2 Timoteo 2:7
En Hermenéutica Bíblica existen ciertos principios
básicos necesarios para interpretar adecuadamente la Biblia. Toda ciencia, arte
o disciplina formal posee sus normas las cuales les indican a sus practicantes el
camino que debe de seguir. Por ejemplo, la ciencia establece los paso de su
método científico, las escuelas de manejo enseñan cuales son las leyes de
señalación vial y la ley de tránsito antes de comenzar a manejar un vehículo,
los chef son entrenados en los diferentes procedimientos estándares que deben
obedecer para cocinar un platillo, y así también la interpretación bíblica
posee sus normas básicas que deben guiarlo en esta noble tarea. En 2 Timoteo
2:7 Pablo pedía a Dios para que le diera entendimiento en su palabra, pero es
importante considerar las siguientes premisas para ello.
Leyes Básicas para la Interpretación Bíblica |
LAS ESCRITURAS SON LA AUTORIDAD FINAL PARA LA DOCTRINA Y LA VIDA CRISTIANA
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las
hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra
aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera
que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato,
que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande
su ruina”.
Mateo 7:24-27
La primera ley básica para la interpretación de la
Biblia es que su lector crea en ella como la fuente de autoridad divina
superior a cualquier corriente de pensamiento filosófico o religioso de este
mundo, llevando a la práctica cada detalle a tal punto que se refleje en su
vida cotidiana. Jesús comparo con un hombre prudente a aquel que no solo oye
sino hace las palabras de su ley divina y lo compara con un hombre que edifico
su casa sobre la roca solida de tal forma que ninguna tempestad de esta vida la
derribó. Caso contrario es el que oye y no obedece, es comparado a un hombre
imprudente quien edifico su casa sobre la arena y cuando vinieron las
tempestades cayo y fue grande su ruina. Esto significa que el intérprete
bíblico tiene que reconocer la autoridad divina de la Biblia y ajustar su vida
a lo que ella dice. Su interpretación no debe estar basada en sueños, dones,
apariciones de ángeles o explicaciones extra-bíblicas que niegan los
Escritos inspirados: “Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”,
(Gálatas 1:8). También su interpretación y obediencia no debe estar
fundamentada en tradiciones, mandamientos de hombres o incluso nuestra propia
experiencia personal que terminan negando la ley divina: “Se juntaron a Jesús
los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; los
cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos
inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. Porque los fariseos y todos los
judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan
las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras
muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de
beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le
preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no
andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos
inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros
Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está
lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de
hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de
los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis
otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento
de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y
a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán
(que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y
no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición
que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas”,
(Marcos 7:1-13).
También
es importante saber discernir que solo por el hecho de que en la Biblia se
presenta un relato de los acontecimientos de la vida de ciertos hombres eso
significa que Dios lo apruebe. Por ejemplo en la Biblia se relata la poligamia de
Jacob y David (Génesis 35.22-26,
1 Crónicas 3.1-9); o la borrachera de Noé (Génesis 9.20-21), o la historia de Abraham y su
mentira (Génesis 12.10-26), Jacob y su engaño (Génesis 27), o Moisés y su homicidio (Éxodo 2.11-12). No obstante, el hecho de que se relaten los acontecimiento tal y como ocurre y no se encubra las faltas y pecados de los personajes no significa que Dios está de acuerdo con ello.
LA ESCRITURA INTERPRETA LA ESCRITURA
“Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les
decía en su doctrina: Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar,
aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y
la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y
brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se
quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los
espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena
tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a
ciento por uno. Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga… El
sembrador es el que siembra la palabra. Y éstos son los de junto al camino: en
quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene
Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. Estos son asimismo
los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al
momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta
duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la
palabra, luego tropiezan. Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los
que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las
riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace
infructuosa. Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen
la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno”.
Marcos 4:2-9, 14-20
La segunda ley
básica de la hermenéutica dice que la Biblia es su propio intérprete. Esto
significa que otros pasajes de la Biblia ayudan a interpretar pasajes difíciles.
