“Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey
Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al
rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el rey:
¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino
quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Y dije al rey: Para siempre
viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los
sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?
Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al
rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a
Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Entonces el
rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y
cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo. Además,
dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al
otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; y
carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar
las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en
que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre
mí. Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas
del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo.
Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en
extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel”.
Nehemías 2:1-10
INTRODUCCIÓN
Después de los acontecimientos
del capítulo 1, el libro de Nehemías nos presenta la audiencia que Nehemías
tuvo con el rey la cual no es más que la respuesta de Dios a sus ayunos y oraciones
ya que se dieron las condiciones y el momento oportuno para presentar sus
deseos delante del rey y así poder regresar a su nación para reconstruir los
muros de Jerusalén. Nehemías nos presenta un excelente modelo de liderazgo ya
que los verdaderos lideres deben consagrarse a Dios, orando por su respaldo
divino, para que la mano benéfica del Señor sea propicia a toda obra que ellos emprendan,
y en el caso de Nehemías, el momento oportuno se había presentado.
Nehemiah as cup-bearer to Artaxerxes I of Persia;
Illuminated Bible from the 1220s, National Library of Portugal
By Unknown author - Projecto Imago - Instituto de
Estudos Medievais da Faculdade de Ciências Sociais e Humanas da Universidade
Nova de Lisboa, Public Domain,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=80437008 |
EL TIEMPO TRANSCURRIDO
“Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes,
que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey…”
Nehemías 2:1
Si recordamos, allá en el
capitulo 1 Nehemías se enteró de la precaria situación en el que se encontraba
su pueblo en Judá: “… Aconteció en el mes de
Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino
Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por
los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por
Jerusalén”, (Nehemías 1:1-2). La noticia la recibió en el mes de
Quisleu, el cual corresponde los días entre noviembre y diciembre, luego, es
hasta el mes de Nisán, que corresponde a los meses marzo y abril, que Nehemías
tendrá la oportunidad de tener su audiencia con el rey para presentarle su
iniciativa de regresar a su pueblo y reconstruir los muros. Si consideramos
esto, veremos que pasaron alrededor de 4 meses antes de que Dios
respondiera su oración, lo cual nos muestra la perseverancia que este hombre
tenia en la oración. Además, todo esto ocurrió en el año 20 de rey
Artajerjes, delante del cual Nehemías era copero y le servía vino al rey. Algunos
estudiosos se han detenido a tratar de entender el hecho de que tanto Nehemías
1:1 como Nehemías 2:1 afirman que se encontraban en el año 20 de rey Artajerjes,
considerando que Quisleu es el noveno mes del calendario hebreo antiguo y Nisán
el primero, por tanto, no queda más que afirmar que el año 20 del rey persa no
se contaban conforme la duración del calendario hebreo, sino, según el conteo
de años persas desde que Artajerjes se sentó en el trono.
LA OPORTUNIDAD ESPERADA
“… Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo
el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino
quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera”.
Nehemías 2:1-2
Durante casi 4 meses Nehemías
había estado orando, solo Dios conocía la petición de su corazón, sin embargo,
se llego el momento en el que Dios le concedería su favor delante de rey y este
le preguntaría la razón de su tristeza: Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el
rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino
quebranto de corazón. La oportunidad tan esperada había llegado, el tiempo
de respuesta de Dios se había presentado y Nehemías entendió a tal punto de
temió: Entonces temí en gran manera.
La palabra hebrea que se traduce como, “temí”, es yaré (יָרֵא), la cual denota no solo temor, sino
también asombro, lo cual nos hace pensar en el gran asombro y a la misma
vez temblor que debió apoderarse de Nehemías cuando oyó las palabras del rey,
ya que sabia que Dios estaba siendo favorable a su petición y la oportunidad
esperada había llegado, el tiempo de Dios había llegado y Nehemías la aprovecho.
Aquí hay una preciosa lección de liderazgo cristiano, ya que Nehemías tenia una
visión, una visión que le había otorgado Dios, y cuando hablamos de una visión,
no nos referimos a que Nehemías recibió sueños o visiones al estilo de un
profeta, más bien la visión que Nehemías recibió fue una visualización de la
empresa que él quería iniciar, la reconstrucción de los muros, eso lo llevo a
orar con perseverancia durante al menos 4 meses, de tal manera que Dios obró a
su favor haciendo que el rey se fijara en su tristeza y le preguntara la razón
del por qué se encontraba tan decaído en su presencia. De igual manera,
los lideres cristianos necesitamos tener una visión, es decir, visualizarnos en
el futuro a dónde queremos llegar en la obra de Dios y orar con perseverancia
por ello.
LA PETICIÓN DE NEHEMÍAS AL REY
“Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi
rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y
sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces
oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha
hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de
mis padres, y la reedificaré”.
Nehemías 2:3-5
Cuando el rey le pregunto a Nehemías
la causa de su tristeza, este le respondió, pero no se apresuro a pedirle
más: Y dije al rey: Para siempre viva el
rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros
de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?
