“Aconteció que cuando Jesús terminó estas
palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea al otro lado del
Jordán. Y le siguieron grandes multitudes, y los sanó allí. Entonces vinieron a
él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su
mujer por cualquier causa? El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el
que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre
dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así
que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de
divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os
permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así. Y yo os digo
que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se
casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”.
Mateo 19:1-9
INTRODUCCIÓN
Mateo inicia una nueva sección pero trata
de enlazarnos con los acontecimientos del capítulo 18 diciendo: Aconteció
que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las
regiones de Judea al otro lado del Jordán. En estos versículos toca un tema que hasta el
momento sigue siendo muy controversial, y este es el del divorcio, de hecho se
han realizado innumerables comentarios respecto a la interpretación de este
texto. En el tiempo de Jesús existían dos opiniones fuertes pero contrarias a
este tema, pero como veremos, ambas estaban alejadas de lo que Dios deseaba. El
capítulo 19 comenzara mostrándonos a Jesús yendo a Judea y esta primera sección
se dividirá en tres preguntas, las primeras dos que son las que veremos aquí,
son realizadas por los fariseos, y la tercera por los discípulos. A todas esta
responde Jesús.
Jesús vuelve a Enseñar acerca del Divorcio |
JESÚS VA RUMBO A JERUSALÉN
“Aconteció
que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las
regiones de Judea al otro lado del Jordán. Y le siguieron grandes multitudes, y
los sanó allí”.
Mateo
19:1-2
El tiempo de Jesús en esta tierra estaba llegando
a su fin, y Él lo sabía, por eso se dirigía a Jerusalén, donde habría de morir.
Por ello Mateo nos dice que al terminar de decir las palabras que se encuentran
registradas en el capítulo 18, desde ir a las regiones de Judea que estaban al
otro lado del Jordán. Sin embargo, no va solo, aparte de sus doce apóstoles,
grandes multitudes lo siguieron y a muchos de ellos sanó de diferentes
dolencias. Marcos nos dice también que Jesús les enseñaba e instruía en las
verdades del reino de Dios: “Levantándose de allí, vino a la región de
Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo
les enseñaba como solía”,
(Marcos 10:1). Como podemos ver, el ministerio de Jesús no paraba, siempre
estaba enfocado en enseñar el evangelio del reino de los cielos y en sanar a
los enfermos, y a pesar que se había retirado de Galilea, le siguieron grandes
multitudes y a todas ellas nuestro Señor atendió. De esta forma el ministerio
de Jesús en Galilea está llegando a su fin y va directo a Jerusalén y decide
irse por el lado del Jordán. Para ir de Galilea a Jerusalén había dos rutas, la
primera y más corta era la que pasaba por Samaria (tal y como lo vemos en Juan
4, cuando le testifica a la samaritana), este camino era de solamente 3 días;
pero los judíos no lo preferían por su enemistad con los samaritanos. El otro
era el que iba por el otro lado del Jordán y tardaba aproximadamente 7 días, y
este es el que toma nuestro Señor.
EL PRINCIPIO DIVINO: LO QUE DIOS UNIÓ NO LO PUEDE SEPARAR EL HOMBRE
“Entonces
vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre
repudiar a su mujer por cualquier causa? El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis
leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por
esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre”.
Mateo
19:3-6
A continuación vemos que se presentan los
fariseos con una pregunta para Jesús: Entonces vinieron a él los fariseos,
tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier
causa? El propósito de estos hombres al hacerle
esta pregunta a Jesús era tentarle ya que este era un tema que era muy controversial
en su tiempo y tenía divididos a los judíos en cuanto a su interpretación.
