“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos
a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta;
para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.
Hebreos 13:17 (RV60)
El termino pastor proviene del
griego poimén (ποιμήν) y
metafóricamente se le aplica a aquellos ministros encargado de cuidar y
alimentar a la iglesia del Señor. Desde
Abraham a Jacob y sus hijos, los patriarcas fueron ganaderos y pastores
(Génesis 13:1-6). Jabal, Abraham y los recabitas fueron nómadas; moraban en
tiendas y llevaban a sus rebaños y ganados de lugar a lugar para hallar pastos
(Génesis 4:20; Jeremías 35:6-10). Otros ricos propietarios de ganaderías y
rebaños residían en ciudades, en tanto que sus siervos iban de pasto a pasto
con los animales (1Samuel 25:2; Génesis 37:12-17). El Salmo 23 escrito por
David nos ofrece una excelente ilustración de las funciones de un pastor.
“Jehová es mi pastor;
nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a
aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de
justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tú vara y tu cayado me infundirán
aliento. Aderezas mesa delante de mí en
presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de
mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días”.
Salmo 23:1-6 (RV60)
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El ministerio de pastor |
Bajo
la metáfora tomada de la labor pastoril que David tenía en mente, se describe
bien el cuidado providencial que Dios tiene con su pueblo y lo presenta como el
Gran Pastor. Estas cualidades también deben replicarse en los pastores
terrenales que el Señor ha levantado para cuidar de su rebaño. Cuando
comprendemos las características zoológicas de las ovejas podemos ver cuán
importante es la tarea de un pastor. Las ovejas son por naturaleza unos de los
animales más indefensos en el reino animal, éstas carecen de todo sentido de
orientación, por lo que se pueden perder fácilmente, no tienen una apariencia
intimidante, no tienen colmillos o garras para defenderse y se asustan por
cualquier ruido por insignificante que sea y corren asustadas por todas partes,
no rugen sino balan, son bastantes sucias y lo único que producen es lana. Son
fáciles de atrapar, lo único que se hace es agarrarla de un costado y éstas
caen al suelo donde se les trasquila la lana y cuando se ponen viejas se matan
y su carne se come. De aquí que se
necesiten pastores para que las cuiden. Por tal motivo el salmista David dijo: Jehová es mi pastor;
nada me faltará.
Los cristianos tienen un solo Pastor, el Señor Jesucristo, el Príncipe de los
pastores. Por otro lado Dios ha puestos pastores en esta tierra para pastorear
a su pueblo por lo que no pueden existir creyentes sin pastor, todos como parte
de la grey del Señor necesitamos de un pastor que cuide nuestras almas. Sabiendo
que el rebaño necesita ser cuidado y llevado a un lugar de descanso, es
responsabilidad del pastor guiarlo a lugares de delicados pastos y a aguas de reposo. La oveja por si sola es incapaz
de llegar a un lugar que le ofrezca el descanso y es propensa a perderse, por
tal motivo el pastor la guía por las sendas donde puede encontrar los pastos
para su alimentación, además, ésta no puede beber de corrientes de agua en
movimiento ya que el ruido la asusta, por ello, el pastor abre un enorme
agujero en la tierra y lo llena de agua para que la oveja beba de él. Por eso
el salmista dijo: Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Las palabras: Aunque ande en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tú vara y tu cayado me infundirán
aliento, nos dan la idea de un valle oscuro entre montañas y
despeñaderos. La vara es utilizada por el pastor como arma en contra de
animales salvajes, para poder defender a su rebaño, mientras que el cayado es
una vara larga que termina en forma de curva que se utiliza para jalar y
direccionar correctamente a la oveja. En cuanto a los versículos: Aderezas mesa
delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi
copa está rebosando. Dicen los expertos que cuando un pastor lleva a
sus ovejas a un pastizal donde nunca antes habían estado, ellos saben que entre
los pastizales pueden haber animales mortíferos escondidos, especialmente
serpientes, por lo que comienza a caminar de aquí para allá revisando y asegurando
de que no haya ningún peligro, rociando aceite en los agujeros donde se
esconden estos animales y empapa también con aceite la cabeza y nariz de sus
ovejas. Esto lo hace porque cuando quiere la serpiente salir de su cueva, ésta
resbala y al mismo tiempo sirve de repelente para evitar que muerdan a las
ovejas; y de esta forma el pastor a preparado mesa en presencia de sus
enemigos. Luego de comer los guía a cisternas de aguas las cuales son llenadas
a través de baldes que el pastor acarrea de los ríos hasta que la cisterna está
rebosando. Se dice que los perros pastores siguen a los rebaños con el fin de
protegerlos, así el salmista dijo: Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los
días de mi vida. Finalmente, podemos observar en este Salmo no solo
la confianza en nuestro gran Pastor, Jesús, sino también la función de los
pastores terrenales que Dios ha levantado los cuales son responsables de cuidar
espiritualmente a su congregación, alimentándolos de la palabra de Dios,
proveyéndoles dirección y consejería, ayudándoles a desarrollar sus dones y
cuidándolos de herejías y los peligros de este mundo. Veamos sus
responsabilidades a la luz de la palabra de Dios:
RESPONSABILIDADES de los pastores en la biblia.
