterno de Dios (2 S 7.12-15). Antes de su nacimiento Dios lo había designado sucesor de David (1 Cr 22.9, 10)”. Siendo el segundo hijo de David por parte de Betsabé, Dios lo amó desde el momento que nació y le fue prometido ser el sucesor de David y aquel quien construiría el templo del Señor: “He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. El edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre”, (1 Crónicas 22:9-10). John S. Knox, en un artículo en inglés publicado en la web por la World History Encyclopedia y traducido al español por Dempsey Rosales Acosta, nos dice más acerca de la vida de Salomón: “Era famosamente reconocido por su sabiduría, sus prolíficos escritos y sus logros arquitectónicos. Nacido alrededor del 1010 AEC, Salomón fue el décimo hijo del rey David (el segundo rey del antiguo Israel unido) y el segundo hijo de Betsabé. Como el rey Saúl y el rey David, el rey Salomón reinó durante 40 años en uno de los períodos más álgidos y prósperos en la historia de Israel, llamado por muchos, “La edad de oro” de Israel”.

 

EL INICIO DE SU REINO

 

Salomón fue coronado como rey de Israel antes de la muerte de su padre David, mientras Adonías, su hermano, planeaba usurpar el reino con la ayuda de Joab: “Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré… Y el rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia, que como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy…  Y tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!... Y lo oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con estruendo? … Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón”, (1 Reyes 1:5,29-30, 39, 41, 43). Dios le había prometido a David que uno de sus hijos se sentaría en su trono y este era Salomón (1 Crónicas 22:9-10), por ello, cuando Betsabé y Natán le informaron los planes que Adonías y Joab tenían de usurpar el trono, mando a que se coronase rápido a su hijo Salomón y que se tocase trompeta anunciando al nuevo rey de Israel (1 Reyes 1).

 

Salomón afirma su reino.

 

“… Y el reino fue confirmado en la mano de Salomón”.

1 Reyes 2:46

 

De esta manera Salomón fue coronado como rey de Israel, gracias a su padre, heredo un reino fuerte y rico, no obstante, Salomón lo llevaría a otro nivel, a través de alianzas estratégicas y un poder militar extendería su influencia y la fama de su reino llegaría más allá de las fronteras de la nación. Veamos un recuento de cómo Salomón llego a consolidar su reino:

 

1.     Siguió los consejos de su padre. Antes de morir, David aconsejo al nuevo rey de los que tenía que hacer, prácticamente sus consejos fueron:

a.    Obedecer la palabra de Dios (1 Reyes 2:3-4).

b.    Deshacerse de todos sus enemigos.

                                              i.    Hacer pagar a Joab hijo de Sarvia por todos sus crímenes, ya que él había dado muerte a Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del ejército de Judá. y conspiro con Adonías para usurpar el reino, (1 Reyes 2:5-6).

                                             ii.    Encargarse de Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, quien había maldecido a David cuando Absalón le había dado golpe de estado, (1 Reyes 2:8-9).

c.    Hacer misericordia con aquellos que habían sido buenos con David (1 Reyes 2:7).

2.    Salomón termina ejecutando a todos aquellos que conspiraron en su contra y que representaban un riesgo para su futuro reino. Primero, se ejecutó a Adonías, quien en secreto intentaba tomar como mujer a la ex concubina del rey David, Abisag la sunamita, pero este intento le costó la vida (1 Reyes 2:13-25). Luego, destituyo del sacerdocio al sacerdote Abiatar, quien también intento apoyar a Adonías, cumpliéndose así la palabra de Dios de que ningún descendiente de Elí continuaría en el sacerdocio, (1 Reyes 2:26-27). posteriormente, Joab es ejecutado, este huyendo, entro en el tabernáculo y se asió de los cuernos del altar, donde finalmente fue ejecutado (1 Reyes 2:28-35). Finalmente, fue ejecutado Simei, el cual había maldecido a David (1 Reyes 2:36-46).

3.    Otra de las cosas que le ayudo a Salomón a establecer su reino fue que cuando Dios le concedió una petición este pidió sabiduría y esto agrado mucho al Señor: “Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé… Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?... Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días. Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos”, (1 Reyes 3:5, 9, 11-15).