Nehemías llama a Jerusalén, la casa de los sepulcros de mis padres, la cuales
estaba desierta y sus puertas consumidas por el fuego. Cuando el rey persa
escuchó esto le pregunto: Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Ante esta
pregunta, Nehemías sabia que Dios le estaba dando la señal que tanto
había esperado para pedirle al rey su autorización de emprender su visión, por
ello, antes de hablar, oro a Dios que le diese palabras para con el rey y a
continuación le presento su petición: Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al
rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad
de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Que
increíble ejemplo nos da Nehemías, verdaderamente este hombre dependía de
la oración para ganar el respaldo de Dios y ser exitoso en lo que emprende,
aun después de haber estado orando por 4 meses, cuando la oportunidad de
presentar su petición delante del rey llegó, Nehemías eleva en su mente una
pequeña oración pidiendo a Dios su respaldo para aprovechar el momento oportuno
y presentar con éxito su petición delante del rey. Como cristianos también
nosotros debemos aprender a esperar en Dios en oración y saber identificar el
momento oportuno para actuar, este es el modelo que debemos seguir para
encontrar la voluntad de Dios. Muchas veces nuestras peticiones no obtendrán
respuesta de inmediato, generalmente, requiere perseverancia en Dios y estar
atentos a la guía del Espíritu Santo para entender la respuesta de Dios y
aprovechar el momento oportuno para actuar. Cuando Nehemías vio que el rey se
compadeció de su tristeza por causa de la ruina que experimentaba su pueblo y
este le pregunto qué quería, Nehemías aprovecho pidiéndole que lo mandara a
Judá para reedificarla.
LA PETICIÓN PREVIAMENTE PLANIFICADA
“Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él):
¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después
que yo le señalé tiempo. Además, dije al rey: Si le place al rey, que se me den
cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el
paso hasta que llegue a Judá; y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para
que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el
muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según
la benéfica mano de mi Dios sobre mí”.
Nehemías 2:6-8
Es increíble estudiar a
Nehemías, ya que, si bien es cierto, este hombre había pasado alrededor de 4
meses y tenía en su corazón el deseo de volver a Judá para ayudar con la
reconstrucción de los muros de Jerusalén, también había tenido tiempo para
planificar no solo las palabras que dirigiría al rey cuando se le presentara el
momento oportuno, sino también había planificado los detalles para
pedirle de manera específica los recursos necesarios para ser éxito en su
empresa. Nehemías no solo tenía un deseo melancólico en su
corazón por la ruina de Judá, sino también tenia una visión muy clara de lo que
quería hacer y cómo podía hacerlo. Los buenos deseos no son suficientes
para hacer que las cosas pasen, se necesita tener una visión clara de lo que se
pretende hacer y luego necesitamos planear cómo lo llevaremos a cabo,
considerando los pros y contra, los recursos materiales, financieros y humanos
que necesitamos invertir, el tiempo y momento para actuar, todo esto es
necesario sin olvidarnos de la oración, porque es en la oración que obtendremos
la claridad para que nuestros planes sean exitosos. Cuando el rey le pregunta a
Nehemías cuanto duraría su viaje, Nehemías no tiene que improvisar con una
respuesta, ya que había planificado todos los detalles con antelación: Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a
él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme,
después que yo le señalé tiempo. Además de esto, le pide
cartas que le ayuden a pasar sin problemas por las fronteras donde había
controles persas, para que él no tuviese problemas con los gobernadores de
dichas regiones: Si le place al rey, que se me den
cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el
paso hasta que llegue a Judá. Y también, pide cartas para
que el guarda del bosque le de madera para hacer reconstruir las puertas de
Jerusalén y aun para construirse la casa donde viviría durante el tiempo de su
estadía: y carta para Asaf guarda del bosque
del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la
casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré.
No cabe duda de que este hombre había pensado en todo lo cual nos muestra su
gran fe, porque fue durante esos casi 4 meses de ayuno y oración que Nehemías
planeo todos estos detalles. Al final, el rey le concedió todo lo que pedía: Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios
sobre mí. Podemos ver cómo Nehemías confiaba en Dios y creía
que todo lo favorable que le estaba pasando era por la benéfica mano de Dios
sobre él, y ciertamente así era.
NEHEMÍAS INICIA SU CAMINO A JERUSALÉN Y LA ENVIDIA SE HACE PRESENTE
“Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a
caballo. Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les
disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de
Israel”.
Nehemías 2:9-10
Después de todo esto, Nehemías inicia su camino a Judá para materializar su visión y tan favorable fue la mano de Dios sobre su vida que aun el mismo rey persa le concede que lo acompañen los capitanes de sus ejercito para protegerlo y darle mayor relevancia a su misión: Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo. No obstante, toda obra buena y especialmente aquellas que están relacionadas con la obra de Dios despiertan oposición y esta se deja ver en la envidia de estos hombres que más adelante se opondrán a Nehemías: Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel. Pensar que haremos la obra de Dios y que no tendremos oposición es mentira, al contrario, Satanás se opondrá a través de diferentes formas al avance de la obra de Dios, todo con el fin de desmotivarnos, pero, como Nehemías, perseveremos en la oración y extendámonos con fe hacia el futuro, confiando siempre en la mano benéfica de Dios y el Señor nos ayudará en todo momento.
Que excelente es esta explicación y muy rica en conocimiento, Dios te siga compresión bíblica por medio de Nuestro Señor Jesús y la guía de su Santo Espíritu. Amén 🙏
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