|
Pastorear o apacentar la grey de Dios; liderar,
guiar y velar por el bienestar espiritual de sus ovejas.
|
“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos
a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar
cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso”.
Hebreos
13:17 (RV60)
|
Alimentar, nutrir al creyente a través de la
enseñanza de la palabra de Dios.
|
“Acordaos de vuestros pastores, que os
hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su
conducta, e imitad su fe”.
Hebreos 13:7 (RV60)
|
|
Administrar o gobernar la iglesia del Señor.
|
“Por esta causa te dejé en Creta: para
que pusieras en orden lo que faltase y establecieras ancianos en cada ciudad
como te mandé”.
Tito 1:5 (RVA)
|
|
Cuidar y defender la fe cristiana de falsos
maestros y corrientes doctrinales de error.
|
“Tened cuidado por vosotros mismos y por
todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para
pastorear la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante su propia
sangre. Porque yo se que después de mi partida entrarán en medio de vosotros
lobos rapaces que no perdonarán la vida del rebaño”.
Hechos 20:28-29 (RVA)
|
|
Orar por los enfermos.
|
¿Está enfermo alguno entre ustedes? Haga
llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con
aceite en el nombre del Señor”.
Santiago 5:14 (NVI)
|
Cualidades Espirituales de un Pastor de acuerdo a 1 Timoteo 3:2-7 y Tito 1:7-8
“Se dice a la verdad,
que si alguno desea ser obispo, a noble función aspira. Así que el obispo debe
ser intachable, esposo de una sola mujer, moderado, sensato, respetable,
hospitalario, capaz de enseñar, no debe ser borracho ni pendenciero, ni amigo
del dinero, sino amable y apacible. Debe gobernar bien su casa y hacer que sus
hijos le obedezcan con el debido respeto; porque el que no sabe gobernar su
propia familia, ¿Cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios? No debe ser un recién
convertido, no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación
que cayó el diablo. Se requiere además que hablen bien de él los que no
pertenecen a la iglesia, para que no caiga en descrédito y en la trampa del
diablo”.
1 Timoteo 3:1-7 (NVI)
“El obispo tiene a su
cargo la obra de Dios, por lo tanto debe ser intachable; no arrogante, ni
iracundo, ni borracho, ni violento, ni codicioso de ganancias mal habidas. Al
contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, santo y
disciplinado. Debe apegarse a la palabra fiel, según la enseñanza que recibió,
de modo que también pueda exhortar a otros con la sana doctrina y refutar a los
que se opongan”.
Tito 1:7-9 (NVI)
Definitivamente el ministerio
pastoral es el más común en la iglesia y su importancia es crucial ya que ellos
son los que velan por el cuidado espiritual de la grey. En el Nuevo Testamento
existen dos palabras que se usan indistintamente para referirse al oficio de
pastor, y son la de anciano y obispo. La palabra obispo proviene del griego episcopé (ἐπισκοπή)
que literalmente se traduce como superintendente o inspector. El uso de esta
palabra era ya común en el mundo secular y se le daba a aquellas personas
encargadas de realizar tareas de supervisión y liderazgo y fue adoptada por la
iglesia cristiana. El otro termino con el que se referían a este noble oficio
era el de anciano proviene del griego presbúteros (πρεσβύτερος).