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El Sueño de Salomón (Salomón pide sabiduría).

De Luca Giordano - Web Gallery of Art:   Imagen Info about artwork, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15883941

 

LA PROSPERIDAD DEL REINADO DE SALOMÓN


reinado-Salomón

Solomon receiving envoys of the tributary nations

By McCabe, James Dabney, 1842-1883 - https://archive.org/details/pictorialhistory01mcca/page/n8/mode/1up, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=116153150


Muchos se han preguntado cómo realmente el reinado de Salomón llego a alcanzar la esplendidez y riquezas que las Escrituras testifican. Bueno, como cristianos podemos decir que fue la gracia y el respaldo que Dios le dio, la sabiduría que este obtuvo gracias al Señor también lo ayudo a conseguir semejantes logros. Sin embargo, también Salomón se caracterizó por hacer alianzas estratégicas que le ayudaron a mantener fuerte el reino, así por ejemplo se casó con la hija del faraón, asegurando tener buenas relaciones con Egipto: “Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón…”, (1 Reyes 3:1), también, tuvo buenas relaciones diplomáticas con Hiram rey de Tiro, quien le proporciono la madera y materiales para construir el templo. James Hoffmeir en su libro, Arqueología de la Biblia, nos refuerza este comentario: “Las conquistas y los esfuerzos diplomáticos de David permitieron establecer un reino estable y económicamente viable. Como consecuencia, el reino de Salomón se caracterizó como un período de paz, prosperidad y estabilidad. Aseguró la continuidad del reino mediante la construcción de una red defensiva y acordando matrimonios diplomáticos con las naciones que lo rodeaban (1 Re 3,1; 11,1-3). Su matrimonio con la hija de un faraón indica la debilidad política de Egipto durante el siglo X a.C. Es probable que el suegro egipcio de Salomón fuera Siamún, rey de la Dinastía XXI, que reinó desde Tanis/Zoán entre el 979 y el 960 a.C., período que se solapa con el reinado de Salomón (971-931 a.C). En el primer Libro de los Reyes (9,16) se nos informa de que un faraón capturó la ciudad de Guézer, anteriormente bajo control filisteo, y la presentó como dote o regalo para el matrimonio de su hija, que se casó con Salomón”. De esta manera, el reinado de Salomón fue próspero y extenso, de hecho, la misma Biblia da testimonio de la gran influencia que este tuvo: “Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió”, (1 Reyes 4:21). Algunos han puesto en tela de juicio el hecho de que una nación tan pequeña como Israel pudiese llegar a tener tanta riqueza y poder durante este periodo, pero lo cierto es que para este tiempo naciones como Egipto y Asiria atravesaban dificultades políticas, lo cual fue una ventaja para el reinado de Salomón: Comentarios de J. Randall Prince en su libro, Biblical Archeology, nos da la pauta para confirmar la veracidad de esta afirmación: “Estos versículos indican que Salomón gobernó desde el río Éufrates hasta Filistea y la frontera de Egipto. Algunos eruditos han sostenido que el reino de Salomón no pudo haber tenido hegemonía sobre reinos tan poderosos como Egipto al sur y Asiria al norte. Sin embargo, entre ca. 1100 y 900 a.C. tanto Asiria como Egipto experimentaron un período de declive político. La XXI dinastía de Egipto experimentó una sucesión de faraones débiles que apenas mantuvieron unido a su país. Asiria sufrió un rápido declive en el poder después del reinado de Tiglat-pileser I. Dados estos factores, no es improbable que el país más pequeño de Israel pudiera haber tenido esta influencia, especialmente con su control ampliado de los reinos vecinos a través de alianzas políticas, incluido Egipto. (1 Reyes 11: 1)”.

