Dominio Propio: La Reina de las Virtudes
“Mirad también por
vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y
embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día”.
Lucas 21:34 (RV60)
El fruto del Espíritu es Dominio Propio |
Uno de los mayores desafíos de las personas es el controlarse a sí mismos, de allí que Platón un día dijo “La primer gran victoria es conquistarse a uno mismo”. El mismo Pablo entendió que a pesar de su libertad en Cristo tenía que tener su mente y cuerpo en servidumbre y completo control: “Todo me está permitido, pero no todo es para mí bien. Todo me está permitido, pero no dejaré que nada me domine”, (1 Corintios 6:12, NVI). Por ello el cristiano debe luchar por controlar su mente, cuerpo y temperamento para hacer lo agradable al Señor y no ceder a los antojos de la naturaleza pecaminosa. En general el dominio propio se refleja en muchos aspectos de nuestra vida entre los cuales podemos mencionar los siguientes:
1. La manera en que comemos.
2. La manera en que hablamos.
3. En la forma de cómo administramos el dinero,
4. En el uso del tiempo.
5. En nuestras actitudes.
6. Levantarnos temprano para buscar a Dios.
7. Para vencer la lentitud y la pereza.
8. Para servir a Dios.
9. En los deseos de la carne.
10. En nuestros sentimientos.
11. En la manera de vestirnos, etc.
Otra de las palabras griegas que se traducen como dominio propio es sofronismós (σωφρονισμός), la cual literalmente significa autodisciplina y aparece en 2 Timoteo.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
2 Timoteo 1:7
(RV60)
Pablo pone la fórmula perfecta
en la vida cristiana. Sabiendo las grandes vicisitudes que el cristiano
enfrenta exhorta a Timoteo a tener coraje para enfrentar la vida. Dios nos ha
otorgado poder a través del Espíritu Santo y este es regulado por el amor que
nos impulsa a ejercerlo bajo las motivaciones correctas, sin embargo, Pablo
agrega a la lista la palabra dominio propio o autodisciplina. No importa cuán
dotada sea una persona de parte de Dios, sus dones nunca alcanzarán su
potencial máximo sin la autodisciplina. El deseo de Dios es que alcancemos
grandes promesas y explotemos al máximo la nueva vida que Él nos ha otorgado, pero
si somos indisciplinados jamás lo lograremos. Las influencias de este mundo
pecaminoso, nuestra naturaleza carnal, nuestro temperamento o malos hábitos
pueden ser un estorbo para desarrollarnos en el plano que el Señor desea, pero
cuando ejercemos el dominio propio sobre ellos para controlarlos y no que ellos
nos controlen, y además nos enfocamos en las cosas de provecho para nuestra
vida podremos estar seguros de llevar mucho fruto agradable para el Señor. En
algunas partes de la Escritura compara la vida del cristiano a la del atleta,
el cual por medio de su autodisciplina llega a ganar la corona en las competencias:
“Y también el que
lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente”, (2
Timoteo 3:8, RV60). En otra parte de la Biblia Pablo comparo la disciplina que
se tiene en los deportes con la que debemos tener en la vida cristiana:
“¿No sabéis que los
que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el
premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la
ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi
cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros,
yo mismo venga a ser eliminado”.
1 Corintios 9:24-27
En los deportes los competidores
se abstienen de muchas cosas: comidas, desvelos, drogas, etc., y se someten a
ejercicios constantes y de manera disciplinada con tal de ganar una corona
corruptible. También el cristiano tiene que ser auto-disciplinado en su vida
espiritual, en su tiempo devocional, en la lectura de la palabra de Dios, en la
oración y en su servicio a Dios para mantenerse fuerte en la fe creciendo
siempre en su vida cristiana.
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ResponderBorrarMuchas gracias por el estudio del fruto del E. S, a sido de gran bendición para mi y para el grupo de AA en el que lo estoy impartiendo, que El Señor les siga usando!! Un abrazo y BENDICIONES.
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