En la mayoría de las civilizaciones antiguas se ha creído que las personas más
capaces de gobernar y en este sentido generalmente las personas que ocupaban
este puesto de liderazgo dentro de la iglesia eran personas mayores con algunas
pocas excepciones: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”, (1
Timoteo 4:12, RV60). En el libro de Hechos se utiliza indistintamente ambos
términos llamándolos primeramente ancianos: “Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los
ancianos de la iglesia”, (Hechos 20:17, RV60), para luego llamar al
mismo grupo obispos: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que
el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del
Señor, la cual él ganó por su propia sangre”, (Hecho 20:27, RV60).
Posiblemente el termino obispo hacia referente a la función en sí que
realizaba, mientras que el de anciano hacía referencia a su estatus de dignidad
y liderazgo. Sus cualidades de maestro, pastor y administrador se detallan en 1
Timoteo 3:2-7 y Tito 1:5-9. En las Escrituras encontramos como las iglesias
eran supervisadas por un grupo de obispos o ancianos. Por ejemplo, después de
haber hecho muchos discípulos en Iconio, Listra y Antioquia, Pablo Bernabé
instituyeron ancianos para su cuidado: “Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado
con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”,
(Hechos 14:23, RV60). Cuando Pablo y Bernabé tuvieron una discusión con algunos
discípulos de Judea en cuanto a la salvación por gracia y no por las obras de
la ley, los apóstoles y ancianos decidieron llamarlos a Jerusalén para resolver
esta contienda: “Como
Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se
dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a
los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión”, (Hechos
15:2, RV60). Cuando la iglesia de Jerusalén se enteró que Pablo se encontraba
entre ellos, sus dirigentes, Jacobo (el hermano de Jesús) y los ancianos lo
mandaron a llamar: “Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo,
y se hallaban reunidos todos los ancianos”, (Hechos 21:18). En la iglesia de
Filipos el liderazgo estaba a cargo de los obispos: “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a
todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y
diáconos”, (Filipenses 1:1, RV60). Aparte del testimonio de las
Escrituras, fuentes extra bíblicas confirman mucho acerca de este hecho. Por
ejemplo, las cartas de Ignacio de Antioquia a inicios del siglo II después de
Cristo y en las de Hipólito a finales del mismo siglo recalcan el gobierno
episcopal (ancianos u obispos) de la iglesia. El mismo Jerónimo hablo del liderazgo
de la iglesia a través de estos como una costumbre entre ellos.
En este sentido el apóstol Pablo nos proporciona una
serie de cualidades que estos hombres deben cumplir a fin de ser efectivos en
este ministerio.
Caracteristica
|
descripcion
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Intachable. Del griego anepileptos (ἀνεπίληπτος) que literalmente significa sin
acusación alguna como resultado de una investigación pública.
|
El pastor debe
gozar de buena reputación y estar libre de cualquier acusación. La palabra
intachable no significa que debe ser perfecto, sino que debe esforzarse por
edificar una buena reputación. Pablo lo menciona en sus dos cartas
pastorales: “…el
obispo debe ser intachable…” (1 Timoteo 3:2) “…por lo tanto debe ser intachable…”
(Tito 1:6). La buena reputación es el resultado de vivir las otras
cualidades que el apóstol Pablo enumera en sus dos listas. La meta de todo
líder cristiano debe ser edificar una buena reputación, la cual lleva mucho
tiempo edificar. Pero también se puede perder tan fácilmente. Esta cualidad
se dará naturalmente si crecemos y maduramos en nuestra vida de acuerdo al
conocimiento y santidad de Cristo.
|
Esposo de una sola mujer. Del griego áner mía guné (ἀνήρ μία
γυνή) que se traduce
como esposo de una mujer o, esposo de su primer mujer por lo cual algunos
creen que el pastor divorciado no puede ejercer el ministerio.
|
Debe gozar de
pureza moral. En la sociedad del Nuevo Testamento, era común que los hombres
pudieran tener hasta tres mujeres y que todos lo vieran normal. También era
común encontrar en el templo de Diana en Éfeso sacerdotisas que no eran más
que prostitutas con las cuales tenían relaciones sexuales para cumplir con
los ritos religiosos de ese tiempo. De igual manera en nuestros tiempos
vivimos en una sociedad obsesionada con el sexo donde todos los hombres y
mujeres, sean solteros o casados, son tentados. Nadie puede evitar los
mensajes eróticos en la TV, anuncios o revistas. También nadie puede evitar
la multitud de mujeres vestidas provocativamente que deambulan por las
calles, pero ser tentado no es pecar. La Biblia nos exhorta a conservar
nuestra pureza moral y nos enseña la manera de cómo hacerle frente:
1.
