“Pero estoy seguro de
vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos
de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los
otros”.
Romanos 15:14 (RV60)
La bondad es la sexta virtud que Pablo enlista en el
fruto del Espíritu de Gálatas 5:22-23: “En cambio, el fruto del
Espíritu… bondad…”, (Gálatas 5:22, NVI). Ya vimos
que benignidad es una virtud que nos ayuda a ser amables, que expresa
misericordia y nos ayuda a no dañar a nadie, de tal forma que nos convierte en
personas agradables con las cuales los demás quieren pasar tiempo; sin embargo,
¿qué es bondad? La bondad es la virtud que crea en nosotros la disposición para
hacer buenas obras, es decir, ayudar a los demás. Si nos damos cuenta la
benignidad ayuda a ser misericordiosos y amables con las personas, es decir,
crea la compasión para desear hacer el bien a otros, pero la bondad traduce
estas buenas intenciones en acciones. Por tanto, un buen cristiano tiene que
ser alguien benigno y bondadoso. En este versículo de Romanos 15:14 el apóstol
Pablo nos enseña mucho en cuanto a la bondad, la cual era una característica
por las cual los creyentes de este lugar eran conocidos y nosotros también
tenemos que esforzarnos para que las personas vean en nosotros la obra que
Cristo realizo a través de nuestras buenas obras.
La bondad se manifiesta a través de la abundancia de buenas obras.
“Pero estoy seguro de
vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad…”
Romanos 15:14 (RV60)
Pablo
al escribirles a los romanos elogia su bondad diciéndoles que esta se
manifiesta de una manera muy clara a los ojos de los demás: Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos,
de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de
tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros. En este texto
la palabra bondad se traduce del griego agazosúne (ἀγαθωσύνη), y efectivamente expresa la disposición de
toda persona para hacer buenas obras. Si bien es cierto, la salvación es por fe
y no por obras, pero esto no significa que estas últimas no son importantes en
la vida del creyente, al contrario, se vuelven un factor importantísimo e
indispensable en la vida del hijo de Dios, tal y como lo enseña Pablo a los Efesios:
“Porque por
gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas”, (Efesios 2:8-10, RV60). Si nos
damos cuenta Pablo dejaba claro que la salvación del alma no depende de
nuestras obras, sino de nuestra fe en Jesús; pero esto no significa que debamos
ignorar el tema de las buenas obras en la vida cristiana ya que hemos sido
creados por Dios para andar en ellas. Jesús espera que nuestra vida sea
agradable a Él y de allí se vuelve importante que evaluemos nuestra actual
conducta porque ella es un reflejo de lo que tenemos adentro. Jesús decía, así
como era el corazón del hombre, así serían sus obras, buenas o malas: “El hombre bueno,
del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro
de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”,
(Lucas 6:45, RV60). Si hay un buen ejemplo de bondad en la Biblia es Bernabé de
quien se da testimonio que era un hombre bueno: “Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu
Santo y de fe”, (Hechos 11:24, RV60). La bondad de Bernabé era
conocida y aunque no se habla mucho de él, las Escrituras nos dan detalles de
ello. Por ejemplo, la primera vez que aparece lo vemos vendiendo sus
propiedades para sustentar a los pobres de la iglesia: “Entonces José, a quien los apóstoles pusieron
por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita,
natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo
puso a los pies de los apóstoles”, (Hechos 4:36-37, RV60). Más
adelante lo vemos ayudando a Pablo a incorporarse entre las filas de los
cristianos porque desconfiaban de él: “Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les
contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y
cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús”,
(Hechos 9:27, RV60). Posteriormente es enviado a consolar y animar a los
creyentes de Antioquía: “Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que
estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. Este,
cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con
propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor”, (Hechos
11:22-23, RV60). Fue Bernabé quien apoyo a Pablo en el ministerio apostólico
que Dios les dio a ambos convirtiéndose en un instrumento clave para llevar el
evangelio a los gentiles: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía,
profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene,
Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado
y orado, les impusieron las manos y los despidieron”, (Hechos
13:1-3, RV60). También apoyo a Marcos cuando Pablo no quería confiar en él
ayudándolo a seguir en el ministerio: “Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía
por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que
se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra.
Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé,
tomando a Marcos, navegó a Chipre”, (Hechos 15:37-39, RV60). Por
tanto, uno puede ver como la bondad de este hombre se manifestaba en sus buenas
obras al ayudar a los necesitados, apoyar a los débiles, alentar a los
afligidos, instruir a los indoctos e inconstantes y compartir el evangelio con
los perdidos, y de esta misma manera todos los cristianos debemos manifestar
nuestra bondad a través de nuestras buenas obras las cuales son un testimonio
palpable de que Cristo nos ha salvado y por esto Santiago decía que alguien que
dice tener fe pero sus obras no lo acompañan no puede afirmar tal cosa, mejor
es que por medio de nuestras obras le testifiquemos al mundo nuestra fe: “Hermanos míos, ¿de
qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos
y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de
qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus
obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”, (Santiago 2:14-18,
RV60).
