“Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los oficiales, y les dije: ¿Exigís interés cada uno a vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una gran asamblea, y les dije: Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué responder. Y dije: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio de las naciones enemigas nuestras? También yo y mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y grano; quitémosles ahora este gravamen. Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del grano, del vino y del aceite, que demandáis de ellos como interés. Y dijeron: Lo devolveremos, y nada les demandaremos; haremos, así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes, y les hice jurar que harían conforme a esto. Además, sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto”.
Nehemías 5:6-13
INTRODUCCIÓN
El clamor de los pobres del pueblo judío llego a oídos de Nehemías y no se tardó su respuesta y la confrontación que les hizo a los acreedores. El libro de Nehemías nos enseña muchos principios de liderazgo, así como las dificultades y retos que se presentan, en este caso vemos cómo un nuevo problema surgió en medio de la obra de reconstrucción de los muros de Jerusalén, esta vez, el problema no venía de enemigos externos, sino, se generó desde adentro, y veremos cómo Nehemías lo confronto.
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Nehemías confronta a los acreedores |
LA REACCIÓN DE NEHEMÍAS
“Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras”.
Nehemías 5:6
Los verdaderos lideres no pueden ser insensibles a las injusticias sociales y sufrimiento del pueblo: Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras. Cuando Nehemías escucho las quejas del pueblo se enojó en gran manera al considerar cómo en estos momentos donde se necesitaba del apoyo de todo el pueblo para impulsar la reconstrucción de los muros y trabajar para que la nación volviese a resurgir, surgieran personas oportunistas que vieran la crisis y necesidad de los pobres para enriquecerse. Los lideres cristianos deben estar siempre alertas ya que estas situaciones suelen presentarse y en ocasiones hay oportunistas que buscan cómo sacar provecho propio del pueblo de Dios, personas que ven la iglesia como un medio para sacar ganancias engañando al pueblo. A veces, los precios y ofertas que en el mundo se ofrecen son mejores que las que algunos “comerciantes cristianos” realizan, otros buscan estafar a la iglesia con propuestas engañosas, como sea, el líder cristiano debe estar atento para no caer en estas trampas.
NEHEMÍAS, UN LÍDER PROACTIVO
Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los oficiales...”
Nehemías 5:7
El liderazgo cristiano requiere proactividad, la proactividad es accionar para resolver un problema, anticipándose a posibles oportunidades antes que se presenten y resolver de manera objetiva, eficaz y acertada aquellos problemas que se presentan. Muchas situaciones problemáticas pueden enojar al líder, Nehemías se sintió molesto por la actitud oportunista de algunos judíos, pero, no actuó con enojo, ni se dejó llevar por la colera para decir cosas que terminarían en una catarsis estéril, antes, actuó con sabiduría y consejo: Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los oficiales... Dos cosas importantes resaltan en este versículo, la primera, antes de actuar enojado, Nehemías medito lo que tendría que hacer. Muchos problemas en la iglesia se vuelven más graves porque los lideres reaccionan con enojo hacia los miembros de la iglesia, en lugar de meditar lo que harán de hacer. En este caso es importante hacer notar que se trataban de judíos que estaban abusando de sus hermanos pobres, no eran extranjeros, por tanto, Nehemías tenía que tratar el asunto con ellos de manera diferente, para llegar a un acuerdo justo; no se trataba de extranjeros a los que se pudiese solo expulsar, tenía que existir otro tipo de consenso donde todos llegaran a un acuerdo como primera opción. En el texto hebreo, la palabra que la RV60 traduce como, “medité”, se traduce de las palabras malák leb (מָלַךְ לֵב), que literalmente significan, “tomar consejo en su corazón”. En otras palabras, Nehemías no actuó en enojo, antes, dejo que este le pasara, pero no al punto de olvidar su indignación, pero que tampoco fuese capaz de nublar su prudencia, sabía que tenía que resolver el problema de manera eficaz y para eso medito, es decir, analizo y considero la mejor manera de hacerlo. Lo segundo que aprendemos de este versículo es que, después de meditar, Nehemías actuó con prudencia, hablando a los nobles y oficiales para reprenderles por su mala actitud. Nehemías no se quedó cayado, pero busco las palabras adecuadas para reprender a los nobles y oficiales del pueblo, no fueron solo palabras de insulto, sino, señalaba lo malo, pero llamaban a la reflexión y al temor de Dios. Estudiemos estas palabras.
LA REPRENSIÓN DE NEHEMÍAS A LOS NOBLES Y OFICIALES
Al estudiar las palabras que Nehemías dirigió a los nobles y oficiales de los judíos para reprenderlos, podemos aprender algo acerca de cómo confrontar a aquellas personas que causan problemas internos en la iglesia. Realmente los lideres cristianos tienen una gran responsabilidad en el trabajo de la exhortación, consuelo y reprensión, y saberlo cuándo, dónde y con quién hacerlo requiere mucho cuidado, de hecho, Pablo dice: “También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos”, (1 Tesalonicenses 5:14). En todo este trabajo, se requiere paciencia, paciencia para con los hermanos, para saber cuándo hay que consolarlos y animarlos a seguir adelante, a sostener a veces a los débiles y saber cómo vamos a amonestar a los ociosos o aquellos que provocan problemas dentro de la iglesia, ya sea por sus actitudes o palabras, es clave que nuestras palabras sea acertadas, que llamen a la reflexión y con la ayuda de Dios, convenza a aquellos que se encuentran en el error. Nuestra primera posición debe ser convencer a los que causan problemas, para que cambien su actitud, porque de no hacerlo, entonces definitivamente no se podrá tolerar que continue con sus actos dañinos dentro de la iglesia. El Señor nos enseña cómo debe ser este proceso: “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano”, (Mateo 18:15-17). Si la persona no escucha la primera vez que se le reprende, debe tomarse dos o tres testigos para hacer constar el problema y la solución para bien de la iglesia, y si aun así este no se corrige se procede a anunciarlo en toda la iglesia, para que esta tenga cuidado de esta persona. Hay casos extremos donde el apóstol Pablo recomendó mejor la expulsión de la persona para que dejara de perjudicar la salud espiritual y paz de la iglesia: “En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”, (1 Corintios 5:4-5). Así podemos encontrar en la Biblia muchos ejemplos de cómo tratar estos problemas internos, veamos en el caso de Nehemías cómo lo trato,
Nehemías les hace ver el problema en específico.
