“Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus
extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman
a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley; y
los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro
Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el
Jordán, para tomar posesión de ella”.
Deuteronomio 31:12-13
INTRODUCCIÓN
¿Cuáles
son los tres grupos metas a donde el evangelio debería llegar? Podríamos pensar
que este debería llegar primeramente a nosotros, ya que la primera persona que
debe cambiar somos nosotros mismos, antes de querer cambiar a otros. Luego
siendo nosotros cristianos quizás pensaríamos que el siguiente grupo meta que
el evangelio debe alcanzar son las otras personas, pero al pensarlo
generalmente se excluyen a los niños. Un error que algunas personas cometen es
creer que los niños no necesitan ser evangelizados, pero no es así. Si nos
damos cuenta el mandato de Dios de reunir a todo el pueblo no solo consideraba
a los adultos, sino también a los niños: Harás
congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que
estuvieren en tus ciudades.
Evangelización de niños |
Según una publicación reciente
del "US Center for World
Missions", a nivel mundial 85% de todas las personas que se deciden
recibir a Jesucristo, lo hicieron entre los 4 y 14 años. Otras estadísticas
informan que el 90% de los líderes de iglesias evangélicas aceptaron siendo
unos niños o adolescentes. Por tanto, considerando esto nos damos cuenta de que
los niños representan una gran ventana de oportunidad para salvar almas y
provocar el crecimiento de la iglesia; lamentablemente es el área menos
aprovechada. Los niños
constituyen el futuro de toda nación, y en este caso de la iglesia, de allí la
importancia de transmitirles los principios divinos para que ellos crezcan en
sabiduría y estatura delante de Dios, tal y como Jesús lo hacía cuando estuvo
en esta tierra: “Y
Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres”, (Lucas 2:52).
Estadísticas |
I.
PORQUE ES UN MANDATO DIVINO.
“Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo
de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él
todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su
casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y
juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de
él”.
Génesis 18:18-19
En
Deuteronomio 31 encontramos uno de los primeros mandatos de Dios a instruir al
pueblo su palabra, y esta instrucción estaba dirigida no solo a los adultos,
sino que también a los niños: Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus
extranjeros que estuvieren en tus ciudades. Era el deseo de Dios
reunir a todo el pueblo con un propósito: para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y
cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. En la ley el Señor
ordenaba a los israelitas a enseñar sus preceptos a sus hijos con el fin de
instruirlos en el camino correcto: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como
una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás
en los postes de tu casa, y en tus puertas”, (Deuteronomio 6:6-9). Durante
su ministerio Jesús también mostro la importancia que tenía el acercar a Él los
niños, aun cuando los judíos los despreciaban por considerar una pérdida de
tiempo su instrucción: “Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese
las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús
dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es
el reino de los cielos”, (Mateo 19:13-14). Por tanto, es de
esperarse que en la gran comisión se incluya el discipulado de los niños y no
solo de adultos: “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén”, (Mateo 28:19-20), Es de esta forma que Dios
deja bien claro la importancia de instruir a nuestros niños en la palabra de
Dios.
II.
PORQUE LOS NIÑOS SON EL FUTURO DE
LA NACIÓN.
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se
apartará de él”.