Enfocar
nuestra atención en cosas de provecho y no en cosas inmorales: “ Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8, RV60). “Cualquier cosa
que atrape tu atención te atrapara a ti” (Rick Warren).
2.
No
exponerse deliberadamente a la tentación: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la
justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor”. (Timoteo 2:22, RV60).
3.
El
mutuo apoyo en el lazo matrimonial: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería
al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno
tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido
cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el
marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el
marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la
mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo
consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a
juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia. Más esto digo por vía de concesión, no por
mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo;
pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro
de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera
quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues
mejor es casarse que estarse quemando”. (1 Corintios 7:1-9,
RV60).
4.
Buscar
la ayuda de un consejero cristiano profesional cuando el problema moral está
fuera de control: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras”. (Hebreos 10:24, RV60).
|
Moderado. Del griego nefáleos (νηφάλεος),
que
denota una persona de mente sana.
|
Debe ser emocionalmente
equilibrado. Hablando prácticamente, un hombre moderado siempre se vigila a
sí mismo, nunca pierde la orientación física, psicológica y espiritual, lo cual implica evidentemente sobriedad en su manera de
actuar y el dominio de sus emociones para gloria de Dios. “Nosotros que
somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio…”
(1 Tesalonicenses 5:8a, NVI).
|
Sensato. Del griego sófron (σώφρων), literalmente,
alguien de buen juicio.
|
Debe
ser un hombre sabio. La Reina Valera versión 1960 traduce esta palabra como
prudente. Una persona prudente o sensata es aquella que discierne y distingue
entre lo que es bueno o malo para seguirlo o huir de ello. Un hombre sensato
tiene un buen concepto se sí mismo y sabe tener las intenciones correctas en todo lo que hace: “No hagáis nada por rivalidad
ni por vanagloria, sino estimad humildemente a los demás como a superiores a
vosotros mismo; no considerando cada cual solamente los intereses propios, sino
considerando cada uno también los intereses de los demás”.
(Filipenses 2:3-4, RVA).
|
Respetable. Del griego kosmios (κόσμιος),
literalmente
ordenado, bien dispuesto, decente.
|
Debe
saber adornar el evangelio de Cristo. La palabra griega que se traduce como
respetable o decoroso en otras versiones se refiere a alguien que actúa de tal manera que
su vida adorna las enseñanzas de la Biblia. Su vestido, su forma de hablar, la
apariencia de su casa, su oficina, la forma de conducir los negocios, todo
armoniza con los principios doctrinales bíblicos. “Por eso yo, prisionero en el Señor, os exhorto
a que andéis como es digno del llamamiento con que fuisteis llamados”.
(Efesios 4:1, RVA).
|
Hospitalario. Del griego filóxenos (φιλόξενος), literalmente
hospitalario, hospedador.
|
Debe ser
hospitalario. La hospitalidad es la virtud que se ejercita con peregrinos,
menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y preparándoles la debida asistencia
a sus necesidades. Esta virtud no solo consiste en dar albergue a los
peregrinos y necesitados, sino también suplir sus necesidades. No debe ser
una cualidad exclusiva de los ministros sino de la iglesia en general:
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Capaz de enseñar. Del griego didaktikós (διδακτικός), literalmente
diestro en la enseñanza.
|
Apto para
enseñar. Capaz de enseñar significa demostrar que se poseen determinadas
cualidades personales que permiten a la persona comunicarse con otros de
manera efectiva. En Tito Pablo dice que el obispo debe ser “… retenedor de la
palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con
sana enseñanza y convencer a los que contradicen… Pero tú habla lo que está
de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes,
sanos en la fe, en el amor, en la paciencia”. (Tito 1:9;
2:1-2, RV60) Estos versículos están rodeados de varias palabras importantes
que describen no la habilidad, sino la calidad de vida del que enseña. El
obispo debe poseer la madurez espiritual y psicológica unidad a sus
habilidades pedagógicas.
|
No debe ser borracho. Del griego pároinos (πάροινος) el cual denota
a una persona amate del vino.
|
No
sobreindulgente a los vicios.
