“Los
fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes
y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen. Entonces Jesús dijo:
Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió. Me
buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos?
¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos? ¿Qué
significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré,
vosotros no podréis venir?”.
Juan 7:32-36
INTRODUCCIÓN
Continuamos el recorrido de estos versículos del capítulo 7
que nos narran una de las ocasiones en las cuales nuestro Señor Jesucristo
subió a Jerusalén. No olvidemos que uno de los detalles de este evangelio en
que nos presenta una faceta del ministerio de nuestro Señor en Jerusalén,
relatos que no aparecen en los evangelios sinópticos los cuales se enfocan en
el ministerio de Cristo en Galilea y cuando sube a Jerusalén es solo para morir
crucificado. Posiblemente para este momento la fiesta de los tabernáculos ya
había iniciado y Jesús se movían con cautela entre la gente la cual murmuraba
de Él, sin embargo, los líderes religiosos se enteraron de ello y decidieron
enviar alguaciles para prenderle.
Aún es tiempo de buscar a Jesús |
LOS ALGUACILES BUSCAN A JESÚS
“Los
fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales
sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen”.
Juan 7:32
Jesús no
pudo mantener su estancia en Jerusalén en secreto por mucho tiempo,
especialmente porque la gente murmuraba mucho respecto a Él a tal punto que
estas llegaron a oídos de los líderes religiosos de los judíos. Juan nos aclara
que estos líderes religiosos eran de los principales sacerdotes y de los
fariseos los cuales enviaron alguaciles
a capturarlo. Estos posiblemente eran miembros del Sanedrín el cual estaba
compuesto por los fariseos, escribas y saduceos más destacados, los cuales
ejercían cierta autoridad y poseían su propia guardia personal que podía capturar
a aquellos a quienes ellos consideraban una amenaza para la nación, todo esto
lo ejercían bajo la jurisdicción romana. Por eso cuando se enteraron de que
Jesús se encontraba en Jerusalén, el lugar donde ejercían el mayor poder,
decidieron enviar alguaciles a capturarlo: Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas
cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que
le prendiesen.
EL TIEMPO DE JESÚS PARA VOLVER A SU PADRE
“Entonces
Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me
envió”.
Juan 7:33
Aunque
los líderes religiosos de Jerusalén enviaron alguaciles a prenderlos no
lograron su fin porque aún su tiempo de ser crucificado no había llegado, sin
embargo, este tiempo se acercaba y llegaría el momento que los dejaría para
regresar a su Padre: Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros,
e iré al que me envió. Jesús vino a este mundo a realizar la
voluntad de su Padre, y cuando murió en la cruz del Calvario exclamando: “Consumado es”,
(Juan 19:30), porque había cumplido su misión,
pero después de tres días resucitó y se sentó a la diestra de su Padre y se le
dio la potestad sobre todo señorío y reino, aun sobre la muerte y el pecado de
tal forma que ahora puede otorgarnos el perdón de pecados: “Y cuál la supereminente grandeza de su poder
para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra
en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también
en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia”, (Efesios 1:19-22).
AÚN ES TIEMPO DE BUSCAR A JESÚS
“Me
buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste, que no le hallemos?
¿Se irá a los dispersos entre los griegos, y enseñará a los griegos? ¿Qué
significa esto que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré,
vosotros no podréis venir?”.
Juan 7:34-36
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