“El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la
verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad”.
2 Juan 1
INTRODUCCIÓN
Hasta
el momento hemos tenido la oportunidad de estudiar dos de cuatro de las obras
que el Espíritu Santo inspiro al apóstol Juan a escribir y que hoy forman parte
del canon bíblico, estos son el evangelio según Juan y 1 Juan. Ahora con la
ayuda del Señor queremos continuar estudiando sus obras y en este sentido
iniciaremos el estudio de su segunda carta la cual es la carta más corta que
podemos encontrar en el Nuevo Testamento ya que solo posee 13 versículos. Esta
carta, como las otras obras de Juan, tenían como propósito contrarrestar el
avance de las doctrinas heréticas que contradecían la naturaleza de Jesús como
Dios y Hombre perfecto. Iniciemos considerando el trasfondo de esta carta.
CONTEXTO HISTÓRICO DE LAS CARTAS JOANINAS
Como
ya hemos visto en la introducción que hicimos cuando estudiamos 1 Juan, nos
ubicamos en un periodo de la historia de la iglesia cristiana donde los
apóstoles y aquellos que habían conocido a nuestro Señor ya habían muerto y el
últimos de todos ellos, Juan, ya era un anciano. En este sentido, muchos ubican
el tiempo de redacción de las tres cartas de Juan entre los años 85 d.C. y 95
d.C. A estos cristianos que no conocieron a los apóstoles o cristianos que
conocieron a Cristo se les llama como los cristianos de la segunda generación y
generalmente se ubican después del año 70 d.C., año en el cual el templo y
Jerusalén fueron destruidos por los romanos y todos los judíos se vieron
obligados a dispersarse por todo el mundo. Estos cristianos de la segunda generación
también se caracterizaron por ser enseñados por los que fueron discípulos de
los apóstoles, así, por ejemplo, tenemos a Policarpo de Esmirna, quien fue
instruido por el mismo apóstol Juan, o Ignacio de Antioquia quien fue
discipulado por el apóstol Pedro, o Clemente de Roma quien se cree que acompaño
a Pablo cuando fundo la iglesia en Filipo (Filipenses 4:3). Así que aquí
tenemos una situación donde todos los apóstoles, a excepción de Juan, habían
sido martirizados, una nueva generación de cristianos se estaba dando paso y
herejías concernientes a la doctrina de Cristo se estaban introduciendo,
amenazando destruir el fundamento doctrinal que había sido establecido por los
apóstoles. Es en este contexto histórico que Juan escribe.
LAS IGLESIAS JOANINAS
Definitivamente
Juan escribió a los que muchos llaman las iglesias joaninas, pero: ¿quiénes
eran estas iglesias? Muchos opinan que fueron iglesias que llegaron a conocer
al apóstol Juan, por lo que estaban influenciadas por sus enseñanzas y cuidado
espiritual, estas estaban ubicadas en el Asia Menor, que hoy es Turquía,
iglesia a las cuales también escribe y menciona en su libro de Apocalipsis: “… Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete
iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis,
Filadelfia y Laodicea”, (Apocalipsis 1:11). En este sentido, muchos
afirman que cuando Juan escribe su evangelio y cartas, lo hace desde la ciudad
de Éfeso. Otros también han afirmado que las iglesias de Samaria tenían la
influencia joanina y es a estas que Juan dirige sus cartas. Recordemos que la
iglesia de Samaria fue fundada primeramente por el evangelista Felipe, pero
luego fueron adoctrinadas por Pedro y Juan, por lo que no es difícil creer que
tuviesen alguna influencia de parte del apóstol: “Cuando
los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la
palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan”, (Hechos 8:14).
ESTILO LITERARIO
El
estilo literario de 2 Juan es epistolar, es decir, está escrita en forma de una
epístola o carta. Hoy en día muy pocas cartas se escriben, pero en términos
generales, la estructura de una carta es: Presentación del autor, saludos
a los destinatarios, el cuerpo de la carta donde se desarrolla el tema y despedida,
saludando muchas veces otros cristianos. De los 27 libros del Nuevo
Testamento, 21 son consideradas cartas o epístolas, de allí, 4 son evangelios,
un libro histórico y un libro profético-apocalíptico. Algunos hacen diferencia
entre una epístola y una carta. Una carta es dirigida a una persona o
grupo privado con el objetivo que se lea solo a aquellos a los que se envió y
luego de eso la carta deja de circular, es decir, es de carácter
privado, solo para ser leída por los destinatarios. Por otro lado, una
epístola, aunque se envía a una persona o grupo en específico, pero es pensada
para que luego circule y sea leída por más personas. No obstantes,
otros afirman que no hay diferencia entre una carta y una epístola. Como sea,
estas cartas posiblemente fueron enviadas a grupos o personas en específico,
pero luego las mismas iglesias las conservaron y compartieron con otras
congregaciones ya que su contenido era de gran bendición y así se leyeron en
más iglesias: “Cuando esta carta haya sido leída
entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y
que la de Laodicea la leáis también vosotros”, (Colosenses 4:16). Si
consideramos las tres cartas de Juan, 2 Juan y 3 Juan se ajustan perfectamente
al estilo epistolar, sin embargo, 1 Juan no cuenta con la estructura básica de
una carta, ya que no posee saludo, ni el autor se presenta, ni dice quiénes son
los destinatarios y ni siquiera posee un saludo o despedida final. Por esto
algunos consideran a 1 Juan más un enunciado teológico que Juan creo para que
fuese leído en las iglesias joaninas.
