“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
2 Pedro 1:21
Hoy
en día contamos con la Biblia, la palabra de Dios, la cual es la revelación del
Señor para nuestros días, sin embargo, no siempre la humanidad ha tenido el
volumen bíblico compuesto por sus 66 libros, desde el principio Dios se ha
revelado, esta ha sido una revelación exhaustiva y progresiva. Es exhaustiva,
porque el conocimiento de Dios acerca de su divina persona es inagotable e
infinito, sus propósitos y obras son ilimitados y, es progresiva, porque a
través de diferentes métodos el Señor se ha revelado al hombre hasta culminar
con la Biblia, la revelación escrita de su palabra que hoy en día tenemos.
Cuando Pedro dijo: “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana,
sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo”, (2 Pedro 1:21), realmente fue así, aunque el hombre tuvo una
participación en la formación del canon bíblico, pero la verdad es que todo fue
inspirado por Dios, y como veremos, fue un proceso donde el Señor se revela a
todos los seres humanos de forma general, pero también desea revelarse de
manera específica para que todos le conozcamos.
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La Biblia: Su revelación progresiva |
TIPOS DE REVELACIÓN
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el
firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una
noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída
su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus
palabras… La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de
Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son
rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los
ojos”.
Salmo 19:1-4, 7-8
Cuando hablamos de revelación
nos referimos al acto por medio del cual Dios ha comunicado su conocimiento de
si mismo y de sus propósitos a los seres humanos. El Diccionario Bíblico
Mundo Hispano define la palabra revelación de la siguiente manera: “El término hebreo gala significa “quitar la cubierta”,
“descubrir”, “quitar el velo”, “revelar” … De manera que el sentido de la
palabra se refiere al acto de hacer de conocimiento humano algo que estaba
antes sólo en el conocimiento de Dios y que el hombre no podía, de no ser por
esa acción, obtenerlo por sí mismo”. Ahora, en Bibliología los
teólogos suelen distinguir entre dos tipos de revelación, la revelación
general y la especial. Si consideramos el Salmo 19 encontraremos que allí
la Biblia nos declara las dos formas a través de las cuales el Señor se ha
revelado a los hombres, desde el versículo 1 al 4, se nos habla de la
revelación general, y a partir del versículo 7 podemos encontrar una declaración
de la revelación especial. Charles Ryrie en su libro, Teología Básica, nos dice
al respecto: “Históricamente, las dos vías por
las cuales Dios ha iniciado la revelación de Sí mismo se han denominado
revelación general y revelación especial. La revelación general comprende todo
lo que Dios ha revelado en el mundo que nos rodea, aun al hombre. La revelación
especial incluye los varios medios que El usó para comunicar Su mensaje en lo
que fue codificado en la Biblia. Algunas veces la revelación general es
denominada teología natural y la revelación especial, teología
revelada”.
La revelación General.
De manera general, Dios se ha
revelado a la humanidad a través de las obras de su creación: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento
anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a
otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras…”,
(Salmos 19:1-4). Sin palabras, la creación de este universo, su detalle y
complejidad nos habla de que detrás de todo esto existe un Creador inteligente.
Charles Ryrie nos dice más acerca de la revelación general: “La revelación general es exactamente eso—general. Es
general en su alcance; es decir, ella alcanza a todas las personas (Mateo 5:45;
Hechos 14:17). Es general en su geografía; es decir abarca la tierra entera
(Salmo 19:2). Es general en su metodología; es decir, emplea medios universales
como el calor del sol y la conciencia humana (Romanos 2:14–15). Simplemente
porque es una revelación que así afecta a todas las personas dondequiera que
estén y dondequiera que hayan vivido, ella puede traer luz y verdad a todos; o,
si se rechaza, trae condenación”. Si hablamos de revelación general
podríamos decir que de esta existen al menos 3 tipos:
1. La revelación general a través de la creación: Considerar la creación es fantástico, su increíble detalle, perfección, complejidad, conexión, razón de ser y funcionamiento coordinado en toda la naturaleza nos habla de un Creador, esto no pudo ser consecuencia del azar, lamentablemente el hombre busca otras explicaciones o termina adorando a la creación en lugar de al Creador: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”, (Romanos 1:18-23).
