“Después de esto miré, y he
aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de
trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que
sucederán después de estas.”.
Apocalipsis 4:1
|
INTRODUCCIÓN
En los capítulos 2 y 3 hemos visto
al Cristo Resucitado andando entre sus Iglesias en la Tierra. Ahora cambia la
escena a la corte del Cielo. La expresión “Después de esto” nos introduce a una nueva
sección donde ya no se mencionara la iglesia hasta el capítulo 19 en las bodas
del Cordero y abrirá la sección de la adoración celestial y la ira de Dios.
Este capítulo abre una nueva sección en el libro de Apocalipsis que revelo los
hechos terribles que han de ocurrir en el futuro y que se conoce como el periodo
de la gran tribulación o la semana número 70 de Daniel. Sin embargo, salta la
pregunta, ¿pasará la iglesia por la gran tribulación? En cuanto a si la iglesia
atravesará por este período hay diferentes posiciones que se relaciona
directamente con lo que nosotros llamamos el rapto de la iglesia. Cuando
estudiamos el mensaje a la iglesia de Filadelfia vimos la promesa que Jesús le
hace en cuanto a librarle de la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo
entero, lo cual creemos es la promesa de que la iglesia no atravesará por el
período de la gran tribulación.
![]() |
La puerta abierta |
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para
probar a los que moran sobre la tierra”.
Apocalipsis
3:10
Inmediatamente
después del mensaje a las 7 iglesias encontramos una puerta abierta y una voz
como de trompeta que le dice a Juan “sube acá” lo cual
creemos que es una referencia al rapto de la iglesia, pero ¿por qué creemos
eso? Las razones son las siguientes:
1. El
termino iglesia no vuelve a aparecer, su última mención es hasta el capítulo 3
(el mensaje a las 7 iglesias) y a partir del capítulo 4 inician una serie de
acontecimientos relacionados con la gran tribulación donde sus protagonistas
son Israel, los pueblos gentiles, satanás y las dos bestias lo cual sería un
indicador de que la iglesia no atravesará por este periodo de gran angustia.
2. La
iglesia del Señor aparece hasta el capítulo 19 donde se habla de las bodas del
Cordero, después de haber terminado con los juicios y antes de hablar del
Milenio en el siguiente capítulo. Sin embargo, no aparece directamente con el
nombre de iglesia, sino con el de la esposa del Señor: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria;
porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella
se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque
el lino fino es las acciones justas de los santos”, (Apocalipsis 19:7-8).
3. Creemos
que la esposa del Señor es la iglesia ya que en el Nuevo Testamento se le da
este título, el cual no es exclusivo de Israel. En la Biblia podemos hallar
algunas evidencias que corroboren esta aseveración. Por ejemplo Pablo se
refirió a la iglesia como una novia que estaba cuidando para entregarla al
Novio, Cristo: “Porque
os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura a Cristo”, (2 Corintios 11:2). En el último capítulo de Apocalipsis aparece
una exclamación de anhelo por la venida de nuestro Señor Jesús donde el
Espíritu y la esposa dicen ¡ven!: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga:
Ven”, (Apocalipsis 22:17).
Obviamente la Esposa en este versículo es
la iglesia, ya que ni Israel, ni los pueblos gentiles ansían su regreso. Por tanto, basado
en estos argumentos creemos que la iglesia no pasara por la gran tribulación y
esta será librada por medio del rapto.
EL RAPTO DE LA IGLESIA
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros
con estas palabras”.
1
Tesalonicenses 4:16-18
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá”.
En este pasaje
de 1 Tesalonicenses 4:16-18 está clara la enseñanza del rapto, sin embargo
veamos en que consiste.
El rapto es únicamente para la iglesia.
“… los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados…”
1
Tesalonicenses 4:16b-17a
Tal y como
Pablo lo menciona en 1 Tesalonicenses 4:16-18 el rapto es exclusivo para los
creyentes y en él podemos ver el siguiente orden:


Nuestro cuerpo corruptible será transformado en uno glorioso venciendo a la muerte.