AUTOR, DESTINATARIOS Y PROPÓSITO DE 2 JUAN
El autor y destinatario de 2 Juan se presenta en el primer versículo: El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad. En primer lugar, vemos que el autor se presenta como el anciano, y esta palabra se traduce del griego presbúteros (πρεσβύτερος), la cual es una palabra que se usaba en dos sentidos diferentes. El primero era para hacer referencia a un anciano, es decir, a una persona avanzada de edad que había llegado a su vejez. Por otro lado, la palabra anciano era un título que, en aquel entonces, y aun en los nuestros, se le atribuye a ciertos lideres o pastores que están a cargo de una congregación. En el Nuevo Testamento podemos ver como Pablo constituyo ancianos para que cuidasen las iglesias que había fundado: “Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”, (Hechos 14:23). Sin embargo, es poco probable que el autor de esta carta use este término para resaltar algún cargo de autoridad que gozara entre la iglesia ya que las iglesias joaninas no reconocían puestos de autoridad entre ellos, ya que simplemente todos eran hermanos y nadie gozaba de algún título de liderazgo, como en las iglesias que Pablo fundo. Así que el autor se presenta como el anciano, es decir, un hermano en Cristo, ya con una edad muy avanzada que de alguna mamera era un indicativo de respeto y buen testimonio que, sin la necesidad de un título, inspiraba a reconocer el respaldo, autoridad que tenia de parte de Dios y su largo recorrido en el evangelio. Muchos consideran que el anciano era Juan, el apóstol, hermano de Jacobo. Otros afirman que se trataba de otro Juan, al cual llaman Juan el anciano, del cual Papías de Hierápolis, un padre de la iglesia primitiva habla de él en una de sus obras como un prominente cristiano de Éfeso.
En cuanto a los destinatarios, la carta va dirigida a la señora elegida y a sus hijos, pero ¿quiénes son la señora elegida y sus hijos? Las palabras “señora elegida”, se traducen del griego eklekte kuria (ἐκλεκτῇ κυρίᾳ), y la versión Reina Valera lo traduce muy bien. Tomando literalmente estas palabras, esto significa que Juan escribió a una señora cristiana que vivía ya sea en una de las ciudades de Asia Menor, posiblemente Éfeso o incluso algunos opinan que pudiese tratarse de una mujer cristiana que era miembro de las iglesias de Samaria. Es allá y sus hijos a los que Juan escribe. Otros por el contrario afirman que Juan está hablando en lenguaje figurado y, por tanto, cuando habla de la señora elegida se refiere a la iglesia y sus hijos son los miembros de dicha iglesia, de allí que algunas versiones como la Nueva Versión Internacional de la Biblia traduce este versículo de la siguiente manera: “El anciano, a la iglesia elegida y a sus miembros, a quienes amo en la verdad y no solo yo, sino todos los que han conocido la verdad”, (2 Juan 1). En nuestro caso específico vamos a considerar la primera opinión, es decir, interpretaremos literalmente el versículo y consideraremos que Juan le escribe a una mujer cristiana y a sus hijos para poder realizar el estudio de esta carta, sin embargo, muchos se inclinan también por la segunda opción.
En cuanto al propósito por el cual
Juan escribe su segunda carta, las razones son las mismas que ya consideramos
cuando estudiamos su evangelio y 1 Juan. Recordemos que en esta época existían muchas
herejías que contradecían la doctrina de Cristo, o sea, negaban entre muchas cosas
su encarnación, pero como veremos, Juan no se cansa de contrarrestar las falsas
enseñanzas de los apostatas. También en esta carta el apóstol Juan les advierte
del peligro de asociarse o tener relaciones con los falsos maestros.
BOSQUEJO DE 2 JUAN
I.
SALUDO A LA SEÑORA ELEGIDA Y SU REGOCIJO PORQUE ANDAN
EN LA VERDAD (2 Juan 1-4).
II.
EL MANDAMIENTO DE AMARNOS (2 Juan 5-6)
III.
EL ERROR DE LAS HEREJÍAS.
a. Los
engañadores que han salido por el mundo (2 Juan 7)
b. Hay
que apartarse de ellos (2 Juan 8).
c. Se
aparta de la doctrina de Cristo (2 Juan 9).
d. El
peligro de recibirlos en casa (2 Juan 10-11)
IV.
PALABRAS FINALES (2 Juan 12-13).
Dios lo bendiga mi hermano querido le pregunto : cuantos ancianos, obispos o pastores se establecieron en cada congregación del primer siglo ? Parece según algunos versículos del libro de los hechos y algunas epístolas que se tenían que colocaban mas de uno en cada iglesia y me parece bien porque se hacia el trabajo del pastorado mejor supervisado debido a su influencia entre.los hermanos y se podia tener reconocimiento entre ellos debido a su labor y así los pastores se cuidaban entre ellos. Saludos muchas gracias
ResponderBorrarDios lo bendiga
BorrarGracias por estudiar la palabra de Dios
Efectivamente, cuando Pablo fundo Iglesias, también se ve en Hechos que estableció ancianos y obispos lo cuales , según se entienden, quedaba a cargo en la iglesia en ausencia de el.
No especifica el número de ellos q establecía. En Hechos, cuando se despide de los ancianos de Efeso en Mileto, se ve que eran varios y los deja a cargo de la iglesia dándoles instrucciones de como cuidar la congregación, sin embargo, a veces, dejaba alguien como el principal líder, y estos a su vez tenían otros ancianos q les apoyaban, así lo vemos con Tito q lo dejo a cargo de Creta. También en Tito 1 y 1Timoteo 3 se dan los requisitos de estos