 

Gracias a la sabiduría que Dios le dio, Salomón constituyo una fuerte línea de funcionarios alrededor de todo el país que le ayudaron a administrar los recursos de la nación: “Reinó, pues, el rey Salomón sobre todo Israel. Y estos fueron los jefes que tuvo: Azarías hijo del sacerdote Sadoc; Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, secretarios; Josafat hijo de Ahilud, canciller; Benaía hijo de Joiada sobre el ejército; Sadoc y Abiatar, los sacerdotes; Azarías hijo de Natán, sobre los gobernadores; Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey; Ahisar, mayordomo; y Adoniram hijo de Abda, sobre el tributo. Tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerlo por un mes en el año”, (1 Reyes 4:1-7). Con cada uno de los 12 gobernadores Salomón aseguraba un fuerte sistema de impuestos y provisiones para su reino que recibía de cada uno, una vez al año, de esta forma, tenia provisiones y recursos durante los 12 meses del año. G. Ernest Wright en su libro, Arqueología Bíblica, nos amplia en bastante detalle esto que hemos comentado: “Para mantener su espléndida corte y financiar aquel vasto programa de construcciones hubo de recurrir Salomón a los impuestos sobre el pueblo, aparte de los tributos que percibía de los reinos vasallos. Con este fin dividió el Israel del norte en doce distritos administrativos, cuyas demarcaciones sólo correspondían aproximadamente a las de las antiguas tribus (1 Re 4,7ss), colocando al frente de cada uno de ellos un funcionario cuyo principal cometido consistía en asegurar que su distrito aportara durante un mes de cada año las provisiones que exigía la corte. Esto debió de constituir una pesada carga para los distritos, a juzgar por las cantidades de alimentos que consumía la corte, y que, según se nos dice, consistían en treinta cargas de flor de harina y sesenta cargas de harina, diez bueyes cebados y veinte bueyes de pasto, cien reses menores y numerosas piezas de caza, así como otros tipos de cérvidos (1 Re 4,22-23)”. A parte de esto, sus caballerizas se hicieron muy famosas: “Además de esto, Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes”, (1 Reyes 4:26).

 

La sabiduría de Salomón.

 

“Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar. Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios. Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor”.

1 Reyes 4:29-31

 

Salomón es conocido por la gran sabiduría que Dios le concedió, la forma de cómo juzgo el caso de las dos mujeres que ante él afirmaban que el niño les pertenecía fue excepcional, el pedir que lo cortaran en dos y que a cada una le diesen una mitad revelo en aquella mujer quien era realmente su madre la resignación de que no lo mataran y que mejor la otra se lo quedase (1 Reyes 3:16-28). Además de todo esto, 1 Reyes 4:29-31 afirman que la sabiduría de Salomón sobrepasaba la de todos los sabios orientales y de Egipto, su fama se extendió por todas las naciones que lo rodeaban a y Salomón se le han atribuido la composición de salmos y la autoría de los libros de Proverbios, Cantar de los Cantares y Eclesiastés: “Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco. También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo, disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces. Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría”, (1 Reyes 432-34).

 

Salomón

Salomón escribe los Proverbios

De Gustave Doré - http://oneyearbible.blogs.com/photos/uncategorized/ecclesiastes.gif While this web site (and many others) describe this engraving as "Ecclesiastes", this is not correct., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=501661


Su fama se extendió tanto que llego al continente africano, tanto así que fue visitado por la reina de Saba: “Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles… Y Salomón le contestó todas sus preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase. Y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada”, (1 Reyes 10:1, 3-5). En cuanto a la identidad de la reina de Sabá en el relato bíblico muy poco se sabe, su nombre no es mencionado, solo sabemos que era reina del reino de los sabeos, ubicado probablemente en los territorios de Etiopia, luego, a parte de la Biblia, existen unos documentos conocidos como el libro Kebra Nagast donde se relata que la reina de Sabá tuvo un hijo con el rey Salomón, llamado Menelik I, quien sería el primero de una larga dinastía de reyes en Etiopía, además, la tradición afirma que fue Menelik I quien después de haber visitado a su padre Salomón en Jerusalén, se llevó a Etiopia el arca del pacto. Al respecto de la Reina Sabá, Joshua J. Mark, nos comenta en un artículo publicado originalmente en ingles en una página web de The World History Encyclopedia, y traducido al español por Edilsa Sofia Monterrey, dicho artículo se titula, Queen of Sheba, y dice de la siguiente manera: “La reina de Saba (o Sabá) es una monarca que se menciona en la Biblia y en obras posteriores que viaja a Jerusalén para experimentar en persona la sabiduría del rey Salomón (en torno a 965–931 a.C.) de Israel. La reina se menciona primero en I Reyes 10:1-13 y en II Crónicas 9:1-12 ambos en la Biblia, después en el posterior Targum Sheni arameo, luego en el Corán y finalmente, en la obra etíope conocida como el Kebra Negast; los escritos posteriores donde aparece la reina, todos de naturaleza religiosa, provienen básicamente de la historia tal y como se contó en la Biblia. No hay evidencia arqueológica ni inscripción ni estatuario que apoye su existencia fuera de estos textos”.