“No estés con los bebedores de vino, Ni con
los comedores de carne; Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el
sueño hará vestir vestidos rotos… ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el
dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las
heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se
detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mixtura. No mires al
vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra
suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará
dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas,
Y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar”. (Proverbios 23:20-21, 29-35, RV60).
“Y no os embriaguéis con vino, pues en
esto hay desenfreno. Mas bien sed llenos del Espíritu”. (Efesios 5:18,
RVA).
La
Biblia enseña que no debemos convertirnos en adictos a la bebida alcohólica y por
ende a cualquier sustancia que traiga desenfreno a nuestras vidas.
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No iracundo. Del griego orgilos (ὀργίλος), literalmente
propenso a la ira.
|
En Tito lo que Pablo quiere decir es que el obispo no
debe dejar que el sol se oculte sin que su enojo haya desaparecido. No todo el enojo es pecaminoso. Es imposible
vivir sin experimentar enojo, porque es una emoción natural.
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el
sol sobre vuestro enojo”.
Efesios 4:26 (RV60)
¿Cuándo es
pecaminoso el enojo?
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“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre
sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
Santiago 1:19 (RV60)
|
No violento. Del griego pléktes (πλήκτης),
el
cual describe a una persona pendenciera que acude a la violencia cuando se
enoja.
|
Nunca debe
recurrir a la violencia. Esta palabra pléktes describe a un
hombre que es reñidor, contencioso, belicoso, que siempre está dispuesto a
pelear. En la Biblia encontramos una historia donde se ejemplifica los
resultados de recurrir a la violencia. Caín comenzó a odiar a su hermano menor
Abel porque Dios había aceptado su ofrenda mientras que la de él había sido
rechazada. Dios le advirtió acerca del peligro de insistir en su conducta
belicosa:
“Entonces el Señor le dijo: ¿Por qué estás
tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con
la frente en alto. Pero si haces lo malo el pecado te acecha, como una fiera
lista para atraparte. No obstante tú puedes dominarlo”.
Génesis 4:6-7 (NVI)
Satanás y sus
demonios buscan la ocasión de tentarnos, alimentar nuestro enojo hasta convertirlo
en una ira incontrolable que recurre
a la violencia para saciarla. En el caso de Caín, sus celos y enojo fueron tal
que lo impulsaron a atacar con violencia a su hermano:
“Caín hablo con su hermano Abel. Mientras
estaba en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató”.
Génesis 4:8 (NVI)
|
No codicioso. Del griego aisjrokerdés (ἰσχροκερδής), literalmente amante del dinero.
|
No debe ser
codicioso. El apóstol Pablo dice que el obispo no debe ser: “codicioso de
ganancias mal habidas”, (Tito 1:7, NVI), ni “amigo del dinero” (1 Timoteo 3:3,
NVI). A parte de los pecados de origen sexual, otra de las causas que provocan
la caída de los ministros de Dios es la codicia. Por ser los dirigentes de la
iglesia tiene contacto con las ofrendas del pueblo y por eso es clave que el
obispo sea irreprensible en esta área. La misma Biblia regula la forma de cómo
deben ser manejadas las ofrendas dentro de la iglesia: “Gracias a Dios que puso en el corazón de
Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes. De hecho, cuando accedió
a nuestra petición de ir a verlos, lo hizo con mucho entusiasmo y por su
propia voluntad. Junto con él les enviamos al hermano que se ha ganado el
reconocimiento de todas las iglesias por los servicios prestados al
evangelio. Además, las iglesias lo escogieron para que nos acompañe cuando
llevemos la ofrenda, la cual administramos para honrar al Señor y demostrar
nuestro ardiente deseo de servir”, (2 Corintios 8:16-19, NVI). En este
sentido, las ofrendas deben ser administradas al menos por dos servidores de
buena reputación y de manera transparente.
|
Amable. Del griego epieikés (ἐπιεικής),
literalmente
equitativo, gentil y suave en su trato.
|
Debe ser amable.