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos
seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y
cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya
vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde,
oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el
poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria
por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
1
Corintios 15:51-57
Podríamos
preguntarnos si los muertos en Cristo resucitarán, qué hay de aquellos que han
muerto y sus cuerpos ya no existen. Otros preguntarían qué de aquel hombre que
fue a la guerra y pisando una mina perdió la vida y una pierna que nunca fue
encontrada. Posteriormente su cuerpo fue arrojado a la mar y la mayor parte de
su cuerpo fue devorado por los tiburones, la otra que no fue consumida se
descompuso y se dispersó en el océano, cayendo y siendo absorbido por el plantum
del cual se alimentaron los caballitos de mar, luego un caballito de mar fue
devorado por un gran pez el cual fue pescado y consumido por un ser humano. La
pregunta sería ¿cómo hará el Señor para resucitar su cuerpo si ya no existe? La
repuesta es fácil. En el libro de
Ezequiel encontramos una escena de un valle lleno de huesos secos en gran
manera los cuales no tenían esperanza de vida, los huesos estaban todos regados
de tal manera que era imposible tratar de armar el esqueleto ya que estaban
todos revueltos. Sin embargo, Dios le mostro a Ezequiel que podía realizar el
milagro.
“La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de
Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo
pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre
la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre,
¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces:
Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así
ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en
vosotros, y viviréis. Y pondré tendones
sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y
pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba,
y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré,
y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima
de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu,
profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor:
Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y
profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y
estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo”.
Ezequiel 37:1-10
Aunque
Ezequiel 37:1-14 se trata de una visión que habla de cómo iba a restaurar al
pueblo de Israel a su nación, podemos también agregar que para Dios no hay nada
imposible y el es capaz de resucitarnos aun cuando nuestro cuerpo no exista.
También puede darse el hecho de que Jesús nos resucite con un cuerpo nuevo. El
texto dice: los
muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Las
palabras incorruptible proviene del griego afzartos
(ἄφθαρτος)
que hace referencia a algo incapaz de corromperse, no como lo es nuestro cuerpo
actual, también encontramos la palabra transformados que se traduce del griego alásso (ἀλλάσσω) que sugiere
una transformación a algo totalmente diferente. Por tanto podríamos decir que
Dios puede resucitarnos a un cuerpo completamente diferente del que actualmente
tenemos, lo cual parece la opción más aceptable. Esto se deja claro cuando Pablo recalca la
diferencia entre el actual cuerpo y el cuerpo glorioso que Dios nos dará: Porque es necesario
que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
(1 Corintios 15:53-54). Versículos
anteriores el Apóstol estaba hablando de la diferencia que hay entre lo
espiritual y lo físico, añadiendo:
“Así también es la
resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en
incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en
debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal[1], resucitará cuerpo
espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual”.
1 Corintios 15:42-44
El Rapto de la iglesia es una promesa de Cristo
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare
lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis”.
Juan
14:1-3
En Juan
14:1-3 Él los exhorta a tener ánimo, a creer, ya que después de hablarles
acerca de su muerte y pronta partida Él les prometió: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. La
pregunta que podría surgir en este pasaje es: ¿Se refiere a su segunda venida,
o está refiriéndose al rapto de la iglesia? En estos versículos aparece un
verbo clave el cual dice os tomaré. En el griego original proviene de la
palabra paralambáno (παραλαμβάνω)
la cual sugiere una acción recibir algo. Ahora bien, durante el rapto de la
iglesia, Jesús recibirá a los suyos en el aire: seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir al Señor en el aire. Mientras que en la segunda
venida, los creyentes vendrán en gloria junto con su Señor al final de la gran
tribulación ya con los cuerpos glorificados. Por tanto parecería que esta
promesa es una alusión al rapto de la iglesia, misma promesa que el apóstol
Pablo hablo en 1 Tesalonicenses 4:16-18.
¿Cuándo ocurrirá el Rapto, antes o después de la Gran Tribulación?
Los
pasajes bíblicos anteriores nos enseñan acerca del rapto, sin embargo ¿cuándo
ocurrirá? En cuanto a esta pregunta hay tres posiciones:



Nosotros
creemos en el rapto pre-tribulación. El apóstol Pablo habla acerca de esto en
su segunda carta a la iglesia de Tesalónica. Prácticamente toca tres temas: nuestra reunión
con él, el día del Señor y la venida de nuestro Señor Jesucristo.
“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover
fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por
palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del
Señor está cerca.