 

Reina-de-Sabá-Salomón

The Visit of the Queen of Sheba to King Solomon. Oil on canvas painting by Edward Poynter, 1890.

By Edward Poynter - Art Gallery of New South Wales, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4381135


EL TEMPLO DE SALOMÓN

 

“Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo. Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos días del mes, en el cuarto año de su reinado”.

2 Crónicas 3;1-2

 

            El deseo de construirle un templo al Señor nació en el corazón de David, pero Dios no se lo permitió ya que sus manos estaban llenas de sangre, pero el Señor le prometió que uno de sus hijos seria quien lo habría de construir (2 Samuel 7:1-13). Sin embargo, aunque David no construyó el templo, si organizó y preparó los materiales y tesoros para que fuesen trabajados en la futura obra de construcción del templo, también preparo en su reino a muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros, y todo hombre experto en toda obra (1 Crónicas 22:1-16). En 1 Reyes se nos da en detalle el momento preciso cuando Salomón finalmente inicia esta obra: “En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová”, (1 Reyes 6:1). Según el texto bíblico fue 480 años después de la salida de Israel de Egipto que Salomón inicio la construcción del templo y para esto ocupo todo tipo de obreros, uno de ellos fue Hiram-abi el cual era hijo de una mujer de las hijas de Dan y su padre fue de Tiro; este sabia trabajar el oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo sabia esculpir toda clase de figuras, y sacar toda forma de diseño que se le pidiese (2 Crónicas 2:13-16), además de que Hiram, rey de Tiro, le proveyó madera de credo para construir el templo (2 Crónicas 2). Para poder llevar a cabo toda esta obra, Salomón organizo un gran grupo de trabajo: “El rey Salomón impuso trabajo forzado y reclutó a treinta mil obreros de todo Israel. Los envió al Líbano en relevos de diez mil al mes, de modo que pasaban un mes en el Líbano y dos meses en su casa. La supervisión del trabajo forzado estaba a cargo de Adonirán. Salomón tenía en las montañas setenta mil cargadores y ochenta mil canteros; había además tres mil trescientos capataces que estaban al frente de la obra y dirigían a los trabajadores. Para echar los cimientos del templo, el rey mandó que sacaran de la cantera grandes bloques de piedra de buena calidad. Los obreros de Salomón e Hiram, junto con los que habían llegado de Guebal, tallaron la madera y labraron la piedra para la construcción del templo”, (1 Reyes 5:13-18, NVI).

 

templo-Salomón

Plan of Solomon's Temple with measurements

CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=380475


La obra no solo incluyo la construcción de la infraestructura, sino, toda clase de obra hermosa, columnas, esculturas de querubines y la elaboración de los utensilios del templo, también el arco del pacto fue llevada al templo, la obra completa incluía las divisiones de los atrios o patios del templo, el lugar santo y el lugar santísimo. En total, esta gran obra duro 7 años: “En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa de Jehová. Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus dependencias, y con todo lo necesario. La edificó, pues, en siete años”, (1 Reyes 6:37-38).


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Representación del Templo de Salomón de acuerdo con la descripción bíblica. (Grabado de 1876)

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       Detalles de la construcción del templo.

 

En cuanto al detalle de toda su construcción, podemos mencionar lo siguiente:

 

1.     Los suelos de estos cuartos estaban revestidos de madera: “Y cubrió las paredes de la casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la casa hasta las vigas de la techumbre; cubrió también el pavimento con madera de ciprés”, (1 Reyes 6:15).