2. La revelación general a través de la providencia de Dios. El considerar su providencia, es decir, su favor en nuestra vida en los detalles cotidianos son un tipo de revelación general, algunas personas pueden creer que todo lo bueno en su vida se debe a su buena suerte, a su astucia y preparación, o a sus riquezas o recursos personales, pero la verdad es que Dios derrama de su misericordia de forma general para con todos los hombres y esto es un tipo de revelación general:
a. Hacer
salir siempre su sol y manda las lluvias en su tiempo: “… que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace
llover sobre justos e injustos”, (Marcos 5:45). En este sentido, la
revelación general exhibe la gracia de Dios para que el hombre reconozca su benevolencia
y se acerque a Él.
b. La
revelación general nos muestra cómo Dios proveer el sustento y las condiciones
para vivir en este planeta, no hay otro planeta como el
nuestro que posea todas estas condiciones que favorecen la vida y esto no es
producto del azar o la evolución, sino Dios lo ha hecho para que reconozcamos
su existencia: “En las edades pasadas él ha dejado a
todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí mismo
sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos
fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones”,
(Hechos 14:16-17).
c. Les
ha dado el don de la vida, prefijando el limite de sus tiempos para que le
busquemos: “Y de una sangre ha hecho todo el
linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les
ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que
busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque
ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos
movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho:
Porque linaje suyo somos”, (Hechos 17:26-28).
d. Aún
en los acontecimientos mundiales, Dios actúa para que el hombre
comprenda que es Señor Soberano: “Él muda los
tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios,
y la ciencia a los entendidos”, (Daniel 2:21). La bondad de Dios también
se deja ver en la historia humana, Israel es un buen ejemplo de ello, el hecho de
que la nación de Israel exista hoy en día a pesar de su historia de
dificultades, es un testimonio de que Dios realmente existe.
3. La
revelación general a través de la conciencia humana.
La conciencia es esa voz interna que nos dice qué está bueno o malo, aún los
hombres malos sienten respeto y lealtad por sus familiares o seres queridos, pero,
quién le enseño a su conciencia que eso es bueno o malo, bueno, la conciencia
nos testifica que existe un Legislador eterno y eso se convierte en un tipo de revelación
general ya que nuestra misma conciencia nos dice que hay un Dios poderoso: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por
naturaleza lo que es de la ley, estos, aunque no tengan ley, son ley para sí
mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en
que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi
evangelio”, (Romanos 2:14-16).
La revelación general es un
testimonio innegable de la existencia de Dios, la misma naturaleza, la providencia
divina mostrada en su benevolencia y la misma conciencia humana le testifican
al hombre su existencia, para que este se convenza y le busque en vida: “Lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el
corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho
Dios desde el principio hasta el fin”, (Eclesiastés
3:11). R.C. Sproul dijo: “En lo más profundo de
nuestras almas sabemos que Dios existe y que nos ha dado su ley. Intentamos
reprimir este conocimiento para eludir cumplir con los mandamientos de Dios.
Pero no importa cuánto tratemos, no podremos silenciar esta voz interior. Puede
ser amordazada pero no puede ser destruida”.
La revelación especial.
La revelación especial es la forma
de cómo Dios se da a conocer a algunos hombres de manera milagrosa.
A diferencia de la revelación general, que está a disposición de todas las
personas, la revelación especial solo está disponible para determinadas
personas, en determinados tiempos y lugares. Esta revelación especial es
progresiva, progresiva en el sentido de cómo se fue revelando a ciertas
personas a lo largo del tiempo hablándoles milagrosamente hasta culminar
con la encarnación de Cristo y la formación de la Biblia, su palabra. También es
progresiva, porque en la media que estudiamos la Biblia, que la revelación especifica
por medio de la cual Dios habla hoy al hombre, a medida que la estudiamos,
progresamos en nuestro conocimiento de Él. Consideremos las formas de cómo
esta revelación especial se ha dado de manera progresiva en la historia humana:
1. Revelación
especial directa: Casos en que Dios le habla directamente
al hombre sin el uso aparente de ningún medio. Ejemplos de estos son, cuando
Dios le hablo directamente a Noé: “Dijo luego Jehová
a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante
de mí en esta generación”, (Génesis 7.1). Y así tenemos otros
ejemplos donde Dios les hablo audiblemente a algunas personas.