2
Tesalonicenses 2:1-2
En estos versículos Pablo aclara
la confusión que los tesalonicenses tenían con respecto a la venida de nuestro
Señor Jesucristo y nuestra reunión con Él. Ya en su primera carta a los Tesalonicenses
los había exhortado a consolarse con el rapto y la segunda venida de Cristo;
pero por alguna razón después de algún tiempo los tesalonicenses estaban
confundidos. Obviamente en esta epístola Pablo quiere hacer distinción entre la venida de
nuestro Señor Jesucristo, nuestra reunión con él, y el día del Señor.
Cuando Pablo habla acerca de nuestra reunión con él utiliza un verbo en
griego que es episunagogé (ἐπισυναγωγή),
el cual significa congregarse o reunirse, de ahí que pensamos que se refiere al
rapto de la iglesia, ya que anteriormente había hablado que los cristianos
seriamos arrebatados junto con los muertos en Cristo que resucitaran primero para
encontrarnos en las nubes con Jesús. Esto nos habla de una reunión, o como el
apóstol lo diría: nuestra reunión con él. Ahora bien, después de la reunión con Él,
viene su segunda venida ya que es en esta cuando Jesús regresa con su iglesia: “para que sean
afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios
nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”,
(1 Tesalonicenses 3:13). Por tanto, primero tiene que ocurrir el Rapto para
reunirnos con Él en los cielos, y luego Cristo regresara con su iglesia en su
segunda venida al final de la gran tribulación. El
segundo concepto que Pablo toca en esta carta es la venida de nuestro Señor Jesucristo.
La palabra griega que el apóstol usa para referirse a la venida del Señor es parousía (παρουσία), la cual se
refiere a su advenimiento y esta ocurrirá al final de la gran tribulación. El tercer
concepto que Pablo enseña en estos versículos es el día del Señor. Este
concepto aparece también en el Antiguo Testamento, específicamente en los
profetas y aparece como el día de Jehová,
tiempo de angustia para Jacob o aquel
día y se usa para referirse al día del juicio de Dios a las naciones. En el
Nuevo Testamento este terrible día de juicio se conoce como el periodo de la
Gran Tribulación. El apóstol Pablo en 2 Tesalonicenses nos muestra que
realmente esto ocurrirá así.
“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes
venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de
culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por
Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?
Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se
manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y
entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu
de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo
advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios
mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto
no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un
poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos
los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”.
2
Tesalonicenses 2:11-12
Pablo
explica que la gran tribulación no vendrá sin que antes venga la apostasía y se
manifieste el hombre de pecado (el Anticristo). Ahora bien, el apóstol aclara
que este Anticristo no puede aparecer todavía en el escenario porque hay algo
que lo detiene: “Y
ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se
manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y
entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu
de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”. (2 Tesalonicenses
2:6-8). Creemos que lo que lo detiene hasta la fecha es la presencia del
Espíritu Santo en la iglesia, el único poder que puede detener al diablo, pero cuando Éste sea quitado el Anticristo
aparecerá en acción. Obviamente esto ocurrirá el día del rapto ya que el
Espíritu Santo no puede irse de esta tierra sin la iglesia del Señor.
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté
con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora
con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
Juan
14:16-18
Jesús
prometió que el Espíritu Santo estaría con nosotros, su iglesia, para siempre;
de tal manera que si Éste se va de esta tierra la iglesia tendría que irse y
esto ocurrirá obviamente el día del rapto de la iglesia. Entonces,
recapitulando, el rapto de la iglesia ocurrirá el día que inicie la gran
tribulación, pero, ¿cuándo ocurrirán estos eventos? La fecha exacta es
imposible determinar, aunque el Señor hablo de las señales antes del fin allá
en el capítulo 24 de Mateo, también algunas de las cartas del Nuevo Testamento
dejan claro que antes que este día se acerque la apostasía se manifestará, tal
y como lo vimos en 2 Tesalonicenses 2:11-12.
“Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que
están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no
sabéis cuándo será el tiempo.”.
Marcos
13:32-33
Ante
tal realidad Jesús nos exhorta a velar y orar porque nadie sabe el día y la
hora en que ocurrirán estos eventos. Si no fuera así no tendría sentido el
hacerlo ya que sabríamos exactamente cuándo ocurrirían estos hechos.