2.    La madera tenía tallados que decoraban el lugar: “Y la casa estaba cubierta de cedro por dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores…”, (1 Reyes 6:18).

3.    En la entrada del templo se erigían dos enormes columnas con grandes decoraciones: “Para el frente del templo hizo construir dos columnas que tenían ocho metros con treinta centímetros de alto, y encima de cada una puso un capitel que se extendía hacia arriba otros dos metros con treinta centímetros. Hizo una red de cadenas entrelazadas y la usó para decorar la parte superior de las columnas. También hizo cien granadas decorativas y las sujetó a las cadenas. Luego levantó las dos columnas a la entrada del templo, una hacia el sur de la entrada y la otra hacia el norte. A la del sur la llamó Jaquín, y a la del norte, Boaz”, (2 Crónicas 3:15-17).

4.    El interior del templo fue cubierto de oro: “De manera que Salomón cubrió de oro puro la casa por dentro, y cerró la entrada del santuario con cadenas de oro, y lo cubrió de oro. Cubrió, pues, de oro toda la casa de arriba abajo, y asimismo cubrió de oro todo el altar que estaba frente al lugar santísimo”, (1 Reyes 6:21-22).

5.    En el lugar Santísimo había dos gigantescos querubines y esculturas de palmeras y botones de flores: “Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera. Y cubrió de oro el piso de la casa, por dentro y por fuera”, (1 Reyes 6:29-30).

6.    A la entrada del atrio se colocó un enorme altar de bronce: “Salomón también hizo un altar de bronce de nueve metros de largo por nueve metros de ancho y cuatro metros y medio de alto, (2 Crónicas 4:1, NTV).

7.    En el atrio coloco un enorme lavacro o tazón de agua, al cual llamo el Mar: “Luego Huram fundió un enorme tazón redondo, que medía cuatro metros con sesenta centímetros de borde a borde, llamado el Mar. Tenía dos metros con treinta centímetros de profundidad y trece metros con ochenta centímetros de circunferencia. Por debajo del borde, estaba rodeado por dos hileras de calabazas decorativas. Había unas veinte calabazas por cada metro de la circunferencia, que se habían fundido como parte del tazón. El Mar estaba colocado sobre una base formada por doce bueyes de bronce que miraban hacia fuera”, (1 Reyes 7:23-25, NTV).

8.    También se elaboraron carretas con sus recipientes para llenar Mar: “Huram también hizo diez carretas de bronce para llevar agua; cada una medía un metro con ochenta centímetros de largo, lo mismo de ancho, y tenía una altura de un metro con cuarenta centímetros… Tanto los paneles como los travesaños estaban decorados con tallas de leones, bueyes y querubines… En las esquinas contaban con unos soportes para los tazones de bronce; estos soportes estaban decorados a cada lado con tallas de guirnaldas… Puso cinco carretas en el lado sur del templo y cinco en el lado norte. El gran tazón de bronce llamado el Mar fue ubicado cerca de la esquina suroriental del templo”, (1 Reyes 7:27,29-30, 39, NTV).

9.    El arca de la alianza fue colocada en el lugar santísimo, debajo de las alas de los dos querubines que habían esculpido: “Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor a su lugar en el santuario interior del templo, que es el Lugar Santísimo, y la pusieron bajo las alas de los querubines”, (1 Reyes 8:6, NVI).

 

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El altar, ilustración de la enciclopedia judía Brockhaus and Efron (1906-1913).

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Salomón inaugura el templo.

 

Después de 7 años el templo fue terminado y Salomón decidió inaugurarlo, congregándose todo el pueblo alrededor del templo, Salomón dirige una oración a Dios, reconociendo su poder y gloria, de que ciertamente ningún templo puede ser capaz de contener toda su majestad, pero intercede para que este se convierta en su casa, un lugar donde todo israelita pudiese dirigir sus oraciones (1 Reyes 8.12-66, 2 Crónicas 6). La respuesta a la oración de Salomón de parte de Dios fue increíble: “Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová”, (2 Crónicas 7:1-2). Dios promete que mientras Israel se mantenga en fidelidad sus peticiones serian escuchadas, los respaldaría y haría del templo su casa: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre”, (2 Crónicas 7:14-16).