Esto implica que el obispo debe ser una persona equilibrada en todas sus emociones
a tal punto que debe ser
gentil y suave en el trato de con los demás. Estas palabras denotan a una
persona que examina humana y razonablemente los hechos de un asunto, que piensa
bien todo lo que dice y habla con prudencia aun en medio de negociaciones con
grupos difíciles. Santiago
asocia otras cualidades que deben
acompañar a la amabilidad como la sabiduría, humildad, equidad, sinceridad, etc.
|
Apacible. Del griego amajos (ἄμαχος),
literalmente
pacífico, no pendenciero.
|
Debe ser un
pacificador. Una de las preocupaciones más grandes de Jesús fue la unidad de la
iglesia. En la Biblia encontramos ejemplos de contienda entre los siervos de
Dios que no promovía a
dicha unidad, como Juan y
Jacobo a los cuales Jesús llamó los “hijos
del trueno” por su carácter explosivo:
“Santiago y su hermano Juan, hijos de
Zebedeo, a quienes llamó Boanerges (es decir, "Hijos del Trueno")”
Marcos 3:17 (DHH)
Otro ejemplo es
la discusión entre Pablo y Bernabé que termino por separarlos:
“Bernabé quería llevar con ellos a Juan, al
que también llamaban Marcos; pero a Pablo no le pareció conveniente llevarlo,
porque Marcos los había abandonado en Panfilia y no había seguido con ellos
en el trabajo. Fue tan serio el desacuerdo, que terminaron separándose:
Bernabé se llevó a Marcos y se embarcó para Chipre, mientras Pablo, por su
parte, escogió a Silas y, encomendado por los hermanos al amor del Señor,
salió de allí”.
Hechos 15:37-40 (DHH)
Teniendo en
cuenta esto, Jesús oro por la unidad de la iglesia en el hurto de Getsemaní
antes de ser crucificado:
“No ruego sólo por éstos. Ruego también
por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú
estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que
el mundo crea que tú me has enviado…yo en ellos y tú en mí. Permite que
alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me
enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí”.
Juan 17:20-21, 23 (NVI)
De igual manera
el apóstol Pablo expreso la misma preocupación en sus diferentes cartas:
“Vivan en armonía los unos con los
otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se
crean los únicos que saben… Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes,
vivan en paz con todos”.
Romanos 12:16, 18 (NVI)
“Yo, que estoy preso por servir al
Señor, les ruego que vivan como deben vivir quienes, como ustedes, han sido
llamados a formar parte del pueblo de Dios. Sean humildes, amables y
pacientes, y con amor dense apoyo los unos a los otros. Hagan todo
lo posible por vivir en paz, para que no pierdan la unidad que el Espíritu
les dio”
Efesios 4:1-3 (BLS)
Por ello es
clave que los líderes de la iglesia sean personas que contribuyan a mantener
la paz y unidad dentro de la iglesia, deben convertirse en verdaderos
pacificadores. Jesús en el sermón del monte dijo lo siguiente acerca de los
pacificadores:
“Dios bendice a los que trabajan
para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios”.
Mateo 5:19 (BLS)
|
Debe Gobernar con sabiduría su hogar teniendo a
sus hijos sujetos con toda honestidad.
|
Aquí
se incluyen varias palabras que nos enseñan el cuidado que el obispo debe
tener respecto a su familia. En primer lugar aparecen las palabras proísteimi ídios oíkos (προΐστημι ἴδιος οῖ́κος) que se traducen como gobernar su
propia casa. El obispo debe ser capaz de gobernar con sabiduría su propia
familia, como consecuencia de ello debe ser capaz de tener a sus hijos en
completa sujeción. La palabra jupotagé (ὑποταγή) que se
traduce como sujeción involucra la idea de alguien obediente que se somete
con respeto a la autoridad, y en ese sentido los hijos de los obispos deben
ser un ejemplo en ello. La otra palabra que llama la atención en este texto
es semnótes (σεμνότης) la cual se puede traducir como
honestidad o seriedad. Es menester del obispo que el gobierno y sujeción de
su hogar se haga con toda seriedad y honestidad a tal punto que sirva de
modelo para toda la iglesia.