Ellos querían oír la opinión de Jesús en cuanto al divorcio, lo cual en nuestra
época también es un tema que tiene dividida a la iglesia en cuanto a su
interpretación. Para esta época habían dos interpretaciones que derivaban de un
texto del Antiguo Testamento donde Moisés les permitió separarse de su primer
mujer: “Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si
no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá
carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa”, (Deuteronomio 24:1). Aquí vemos la
ordenanza escrita que les decía a los israelitas que podían repudiar o divorciarse
de la mujer por hallar en ella “alguna cosa indecente”; pero la pregunta seria,
¿a qué se refiere cuando dice “alguna cosa indecente”? Respecto a esto se
habían formulado dos opiniones diferentes. La primera opinión era la que
formulaba el rabino Hillel, el cual afirmaba que el hombre podía divorciarse de
su mujer si había algo que ya no le agradaba de su mujer, por ejemplo, si esta
era desordenada, si no podía cocinar, si lo avergonzaba en público e incluso si
al envejecer esta ya no le atraía. Esta posición era la más liberal y la más
popular y la que sostenían los fariseos. La otra opinión era la del rabino
Shammai que decía que la única razón para divorciarse era por causa de
adulterio, pero muy pocos eran los que la apoyaban. Para poder divorciarse los judíos
acostumbraban a dar una carta que era una especie de certificado que despedía a
la mujer y le otorgaban el permiso de iniciar un nuevo matrimonio si ella así
lo consideraba. Este proceso se realizaba con un rabino calificado y
posteriormente dicha carta se presentaba a un tribunal y se archivaba en el Sanedrín,
así de fácil era divorciarse en este tiempo. De esta forma era la redacción de
dicha carta de repudio: “El día XXXX de la XXXX semana, del XXXX mes, año XXXX del mundo,
según el cálculo al uso en el pueblo de XXXX, situado junto al río XXXX, yo, ______________,
hijo de _____________, y conocido como ____________, presente este día: XXXX, natural
del pueblo de XXXX, actuando por libre voluntad y sin coacción, te repudio,
devuelvo y divorcio a ti ___________, hija de ____________, conocida por _____________,que
has sido hasta el presente mi mujer. Te despido ahora ___________, hija de _____________,
para que seas libre y puedas a tu gusto casarte con quien quieras sin que nadie
te lo
impida. Esta es mi carta de divorcio como acta de repudio, certificado de
separación, conforme a la Ley de Moisés y de Israel”. Estos hombres que hicieron tal pregunta querían
oír la opinión de Jesús respecto ya que era muy discutida en su tiempo, pero el
Señor no apoyo ninguna de estas, sino acudió a la palabra de Dios para dictar
el principio divino respecto al matrimonio: El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído
que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el
hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios
juntó, no lo separe el hombre. Aquí
encontramos el principio divino para el matrimonio, debe de ser para siempre,
hasta que la muerte los separe. Realmente el divorcio nunca estuvo en el plan
de Dios y para ilustrar eso nuestro Señor cita un pasaje de Génesis donde Dios
establece la institución del matrimonio: “Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de
mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne”,
(Génesis 2.23-24). Esta es la causa por la cual un hombre y una mujer dejan a
sus padres, y es para llegar a ser una sola carne a través del matrimonio. Las
palabras “una sola carne”, provienen de dos palabras hebreas que son ekjád basar (בָּשָׂר אֶחַד),
las cuales literalmente sugieren la idea
de dos seres que se funden en uno solo, de tal forma que ya no son dos, sino un
solo ser que se han fundidos en una sola carne, por ello la NVI traduce el
versículo 24 de la siguiente manera: “Por eso el hombre deja a su padre y a su
madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser”, (Génesis 2:24, NVI). Ahora bien, si
ambos, hombre y mujer, se han fundido en un solo ser, ¿cómo pueden separarse
por el divorcio? Y si Dios los ha unido, ¿cómo puede el hombre separarlos? Esto
debe provocar en el hombre un sentimiento de responsabilidad al momento de
casarse, porque debe estar consciente que es para siempre y no debe ver el
divorcio como una opción para separarse y romper su compromiso. Los judíos
veían el matrimonio como un deber, especialmente porque Dios había establecido
la orden de multiplicarse en este mundo: “Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y
multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la
tierra”, (Génesis 1:22), por ello el rabino
Eliezer consideraba el celibato como una violación a este mandato y decía: “quien
no se preocupa por tener descendencia es semejante a aquel que derrama en la
tierra su sangre”. En
el Nuevo Testamento el Señor le da un gran valor al matrimonio: “Honroso
sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a
los adúlteros los juzgará Dios”,
(Hebreos 13:4). Por tanto, podemos ver que el divorcio no es la voluntad de
Dios, sino que su deseo es que aquellos que se unen en matrimonio, jamás se
separen, sino perseveren como marido y mujer hasta que la muerte los separe. De
allí que como creyentes debemos pedirle sabiduría a Dios para que nos guie en
encontrar a aquella persona con la cual uniremos nuestra vida.
LA CONCESIÓN DEL MATRIMONIO: EL DIVORCIO POR CAUSA DE ADULTERIO
“Le
dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él
les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a
vuestras mujeres; más al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que
repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra,
adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”.
Mateo
19:7-9
Ante la inesperada respuesta de Jesús, los
fariseos formulan su segunda pregunta: Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar
carta de divorcio, y repudiarla?
