Mateo 9:32-34
Introducción
Finalmente
llegamos al último milagro de 10 narrados en sección de tres episodios que el
apóstol Mateo viene desarrollando desde el capítulo 8. No cabe duda que la
autoridad de Jesús como Mesías ha quedado demostrada después de todos estos
milagros, pero antes de cerrar esta sección nos presenta el contraste entre las
opiniones y reacciones de aquellos que habían presenciado todas estas
maravillas. Pareciera por el relato que este hecho ocurrió seguido de la
curación de los dos ciegos de los versículos anteriores ya que el texto inicia
diciendo: Mientras salían ellos, he aquí, le
trajeron un mudo.
La curación del mudo |
La labor exhaustiva de Jesús
“Mientras salían ellos, he
aquí, le trajeron un mudo, endemoniado. Y echado fuera el demonio, el mudo
habló”.
Mateo 9:32-33
Apenas
Jesús había terminado la sanación de los dos ciegos, el texto nos dice que le
trajeron a un mudo endemoniado. Esta cercanía de los eventos nos muestra lo
apretado de la agenda de Jesús. Su día era realmente exhaustivo, mientras
caminaba por las calles de la ciudad la gente con necesidades corría a Él por
un milagro, y apenas realizaba uno, ya otro estaba en espera de ser atendido.
En este caso, Mateo nos dice que le trajeron un mudo endemoniado. Obviamente la
causa de su discapacidad era la presencia de un demonio en su cuerpo, de hecho
los judíos le solían atribuir a estas clases de males y enfermedades la
presencia de seres malignos, aunque nosotros sabemos que no siempre se debe a
un demonio. En este caso y sin mediar muchas palabras Jesús expulso al demonio
y éste al salir el mudo le permitió hablar: Y echado fuera el demonio, el mudo
habló. La vida de Jesús debe ser un referente para cada
uno de nosotros, muchas veces podemos quejarnos de lo difícil de nuestros
privilegios, especialmente si son aquellos relacionados con el servicio al
pueblo de Dios, pero nuestro Señor nos muestra una vez más que no debemos
escatimar esfuerzos con tal de llevar el alivio a las almas sedientas a través
de la gracia que Dios nos ha otorgado a cada uno de nosotros, el mismo Jesús lo
tenía muy claro y por eso dijo: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en rescate por muchos”, (Mateo 20:28).
Las opiniones respecto al ministerio de Jesús
“… y
la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.
Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los
demonios”.
Mateo 9:33-34
A continuación se muestra un contraste entre las
reacciones y opiniones de la gente ante los milagros realizados por Jesús. Por
un lado tenemos la reacción de la gente que habían sido testigos de los
milagros que Jesús había realizado, para ellos no existía la mínima duda de que
Dios estaba detrás de este despliegue de poder, por ello la Escritura dice: y la gente se
maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.
Los milagros no eran más que señales que confirmaban las palabras de Jesús como
Mesías. Podemos ver como los milagros no solo traen alivio a la vida de
aquellos que reciben sus beneficios, sino también son una confirmación de parte
de Dios de que Él está detrás de ese ministerio para que la gente que los ve
crea a las palabras de quienes la realizan. Esto lo podemos ver en el Libro de
Hechos de los Apóstoles donde las señales que realizaban confirmaban su
predicación. Este día mucha gente quedo maravillada al ver como Dios se
manifestaba en la persona de Jesús a tal punto que no solo su doctrina era
poderosa, sino que también las señales que lo acompañaban. Sin embargo, tenemos
la contra parte. Los fariseos lejos de maravillarse, sintieron envidia de Jesús.
Ellos no podían negar los milagros, pero si los aceptaban como el resto de la gente
iban a estar aceptando el carácter mesiánico de Jesús, y su objetivo era
desacreditarlo. La crítica que inicio en los versículos 3, 11 y 14 llega a su
clímax en el 34 cuando le atribuyen a Satanás la razón de estos milagros: Pero los fariseos
decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios. Es
triste saber que esta historia se repetirá una y otra vez. Mientras existen
personas que creen a la palabra de Dios y verán milagros en su vida que
incrementara su fe; otros por el contrario decidirán no creer atribuyendo estas
manifestaciones del poder de Dios a otras razones lo cual solo les traerá mayor
condenación.
""Es triste saber que esta historia se repetirá una y otra vez. Mientras existen personas que creen a la palabra de Dios y verán milagros en su vida que incrementara su fe; otros por el contrario decidirán no creer atribuyendo estas manifestaciones del poder de Dios a otras razones lo cual solo les traerá mayor condenación.""
ResponderBorrarEsperamos todavía milagros para creer en Cristo? Ya se nos ha dado la Palabra para que a través de Ella. Creamos en Dios Altísimo y su Hijo Jesucristo. Hoy en dia, muchos son los falsos profetas y pastores que engañan a la gente con supuestos milagros, ¿Cómo crer en ellos, que solamente lucran con la Palabra de Dios?