 

EL SALOMÓN HISTÓRICO

 

A parte de la Biblia, el nombre de Salomón es mencionado en textos de carácter religioso, como en el Kebra Nagast, una narrativa de carácter religiosa etíope que presenta al hijo de Salomón y la reina de Sabá como el primer descendiente de una dinastía de reyes que regirían en Etiopia, luego, el nombre de Salomón aparece en el Corán; libre de estos, su nombre no se menciona en otro texto antiguo o aparece en alguna estela o hallazgo arqueológico, por lo que para la ciencia, históricamente no se ha logrado demostrar que Salomón realmente existió. De igual manera, no existe evidencia arqueológica que identifique la existencia del templo que Salomón construyó, lo cual no es de extrañar ya que fue totalmente destruido por los babilonios en el año 587 a.C., y luego de eso, Jerusalén paso desolada 70 años, borrando toda obra y documentos que pudiesen probarnos la historicidad de Salomón y el templo. Jerusalén y el lugar donde se levantó el primer templo ha sido objeto de muchas destrucciones a lo largo del tiempo, de esto, James Hoffmeir, en su libro, Arqueología de la Biblia, nos comenta algo al respecto: “La investigación arqueológica en Jerusalén plantea muchos desafíos, porque en muchos lugares la ciudad moderna se levanta sobre la ciudad antigua. Además, Jerusalén ha sido destruida y reconstruida muchas veces: fue demolida y quemada por los babilonios en el 586 a.C., y más tarde a manos de los romanos en el año 70 d.C. En ambas ocasiones se destruyó el Templo. La ciudad fue reconstruida durante el período bizantino, la conquista árabe-islámica y las Cruzadas, así como con los esfuerzos de construcción y expansión modernos. Estas circunstancias plantean un desafío a los arqueólogos que intentan desenterrar restos arquitectónicos del Antiguo Testamento y de la Jerusalén preisraelita. La Jerusalén del período del Antiguo Testamento ocupaba el monte en forma de lengua a 740 metros sobre el nivel del mar que se extiende al sur del área del monte del Templo, y que se llama Ofel o «Ciudad de David»”. A parte de todo esto, los lugares donde se construyó el primer templo están ocupados por ciudades musulmanas lo cual hace imposible poder avanzar con los trabajos arqueológicos, así lo confirma J. Randall Prince en su libro Biblical Archeology: “Salomón construyó el Primer Templo. Su destrucción en 596 a. C. bajo los babilonios supuestamente no dejó rastro de las estructuras anteriores, especialmente desde que Zorobabel construyó un Segundo Templo sobre sus cimientos (Esdras 3: 8-11; Hag 1: 2-4, 8-9, 14) y luego limpiado y reconstruido por Herodes el Grande (Juan 2:20). Dado que el acceso arqueológico al sitio está hoy restringido debido a sensibilidades religiosas y políticas, Ha sido imposible excavar en el lugar donde se sospecha que se habían construido los antiguos templos”. Por tanto, se ha hecho difícil poder encontrar evidencia arqueológica o histórica que confirmen la historicidad de los primeros reyes de Israel, a recepción de David (estela de Tel Dan), y de la construcción del primer templo.

 

