“¿Cómo escaparemos
nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido
anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron”.
Hebreos 2:3
INTRODUCCIÓN
En la carta a los Hebreos se nos exhorta a ser diligentes para no
descuidar una salvación tan grande la cual ha sido provista por nuestro Dios.
Cuando pensamos en las palabras que el autor utiliza, una salvación tan grande, nos
hace pensar en lo grande y maravillosa que realmente es la obra expiatoria que
nos ha librado de la condenación eterna. Pero, ¿por qué decimos que la salvación
que Dios nos ofrece es grande? Veamos en esta ocasión al menos tres razones.
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Una salvación tan grande |
I.
PORQUE NOS SALVA DE LAS
CONSECUENCIAS DEL PECADO.
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión
de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a
los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre
ellos en la cruz”.
Colosenses 2:13-15
En primer lugar, es una salvación
tan grande porque nos salva de las consecuencias del pecado. La consecuencia
del pecado es la condenación eterna y por ello en las Escrituras se nos exhorta
a huir del pecado y buscar la misericordia de Dios: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva
de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”, (Romanos
6:23). En Colosenses se nos dice que gracias a la salvación que Dios nos ofrece
nos libró de:
1.
La
condenación eterna, perdonando nuestros pecados y anulando el acta que nos
acusaba: Y a
vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta
de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de
en medio y clavándola en la cruz.
2.
Liberándonos
del poder del diablo y sus demonios: y despojando a los principados y a las potestades, los
exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
De esta forma hoy somos
libres de la condenación eterna y del imperio de Satanás ya que hemos venido a
ser hijos de Dios.
II.
PORQUE ES GRACIAS A LA
OBRA EXPIATORIA DEL HIJO DE DIOS.
“Porque
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente,
apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osará morir
por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros”.
Romanos 5:6-8
En segundo lugar, es una
salvación tan grande porque es gracias a la obra expiatoria de Cristo Jesús el
Hijo de Dios. Nuestra salvación no consiste en las obras que nosotros u otro
hombre pueda hacer, sino está basada en la obra de Cristo y por eso Pablo decía:
Porque Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas
morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osará morir por el
bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros. Como seres pecadores nuestras justicias
jamás lograrían agradar a Dios y ser suficientes como para salvarnos de la
condenación eterna, de allí que Isaías dice: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como
la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”, (Isaías
64:6). De esta forma ningún sacrificio lograría ser aceptable delante de Dios
para redimirnos de nuestros pecados: “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros,
no la imagen misma de las cosas nunca puede, por los mismos sacrificios que se
ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra
manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una
vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada
año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los
machos cabríos no puede quitar los pecados”, (Hebreos 10:1-4). Por ello,
Dios envió a su Hijo para hacer aquello que nosotros no lograríamos, ofrecer un
sacrificio perfecto por todas nuestras maldades: “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez
para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación
con el pecado, para salvar a los que le esperan”, (Hebreos 9:28). En
este sentido nuestra salvación realmente es tan grande porque es gracias al
sacrificio de Cristo Jesús.
III.
PORQUE ES GRATUITA.
“Siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús”.
Romanos 3:24
Finalmente,
nuestra salvación es una salvación tan grande porque es gratuita.
Definitivamente la gran bondad de Dios se muestra en el sentido de que la salvación
de nuestra alma no se gana por obras o méritos humanos sino es un don gratuito
que Dios otorga: Siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús. Desde el Antiguo Testamento Dios ha venido anunciando
lo maravillosa que sería su salvación y que esta sería gratuita: “A todos los
sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y
comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis
el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme
atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura”,
(Isaías 55:1-2). Ahora bien, esta salvación es un regalo de Dios no porque no
valga nada, sino al contrario, su precio es incalculable ya que vale la sangre
del Hijo de Dios y nadie podría reunir los suficientes méritos o las suficientes
riquezas como para comprarla. Es esta la razón por la cual la salvación no es
por obras, sino a través de la fe en el Hijo de Dios: “Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe”, (Efesios 2:8-9). Por esta razón decimos que es una grande salvación.
CONCLUSIÓN.
La
salvación que el Señor nos ofrece es un don tan grande cuyo valor expiatorio es
incalculable debido a las siguientes razones:
1.
Porque
nos salva de las consecuencias del pecado y el infierno.
2.
Porque
se obtiene a través del sacrificio expiatorio de su Hijo.
3.
Porque
es gratuita, no por obras, sino por fe.
Amén gloria a Dios muy buena enseñanza gracias a Dios por esa salvación tan grande que nos da en el nombre de Jesús amén gracias padre celestial por nuestro señor y Salvador Jesucristo amén
ResponderBorrarAmén gloria a Dios
BorrarDios es bueno y para siempre es su amor y misericordia el señor no quiere que nadien perezca sino que se arrepientan de sus maldades y se vuelvan a el para salvación y vida eterna amén
ResponderBorrarQue pasa si descuidamos esa salvación tan grande
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