“... y les dije: ¿Exigís interés cada uno a vuestros hermanos? ...”
Nehemías 5:7
Definitivamente señalar el error o problema no es fácil, pero a veces es necesario, pero para esto hay que saber hacerlo, no con el objetivo de destruir, sino, para advertir o prevenir que un mal continue. En este caso, Nehemías fue directo a los nobles y oficiales que eran parte del problema para hacerles ver el error de cobrar intereses fuertes a los pobres ya que esto había provocado que estos perdiesen sus tierras y aun ellos mismos se habían vendido como esclavos. Nehemías no perdió el tiempo, ni le dio largas al asunto, sabía que la situación tenía que tratarse urgentemente, antes que esto destruyese los ánimos y unidad del pueblo que se encontraba enfocado en la reconstrucción de los muros.
Nehemías convoco a la asamblea para que el asunto se resolviera apropiadamente.
“... Y convoqué contra ellos una gran asamblea”.
Nehemías 5:7
Luego de confrontar a los nobles y oficiales, Nehemías convoca una asamblea donde pretende que el asunto sea resuelto y se llegue a una solución. Cuando se requería resolver algún asunto, los pueblos solían tener reuniones donde los principales ancianos e involucrados se presentaban a exponer sus problemas. Prácticamente la asamblea era para confrontar a los ricos y oficiales que estaban abusando económicamente a los pobres a través de los fuertes intereses que les cobraban por sus préstamos.
LA ACUSACIÓN DE NEHEMÍAS EN CONTRA DE LOS NOBLES Y OFICIALES
Una vez celebrada la asamblea, Nehemías hace notoria su punto de vista y prácticamente expone el problema y la propuestas para solucionarlo, no estaba allí solo para acusar, o insultar a los nobles y oficiales, sino para solventar el problema y unificar al pueblo para que la obra de la reconstrucción siguiese y realmente todos los judíos se vieran beneficiados de ella, y no solo un grupo elite. Veamos el contenido del discurso de Nehemías:
- Expone la raíz del problema sin rodeo: y les dije: Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros?, (Nehemías 5:8). El punto de Nehemías era claro y especifico, prácticamente la visión que Nehemías les había transmitido estaba orientada a buscar la gloria de Dios y el bien del pueblo a través de la reconstrucción de los muros de Jerusalén, había luchado en contra de los enemigos externos y ahora, unos oportunistas estaban aprovechándose de la situación y perjudicando el bienestar del pueblo.
- El discurso de Nehemías hizo conciencia en todo el pueblo, incluso en los nobles: Y callaron, pues no tuvieron qué responder, (Nehemías 5:8). El silencio de los nobles le otorgo la razón.
- El discurso de Nehemías expuso las razones por las cuales las acciones de los nobles estaban mal:
- Era un mal dirigido a sus propios hermanos compatriotas: ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros?, (Nehemías 5:8).
- Era un pecado a los ojos de Dios: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio de las naciones enemigas nuestras?, (Nehemías 5:9). Definitivamente las consecuencias del pecado los alcanzarían si no se arrepentían de sus malas acciones.
- Nehemías decide incluirse en el problema al confesar que también él, sus hermanos y criados habían prestado dinero y grano al pueblo: También yo y mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y grano; quitémosles ahora este gravamen, (Nehemías 5:10). El hecho de exhortarlos a quitarles el gravamen o interés que presionaba al pueblo como algo en lo que todos ellos habían participado nos sugiere que probablemente sus hermanos y criados estaban tomando veneficio de la pobreza de los demás.
- Propone la solución del problema: Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del grano, del vino y del aceite, que demandáis de ellos como interés, (Nehemías 5:11). La solución estaba alineada al bienestar de todo el pueblo, se proponía que devolvieran las casas y tierras que les habían decomisado, así como la centésima parte del dinero, grano, vino y aceite, es decir, el 1% de todos los intereses que les habían cobrado. Esta propuesta no solo les devolvía sus propiedades, sino, les proporcionaba alimento para volver a iniciar.
LOS NOBLES Y OFICIALES ACEPTAN EL TRATO
“Y dijeron: Lo devolveremos, y nada les demandaremos; haremos, así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes, y les hice jurar que harían conforme a esto. Además, sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto”.
Nehemías 5:12-13
Al final, los nobles y oficiales aceptaron hacer como Nehemías proponía, y para sellar el trato convoco a los sacerdotes para hacerlos jurar delante de ellos. Es increíble ver cómo Nehemías confiaba en Dios, ya que en medio de todos advirtió que aquellos que no cumpliesen con lo acordado el Señor los sacudiría de su heredad: demás, sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Esta actitud agrado al pueblo los cuales al unisonó aprobaron sus palabras con un fuerte amen: Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto. En todo momento Nehemías demostró ser un líder preocupado por la gloria de Dios y el bienestar de la gente, nunca busco su propio provecho, pudo haberse valido de su posición para enriquecerse o tener poder como gobernador de Judea, pero en lugar de eso, su prioridad era servirle a Dios y a su pueblo.
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