“En
cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como
quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. Tengo, pues, esto por
bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse
como está. ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer?
No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se
casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la
quisiera evitar. Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues,
que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como
si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que
compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo
disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. Quisiera, pues, que
estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de
cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de
cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella.
La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo
como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo
agradar a su marido”.
1 Corintios
7:26-35
INTRODUCCIÓN
El
apóstol continúa con otra sección donde responde a las inquietudes que los
corintios le habían hecho llegar por medio de una carta. En esta parte su
enfoque está en aconsejar a los solteros y las vírgenes de la iglesia de Corinto.
Lo que resta del capítulo 7 es dedicado a estos dos grupos y las viudas, y
aunque comienza hablando a las vírgenes, su énfasis lo hace a los solteros en
general: En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento
del Señor
.Él es sincero al decirle que en cuanto a lo que les va a enseñar no tiene un
mandamiento directo del Señor, pero su consejo puede ser tomado muy en cuenta
ya que por la misericordia de Dios había alcanzado la sabiduría y respaldo para
responderles en el nombre del Señor: mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado
misericordia del Señor para ser fiel.
Consejos para los Solteros y Vírgenes |
UNA SITUACIÓN APREMIANTE
“Tengo,
pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el
hombre en quedarse como está. ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte.
¿Estás libre de mujer? No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas;
y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne,
y yo os la quisiera evitar”.
1
Corintios 7:26-28
En esta última sección el apóstol les dice que mejor les
seria no casarse por la situación que les apremia. La palabra que el apóstol
usa y se traduce como apremia proviene
del griego anágke (ἀναγκή) la cual denota una situación de gran necesidad y
calamidad. Pablo no está desvirtuando en ningún momento el matrimonio, sin
embargo en Corinto se estaba dando una situación difícil, que no se aclara
realmente que era, y dada esa situación era mejor no casarse. Posiblemente se
trataba de una fuerte persecución en contra de los cristianos, y por tanto,
esta recomendación no se puede tomar como universal ya que aplicaba para la
situación específica que atravesaban los corintios. Generalmente durante las
persecuciones los cristianos eran torturados y obligados a negar a Jesús y
muchos veían como su cónyuge e hijos eran sometidos a este martirio. En este
sentido, el deseo del apóstol es evitarle esa congoja ya que el soltero solo
sufre sus propias penas, pero al casado se le agrega la preocupación y
sufrimiento de su familia. Sin embargo, si alguien ya estaba casado, no debía
separarse de su cónyuge, y si un soltero, aun con la situación difícil que se
vivía en Corinto decidía casarse, no pecaba al hacerlo.
EL TIEMPO ES CORTO
“Pero
esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen
esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y
los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no
poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque
la apariencia de este mundo se pasa. Quisiera, pues, que estuvieseis sin
congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al
Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a
su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella
tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en
espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar
a su marido”.
1
Corintios 7:29-35
En estos versículos el apóstol utiliza otra palabra
para referirse a que el tiempo es corto. La palabra tiempo viene del griego kairós (καιρός), la cual denota
una fracción especifica de tiempo que reúne ciertas características, contraria
a la otra expresión común para tiempo que es jrónos (χρόνος) la
cual denota el tiempo calendario. Por tanto, sabiendo que una situación
apremiante acontecía en Corinto, el tiempo para consagrarse y servirle al Señor
era corto. En este sentido Pablo les dice a
los corintios que no se aferren a nada de este mundo ya que todo es pasajero y
nuestro verdadero enfoque debe estar en el regreso de nuestro Señor Jesucristo:
Pero esto digo,
hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean
como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se
alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y
los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la
apariencia de este mundo se pasa. Al final, la apariencia de este
mundo es pasajera, todo pasara, pero nuestra fe tiene alcances eternos y
nuestros tesoros en el reino de los cielos son permanentes.
Pablo basado
en la actual situación de Corinto decía que era mejor quedarse soltero, así alguien
se evitaría muchos sufrimientos y su servicio sería más efectivo. Finalmente
establece las diferencias entre los casados y los solteros. El aclara que un
soltero tiene más tiempo para dedicarse a las cosas del Señor; sin embargo, el
casado tiene responsabilidades con su cónyuge en cuanto a agradarle por lo que
su tiempo de servicio al Señor se reduce, pero sea como sea, todos deben buscar
la forma de agradar al Señor siempre: El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo
agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo
agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La
doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo
como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo
agradar a su marido. Al reflexionar en esta poéticas palabras uno
puede entender que verdaderamente esta vida es corta y no único de gran valor
es nuestra devoción y servicio a Dios. Debemos esforzarnos porque nada de este
mundo nos distraiga y nos hallemos consumiendo nuestras fuerzas y usando
nuestras habilidades y dones en cosas que no trascenderán en la eternidad.
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