“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas
de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.
1 Pedro 3:7
INTRODUCCIÓN
Cerramos
la sección de los deberes familiares con las responsabilidades de los esposos. Recordemos
que el núcleo familiar de esta época estaba constituido por el esposo, la
esposa, los hijos y en algunos casos por los esclavos domésticos, por ello, Pedro
inicia hablando de las responsabilidades de los esclavos en 1 Pedro 2:18, luego
en 1 Pedro 3:1-6 nos habla de las responsabilidades de las esposas y ahora en 1
Pedro 3:7 presenta los deberes de los esposos.
UN EVANGELIO DONDE TODOS TENEMOS DEBERES Y PRIVILEGIOS
“Vosotros, maridos, igualmente…”
1 Pedro 3:7
Hablar
del tema de las responsabilidades de las esposas muchas veces puede resultar un
poco difícil, enseñar que la Biblia manda a las mujeres a estar sujetas a sus
esposos y vestir con castidad y sin ser ostentosa podría ofender a algunas
personas que consideran lo que se está haciendo es limitar la libertad de la
mujer y promover una cultura de machismo. La verdad es que en la antigüedad
la mujer fue privada de todo privilegio, siempre se hablaba sus
responsabilidades; mientras que en el caso del hombre se hablaba solo de sus privilegios.
En todo caso, la mujer terminaba sujetándose a un régimen que no le daba
mayores derechos y sus funciones se limitaban a satisfacer a su marido y dedicarse
al cuidado del hogar y los hijos. Sin embargo, el evangelio vino a
establecer un orden y principios diferentes donde todos tenemos
responsabilidades y privilegios delante de Dios, nadie es mejor a otro,
aunque la Biblia si define una cadena de autoridad por orden divina, somos
diferentes anatómicamente, pero en cuanto a dignidad y valor nadie es superior.
En el mundo veremos injusticias y que un grupo posee mayores privilegios que
otros, pero en el evangelio no es así, mientras que en el mundo antiguo los
amos tenían privilegios y sus esclavos solo responsabilidades, en el evangelio se
establecen ambos tanto para los amos como para sus esclavos: “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y
temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo… Y vosotros, amos,
haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos
y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas”,
(Efesios 6:5, 9). También en el evangelio se establecen las responsabilidades
para los hijos, pero más adelante se establecen las responsabilidades de los
padres para con sus hijos: “Hijos, obedeced en el
Señor a vuestros padres… Y vosotros,
padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor”, (Efesios 6:1, 4). Se ha hablado de las
responsabilidades de la esposa, pero en este versículo también se dice que los
esposos tienen sus obligaciones que deben cumplir, y así como todos tienen
sus responsabilidades, así todos también tienen sus privilegios como hijos e
hijas de Dios y herederos de sus promesas.
LAS RESPONSABILIDADES DE LOS ESPOSOS
Aunque
parece que es un solo versículo que se le dedica a los esposos; mientras que a
la esposa se le dedico varios, la verdad es que en un solo versículo se
presenta una gran responsabilidad. Veamos en qué consisten las responsabilidades
de los esposos cristianos.
Los esposos deben aprender a vivir con ellas sabiamente.
“… vivid con ellas sabiamente…”
1 Pedro 3:7
Lo primero
que Pedro dice es que los esposos deben aprender a vivir con las esposas
sabiamente y esto es de gran importancia. Las palabras griegas que en la
RV60 se traducen como, “vivid con ellas sabiamente”, son aunoikountes kata gnosis
(συνοικοῦντες κατὰ γνῶσιν), las cuales sugieren la idea de cohabitar
con conocimiento. En este sentido, cuando un hombre se casa con una mujer
debe aprender a habitar con ella, teniendo el conocimiento de cómo realmente es
una mujer, entendiendo que no la puede tratar como si fuera otro hombre y comprendiendo
que es un ser totalmente diferente a un hombre en sentimientos, anatomía y pensamientos.
Tanto el hombre como la mujer son seres muy diferentes en estas áreas y muchos
de los problemas matrimoniales vienen de no entender estas diferencias. Considerando
todo esto, otras versiones de la Biblia traducen este versículo de diferentes
formas y al considerarlos nos dan una mejor comprensión de lo que el texto
desea transmitirnos, es así que la Nueva Versión Internacional de la Biblia lo
traduce así: “De igual manera, ustedes esposos, sean
comprensivos en su vida conyugal…”, (1 Pedro 3:7, NVI). La Nueva Traducción
Viviente de la Biblia lo traduce de esta manera: “… Cada
uno viva con su esposa y trátela con entendimiento…”, (1 Pedro 3:7,
NTV). La Nacar Columga traduce este versículo así: “…
maridos, tratadlas con discreción”, (1 Pedro 3:7, NC). La versión del
Nuevo Testamento de la Biblia al Dia de 1976 lo tradujo así: “… sean considerados con ellas…”, (1 Pedro 3:7, NT
BAD). Todas estas formas de traducir, “vivid con ellas sabiamente”, nos dan la
idea de lo que realmente significa lo que Pedro nos está enseñando. El hombre que
se casa con una mujer debe estar dispuesto a amarla, a entender que el concepto
de amor para una mujer es diferente al de un hombre, mientras que un hombre
prefiere estar callado después de una jornada de trabajo dura, la mujer
prefiere hablar de ello, mientras que el hombre se estimula visualmente, la
mujer lo hace auditivamente, mientras que generalmente los hombre somos más
simples, las mujeres aman los detalles, mientras que los hombres al escuchar el
llanto de un niño piensa en el ruido que roba su paz, la mujer piensa en el
dolor que el niño tiene, mientras que la mujer experimenta cambios hormonales durante
el mes que afectan su estado de ánimo o sensibilidad, el hombre no sabe qué es
eso, y que no decir de las diferentes formas en las que ambos experimentan una satisfacción
sexual, la verdad es que ambos son totalmente diferentes y el hombre debe
entender todo esto para habitar con ella, amándola, comprendiéndola y dedicándole
el tiempo que ella merece. Hablar de este tema es extenso, pero realmente los
hombres necesitamos aprender de ello para que la relación matrimonial sea un éxito.
