Buenas Noticias para el Hombre_Hechos 8:4-13

“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad. Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios.  Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba  siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito”.

Hechos 8:4-13

INTRODUCCIÓN

            Diez buenas noticias de 2012 que mejorarán el mundo en 2013, fue el titulo del encabezado de una noticia publicada en la Internet en el sitio eldiario.es, donde con gran alegría daban a conocer las 10 mejores noticias que impactaron en el 2012 y que mejorarían el 2013.

            A lo largo de la historia el mundo a dado a conocer diferentes noticias, unas buenas y otras malas, pero ninguna de ellas se compara con las noticias anunciadas por el Evangelio. De hecho, la palabra evangelio proviene de una palabra griega compuesta que significa: Buenas Nuevas, o Buenas Noticias. Pero, ¿Por qué son buenas noticias?

                               I.            SON BUENAS NUEVAS PORQUE: TIENEN UN GRAN TEMA.

“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo”.

            Cuando Felipe descendió a Samaria comenzó a predicar el mensaje del evangelio y su tema principal era: Cristo. Nuestras predicaciones tienen que girar alrededor de Cristo, su sacrificio y su plan de salvación, ya que el problema principal de las personas es su pecado no confesado.

                            II.            SON BUENAS NUEVAS PORQUE: TRANSFORMAN LA VIDA DEL HOMBRE.

Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.

            El mensaje del evangelio tiene un poder transformador en la vida de los seres humanos: oyendo y viendo las señales que hacía.

            A lo largo de la historia humana el hombre ha buscado la forma de solucionar todos sus problemas a través de diferentes formas de pensar, filosofías, religiones o ideales, sin embargo, nada ni nadie ha podido lograrlo a excepción del mensaje del Evangelio el cual es testificado a través de miles de personas alrededor del mundo a lo largo de la historia del mundo.

            Por tanto, la solución a estos y otros problemas es el mensaje del evangelio, y este es Cristo:

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”.

Romanos 1:16

                         III.            SON BUENAS NUEVAS PORQUE: TRAE EL REMEDIO PARA TODOS LOS MALES.

            Cuando el evangelio llega a las ciudades todos los males de la ciudad terminan, y esto lo vemos en los siguientes versículos:

1.      Toda obra demoníaca es rota.

“Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces…”

            Antes de Cristo ningún hombre había podido someter a un demonio, sin embargo ahora en Cristo Jesús estos se nos pueden someter. En el Antiguo Testamento vemos como los demonios influenciaban a los hombres para su propio mal. Lo vemos cuando uno de ellos impulso al rey Acab a la guerra donde encontró su muerte.

“Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda. Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así. Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti”.

1 Reyes 22:19-23

            También vemos como un espíritu maligno atormentaba a Saúl rey de Israel:

“El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová”.

1 Samuel 16:14

            Durante el ministerio de Jesús vemos como mucha gente era atormentada por demonios, por ejemplo el padre que tenia un hijo que lo atormentaba un demonio (Marcos 9:24) o la mujer siro fenicia que tenia una hija que era atormentada por un demonio (Marcos 7:26)  o la mujer que desde 18 años tenia un espíritu de enfermedad que la obligaba a andar encorvada, (Lucas 13:10).

            En Cristo Jesús toda obra del diablo es desecha, y los hombres quedan libres de este azote.

2.      La sanidad se hace realidad para los que creen.

“Y muchos paralíticos y cojos eran sanados…”

            Otro de los grandes males que la sociedad arrastra son las enfermedades, pero cuando el mensaje del evangelio llego a Samaria, muchos creyeron y fueron sanados de sus males. El ingrediente indispensable para recibir la sanidad o el milagro de parte de Jesús es la fe, sin ella nadie puede recibir nada, así ocurrió cuando Jesús visito su propia aldea natal y nadie recibió nada por su incredulidad:

“Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos”.

Mateo 13:58

            Por tanto lo único que necesitamos es creer, porque el ya pago el precio de nuestro rescate: “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”, (1 Pedro 2:24).

 3.      Las mentiras del diablo son descubiertas y la gente sale de su engaño.

“Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios.  Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo…”

            Cuando la verdad del evangelio llega a la vida de la gente, el tiempo de su ignorancia pasa. Muchos viven creyendo en toda clase de mentiras que los lleva al infierno. Esta gente creía en las artes mágicas de Simón y a eso le llamaban el poder de Dios, pero realmente era una mentira de Satanás.

            Muchos creen que su solución está en las filosofías de este mundo, en religiones mentirosas que les ofrecen artículos santos que los sanaran a cambio de su dinero, otros visitan centros de brujería o practican religiones falsas como el budismo, el islam, la masonería entre otras. Viven ignorantes en sus pecado creyendo que Dios no los condenara pero al final si no se arrepiente todos perecerán en su error.

            Pero cuando Felipe anuncio el evangelio la verdad libero a los samaritanos.

El Evangelio: Buenas Noticias

                          IV.            SON BUENAS NUEVAS PORQUE: TRAEN GRAN GOZO A LA VIDA DE LOS HOMBRES.

“… así que había gran gozo en aquella ciudad…”

            El evangelio trae gran gozo a la vida de aquellos que son liberados a través del poder de Cristo. Este gozo es producido por el Espíritu Santo que mora en nosotros y no depende de factores externos.

            CONCLUSIÓN

            Cuando el evangelio llega a una ciudad o persona este:

1.      Trae un gran mensaje: Cristo.

2.      Libera al hombre de todos sus males.

3.      Trae gran gozo a la vida de los seres humanos.