La reconstrucción del muro occidental (Nehemías 3:6-12)

 

“La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos. Junto a ellos restauró Melatías gabaonita, y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río. Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho. Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén. Asimismo, restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf; y junto a él restauró Hatús hijo de Hasabnías. Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos. Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas”.

Nehemías 3:6-12

 

INTRODUCCIÓN

 

La construcción del muro continuaba, los primeros 5 versículos nos han mostrado cómo la parte noroccidental del muro se reconstruyo junto con todas sus puertas, desde la puerta de las ovejas hasta la puerta del pescado. Ahora los trabajos continúan en la parte oeste o al occidente del muro y para ello otro grupo de personas se involucran en este tipo de trabajo. Definitivamente cuando la visión que el líder tiene proviene de Dios, esta es abrazada por el pueblo, los cuales se comprometen en apoyar y trabajar para hacerla realidad.

 

Nehemiah rebuilding Jerusalem

By Hult, Adolf, 1869-1943; Augustana synod. [from old catalog] - https://www.flickr.com/photos/internetarchivebookimages/14779759334/Source book page: https://archive.org/stream/bibleprimeroldte00hult/bibleprimeroldte00hult#page/n111/mode/1up, No restrictions, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=42754644

LA RECONSTRUCCIÓN CONTINÚA DESDE LA PUERTA VIEJA

 

“La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos”.

Nehemias 3:6

 

La reconstrucción de la parte oeste u oriental del muro inicia con los trabajos de Joiada y Mesulam desde la puerta Vieja. La palabra hebrea que se traduce como, “Vieja”, es yashán (יָשָׁן), la cual hace referencia a algo antiguo, de tal manera que la puerta Vieja pudiese indicar que daba acceso a la parte más antigua de la ciudad de Jerusalén. El texto nos detalla el tipo de trabajo que estos hombres realizaron en la restauración de dicha puerta: ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos. No sabemos nada en cuanto a quienes eran Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías, solo que fue su trabajo y dedicación que logro concluir que esta parte del trabajo.

 

LA RECONSTRUCCIÓN DE LA PARTE OCCIDENTAL DEL MURO SE EXTENDIÓ DESDE LA PUERTA VIEJA HASTA LA TORRE DE LOS HORNOS

 

“Junto a ellos restauró Melatías gabaonita, y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río. Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho. Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén. Asimismo, restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf; y junto a él restauró Hatús hijo de Hasabnías. Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos. Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas".

Nehemías 3:7-12

 

La reconstrucción del muro occidental se extendió desde la puerta Vieja hasta la torre de los Hornos, restaurando así la parte ancha del muro que se encontraba en medio de estos: La puerta Vieja fue restaurada… Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho… restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos. El muro ancho de la ciudad ubicada en la parte occidental se vuelve a mencionar más adelante: “El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho”, (Nehemías 12:38). Si la restauración tomo en cuenta este tramo del muro, se cree que en medio de esto se encontraba la puerta de Efraín la cual no se menciona que fuese restaurada, probablemente porque había sobrevivido al ataque de los babilonios y al paso del tiempo, luego, si identificamos que la puerta de Efraín se encontraba erigida en la sección del muro ancho, entre la puerta Vieja y la torre de los Hornos, podemos deducir que dicho muro media aproximadamente 180 metros de ancho, esto de acuerdo al relato que encontramos en 2 Reyes: “Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos”, (2 Reyes 14:13). De esta manera, desde la puerta Vieja el trabajo se extendió a través del muro ancho, pasando por la puerta de Efraín que no se menciona aquí, hasta la torre de los Hornos, llamado así porque probablemente había hornos de pan o cerámica por esa región.

 

Los muros de Jerusalem en tiempos de Nehemias 

Una obra tan extensa es el resultado de la unidad del pueblo.

 

Cuando leemos este texto en la Nueva Versión Internacional de la Biblia nos deja la idea de cómo la unidad de las diferentes familias y grupos ayudaron a reedificar una gran obra: “La entrada de Jesaná la reconstruyeron Joyadá, hijo de Paseaj, y Mesulán, hijo de Besodías… El tramo contiguo lo reconstruyeron Melatías de Gabaón y Jadón de Meronot. A estos se unieron los de Gabaón y los de Mizpa… Uziel, hijo de Jaraías … reconstruyó el siguiente tramo de la muralla, y uno de los perfumistas, llamado Jananías, el siguiente. Entre los dos reconstruyeron la muralla de Jerusalén hasta la muralla Ancha. El siguiente tramo lo reconstruyó Refaías, hijo de Hur… el siguiente, Jedaías hijo de Jarumaf… y el siguiente, Jatús, hijo de Jasabnías. Malquías, hijo de Jarín, y Jasub, hijo de Pajat Moab, reconstruyeron el siguiente tramo de la muralla y la torre de los Hornos. Salún, hijo de Halojés… reconstruyó el siguiente tramo con la ayuda de sus hijas”, (Nehemías 3:6-12, NVI). La reconstrucción del muro occidental era muy considerable, era un tramo bastante extenso, pero este logro terminarse a través de la unidad de las diferentes familias, personas y grupos que decidieron trabajar la parte del muro que les correspondió, de tal manera que la suma total de los trabajos individuales dio como resultado la finalización de esta parte del muro occidental. Cuando el pueblo de Dios se une y pone en uso sus habilidades y dones en tareas específicas, pero relacionadas con un mismo fin, la suma de todas estas contribuye al avance de la obra de Dios en esta tierra, ninguna gran obra es el resultado de una sola persona, sino del trabajo en equipo.

 

Una persona que tenia su casa cerca colabora con su parte del muro.

 

Nos llama la atención que un hombre que vivía cerca del muro decidió participar en esta obra: “Asimismo restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf…”, (Nehemías 3:10). Esto nos recuerda que hoy en día hay personas que deciden trabajar en la obra de Dios allí en sus propias comunidades, deciden no salir muy lejos de allí, como otros hacen, sino colaboran con el avance de la obra de Dios desde sus propias casas o comunidades, lo cual a su vez es un gran testimonio para sus vecinos y familiares.

 

La obra no excluyo a las mujeres de participar.

 

Que interesante el detalle que este libro nos da al mostrarnos que aún las mujeres estuvieron involucradas en el trabajo duro de reconstruir los muros: “Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas”, (Nehemías 3:12). Definitivamente Dios siempre ha considerado a la participación de las mujeres en el avance de su obra y aquí tenemos un ejemplo de ello, de hecho, el apóstol Pablo contaba con muchas mujeres que eran parte de los creyentes que le ayudaban en el trabajo de la obra de Dios: “Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor”, (Romanos 16:12-23).