2. Revelación
especial por medio de los milagros: Los milagros
son una obra sobrenatural por medio de la cual Dios confirma su existencia al
hacer obras que naturalmente violan las leyes científicas. Estos milagros
siempre ocurren para confirmar sus propósitos y existencia, no son al azar.
a. Elías
demostró a través de un milagro que Jehová y no Baal era el Dios verdadero: “Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo
invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ese
sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho”, (1 Reyes 18:24).
b. Los
milagros en el evangelio según Juan o en Hechos son llamados señales, ya que un
milagro es una señal que confirma que las palabras de dicho heraldo son
respaldadas por Dios: “Este principio de señales hizo
Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en
él”, (Juan 2:11).
3. Revelación
especial a través teofanías: La palabra
teofanía se traduce del griego theopháneia (θεοφάνεια), que literalmente significa,
aparición de Dios y en este sentido, una teofanía es una aparición de Jesús en
el Antiguo Testamento antes de su encarnación y se le conoce como el Ángel de Jehová.
No siempre la teofanía implica la aparición corporal de Jesús y no siempre el ángel
de Jehová corresponde a una aparición de Jesús. Para diferenciar entre una teofanía
a través del Ángel de Jehová quien es Cristo, le suelen llamar Cristofanía.
a. Cuando
Dios se manifestó a Moisés a través de una zarza que ardía y no se consumía, proyectándole
su voz, allí tenemos un ejemplo de teofanía: “Entonces
Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no
se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza…”,
(Éxodo 3.3-4).
b. Abraham
recibió en su tienda al Ángel de Jehová: “Después le
apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su
tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones
que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su
tienda a recibirlos, y se postró en tierra”, (Génesis 18:1-2).
c. El
Ángel de Jehová también se le apareció a Gedeón: “Y
vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la
cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el
lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová se le
apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”,
(Jueces 6:11-12).
4. La
revelación especial a través de sueños: Estos son
escenas visuales dadas por Dios a los humanos a través de otros medios que no
son la visión ordinaria. Pueden incluir o no el lenguaje. Dios puede brindar la
interpretación del sueño o no.
a. Tenemos
el sueño de faraón que fue interpretado por José: “Y
dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; más he
oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a
Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a
Faraón”, (Génesis 41:15-16).
b. Tenemos
también el sueño de Nabucodonosor que Daniel interpretó: “Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban
Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su
interpretación? Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio
que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden
revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los
misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en
los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama”,
(Daniel 2:26-28).
5. Revelación
especial a través de visiones: Estas son una
representación sobrenatural de cierta escena o circunstancia a la mente de una
persona mientras ésta se halla despierta. Aquí los judíos hacen diferencia
entre un profeta y un vidente. A un profeta Dios le habla directamente;
mientras que, en el caso de un vidente, esto solo recibe visiones de parte de Dios
las cuales son interpretadas por algún ángel: “En el
año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel,
después de aquella que me había aparecido antes…”, (Daniel 8:1). Así hay ejemplos de visiones, como las
de Zacarias que vio al sumo sacerdote Josué con vestiduras viles (Zacarías 3:1-3)
o la de Pedro que en un éxtasis tuvo una visión de un mantel que descendió con
animales cuadrúpedos y oyó una voz que le decía que matara y comiera (Hechos 10:10-13).
6. Revelación
especial por medio del Urim y Tumim. Los términos
Urim y Tumim significan “luces y perfecciones”, se mencionan en la Biblia como
parte del pectoral del juicio que llevaba el sumo sacerdote de Israel y su
forma exacta o cómo se usaban para consultar la voluntad de Dios se desconoce. Flavio
Josefo y el Talmud los identifican con las piedras del pectoral. Josefo dice
que las piedras brillaban solamente cuando el Shekinah (la presencia de Dios de
gloria) estaba presente. Filón sugirió también que fuesen dos pequeños símbolos
que representaban la luz y la verdad, y que colgaban del cuello del sumo
sacerdote. Otros han dicho que
consistían en un escrito que contenía el nombre inefable de Dios. Aparecen en
los libros del Pentateuco como parte de la vestidura sacerdotal: “Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para
que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará
siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de
Jehová”, (Éxodo 28:30). Por un tiempo se usaron para consultar la
voluntad de Dios: “Y consultó Saúl a Jehová; pero
Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”,
(1 Samuel 28:6).