Es interesante ver como Jesús respondió considerando el mandato divino que fue
establecido en el principio y no la concesión que Moisés les había permitido,
una sola carne, y que lo que Dios unió no lo separe el hombre. Pero
lamentablemente el hombre no ha sido capaz de vivir a la altura de este
principio y por ello Moisés estableció una concesión donde les dijo que podía
divorciarse por encontrar alguna cosa indecente: “Cuando alguno tomare mujer y se casare con
ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le
escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su
casa”, (Deuteronomio 24:1). Una concesión es
permiso para no cumplir el principio divino bajo una sola causa, y esta era por
“alguna cosa indecente”. Para los fariseos la posición que defendían era la de
Hillel, la que les permitía divorciarse por casi cualquier cosa. Estas escuelas
de rabinos estaban más preocupados discutiendo acerca de la concesión que por
el mismo principio divino, pero Jesús quiere dejar claro que el divorcio nunca
ha estado en los planes de Dios, y si Moisés lo permitió fue por su dureza de
su corazón: Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés
os permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así. Para esta época los israelitas habían
llegado a una situación tal que muchos de sus matrimonios habían fracasado y
para regularla y evitar así el adulterio en medio de la nación, Moisés se vio
obligado a establecer esta concesión para permitir el divorcio y que pudiesen
casarse nuevamente; pero si nos damos cuenta esta no era la voluntad de Dios y
nunca espero que fuera la primera opción en un matrimonio cuando las cosas van
mal. En Malaquías el Señor nos muestra que no está de acuerdo con el divorcio: “Y esta
otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor;
así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano.
Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu
juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer
de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué
uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro
espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque
Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de
iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro
espíritu, y no seáis desleales”,
(Malaquías 2:13-16). Aquí les dice que odia el repudio, es decir, el divorcio,
por tanto, nosotros no podemos ignorar estas palabras. No obstante,
considerando la imperfección humana nuestro Señor Jesús declara de manera más específica
la concesión bajo la cual el hombre puede divorciarse: Y yo os
digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y
se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Una vez más, esta no debe ser la regla,
no es el principio divino, es la concesión que el Señor establece para
divorciarse y es por una sola causa, por fornicación. La
palabra fornicación proviene del griego porneía (πορνεία),
el cual es un pecado que es entendido como un acto sexual entre solteros, pero
también se aplica a cualquier acto sexual ilícito como adulterio, relaciones
homosexuales o lésbicas, sexo con muertos o con animales, o cualquier pecado de
origen sexual. Para muchos este versículo donde Jesús da la salvedad que por
causa de adulterio se puede divorciar el hombre es muy discutido y no todos
están de acuerdo con darle su aval debido a que solo aparece en dos pasajes, y
ambos están en Mateo. Si revisamos el pasaje paralelo en Marcos nos daremos
cuenta que esta concesión no existe: “Y
les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete
adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro,
comete adulterio.”, (Marcos 10:11-12). Marcos dice que si
alguien se divorcia de su mujer y se casa con otra mujer, comete adulterio, y
si otro hombre se casa con la divorciada, comete también adulterio. Sin
embargo, Mateo nos da una salvedad, y es que el divorcio se permite por causa
de adulterio: Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se
casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.
El texto de Mateo es inspirado por Dios y aun han revisado los textos
originales más antiguos que se tienen, y se ha llegado a demostrar que estas
concesiones no son palabras que posteriormente fueron introducidas.
Ahora bien, que significa esto,
¿es el divorcio permitido a los ojos de Dios? La respuesta es: Solamente por
causa de adulterio. ¿Está Jesús interesado en promover la causa de divorcio en
este pasaje? La respuesta es: ¡No! Al contrario, su deseo es recalcar el
principio divino, que lo que Dios unió no lo separe el hombre y en Malaquías se
nos muestra como el Señor aborrece el divorcio. Por tanto, debemos promover que
cada pareja cuide su matrimonio y que los futuros matrimonios busquen en la
voluntad de Dios encontrar la persona correcta con la cual puedan unir sus vidas,
ya que el matrimonio es para siempre. Debe prevalecer más el principio divino
que la concesión humana.
Puedo entender que al hombre solamente le es permitido casarse nuevamente en caso de pecado sexual cometido por parte de la esposa , pero el hombre no puede repudiarla por otra causa.
ResponderBorrarPero la mujer si se casa con otro en vida del marido por cualquiera de los casos siempre será llamada adultera y si no puede estar sola deve reconsiliarse con él
Yo estoy en planes de divorcio por que mi esposa me engaño con otro hombre y tuvo un hijo con el, yo puedo divorciarme de ella y volver a casarme con otra que sea temerosa de DIOS? Osea que sea CRISTIANA? Para asi los dos servir juntos a DIOS
ResponderBorrarDios lo bendiga, es lamentable su caso. De acuerdo al este pasaje de Mateo que se estudia, por causa de fornicación se podría darse el divorcio, y si lo interpretamos así, quedaría libre para volver hacer su vida con otra persona en el Señor, sin embargo, yo le aconsejo que busque consejería pastoral para que considerando su situación especifica y con la ayuda de Dios se llegue a el mejor camino que Ud. podría tomar.
