“Por causa del Señor someteos a toda institución
humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él
enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
Porque esta es la voluntad de Dios: que, haciendo bien, hagáis callar la
ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen
la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. Honrad
a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”.
1 Pedro 2:13-17
INTRODUCCIÓN
El
tema del gobierno y su relación con el cristiano existe en la Biblia y en estos
versículos de 1 Pedro que hoy estudiaremos se nos habla un poco al respecto.
Hasta el momento el apóstol Pedro ha estado hablando acerca de las obligaciones
y responsabilidades que los cristianos tenemos, ahora pasara a mencionar los
deberes que los creyentes en Cristo tenemos ante el gobierno y nuestra vida
como buenos ciudadanos.
Nuestros deberes ante el gobierno
NUESTRAS RESPONSABILIDADES ANTE EL GOBIERNO
“Por causa del Señor someteos a toda institución
humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él
enviados…”
1 Pedro 2:13-14
Pedro
nos dice que como cristianos debemos someternos a las instituciones gubernamentales:
Por causa del Señor
someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los
gobernadores, como por él enviados … Si buscamos una razón por la cual
nosotros los cristianos debemos someternos a las autoridades del gobierno,
Pedro lo dice, por causa del Señor. Dios no aprueba la anarquía, ni la rebeldía
a las autoridades, de allí que como cristianos debemos estar sujetos a las
autoridades de nuestra nación, a nuestros jefes y aún a las autoridades de
nuestra iglesia, así como nos sujetamos a Cristo y su señorío. Respecto a
nuestras responsabilidades ante el gobierno, en la Biblia podemos encontrarlas:
1. Aunque es Dios el que pone y quita a los gobernantes de este mundo: “Él muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes…”, (Daniel 2:21); también nos usa para que a través de nuestros votos estos sean elegidos, de allí que nuestra participación en las elecciones de los mismos es importante y debemos hacerlo con sabiduría, porque como dice uno de los libros apócrifos que los judíos llamaron el Libro de Libro de la instrucción de Ben Sirac, o Sabiduría de Sirac, o Eclesiástico (No debemos confundirlo con el libro del Antiguo Testamento llamado Eclesiastés): “Según el gobernante, así son sus ministros; según el jefe de la ciudad, así son sus habitantes. Un rey licencioso arruina a una ciudad; si los gobernantes son sensatos, la ciudad crece”, (Eclesiástico 10:2-3, DHH).
2. Debemos orar por nuestros gobernadores y por la paz de nuestra nación: “Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”, (1 Timoteo 2:1-2).
3. Debemos obedecer sus leyes: “Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia”, (Romanos 13:5).
4. Debemos pagar nuestros impuestos: “Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que, impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra”, (Romanos 13:6-7).
5. Hacer el bien, para no temer el castigo por violar las leyes terrenales: “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”, (Romanos 13.3-4).
Como
cristianos debemos entender que revelarnos a las autoridades es rebelarse en
contra de Dios y un pecado que conduce a la condenación eterna: “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido
por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”,
(Romanos 13.2). Sin embargo, nuestra obediencia a las autoridades no debe
ser a costa de desobedecer la palabra de Dios, porque muchos gobernantes
que no conocen a Dios ni temen a su palabra podría girar leyes anticristianas
que van en contra de nuestra conciencia y los preceptos divinos, en tal caso,
no estamos obligados a negar nuestra fe y traicionar nuestros principios
cristianos, esto lo vemos cuando los apóstoles se negaron a obedecer a las
autoridades del Sanedrín para dejar de predicar el evangelio: “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es
justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos
dejar de decir lo que hemos visto y oído”, (Hechos 4:19-20). O
cuando los 3 jóvenes hebreos se negaron a obedecer el decreto del rey
Nabucodonosor de adorar su estatua: “Sadrac, Mesac y
Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te
respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede
librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si
no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la
estatua que has levantado”, (Daniel 3:16-18).
LAS RESPONSABILIDADES DE UN GOBIERNO
“… como por él enviados para castigo de los
malhechores y alabanza de los que hacen bien”.
1 Pedro 2:14
En
estas palabras finales del versículo 14 Pedro nos habla de la responsabilidad
del gobierno: Castigar al malvado y proteger al inocente: como por él enviados para castigo de los
malhechores y alabanza de los que hacen bien, de este Pablo nos
dice: “Porque los magistrados no están para infundir
temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad?
Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu
bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es
servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo”, (Romanos
13.3-4). En las Escrituras vemos cómo Dios les demanda a los gobernadores a
actuar con justicia y ayudar a los pobres e indefensos: “y di: Oye palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás
sentado sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por
estas puertas. Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al
oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al
huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar”,
(Jeremías 22:2-3).
EL CRISTIANO, UN BUEN EJEMPLO DE CIUDADANO MODELO
“Porque esta es la voluntad de Dios: que, haciendo
bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero
no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como
siervos de Dios. Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al
rey”.
1 Pedro 2:15-17
Los
cristianos debemos ser ejemplos de ciudadanos modelo en los países donde
vivimos, de hecho, la palabra de Dios nos exhorta a callar la ignorancia de
los insensatos a través de nuestra buena conducta: Porque esta es la voluntad de Dios: que, haciendo
bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos. En
la sociedad de Pedro existían hombres libres y esclavos; pero en Cristo, todos habían
venido a ser libres, pero libres del pecado para no continuar haciendo lo malo,
sino libres del dominio de las tinieblas, pero siervos de Dios para hacer lo bueno:
como libres, pero no
como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como
siervos de Dios. Este pensamiento es muy parecido al de Pablo cuando dice: “Pero gracias a Dios, que, aunque erais esclavos del pecado,
habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia”,
(Romanos 6:17-18). En nuestros países deben conocer a los cristianos como
personas sujetas a la voluntad de Dios, dispuestos a hacer el bien, caracterizadas
por su devoción a Dios, su obediencia a la palabra de Dios y grandes virtudes
que son fruto del Espíritu Santo. Finalmente, como cristianos, debemos amar
a todos, honrar a las autoridades y, sobre todo, temer a Dios: Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios.
Honrad al rey.
Excelente palabras de comprensión bíblica, que Elohim Shaddai te siga dando mucha sabiduría y conocimiento de su estatutos y decretos y todos sus mandamientos querido hermano Walter Quadra
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