Pablo puso bien
en claro en sus cartas a Timoteo y Tito que una señal de madurez en el hombre
es la forma de cómo funciona como padre de familia en su hogar. En
particular, sus hijos reflejarán que tan bien ha cumplido con ese rol que Dios
le ha dado.
“Además, debe gobernar bien a su propia
familia y educar a sus hijos para que sean obedientes y respetuosos. Porque
si no puede gobernar a su propia familia, tampoco podrá gobernar a la iglesia
de Dios”.
1 Timoteo 3:4-4 (BLS)
“El anciano debe ser intachable, esposo
de una sola mujer; sus hijos deben ser creyentes, libres de sospecha de
libertinaje o de desobediencia”
Tito 1:6 (NVI)
El deseo del Señor es que no descuidemos nuestra
familia por el servicio a su obra, es necesario encontrar el equilibrio
perfecto. Para ello necesitamos la sabiduría de Dios para este trabajo vital.
En Deuteronomio el Señor nos muestra la manera de lograrlo:
“Grábate en el corazón estas palabras
que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas
cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y
cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente
como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus
ciudades”.
Deuteronomio 6:6-9 (NVI)
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Amigo del bien. Del griego filagázos (φιλάγαθος), literalmente
amante de lo bueno.
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Debe ser amante
de lo bueno. La frase que utiliza aquí Pablo describe a una persona madura
cuya prioridad es tener compañerismo con la gente buena, que hace cosas
buenas y participa en actividades que reflejan la buena, agradable y perfecta
voluntad de Dios. La Biblia nos enseña que como cristianos debemos alejarnos
de toda inmundicia y practicar todo lo bueno tanto de palabra, pensamiento y
acción:
“El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un
buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados. No
digan malas palabras, sino solo palabras buenas que edifiquen la comunidad y
traigan beneficios a quienes las escuchen”.
Efesios 4:28-29 (DHH)
“En cambio, la sabiduría que desciende
del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de
compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera”.
Santiago 3:17 (NVI)
“Así que, según tengamos oportunidad,
hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.
Gálatas 6:10 (RV60)
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Santo. Del griego jósios (ὅσιος),
literalmente
apartado para Dios
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Debe ser santo. En
el Nuevo Testamento se identifican a los creyentes como santos. Tanto en 1 Timoteo y en Tito se utiliza la palabra josios, para denotar a una persona que
manifiesta una recta relación con Dios. Es importante que los líderes de la
iglesia sean santos ya que de ello depende en gran medida el éxito en su
ministerio y el respaldo en toda su vida. Llegar a ser santo como Dios requiere un acto de la
voluntad motivado por nuestra conversión. Nuestra vida de santidad está
íntimamente relacionada con nuestra relación con el Espíritu Santo.
“Por lo tanto, digo: Vivan según el
Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. Porque los malos
deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los
malos deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden
hacer lo que quisieran”.
Gálatas 5:16-17 (DHH)
El principal recurso que nos ayuda a vivir en santidad
es el Espíritu Santo el cual trabaja en nosotros a través de la palabra de
Dios.
“Que habite en ustedes la palabra de
Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda
sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con
gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él”.
Colosenses 3:16-17(NVI)
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Disciplinado. Del griego egkratés (ἐγκρατής),
literalmente
dueño de si mismo.
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Debe ser
disciplinado. Esta es una cualidad importante en la vida del obispo ya que
requiere un alto grado de disciplina para alcanzar las metas y crecer
espiritualmente. Muchas cosas en la vida no se logran por ser altamente
talentosos, sino porque se tiene la disciplina para perseverar y alcanzar las
metas. Pablo nos habla de la importancia de esto al ejemplificar la
disciplina de los deportistas que se preparan para competir y ganar un
premio.
“Los que se preparan para competir en un
deporte, dejan de hacer todo lo que pueda perjudicarles. ¡Y lo hacen para
ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros, en cambio, lo hacemos para
recibir un premio que dura para siempre. Yo me esfuerzo por recibirlo. Así
que no lucho sin un propósito. Al contrario, vivo con mucha disciplina y
trato de dominarme a mí mismo. Pues si anuncio a otros la buena noticia, no
quiero que al final Dios me descalifique a mí”.
