“Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de
púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor
abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía”.
Hechos 16:14
La Conclusión del Sermón |
“Una gran parte del éxito permanente del mensaje depende de la conclusión… El clímax del sermón debe coincidir con la conclusión. ¿Qué significa ese término? El clímax es el punto culminante, el momento de más emoción, la parte cuando más conmovidos están el predicador y el auditorio”.
Floyd Woodworth
La meta de todo buen predicador debe ser hacer llegar
de manera eficaz el mensaje que Dios le ha dado y capturar la atención de sus
oyentes, como Lidia que fue cautivada por las palabras de Pablo y Dios le abrió
el corazón para que estuviera atenta a la predicación. Para eso es importante
recibir de Dios un buen tema que sea apoyado por un texto bíblico, y luego
ordenar las ideas principales del tema en divisiones y subdivisiones. Sin
embargo, una parte importantísima del sermón es la conclusión. La preparación
de la conclusión no es algo que se deba tomar a la ligera, de hecho es tan
importante, que toda la preparación y belleza de la exposición del sermón
completo puede echarse a perder si no se sabe concluir adecuadamente. Por
tanto, llámese conclusión del sermón a las últimas palabras breves que el
predicador usa antes del llamamiento para amarrar los puntos del mensaje e
inspirar al oyente a tomar las decisiones necesarias.
¿CÓMO FORMULAR LA CONCLUSIÓN DEL SERMÓN?
No debemos olvidar que la conclusión debe ser breve, no
debe volverse a profundizar en los puntos antes dichos, pero deben presentarse
estas verdades a los oyentes de manera eficaz y gran entusiasmo con el
propósito que estos pocos minutos los lleven a la reflexión y reconocer su
necesidad, entes de realizar cualquier llamamiento. Uno de los métodos más
utilizados para concluir con el mensaje es haciendo una recapitulación del tema.
Esto no significa volver a explicar de maneara extensiva todos los puntos del
tema, sino simplemente mencionarlos para dar lugar con énfasis a un pensamiento
final que terminara en el llamamiento o exhortación del mensaje. Otra forma de
concluir es haciéndolo en forma de lecciones aprendidas. El predicador
puede reflexionar brevemente bajo la palabra: por tanto, o para finalizar, o en
resumen podemos aprender…y a continuación enumerar brevemente las lecciones que
se pueden aprender de la predicación. También se puede concluir el sermón usando
una buena narración o ilustración. Se puede narrar una historia,
anécdota, poesía o cualquier ilustración que refuerce de manera breve el
pensamiento central del mensaje. Otra forma de concluir es terminando el mensaje con una
serie de preguntas. El predicador podría preguntar al final de su
sermón de esta forma: ¿Cómo podemos aplicar estos principios en nuestra vida?
¿De qué manera podemos evitar cometer estos errores? ¿Qué necesitamos para
recibir estas promesas? Con las preguntas adecuadas podemos invitar al oyente a
que reflexione dentro de sí y reconozca a la luz de sus propias respuesta la
necesidad que tiene de Dios o corregir las partes que están mal en su vida,
ante de hacer el llamamiento final. En otras ocasiones el predicador puede concluir
recitando el texto de la predicación o cualquier otro versículo que refuerce el
tema central de la predicación. Todas estas y otras formas pueden
ayudar al predicador a terminar con gran arte su discurso.
CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA CONCLUSIÓN
Para que la conclusión esa efectiva esta debe reunir
ciertas características. En primer lugar, debe ser breve. Por muy buena que
sea la conclusión si esta es demasiado larga hará que sus oyentes pierdan su
interés ya que tienen tiempo de estar esforzándose por poner atención a todas
las palabras que el predicador ha expresado a lo largo de todo el mensaje. En
segundo lugar, la conclusión debe ser positiva. La conclusión no
debe tener palabras de regaños, ni expresar sentimientos de perdición y
derrota, sino debe mostrar la esperanza que hay aun para los casos más
difíciles de este mundo. Finalmente, la conclusión debe tener una relación estrecha
con la idea central del mensaje. Las palabras finales deben tener una
relación directa con el tema que se ha predicado, por ello el predicador debe
planear sus últimas palabras y asegurarse que estas conducirán al oyente al
clímax de su exposición para que la palabra de Dios haga el resto del trabajo.
Buena información sobre la Introducción y Conclusión de un Sermón
ResponderBorrarUna Explicación breve y clara me ayudó mucho
ResponderBorrarmeguta labiblia
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