7. La
revelación especial por medio de profetas: En el
Antiguo Testamento Dios levanto hombres a través de los cuales proclamo su
palabra para direccionar a Israel. Así tenemos profetas como Elías, Eliseo, Isaías,
Jeremías, Zacarias, entre otros. Israel tenía que diferencia entre un profeta
de Dios o un falso profeta, prácticamente sus predicciones se tenían que
cumplir y no tenía que seducirlos a adorar a los ídolos, si esto no se cumplía era
un falso profeta: “El profeta que tuviere la
presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado
hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y
si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha
hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo
que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción
la habló el tal profeta; no tengas temor de él”, (Deuteronomio
18:20-22).
8. La
revelación especial a través de nuestro Señor Jesucristo:
El propósito de Dios de revelarse al hombre en forma personal, visible y humana
llega a su plena realización en el Verbo Encarnado, por medio de nuestro Señor
Jesús: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos
postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo,
y por quien asimismo hizo el universo”, (Hebreos 1:1-2). Jesús,
siendo Dios, se hizo hombre para habitar en medio de ellos: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad”, (Juan 1.14).
9. La
revelación especial a través de los apóstoles:
La revelación del evangelio llego a nosotros a través del testimonio de los apóstoles,
quienes por medio de grandes señales y el respaldo del Espíritu Santo
anunciaron las buenas nuevas de la vida, obra, muerte y resurrección de Cristo:
“edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”,
(Efesios 2:20).
10. La
revelación especial por medio de la Biblia:
Finalmente, la revelación especial culmina en la Biblia, la palabra de Dios. La
Biblia contiene 66 libros por medio de los cuales Dios nos habla y nos muestra la
realidad de nuestro pecado, la necesidad de redención y su plan de salvación por
medio de su Hijo Jesucristo. Contiene preceptos que son vida, promesas gloriosas
y en ella encontramos la luz que necesitamos: “Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”, (2 Timoteo
3:16-17).
LA REVELACION ESCRITA DE LA PALABRA DE DIOS
Hoy en día debemos ser conservadores
y reservados en cuanto a cualquier otro medio de revelación que no sea la que
se encuentra en la Biblia. Ciertamente en el pasado Dios habló
por medio de sueños, visiones, con voz audible, a través de apariciones o ángeles,
y aunque no dudamos que Dios tiene el poder para volver a hacerlo y tampoco podríamos
afirmar que no lo haya hecho en algunos casos específicos, pero la verdad es
que todo este proceso de revelación especial que se dio progresivamente vino
a culminar en la Biblia. Si queremos que Dios nos hable, vayamos a la
Biblia, hoy en día tenemos este maravilloso y poderoso libro que donde podemos
encontrar el consejo del Señor.
Cuando escuchamos a algún apóstol
o profeta decir que traen una revelación diferente a lo que la Biblia dice,
nuestro corazón duda, porque todo lo que Dios ha querido decir, está escrito en
los 66 libros del canon sagrado, por tanto, no tenemos la necesidad de otra revelación
adicional, la Biblia, su palabra es suficiente y nada le hace falta. Wine Grudem
en su libro, Teología Sistemática nos dice: “La
suficiencia de la Biblia quiere decir que la Biblia contiene todas las palabras
de Dios que él quería que su pueblo tuviera en cada etapa de la historia de la
redención, y que ahora contiene todo lo que necesitamos que Dios nos diga para
salvación, para confiar en él perfectamente y para obedecerle perfectamente”.
Por tanto, comprendamos que la Biblia es la culminación de la revelación especial
de Dios y fuera de ella no hay más revelación, ni la habrá, porque la Biblia
contiene la palabra de Dios que necesitamos para conocerle a Él, su voluntad y
el plan de salvación para heredar la vida eterna por medio de Jesucristo.
Que hermosa enseñanza que alegría trae a nuestras vidas y poseen muchas bendiciones para todos los que las practican. Nuestro PADRE nos dió a su ungido El MESÍAS Y podemos tener su INFLUENCIA DIVINA. AMÉN 🙏
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