La bondad es más efectiva cuando el Espíritu Santo la dirige.
“Pero estoy seguro de
vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis…llenos de todo conocimiento…”
Romanos 15:14 (RV60)
Pablo continúa diciéndonos que el creyente debe estar
lleno no solo de bondad, sino de conocimiento ya que este último es el que le
ayuda a discernir y saber cómo ser efectivo en la realización de las buenas
obras. Si bien es cierto, los creyentes deben estar preparados para hacer el
bien en todo momento: “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque
de tales sacrificios se agrada Dios”, (Hebreos 13:16, RV60). Aun
nuestro Señor Jesús enseño que teníamos que hacer el bien incluso a nuestros
enemigos: “Pero a
vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que
os aborrecen”, (Lucas 6:27, RV60). No obstante, debemos saber cómo
hacer el bien y para eso debemos permitir que el mismo Espíritu Santo nos direccione
en la realización de las buenas obras con el fin de que seamos más efectivos.
Por ejemplo, uno puede ver en Hechos como Pablo deseaba pasar a ciertas
ciudades de Asia a predicar el mensaje del evangelio pero el Espíritu se lo
impidió porque tenía otros planes para él: “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue
prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a
Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Y pasando
junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo una visión de
noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia
y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia,
dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio”,
(Hechos 16:6-10, RV60). Las intenciones de Pablo eran buenas pero por alguna
razón el Espíritu Santo se lo impidió ya que sus planes eran diferentes, sin
embargo, el apóstol obedeció y así su ministerio fue más exitoso. Pablo le dijo
a Timoteo que no impusiera sus manos a la ligera para orar por cualquier
persona sino que discerniese con la ayuda del Espíritu de Dios con el fin de
terminar orando por alguien a quien Dios no quiere bendecir: “No impongas con
ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro”,
(1 Timoteo 5:22, RV60). A Samuel Dios le dijo que dejase de llorar a Saúl
porque ya era demasiado tarde para él porque lo había desechado; y que mejor
ungiera a un nuevo rey sobre Israel: “Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl,
habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de
aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto
de rey”, (1 Samuel 16:1, RV60). El mismo Jesús se sujetó a la
voluntad de su Padre para hacer lo bueno y nunca hizo su voluntad o lo que la
gente le pedía: “Estaba
cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; y le dijeron sus
hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las
obras que haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en
secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo
siempre está presto”, (Juan 7:1-6, RV60). Por tanto, debemos
permitir que el Espíritu Santo nos guie en hacer su voluntad, aun cuando estas
sean buenas obras ya que uno podría hallarse haciendo lo bueno pero lejos de
sus propósitos. No debemos olvidar de que no se trata de lo que nosotros
queremos hacer sino de lo que Él quiere que hagamos.
La bondad ayuda a otros a corregir sus malas acciones.
“Pero estoy seguro de
vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos
de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los
otros”.
Romanos 15:14 (RV60)
Finalmente, una persona llena de bondad y
conocimiento es capaz de saber amonestar a los demás con el fin de hacerlos
volver de su error. Es un error el querer amonestar a los demás basados solo en
nuestra supuesta autoridad ya que si no usamos adecuadamente la sabiduría de
Dios podemos llegar a ser imprudentes y por ello la Biblia nos dice que esta
tarea es exclusiva de aquellas personas bondadosas y llenas del conocimiento de
Dios a través del cual son capaces de hacer ver el error de las personas con el
fin de que estas se vuelvan de su mal camino: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en
alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”,
(Gálatas 6:1, RV60). En sí la bondad es un fruto que el Espíritu produce en el
creyente que lo impulsa a hacer lo bueno, pero al mismo tiempo le da el
discernimiento de cómo hacerlo, siendo tanto así que es capaz de amonestar con
toda prudencia a todos aquellos que se han desviado por el mal camino con el
fin de volverlos a la senda de justicia. Por tanto, el cristianos necesita
desarrollar el fruto del Espíritu que es bondad ya que como hijo de Dios está
obligado a vivir su salvación produciendo toda clase de buenas obras que
reflejen a este mundo la obra que Cristo ha hecho en ellos.
Muy positivo este estudio, Felicitaciones y que Dios los siga llenando de gracia y sabiduría.
ResponderBorrarGracias por el estudio.
ResponderBorrarGracias me ayudo mucho su estudio para aclarar mis dudas sobre el tema
ResponderBorrarGloria a Dios me Gui este estudio bíblico amas conocimiento espiritual. Gracias...
ResponderBorrarExcelente
ResponderBorrarMuy bueno efectivo, claro y con puntos claves gracias
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