Un ejemplo sencillo de cómo podemos aplicar este principio es buscar la explicación
de la parábola del sembrador en la misma Biblia ya que en los tres evangelios
sinópticos aparece la explicación que Jesús hace de ella. Otro ejemplo lo
tenemos con la parábola del trigo y la cizaña cuya explicación la encontramos
versículos más adelante en el mismo capítulo 13 de Mateo. En Mateo encontramos
estas palabra dichas por Jesús a sus discípulos: “Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la
levadura de los fariseos y de los saduceos”, (Mateo 16:6). Si
continuamos leyendo más nos damos cuenta que la misma Biblia nos interpreta
esta parte: “Entonces
entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan,
sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos”, (Mateo
16:12). Aparte de esto nunca se deben sacar conclusiones o incluso
doctrinas de un pasaje aislado de la Biblia. Por ejemplo es un error
decir que Dios aprueba el repudio de los padres basado únicamente en este
texto: “Si alguno
viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”,
(Lucas 14:26). Tenemos que acudir a otros pasajes para ver que esto no es así
tales como: “Honra
a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová
tu Dios te da”, (Éxodo 20:12), y “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento
con promesa”, (Efesios 6:2). Lo que aquí quiere decir nuestro amor
por Cristo debe ser superior a cualquier
otro amor, pero en ningún momento pide aborrecer a alguien. No debemos omitir ningún
versículo o agregar al texto para sacar la interpretación que más nos convenga.
Debemos siempre leer el contexto en el cual el versículo está escrito, es
decir, evaluar el capítulo entero para determinar las circunstancias, personas
y temática que se viene desarrollando. Por ejemplo, sería un error apoyar la
salvación por obras basados en la palabras de Santiago: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno
dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”,
(Santiago 2:14). Debemos apoyarnos en los muchos textos bíblicos donde se nos
enseña que la salvación es por gracia y no por obra y llegar a la conclusión de
que Santiago lo que está diciendo es que nadie puede decir tener fe o afirmar
que es salvo si sus acciones o frutos no concuerdan con ello ya que somos
salvos por fe y las obras son la evidencia palpable de eso: “Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe. Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas”, (Efesios 2:8-10). Por tanto, todo
texto fuera de contexto es un pretexto.
Además de todo esto, muchos pasajes del Nuevo
Testamento son explicados por el Antiguo Testamento. Por ejemplo, los
sacrificios que se realizaban en el templo, los utensilios y prácticas
levíticas eran una sombra de lo que se iba a manifestar en la persona de
Jesucristo: “Porque
la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las
cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente
cada año, hacer perfectos a los que se acercan”, (Hebreos
10:1). El derramamiento del Espíritu
Santo en el día de pentecostés que está en Hechos 2 es el cumplimiento de Joel 2. La misma vida
de Jesús es el cumplimiento de muchas profecías del Antiguo Testamento. También
podemos encontrar un sinfín de paralelos entre algunos pasajes del Nuevo Testamento
con el Antiguo, entre los que podemos mencionar: el paralelo entre Salmo 110:1
y Mateo 22:41-46, o el paralelo entre Salmo 110.4 y Hebreos 5:6; 6:20; 7:17-21.
El apóstol Pablo utiliza muchas citas del Antiguo Testamento para ilustrar sus
palabras en las diferentes cartas que escribió. Por ejemplo hace memoria de la
ocasión cuando Israel bebió de la roca para decir que esa roca era un símbolo
de Cristo que calma la sed espiritual del creyente (Éxodo 17:6 y 1 Corintios
10:4). En Gálatas 4:28-31 Pablo utiliza
la historia de Génesis 21:5-10 para enseñarnos que los cristianos somos hijos
de la promesa nacidos según el Espíritu Santo y no según la carne por lo que
heredaremos todas las cosas espirituales. En general, debemos acudir a otros
pasajes de la Biblia no solo para comprender mejor el significado de un
versículo, sino para comprender mejor la doctrina bíblica. HAY QUE INTERPRETAR LA BIBLIA LITERALMENTE, POR EL SENTIDO COMÚN Y USUAL DE LAS PALABRAS
“¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la
masa?”.
1 Corintios 5:6
En su primer intento debemos tratar de interpretar
la Biblia literalmente, por su significado obvio y no buscar simbolismos o
alegorizar. En el caso de 1 Corintios 5:6 uno debe entender que Pablo
está usando lenguaje figurado al comparar el efecto contaminante que el pecado
producen en la iglesia con el de la levadura que se expande en toda la masa del
pan. Sin embargo, no toda la Biblia esta en lenguaje figurado, la mayor
cantidad de ella está en su sentido literal. En Hermenéutica existe un método llamado alegórico el cual
supone una interpretación alternativa al texto, sin embargo, debe hacerse
dentro de los límites y no aplicarlo a toda la Biblia. Un ejemplo de este error
es creer que el capítulo 1 de Génesis debe tomarse alegóricamente, diciendo que
cada uno de los 7 días allí mencionados no son días de 24 horas, sino periodos
largos de tiempo donde quieren meter las famosas eras prehistóricas afirmando
que la tierra tiene millones de años de existencia. El relato de Génesis 1 es
literal y así debe entenderse. Otro ejemplo de mala interpretación es
alegorizar tanto el pasaje de 1 Corintios 3:10-15 donde Pablo habla acerca del
tribunal de Cristo para afirmar que se trata de la enseñanza del purgatorio.
