Juan 1:1-5
INTRODUCCIÓN
Los
versículos introductorios del Evangelio Según Juan figuran entre los más
elegantes y profundos que alguien puede encontrar en la palabra de Dios. Estos
nos transportan al principio de todas las cosas y nos dan un recorrido por la
misma historia de la humanidad. Es
interesante observar como desde el principio de su Evangelio, el apóstol Juan
pretende dejar claro la divinidad de Jesús al presentarlo como un ser auto
existente, preexistente y como el mismo creador de todo el universo, el cual es
la luz, no solo desde el punto de vista físico-material, sino desde el punto de
vista espiritual, y de esta forma podemos afirmar que Jesús es la misma encarnación
de la vida donde todo lo que existe no solo encontró la vida, sino también subsiste
en Él.
JESÚS EL VERBO DIVINO
“En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio
con Dios”.
Juan 1:1-2
El
primer versículo de Juan nos habla acerca del Verbo, pero, ¿quién es el Verbo? La palabra Verbo proviene
del griego lógos (λόγος) que significa
palabra, verbo, proclamación, declaración o mandato, y para la época de Jesús
era un término muy rico, tanto para judíos como para los griegos. Para el judío
(por medio de la Septuaginta y otros escritos en griego) significaba la
presencia poderosa y creativa de Dios; mientras que para el griego era un término
filosófico que conllevaba a una unidad coherente que llena y ordena el
universo. Ahora
bien, este título de lógos se le
atribuye a Jesús de acuerdo al mismo Juan (“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad”, Juan 1:14) captando la atención tanto de judíos como de
griegos en cuanto a su divina personalidad. Juan comienza diciendo tres
aspectos referentes al Verbo, es decir Jesús. Primero: En el principio era el Verbo. La
palabra “principio” nos traslada al
Génesis 1:1, justo al momento de la creación de los cielos y la tierra y todo
lo que habita en ella. Esto nos enseña que el Verbo ya estaba en el principio
de todas las cosas y no fue creado, porque ya existía en la eternidad. Esta
manera de pensar se conoce como la preexistencia de Cristo. Contrario
a los otros Evangelios que inician su relato con la encarnación de Jesús, Juan
nos traslada más allá de nuestro tiempo.
“Mientras los demás
evangelistas empiezan por la Encarnación, San Juan, yendo más allá de la
concepción, del nacimiento, de la educación y del desarrollo de Jesús, nos
habla de su eterna generación, diciendo: "En el principio era el Verbo”.
San Crisóstomo, in Ioannem, homilia 3
Contraria a la creencia de algunas sectas, como los
Testigos de Jehová, el Verbo ya existían desde antes de la creación del mundo,
no fue creado el día de la creación del mundo, mucho menos cuando el ángel
Gabriel le anuncio a María que esperaba al Salvador. En segundo lugar: el Verbo era con
Dios. Esto nos enseña que el Verbo siempre ha tenido la más íntima
relación con Dios. En este sentido la palabra “con” nos indica una relación
personal cara a cara y también que es una persona diferente al Padre. Por el
hecho de tener esta relación con el Padre a través de toda la eternidad, Jesús
es el único que nos puede revelar al Padre, ya que solo Él le conoce cara a
cara. Finalmente, el Verbo era Dios. Esta es una
afirmación contundente de su divinidad. Juan nos dice que este Verbo que está
antes de la fundación del mundo y que tiene una relación cara a cara con el
Padre es en sustancia y esencia Dios. Esta afirmación es una contradicción para
aquellos que niegan la divinidad de Cristo, por ejemplo los Testigos de Jehová
en su versión tergiversada de la Biblia cambian este versículo de la siguiente
manera:
“En [el] principio la
Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”.
Juan 1:1(Traducción del
Nuevo Mundo)
No obstante en el griego
original no dice así: εν αρχη ην ο λογος και ο λογος ην προς τον θεον και θεος ην ο λογος. Comprender esto puede ser un poco difícil ya que la
estructura gramatical en griego es muy diferente a la del idioma español. La
palabra para Dios es zeós (θεός), y el artículo determinado correspondiente es jo (ὁ). Cuando se habla de Dios en griego, no se usa
solamente zeós (θεός), sino jo zeós.
Ahora bien, cuando no se usa el artículo determinado con un nombre, ese nombre
se usa como adjetivo. Juan no dijo que el Verbo era jo zeós, lo que habría querido decir que el Verbo era el mismo que
Dios. Dijo que el Verbo era zeós (sin artículo definido), lo que quiere decir
que el Verbo tiene el mismo carácter, cualidad, esencia y ser que Dios.
EL VERBO ES EL CREADOR DEL MUNDO
“Todas las cosas por él
fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.
Juan 1:3
Para
la época en que Juan escribió existía una secta conocida como el gnosticismo. Estos
habían combinado doctrinas cristianas con sus propias filosofías. Ellos
pensaban que antes de que todo existiera habitaba Dios y la materia. Ellos
afirmaban que la materia era mala mientras que Dios era bueno a tal punto que
Dios no podía tocar la materia. Sin embargo existían ciertas emanaciones de
Dios que surgían las cuales se alejaban cada vez más de su bondad hasta que una
de ellas completamente mala llego a tocar la materia y crear el universo. Como
el universo era creado por la materia corrupta, el mundo era malo. Los
gnósticos creían que esa emanación de Dios que creo el mundo era el Dios del
Antiguo Testamento, y lo veían como un ser malo; mientras que el Dios de Jesús
era bondadoso. Sin embargo, contraria a esta
creencia muy alejada de la verdad, Juan deja por sentado dos cosas:
1. Que
Dios creo el mundo, el cual fue hecho de la nada.