No obstante, al estudiar el diseño y arte con el cual fue construido el templo, se ha demostrado que su diseño concuerda con los estilos de arquitectura utilizados por los fenicios, asirios y egipcios, siendo una evidencia indirecta que el relato Bíblico coincide con el arte arquitectónico de este periodo. Pedro C. Morales nos dice más acerca de este tema en su libro, Arqueología Bíblica: “¿No podemos saber entonces nada del Templo de Salomón aparte del relato bíblico? Aunque no se ha podido identificar nada de este periodo, la descripción bíblica coincide, en sus detalles arquitectónicos, con los templos de la época en el Cercano Oriente. Se ha demostrado que el estilo en el que fue construido no fue ninguna novedad. Varios templos han sido excavados desde Hazor en Israel hasta Ebla en Siria con la misma tipología de tres espacios. Estos templos permiten que nos hagamos una idea de lo que pudo ser el de Templo de Salomón”. Uno de los templos que corresponden a este periodo y que se han descubierto es el templo de Ain Dara, en Siria, cuya arquitectura coincide en algunos puntos con el templo de Salomón, James Hoffmeir, en su libro, Arqueología de la Biblia, nos comenta algo al respecto: “En el Templo de Ain Dara se encontraron restos de cámaras que se disponían en tomo a los lados y la parte trasera del santuario. El espesor de los muros de piedra hace pensar que originalmente se incluyó un segundo (y posiblemente un tercer) piso. Estas cámaras auxiliares no tienen modelos similares en los restos arqueológicos de Oriente Próximo. Sin embargo, son similares a las cámaras laterales y posteriores del Templo de Salomón (1 Re 6,5-6). Antes de descubrir estas cámaras en el Templo de Ain Dara, los estudiosos estaban desconcertados por la descripción de los tres pisos de cámaras que rodeaban el Templo de Salomón, totalmente inéditas en el antiguo Oriente Próximo”.


Ain-Dara

Ain Dara, located northwest of Aleppo, Syria, an Iron Age Syro-Hittite temple.

By Institute for the Study of the Ancient World Contact - https://www.flickr.com/photos/isawnyu/5446033390/, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=14928823


En el caso de G. Ernest Wright está totalmente convencido de que el templo de Salomón tuvo una poderosa influencia asirio-fenicia en su arquitectura y arte, lo cual concuerda con el relato bíblico donde Salomón se apoya de Hiram, rey de Tiro y de sus obreros para elaborar el templo, en este sentido, Wright, en su libro Arqueología Bíblica nos dice: “Hoy sabemos que todos sus elementos, uno por uno, encajan perfectamente en el panorama del arte asirio… El esquema de edificio con vestíbulo y columnas exentas nos va siendo cada vez más familiar por los datos que estamos adquiriendo acerca de la arquitectura asiria… Otra conexión de la arquitectura del templo con el norte de Asiria y Fenicia es el detalle del revestimiento de cedro que se hizo en el interior. Se trata de algo prácticamente desconocido en Mesopotamia, pero en el norte tenemos varias ilustraciones de esta técnica… Pero lo más fenicio de todo es la decoración labrada, las palmeras y las flores abiertas (a las que hay que añadir las cadenas mencionadas en 2 Cr 3,5) colocadas a modo de encuadramiento de los paneles, así como los querubines que ocupaban el interior de éstos. Diversas colecciones de marfiles fenicios, con fuerte influencia del arte egipcio, nos muestran en qué consistía este tipo de decoración… El templo de Salomón, por consiguiente, era un típico templo fenicio. Salomón, que se había empeñado en dar a Israel un puesto digno en el mapa del mundo civilizado, tomó de sus vecinos, culturalmente más avanzados, todo el ajuar y las suntuosidades del culto. De este modo, la arqueología puede confirmar por su cuenta lo que ya sospechábamos por el relato del Antiguo Testamento que el reinado de Salomón señaló el momento cumbre del sincretismo religioso en Israel. Las concepciones religiosas originales de Israel se corrompieron a causa de la adopción de ciertas ideas paganas, y ello precipitó el gran conflicto profético cuyo objeto era precisamente combatir aquellas novedades”. A parte de los templos sirios, fenicios y egipcios que guardan cierta semejanza en su arquitectura y arte con el de Salomón, existen otros hallazgos arqueológicos de obras arquitectónicas del periodo del rey Salomón que concuerdan con el relato bíblico, por ejemplo, en Ofel, una colina situada al este de Jerusalén, se han hecho grandes descubrimientos arqueológicos que atestiguan la veracidad de los relatos bíblicos, así, J. Randall Prince en su libro Biblical Archeology, nos detalla algunos de estos: “En 2010, el arqueólogo israelí Eilat Mazar descubrió fortificaciones masivas al final de Ofel, al sur del Monte del Templo. Estos incluyen una casa de entrada monumental y una gran sección de muro en la línea de fortificación de la antigua ciudad que se ha trazado hasta una longitud de unos 70 m (210 pies) que serpentea alrededor del Monte del Templo. Según Mazar, su descubrimiento de cerámica, bullae e impresiones de sellos ahora permiten confirmar una fecha del siglo X, incluida una estructura real adyacente y una torre de unos 18 pies (6 m) de altura. Estas estructuras concuerdan bien con la descripción bíblica del rey Salomón construyendo una línea de fortificación alrededor de sus nuevas construcciones en Jerusalén, que incluyen el Primer Templo y su palacio real. Su alto nivel de construcción también sugiere que formaban parte del barrio real de la Jerusalén bíblica. Esta evidencia indica que la Jerusalén del segundo milenio antes de Cristo fue el hogar de un gobierno central fuerte que tenía los recursos y la mano de obra necesarios para construir fortificaciones tan masivas como la construida por el rey Salomón durante su reinado”. Así que de esta manera podemos decir que la arqueología arroja algunos datos que de manera indirecta confirman la veracidad de los relatos bíblicos respecto a los reyes del Israel unificado, sin embargo, nosotros los cristianos no necesitamos evidencias científicas para creer en las narraciones históricas que los libros de Samuel, Reyes y Crónicas presentan acerca de estos reyes, creemos que la Biblia es la palabra de Dios, no obstante, descubrimientos como estos o el estudio de estas ciencias nos ayudan a comprender mejor los detalles que se desprenden del relato de las Sagradas Escrituras.