Basta leer su contexto para entender que Pablo enseña de la importancia de que
los servidores sepan sobreedificar sobre el fundamento que ya existe y que es Cristo,
y que toda obra será probada en aquel día. Clemente de Alejandría, un padre de
la iglesia primitiva también abuso del método de alegorizar los pasajes bíblico
y respecto a la prohibición mosaica de comer el cerdo, el halcón, el águila y
el cuervo, hace la siguiente observación: “El
cerdo es el emblema de la codicia voluptuosa y sucia, de alimento... El águila
indica latrocinio, el halcón injusticia y el cuervo voracidad”. Otro intérprete
que abuso del método alegórico fue el judío Filón de Alejandría quien hace una mala
interpretación acerca de los ríos del Edén (Génesis 2:10‑14) aplicando este método de alegorización. Él dice: “Con estas palabras Moisés se propone
bosquejar las actitudes particulares. Y también ellas son cuatro en número:
prudencia, templanza, valor y justicia. Ahora bien, el río mayor, del cual
fluyen los cuatro ramales, es la virtud genérica, a la que ya hemos llamado
bondad; y los cuatro ramales son el mismo número de virtudes. La virtud
genérica, por consiguiente, deriva su principio del Edén, que es la sabiduría
de Dios, la que se regocija y alegra y triunfa, deleitándose y honrándose en
una sola cosa, su Padre, Dios. Y las cuatro virtudes particulares son ramas de
la virtud genérica, la cual, como un río, baña todas las buenas acciones de
cada una, con una abundante corriente de beneficios”. Agustín de Hipona fue otra persona que abuso del método
alegórico para interpretar la Biblia y su interpretación de la parábola del
buen samaritano es un buen ejemplo de ello:
Escritura
|
Interpretación e imaginación de Agustín
|
Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó
|
El hombre era Adán.
|
Jerusalén
|
La ciudad celestial de paz de donde Adán cayó
|
Jericó
|
La luna, mostrando la mortalidad de Adán
|
Ladrones
|
El diablo y sus ángeles
|
Lo despojaron
|
De su inmortalidad
|
Lo hirieron
|
Al persuadirlo a pecar
|
Lo dejaron medio muerto
|
Como hombre, Adán vive, pero murió espiritualmente,
así que está medio muerto.
|
Un sacerdote y un levita
|
El sacerdocio y ministerio del Antiguo Testamento
|
Un samaritano
|
Un guardián, por lo tanto quiere decir Cristo mismo
|
Vendó sus heridas
|
Ató la limitación (influencia) del pecado.
|
Aceite
|
Consuelo de esperanza
|
Vino
|
Exhortación a trabajar con un espíritu ferviente
|
Cabalgadura
|
La carne de la encarnación de Cristo
|
Mesón
|
La Iglesia
|
Al otro día
|
Después de la resurrección
|
Dos denarios
|
Promesa de esta vida y la venidera
|
Mesonero
|
Pablo
|
Por su puesto
que estas interpretaciones son difíciles de comprobar a la luz de la palabra de
Dios y en su mayoría están fundamentadas en la pura imaginación. Para no caer
en este error es importante estudiar los diferentes estilos literarios que
aparecen en la Biblia, tales como la poesía hebrea, la literatura apocalíptica,
las alegorías, la profecía, y en si saber identificar las diferentes figuras
retóricas que se utilizan como las parábolas, las metáforas, los símil, entre
otros.
HAY QUE ENTENDER LA BIBLIA A LA LUZ DE SU CONTEXTO
“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender
a los simples”.
Salmo 119:130
Es importante considerar el contexto histórico, geográfico
y cultural de todo pasaje bíblico para llegar a dar la mejor interpretación. Por ejemplo, se hace más fácil interpretar el
capítulo 7 de 1 Corintios donde Pablo da las recomendaciones para evitar la
impureza sexual, cuando conocemos el contexto cultural en torno al culto a
Afrodita, su templo y las prácticas religiosas donde se promovía la
prostitución, las cuales eran una fuerte tentación para los creyentes de aquel
entonces. De igual forma, resulta más enriquecedor conocer el contexto
histórico-político que rodeaban a Judea en tiempos de Jesús para comprender
mejor el por qué se realizaron ciertos acontecimiento que Lucas registra en su
evangelio. El conocer la parte geográfica a través de los mapas también ayuda a
visualizar mejor las distancias, tiempos de recorrido o ubicaciones que en la Biblia se presentan.
