“Y muchos
de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida
eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”.
Daniel 12:2
INTRODUCCIÓN
Una doctrina irrefutable en la
Biblia es la resurrección de nuestros cuerpos en el futuro. Muchas religiones
no creen en ella, sin embargo, todos sin excepción moriremos y un día nuestro
cuerpo resucitara de entre los muertos, la diferencia será la razón por la cual
vamos a resucitar. O resucitamos para vida eterna, o resucitamos para
condenación. El profeta Daniel nos da vislumbre de lo que esto será.
La resurrección de los muertos |
I.
LA PROFECÍA MÁS ANTIGUA DE LA
RESURRECCIÓN.
“Y muchos
de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida
eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”.
Antes de cerrar su libro el profeta
Daniel nos da una profecía que miraba al futuro: la resurrección de los
muertos. Aquí se utiliza la palabra dormir para hacer referencia a la muerte y
nos especifica que los muertos serán resucitados, unos para vida eterna, y
otros para condenación. Al leerlo
pareciera que ambas resurrecciones, de buenos y malos, será al mismo tiempo,
pero no es así.
II.
CRISTO TAMBIÉN HABLO DE DOS
RESURRECCIONES.
“No os
maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de
vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.
Juan 5:28-29
Pareciera que Jesús utiliza el texto
de Daniel para basar sus palabras ya que son en muchos detalles similares. Se
nos dice que llegara el momento cuando los muertos oirán su voz desde su
sepulcro y su destino girara alrededor de dos opciones: los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación. Tanto este
pasaje como el de Daniel nos hablan de dos tipos de resurrecciones, una de
justos y otra para los impíos, pero no especifican el momento en el que
ocurrirán. Pareciera por los textos que ambas ocurren al mismo tiempo, pero no
es así. Veamos por separado cada una de ellas.
III.
LA RESURRECCIÓN DE LOS JUSTOS.
“Porque
el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,
alentaos los unos a los otros con estas palabras”.
1 Tesalonicenses 4:16-18
En este pasaje el apóstol Pablo nos
enseña que la primera resurrección será la de los justos y ocurrirá el día del
arrebatamiento de la iglesia. Para esta época los tesalonicenses estaban
esperando con ansias la venida del Señor pero muchos de ellos habían muerto por
causa de la persecución y es ahí donde Pablo los alientan a no sentirse triste
por sus compañeros muertos como el mundo lo hace: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis
acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no
tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también
traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”, (1 Tesalonicenses
4:13-14). Así como Cristo resucito de entre los muertos, los cristianos también
lo haremos y dice que ocurrirá el día del rapto: Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz
de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor. Estas palabras escritas por el apóstol
representan la gran esperanza de la iglesia al saber que un día ocurrirá este
glorioso evento: Por
tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. En 1
Corintios el apóstol nos explica que al momento de la resurrección nuestro
cuerpo corruptible y mortal será transformado completamente.
“He aquí,
os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en
un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará
la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible
se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad,
entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en
victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu
victoria?”.
1 Corintios 15:51-55
IV.
LA RESURRECCIÓN DE LOS MALOS.
“Y vi
tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las
almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de
Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron
la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil
años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil
años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene
parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre
éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil
años”.
Apocalipsis 20:4-6
En este pasaje de Apocalipsis nos
dice cuál será la otra resurrección: la de los malos. En su visión Juan vio
tronos y sentados sobre ellos los que habían sido facultados para juzgar a los pecadores
en el día del juicio final. Obviamente estos que se sentaron son la iglesia del
Señor la cual fue arrebatada antes de la gran tribulación por el Señor: “¿Osa alguno de
vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y
no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y
si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy
pequeñas?”, (1 Corintios 6:1-2). También entre ellos se encuentras
los salvos de la gran tribulación que pagaron con su vida el mantenerse en la
fe. Luego después de ellos menciona a otros muertos los cuales no volvieron a
vivir hasta el final del milenio y estos son los que resucitaran para el día
del juicio del gran trono blanco:
“Y vi un
gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los
muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el
mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la
muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de
fuego”.
Apocalipsis 20:11-13
Este juicio tendrá lugar después del
milenio, la tierra será destruida y los santos vivirán en la Nueva Jerusalén,
pero los muertos en pecado resucitaran, el Hades o Infierno entregara sus
cuerpos para ser juzgados y arrojados al lago de fuego y azufre donde seguirán
siendo atormentados por la eternidad. Por eso la Escritura declara: Bienaventurado y
santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene
potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán
con él mil años. Actualmente los impíos descienden al Hades o
Infierno donde sus almas son atormentadas por sus pecados, pero un día saldrán
de ahí para recibir el castigo final.
CONCLUSIÓN.
Comprendiendo esto podemos
preguntarnos: ¿en cuál resurrección participaremos? Todos demos escapar de la condenación eterna,
es importante que comprendamos que nuestros pecados nos arrastraran al infierno
y en la eternidad solo nos esperara la segunda muerta donde después de
resucitar nuestro cuerpos serán lanzados al lago de fuego. La única manera de
escapar es arrepintiéndonos de nuestros pecados y haciendo a Cristo el Señor y
Salvador de nuestras vidas.
Me alegro que en medio de tanta falsa interpretación de las escrituras, también se escriban las verdades bíblicas con claridad y sin adornos.bendiciones.....
ResponderBorrarAgradezco la claridad en la interpretación
ResponderBorrarHoy por hoy nos hemos puesto como jueces por sobre Dios, mandando al cielo a todos. Ignorando las Sagradas escrituras.
ResponderBorrarIncreible ver que dicen que Dios atormenta personas en el infierno para luego darles el castigo final. Realmente ese no es el Dios que conozco y le doy gracias porque la verdad nos hace libre de esas atrocidades. Los pecadores dejaran de existir y la tierra sera purificada con fuego. Nunca el corazon de Dios ha pensado tales atrocidades con torturar o atormentar. Todos los muertos estan en el polvo esperando la resurrección que les toca conforme a sus obras, pero Dios no tiene una camara de tortura en ningun lugar. Si fuera así sería peor que Satanás. La paga del pecado es la muerte, no la tortura y el tormento. Las personas seran como estopa y cenizas, y el fuego nunca se apagará hasta que termine con todo. Igual como pasó en Sodoma y Gomorra.
ResponderBorrarDaniel 12:2 nos habla que ciertamente hay una condenación para aquellos que no se arrepintieron de sus obras, y se negaron a creer en el Señor Jesucristo, pero esto vendrá después de la resurrección de los muertos, y hay que resaltar que Dios es amor, pero también fuego consumidor, que no se complace en el que hace la maldad, y que la ira de Dios esta con el pecador.
BorrarNo lo decimos nosotros, lo dice la palabra de Dios/te parece poco lo que le hicieron al hijo de Dios, lo torturaron, lo escupieron, lo desnudaron, le pusieron una corona de espina, y lo crucificaron en una cruz , el infierno no fue creado para el ser humano, fue preparado para el diablo y sus ángeles,pero la biblia dice que todo el que práctica el pecado es del diablo/ 1 carta de Juan capitulo 3:8
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