Diferencias entre el Rapto y la Segunda Venida de Cristo
Otro problema que frecuentemente
se encuentra cuando se estudia este tema es el de confundir la Segunda Venida
de Cristo con el Rapto de la iglesia. En el rapto Cristo viene por su iglesia
pero no pone sus pies en la tierra, sino que se reúne con ella en las nubes. Al
sonar de la trompeta los muertos en Cristo resucitan primero y luego los que
estemos vivos para ese tiempo seremos arrebatados con un cuerpo completamente
transformado y glorificado. Nuestra reunión con Él será en las nubes. Sin embargo, cuando hablamos de su segunda venida
nos referimos al evento que tendrá lugar al final de los 7 años de gran
tribulación, cuando Jesús venga con su iglesia. En su Segunda
Venida Cristo vendrá con su iglesia a derrotar al Anticristo y a su ejército, y
a establecer su reinado de mil años en esta tierra, mientras que en el rapto Jesús
vendrá a tomar a su iglesia para que esta no atraviese por la gran tribulación. Veamos algunas
diferencias entre el Rapto de la iglesia y su Segunda venida.
![]() |
La segunda venida de Cristo |
EL RAPTO
“Nuestra
Reunión con El”
|
LA SEGUNDA VENIDA
“La
Venida de Nuestro Señor Jesucristo”
|
Jesús viene
por su iglesia antes de la gran tribulación.
“Porque
el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor”
1
Tesalonicenses 4:16-17
“Velad,
pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas
estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.
Lucas
21:36
“No
se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay;
si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a
mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.
Juan
14:1-3
“Y
esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús,
quien nos libra de la ira venidera”.
1
Tesalonicenses 1:10
“Porque
no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo”.
1
Tesalonicenses 5:9
“Por
cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la
hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los
que moran sobre la tierra”.
Apocalipsis
3:10
|
Cristo
vendrá con su iglesia al final de la gran tribulación.
“E inmediatamente después de
la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su
resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos
serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo
del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y
enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de
los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”
Mateo 24:29-31
“Y se afirmarán sus pies en
aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al
oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y
hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se
apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur” Zacarías 14:4
“Cuando Cristo, vuestra
vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en
gloria”.
Colosenses 3:4
“Entonces vi el cielo
abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y
Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y
había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su
nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino
finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para
herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa
el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura
y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en
pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en
medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis
carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de
sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a
la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear
contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue
apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las
señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la
bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de
un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la
espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se
saciaron de las carnes de ellos”.
Apocalipsis 19:11-21
|
No hay señales. El rapto será
inesperado.
“Mirad, velad y orad; porque
no sabéis cuándo será el tiempo. Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su
casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó
que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa;
si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para
que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo,
a todos lo digo: Velad”.
Marcos 13:33-37
|
Muchas
señales para la venida física de Cristo.
“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta
el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque
dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. E
inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del
cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la
señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus
de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo,
con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo
hasta el otro. De la higuera aprended
la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el
verano está cerca. Así también
vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las
puertas”
Mateo 24:27-33
|
Para creyentes solamente.
“Porque el Señor mismo con
voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor”.
1 Tesalonicenses 4:16-17
“He aquí, os digo un
misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará
la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados”.
1 Corintios 15:51-52
|
Afectará a toda la humanidad.
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre
viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”
Mateo 24:30
“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le
traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí,
amén”
Apocalipsis 1:7
“Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios”
Romanos 14:11
“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran
terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió
toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la
higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino
que se enrolla; y todo monte y toda isla se removieron de su lugar. Y los
reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y
todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de
los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y
escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira
del Cordero; porque el gran día de su
ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
Apocalipsis 6:12-17
|
Tiempo de
gran gozo para la iglesia.
“Aguardando la esperanza bienaventurada
y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”
Tito 2:13
|
Tiempo de gran
lamento para la humanidad
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre
viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”
Mateo 24:30
“Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que
vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los
moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a
quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose
por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran
llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido”
Zacarías 12:9-11
|
Es un
mensaje de aliento
“Porque
el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras”.
1
Tesalonicenses 4:16-18
|
Es un
mensaje de juicio
“Despiértense las naciones,
y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las
naciones de alrededor. Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid,
descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad
de ellos. Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el
día de Jehová en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerán, y
las estrellas retraerán su resplandor”.
Joel 3:12-15
“He aquí, yo os envío el
profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible”.
Malaquías 4:5
|
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