Por ejemplo, de Galilea a Jerusalén habían dos caminos, uno corto que obligaba
a pasar por Samaria, el cual la mayoría de judíos evitaba debido a su odio
racial y religioso. El otro era más largo, rodeando Samaria. En Juan 4 se nos
narra la historia de la Samaritana donde el conocer mejor el contexto
histórico-religioso-geográfico nos ayuda a comprender por qué Samaritanos y
Judíos no se llevan entre sí, así como el gran amor de Jesús al no considerar
las diferencias raciales o culturales. Otro ejemplo de esto es conocer el
contexto histórico y cultural que envolvía a Nínive, la ciudad donde Jonás fue
enviado. Nínive era la capital de Asiria un imperio cruel que había conquistado
a muchas naciones incluyendo a Israel. Lo más seguro es que Jonás tenía grandes
resentimientos contra esa nación y cuando Dios le pidió que fuera a ella y
profetizara este decidió huir de la presencia de Dios y partir a Tarsis un
lugar muy lejano para no cumplir con la voluntad divina ya que posiblemente
pensó que si les profetizaba los ninivitas podían arrepentirse y Dios los
perdonaría, y Jonás quería ver a la nación completa condenada. Así que decide
no ir y al no haber quien les profetice seguirían en sus pecados y el Señor los
destruiría. Estos son algunos ejemplos de cómo el conocer el contexto
histórico-cultura-geográfico ayuda a tener una mejor interpretación del pasaje.
ENTENDER LA RELACIÓN ENTRE EL SIGNIFICADO ORIGINAL, LA INTERPRETACIÓN Y LA APLICACIÓN
“Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños,
y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y
teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley”.
Deuteronomio 31:12
La meta de todo cristiano es aprender la palabra de
Dios para temer al Señor y ponerla en práctica en nuestra vida, depositando
nuestra fe en Jesucristo para salvación de nuestra alma. Pero para eso es
importante saber la relación que existe entre el significado original del
texto, la interpretación que le damos y su respectiva aplicación. El
significado original es lo que el autor tenía en mente cuando él escribió.
Hay una sola. La interpretación es el mejor intento nuestro de entender el
significado original del autor. Muchas veces es fácil de entender, pero
a veces es muy difícil de entender. A veces hay varias posibles
interpretaciones de lo que autor quería decir. La aplicación es poner en práctica
la Palabra de Dios. En esto consiste la meta final de la hermenéutica,
en saber interpretar el significado original que el escrito quiso transmitir
para llevarlo a la práctica y así asegurarnos de encontrarnos en el camino
correcto de la fe.
Eiségesis y Exégesis |
Conocer el
significado original del texto es sumamente clave para llegar a una buena
interpretación y no llegar a tergiversar la palabra de Dios. Hay dos palabras
griegas que contrastan las maneras correctas e incorrectas de usar la Biblia: eiségesis
y exégesis. Estas dos palabras griegas comienzan con eis (dentro de) y ex (fuera de), y están unidas al verbo griego que significa “dirigir o llevar”. Eiségesis es llevar dentro de la
Biblia lo que usted quiere que diga. La eiségesis comienza con los
pensamientos de los humanos y termina con las palabras de los humanos. Exégesis
es llevar fuera del texto bíblico lo que el autor quiso decir. La
exégesis comienza con la Palabra de Dios y le saca su significado. Con
frecuencia la gente usa la eiségesis para apoyar sus creencias. Ya creen algo
de antemano y quieren usar la Biblia para justificarlo. Por ejemplo, un joven
quería justificar su pecado. Citó el versículo “...no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”
(Romanos 6:14). Perdió el verdadero significado del versículo al ignorar su
contexto. El versículo siguiente dice “¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino
bajo la gracia? En ninguna manera” (Romanos 6:15). Por lo tanto el
joven practicó la eiségesis—llevó a la fuerza lo que él creía a ciertas
palabras que encontró en la Biblia. Exégesis es descubrir el único significado
de un texto—el significado que el autor quiso darle. Por tanto, debemos
esforzarnos por realizar una buena exégesis para descubrir el significado que
el autor quiso darle al pasaje, para darle una correcta interpretación y llevar
lo aprendido a la aplicación. Así nuestra fe estará fundamentada en la sana
doctrina.
Gracias por enriquecedor contenido. Bendiciones
ResponderBorrarDios los bendiga muy buena la enseñanza..
ResponderBorrarGracias por la enseñánza.Dios los bendiga
ResponderBorrarExcelente, Dios les bendiga
ResponderBorrarExcelente explicación sobre las leyes de la interpretación bíblica, gracias
ResponderBorrarExcelente aporte para el buen conocimiento de la Palabra👍🏻
ResponderBorrarMuchas gracias por la información. Muy clara y valiosa.
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