Proverbios 22:6
Robert Raikes |
Corría
el año de 1780 en Inglaterra y su situación era terrible. Las calles se
llenaban de cientos de niños que corrían por sus calles, harapientos y sin
educación alguna, se lanzaban a causar problemas y daños en la
propiedad privada, mucho de ellos se convertían en delincuentes los cuales eran
capturado para luego ser encarcelados o colgados por delitos serios. Parecía
que a nadie le importaba el triste destino que rodeaba a estos niños, pero hubo
un hombre de que se interesó por ellos, su nombre fue Robert Raikes. Robert
Raikes nació el 14 de septiembre de 1736, fue un cristiano devoto y periodista
el cual observaba desde la ventana de su oficina el tipo de vida que estos
niños tenían a tal punto que no aceptaba la idea de que ellos no disfrutaran de
una enseñanza básica que contribuyera a una buena formación educacional. Los
domingos se ponía a observar desde su ventana a los niños pobres, andrajosos,
sucios que infestaban las calles y provocaban desórdenes, causando disturbios
en la vida urbana, transformando las calles en escuelas de vicio y maldad. Cierto
día, convidó a los niños que le vendían periódicos y les presentó las grandes
ventajas de estudiar algo útil. Habló con ellos de la necesidad de la moral, después
les enseñó a leer la Biblia y hacer algo de importancia para sus vidas. De esta
manera, el primer domingo tuvo una buena cantidad de niños, y la asistencia fue
creciendo conforme las semanas pasaban. De esta forma Raikes inicio la primera
escuela dominical de niños donde les pedía que se lavaran las manos y la cara,
les instruían en los buenos modales y les enseño a leer la Biblia. Luego tuvo
que organizar varias clases con el auxilio de otros profesores. Raikes recibió
críticas y pasó a ser llamado: "maestro de andrajosos", "padre
de los harapientos", “profesor de mendigos", "bienhechor de los
pobres". Años después, la escuela de Raikes era recomendada por los
obispos de la iglesia oficial del estado, pues su escuela alcanzaba ya los 20, 000
alumnos y lo mas importante es que a través de la palabra de Dios rescataba a
estas almas de la delincuencia convirtiéndolos en personas de bien cumpliéndose
el proverbio que dice: Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se
apartará de él.
Robert Raikes |
Actualmente
nuestra sociedad está siendo azotada por la delincuencia, las pandillas y la
falta de valores humanos, muchos se preocupan por erradicar estos males
haciendo prisiones más grandes, grupos ilegales de exterminio, programas de
gobierno en contra de la delincuencia, sin embargo, la respuesta a todos estos
males se encuentra en el mensaje de la Biblia, y nuestros niños pueden ser
salvados a través de la instrucción de la palabra de Dios.
III.
PORQUE SI NO LO HACEMOS APRENDERÁN
A VIVIR DE ACUERDO CON LOS PRINCIPIOS ANTICRISTIANOS DEL MUNDO.
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo
de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es
en Cristo Jesús”.
2 Timoteo 3:14-15
Si
nosotros los creyentes no le enseñamos los preceptos y principios bíblicos
otros le enseñaran otras cosas. Hoy en día vivimos en un mundo donde la verdad
es relativa y acondicionada a las creencias de cada persona, por ejemplo, hoy
se ensañan conceptos tales como el respeto a las preferencias sexuales, la
teoría de la evolución, la promiscuidad sexual, la ufología, el materialismo, a
parte de los conceptos religiosos que otras sectas promueven, todo esto y más
va en contra de la doctrina bíblica e influencian a nuestros niños. Por ello,
así como lo hicieron con Timoteo, también nosotros debemos hacerlo con nuestros
niños. Como Pablo lo dice, Timoteo fue instruido en la Biblia desde niño: Pero persiste tú en
lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que
desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer
sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Y fue
gracias al testimonio de su madre y abuela que el llego a conocer a Jesús como
su Señor: “Trayendo
a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu
abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”,
(2 Timoteo 1:5). Si desde niños nuestros niños son instruidos, seguramente esa
semilla perseverará en aquello para lo cual será enviada: “Porque como desciende de los cielos la lluvia
y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y
producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra
que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié”, (Isaías 55:10-11).
IV.
PORQUE SI NO LO HACEMOS OTRAS
SECTAS LO HARÁN.
Otra
razón es que si no lo hacemos nosotros otras sectas lo harán, Actualmente
religiones y sectas como los Testigos de Jehová, el islam, el budismo, el
judaísmo y otras enseñan a sus niños los diferentes preceptos de sus religiones.
Nuestros niños necesitan ser salvos a través de la fe en Jesucristo, pero para
eso es imperativo que nosotros les enseñemos.
CONCLUSIÓN.
No
debemos olvidar la importancia que la evangelización de los niños tiene en nuestra
vida, especialmente por las siguientes razones:
1.
Porque
es un mandato divino.
2. Porque los niños necesitan ser
salvos por medio de la fe.
3. Porque si no lo hacemos aprenderán los
principios anticristianos de este mundo.
4.
Porque
si no lo hacemos otras sectas lo harán por nosotros.
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