2. Que
Jesús por ser Dios es el creador de todo el mundo.
“Él es la imagen del
Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas
todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles
e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y
todas las cosas en él subsisten”.
Colosenses 1:15-17
El apóstol Pablo hablando acerca
de la total suficiencia de Jesús aclara como el mundo fue creado por Él y para
Él. Por un lado él lo presenta como la imagen del Dios invisible, es decir la
perfecta manifestación del Dios verdadero. También lo presenta como el
primogénito de toda la creación, y en este caso particular la palabra
primogénito no se refiere al primero en ser procreado; sino más bien el que tiene
preeminencia sobre todas las cosas. Cuando en la Biblia se utiliza el término
primogénito, no siempre hace referencia al hecho de ser el primero en nacer,
sino aquel que hereda la supremacía sobre una familia. Podemos verlo en las
vidas de Esaú y Jacob o en la de José y sus 11 hermanos, los cuales
definitivamente no fueron los primeros en nacer pero que heredaron la
supremacía en su familia por voluntad de Dios. Muchas sectas como el arrianismo
que niegan la divinidad de Jesús pensaban que no era Dios, no obstante las
Escrituras dejan claro la divinidad de Cristo y lo presentan como el creador de
todo el mundo.
“para nosotros, sin
embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y
nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas
las cosas, y nosotros por medio de él”.
1 Corintios 8:6
EL VERBO ES LA LUZ
“En él estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las
tinieblas no prevalecieron contra ella”.
Juan 1:4-5
El
apóstol Juan declara que en el Verbo estaba la luz. Los seres humanos
dependemos de Dios para vivir ya que Él es el dador de la vida y esta vida se
encuentra en Cristo. Él es el sustentador de la vida física y espiritual y la
luz de todos los hombres que viven inmersos de la más densa obscuridad de sus
pecados. A través de las diferentes culturas antiguas siempre ha existido el
concepto de la lucha entre el bien y el mal.
Escultura que muestra la lucha entre los dioses persas de la luz y oscuridad |
En el zoroastrismo, una antigua
religión Persa cuyas creencias prevalecían para la época en que se escribió
este evangelio, existía un concepto que concebía la existencia de dos dioses
que vivían en constante lucha: Ormuz y Ahrimán, el dios de la luz y el de la
oscuridad. Juan nos aclara en su Evangelio que siempre ha existido una lucha
entre el bien y el mal y afirma que la luz de este mundo de obscuridad es
Jesucristo. La palabra griega para luz en estos versículos es fos (φῶς)
que da la idea de una luz resplandeciente que se impone ante la más densa
obscuridad. Así la más pequeña de las lucecitas sobresale entre las tinieblas más
negras. El mundo se encuentra hundido bajo el reino de las tinieblas, pero
Jesucristo vino para deshacer sus obras.
“El que practica el
pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto
apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”.
1 Juan 3:8
Así
como en Génesis se nos dice que la creación del mundo comenzó con la creación
de la luz, así también el nuevo nacimiento de la persona comienza con recibir
la luz de Cristo. Jesús afirmo ser la luz de este mundo: “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la
luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida”, (Juan 8:12). Cuando la luz de Cristo viene a la vida
del hombre se produce en este el milagro del nuevo nacimiento, una nueva
creación: “De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas”, (2 Corintios 5:17). La palabra griega que se utiliza en 2 Corintios
5:17 para criatura es ktísis (κτίσις) se puede traducir también como creación.
Por
tanto el texto nos sugiere que cuando la luz de Cristo alumbra la vida de los
hombres, éstos se convierten en una nueva creación, mostrándonos como Jesús
hace nuevas todas las cosas en la vida de sus redimidos. Como
nuevas criaturas la Biblia nos exhorta a vivir en la luz y no practicar las
obras de las tinieblas:
“Y no participéis en las
obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque
vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas,
cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la
luz es lo que manifiesta todo”.
Efesios 5:11-13
Agradezco la información que proporcionan a todas las personas que como yo deseamos tener un crecimiento espiritual , es muy valiosa realmente Bíblica de sana doctrina , Dios el eterno los llene de bendiciones por su gran ministerio , nuevamente les doy las gracias !!!
ResponderBorrarMuchas gracias por estudiar la palabra de Dios y que Dios lo bendiga a Ud. tambien.
ResponderBorrarQue bueno es el estudio de la palabra de Dios, porque aclara la vida diaria del hombre hacia Dios.felicitacioñes
ResponderBorrarGracias por aclarar nuestras dudas con respecto a la palabra, Dios les bendiga.
ResponderBorrarMuy buena palabra..Bendiciones 🙏
ResponderBorrarMuchas gracias por su dedicación al estudio de la sana doctrina de la palabra de Dios; nos ayuda bastante y bendice nuestra vida. DLB ricamente.
ResponderBorrarGracias, Dios le bendiga, este gesto de amor permite que entendamos mas la palabra de Dios y que nos acerquemos mas a El.
ResponderBorrarGracias por tan valiosa información de la palabra Dios les bendiga🙏
ResponderBorrarMe gustó esta enseñanza
ResponderBorrarResulta en llenura cuando la Palabra de Dios es estudiada y expuesta, y en luz que ilumina más nuestro entendimiento para aquellos que la leemos. Gracias por compartir su estudio.
ResponderBorrarMuy valiosa enseñanza muchas gracias Dios los continúe bendiciendo
ResponderBorrarAmén. Gracias por la enseñanza. Bendiciones
ResponderBorrarwenamechainsma
ResponderBorrartumajardbisaun
ResponderBorrarTremendo no hay pretexto para no crecer. Que lindo es conocer a JESÚS. DIOS los bendiga.
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