BorrarSeñor walter usted puede divorciarse pero no se puede casar de nuevo porque si se casa de nuevo usted fornicaria por eso dice la palabra que puede divorciarse pero nose puede casar nuevamente solo se puede casar si su esposa fallece porque aquel pacto que usted hizo en el altar fue asta la mierte
BorrarSi puedes vorver a casarte por que ella fue infiel no usted lo dice jesus que te puedes divorciar y casarte nuevamente pero pida siempre la direcion de Dios para que Dios te ayude a consequir la mujer idonia Dtb
BorrarBiblicamente usted no tiene que estar ligado matrimonial mente con una mujer que a sido infiel,esta persona que le dice que no puede casarse nuevamente esta equivocado porque el se refiere es que cuando una persona se casa con otra hasta que la muerte los separe es el plan de Dios pero si una de las dos personas es infiel ya esa persona infiel a roto ese pacto por lo tanto la persona fiel tiene el derecho de divorciarse y casarse nueva mente porque no tiene que soportar una infidelida,amenos que la persona que fue fiel
Borrarquiera darle una opotunida de arrepentirse Dtb
Una pregunta yo por ej no soy casada aun porque mi "marido" es casado se separo de su esposa hace varios años por causa de adulterio de parte de la mujer, ahora los dos somos cristianos y el esta empesando los tramites de divorcio para poder casarnos.. ¿alguien me aconseja?
ResponderBorrarDios la bendiga, le aconsejamos orar a Dios para que les de direccion en lo que tienen que hacer.
BorrarSi el proceso de divorcio una relacion rota hace años ha iniciado, que lo continue, luego, evaluen su relacion a la luz de la palabra de Dios, lo mas importante para que una pareja se una en matrimonio es el amor, tambien puede buscar consejeria en su iglesia para que les guien a tomar las mejores decisiones.
Preguntele a Dios hermana si su unión es aprobada por El.
BorrarPuede divorciarse pero no volverse a casar porque adulterara aSi mejor quédese sin casar
BorrarUn consejo yo soy casado civil mente y mi esposa me engañó hace 10 años y tiene su familia y puedo volverme a casar con una sierva de dios?
ResponderBorrarY con que autoridad Moisés permito el divorcio?
ResponderBorrarMoisés es un mediador y el mediador no habla por su propio cuenta
Cuando la escritura dice que Moisés permitió, se refiere a la ley de Dios dada por el mediador que fue Moisés
Y si Dios no los unió?
ResponderBorrarLa biblia dice que si están casados y se separan quédense sin casar o reconciliate con tu esposa 1 corintios 7:10-11
ResponderBorrarYa que si estás casado y te divorcias y te vuelves a casar cometes adulterio y la biblia dice q los adúlteros no entrarán en el reino de los cielos
Si pero, en el tiempo de Moisés por causa de los fariseos Dios permitió la ley de volver a casarse. Lea bien el pasaje y va ver el versículo
Borrar1 corintios 7:10-11
ResponderBorrarEstudia bien este texto..
Hola bendiciones Dios le bendiga yo no estoy casada vivimos 6 años juntos tuvimos un hijo pero no separamos ... eso no quiere decir que yo me busque otra persona yo me bautize y quiero casarme con otra persona se puede?
ResponderBorrarSi usted no se casó, si se puede casar. Si usted está actualmente en pareja y tienen relación sexual, está en fornicación.
BorrarYo me case por la iglesia católica, pero me divorcié, tengo un año que soy cristiana evangélica y estoy casada con otra persona
ResponderBorrarPor qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Juan 8:43
ResponderBorrarEl Señor Jesús no clasifica si una persona sabía o no sabía sobre el matrimonio o lo que implica este, él dice: cualquiera que se divorcia y se casa con otro comete adulterio....
Según entiendo si alguién ha fornicado, es decir, ha mantenido relaciones sexuales sin casarse, o relaciones homosexuales y otras que aquí se explican; si se casa con otra persona con la cual no mantuvo la relación ilícita comete adulterio y la otra persona también, es decir si es alguien virgen se convierte en adultero? Por más que el que fornicó se haya arrepentido y no haya vuelto a cometer este pecado por mucho tiempo?. Por favor espero su respuesta.
ResponderBorrarBendiciones y Gracias
yo me involucre con un hombre que era casado, porque yo no tenia temor de Dios, se divorcio y nos casamos, nos hemos arrepentido ante Dios ahora que lo conocemos mas, llevamos 26 años de casados, pero yo siempre he vivido arrepentida de lo que hice y no tengo paz, pero tampoco me atrevo a dejarlo por que se que lo dañaría mucho, que debo hacer?
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