 

APOSTASÍA Y DIFICULTADES DE SALOMÓN

 

Aunque Salomón fue un hombre que bajo su reinado la nación de Israel experimento una gran prosperidad, lamentablemente el final de este hombre no fue tan glorioso como sus inicios. Si bien es cierto de que Dios lo respaldo, sus alianzas y matrimonios con mujeres extranjeras lo llevo a cometer apostasía, algo que desagrado mucho al Señor: “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses”, (1 Reyes 11:1-8). Por causa de su pecado, el Señor levanto adversarios que le hicieron la guerra en los últimos años de su vida: “Y Jehová suscitó un adversario a Salomón: Hadad edomita…  Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba… También Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, la cual era viuda, alzó su mano contra el rey…”, (1 Reyes 11:14, 23, 26). El Diccionario Bíblico Mundo bíblico nos da un comentario al respecto de la decadencia moral y espiritual que Salomón en sus últimos días: “Construyó el reino a su más grande extensión geográfica y prosperidad material. Aunque un hombre muy inteligente, Salomón en sus últimos años perdió su discernimiento espiritual y debido a ventajas políticas y vida voluptuosa sucumbió a la apostasía. Sus políticas de opresión y lujo llevaron al reino al borde de la disolución, y cuando su hijo Roboam llegó al trono la división del reino se hizo efectiva”.

 

LA MUERTE DE SALOMÓN

 

Las Escrituras nos detallan la triste forma de cómo Salomón terminó sus días, después de tener una sabiduría superior a la de los sabios de su tiempo y llevar al reino de Israel a una gloria tan excelsa, su corazón se aparta de Dios y a su muerte, el reino de Israel se habría de separar entre el reino de Israel constituido por las 10 tribus del norte y el reino del sur, Judá. A partir de aquí comienza la historia del reino dividido. Por 40 años, Salomón fue rey de Israel: “Los demás hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no están todos escritos en los libros del profeta Natán, en la profecía de Ahías silonita, y en la profecía del vidente Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat? Reinó Salomón en Jerusalén sobre todo Israel cuarenta años. Y durmió Salomón con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David su padre; y reinó en su lugar Roboam su hijo”, (2 Crónicas 9:29-31). En cuanto al destino del alma de Salomón o saber si este procedió al arrepentimiento antes de su muerte el tema es muy discutido. Algunos opinan que Salomón debió haberse arrepentido antes de morir, una basa en la cual fundamentan su opinión es el libro de Eclesiastés donde vemos a un hombre que después de haber experimentado todos los deleites de este mundo llega a la conclusión de que nada de esto satisface al hombre y lo mejor es temer a Dios y buscarle antes de que vengan los días malos. Al final, la Biblia no lo declara de manera directa y realmente solo Dios puede respondernos esta interrogante.

 


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