Los esposos debemos tratar a la mujer delicadamente.
“… dando honor a la mujer como a vaso más frágil…”
1 Pedro 3.7
Otro
de los consejos que Pedro nos da en cuanto a aprender a vivir con nuestra
esposa es que debemos tratarla con caballerosidad, dulzura y delicadeza:
dando honor a la
mujer como a vaso más frágil. En este caso compara a la mujer como
a un vaso más frágil y aunque en algunos aspectos una mujer es más fuerte que
el hombre, por ejemplo, anatómicamente hablando, el útero es el órgano más
fuerte del cuerpo humano y es el que por 9 meses carga a un ser antes de su
nacimiento, y esto, solo la mujer lo puede hacer, por otro lado, la mujer
experimenta más complicaciones o dolores que el hombre debido a sus periodos
menstruales lo que hace que su aura de dolor sea superior a la del hombre, así
que eso que se dice que la mujer es el sexo más débil no es del todo cierto. No
obstante, físicamente hablando, una mujer es más débil que un hombre, aunque aún
aquí hay excepciones, además, la mujer por lo general es más sensible que un
hombre. En general, el esposo debe convertirse en el protector de su esposa, no
debe tratarla con aspereza o rudeza, debe ser dulce con ella, detallista de vez
en cuando, debe entender que nunca debe dejar de enamorarla o darle un abrazo,
o tratarla con ternura. Esto, aunque se oye fácil, para los hombres es difícil ya
que una vez casados se olvida de todo y la trata como si fuera otro hombre,
pero la Biblia nos recuerda nuestras responsabilidades como esposos.
Los esposos debemos entender que ambos tenemos los mismos privilegios y derechos delante de Dios.
“… y como a coherederas de la gracia de la vida…”
1 Pedro 3:7
Aunque
hay diferencias anatómicas, genéticas, físicas y hormonales que nos hacen
diferentes y hay un tema de autoridad a la que todos debemos sujetarnos en el
hogar en el orden que Dios ha establecido, por lo demás, tanto hombres como
mujeres tenemos la misma dignidad como creación de Dios y ambos somos herederos
del reino del Señor y nos pertenecen sus gloriosas promesas. En esto vemos
una diferencia totalmente radical a los tiempos antiguos, ya que la mujer carecía
de derechos o privilegios, pero en el evangelio no es así y a los ojos de Dios
la mujer posee un gran valor y es coheredera junto con el hombre.
EN GENERAL, EL ESPOSO DEBE AMAR A SU ESPOSA COMO CRISTO AMA A SU IGLESIA
En
general, los esposos deben saber amar a sus esposa y Pablo en su carta a los
Efesios nos pone un nivel bastante desafiante de cómo hacerlo: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… Así también los maridos deben amar a
sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se
ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la
cuida, como también Cristo a la iglesia”, (Efesios 5:25, 28-29). Cuando
el hombre aprende a amar a su esposa, así como Cristo ha amado a su iglesia las
cosas son muy diferentes. Cuando el hombre cuida a su esposa como cuida de
su propio cuerpo, asegura que no hará nada para dañarla, porque qué hombre
en su sano juicio es capaz de provocar daño a su cuerpo. Considerando esta
verdad todo tiene sentido y sujetarse a un esposo que sabe amarla y
protegerla, velando por sus intereses y sueños no se convierte en una vida de
esclavitud, sino de compañerismo y mutuo amor.
EL ESPOSO DEBE SER UN EJEMPLO ESPIRITUAL EN EL HOGAR
“… para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.
1 Pedro 3:7
Finalmente,
el hombre es responsable de ser el líder espiritual de su hogar, un verdadero
ejemplo de pureza y devoción a Dios delante de su esposa e hijos. Debemos cuidarnos
de no ser solo apariencia, de ser grandes lideres o servidores en la iglesia,
mientras que en el hogar somos todo lo contrario, eso es hipocresía religiosa
que da un mal ejemplo a nuestros hijos, nuestra conducta hipócrita provocará
que nuestros hijos tropiecen y como dice Pedro, nuestras oraciones serán estorbadas
por nuestra doble conducta.
Muchas felicitaciones mi hermano Walter, por la explicación de estos versículos, nos da mucho consejos en nuestros matrimonios, sea Dios Padre Eterno bendiciendolo y guiando sus estudios de las escrituras de nuestro maestro Jesús de Nazareth con la ayuda de su Santo Espíritu. Amén 🙏
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