1 Corintios 9:25-27 (BLS)
De igual forma
el apóstol exhorta a Timoteo a ejercitarse en la piedad: “…Ejercítate para la piedad…”, (1 Timoteo 4:7, RV60). Aquí Pablo utilizó la palabra griega gumnádso (γυμνάζω) la cual significa ejercitarse
vigorosamente. El crecimiento personal no es fácil y requiere gran constancia
de parte de nosotros de allí que la disciplina sea importante. Nuestro
crecimiento y cuidado personal debe involucrar todo nuestro ser completo:
“Que Dios mismo, el Dios de paz, los
haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu,
alma y cuerpo, sin defecto alguno, para la venida de nuestro Señor
Jesucristo”.
1 Tesalonicenses 5:23 (DHH)
Es importante
conservar estas tres dimensiones, para ello se necesita disciplina. Cuando no
funcionamos bien físicamente, nuestra vida se ve afectada tanto psicológica
como espiritual. Si no funcionamos bien mental y emocionalmente, nuestra vida
física y espiritual se perjudica. Andar fuera de la voluntad de Dios nos
perjudica física y psicológicamente.
“La primera y gran victoria es
conquistarse a uno mismo”.
Platón
Cuando llevamos
una vida desordenada, tanto física como espiritual, el pecado y la influencia
de este mundo puede afectar nuestra vida, sin embargo, el deseo de Dios es
que consistentemente conquistemos nuestras debilidades y alcancemos nuestras
metas, ejercitándonos cada día en la piedad sin cansarnos de hacer el bien.
“Porque el Espíritu de Dios no nos hace
cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás y nos fortalece
para que podamos vivir una buena vida cristiana”.
2 Timoteo 1:7 (BLS)
“El talento sin disciplina es como
un pulpo en patines. Mucho movimiento pero nunca se sabe si se mueve hacia
delante, hacia atrás o hacia los lados”.
H. Jackson Brown Jr.
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Debe ser buen administrador.
Del
griego oikodómos (οἰκονόμος), literalmente mayordomo.
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El obispo debe
ser un buen administrador. La RV60 se dice que el obispo debe ser un “administrador de
Dios…”, y la NVI lo traduce como “El obispo tiene a su cargo la obra de Dios”,
(1 Tito 1:7). La palabra que alude a administrador es oikodómos (οἰκονόμος),
la cual es una palabra compuesta por oikos,
que es casa y némos que es disponer
y en ocasiones se traduce también como mayordomo. El mayordomo era el
encargado de administrar todos los asuntos de la casa de su amo con fidelidad
y efectividad. En este sentido es importante que el obispo sea un buen administrador
ya que tendrá a su cargo la administración de los recursos humanos,
materiales y financieros de la iglesia.
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No debe ser un recién convertido. Del griego neófutos (νεόφυτος), literalmente neófito, que inicia en
algo nuevo.
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No debe ser un
neófito. Una de las condicionantes de Pablo para ser obispo es que no debe
ser un recién convertido. La misma inexperiencia y la poca madurez espiritual
pueden arrastrarlo al fracaso. Pablo lo expone así:
“No debe ser un recién convertido, no
sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el
diablo”.
1 Timoteo 3:6 (NVI)
Desde el inicio
de su conversión Pablo estaba consciente del llamado que el Señor había hecho
en su vida:
“Volví a Jerusalén, y mientras estaba
orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Vi al Señor, que me decía:
"Date prisa y sal prontamente de Jerusalén, porque no recibirán tu
testimonio acerca de mí. Yo dije: "Señor, ellos saben que yo encarcelaba
y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se derramaba la sangre de Esteban,
tu testigo, yo mismo también estaba presente y consentía en su muerte, y
guardaba las ropas de los que lo mataban". Pero me dijo: "Ve,
porque yo te enviaré lejos, a los gentiles”.
Hechos 22:17-21 (RV95)
Sin embargo su ministerio no comenzó de inmediato:
“Pero Dios, que me escogió antes de
nacer y por su gran bondad
me llamó, tuvo a bien hacerme conocer a su Hijo, para que anunciara su
evangelio entre los no judíos. Y no fui entonces a consultar con ningún ser
humano; ni fui tampoco a Jerusalén a
ver a los que eran apóstoles antes que yo. Por el contrario, me dirigí sin
tardar a la región de Arabia, y luego volví a Damasco. Tres años después fui a Jerusalén para
conocer a Cefas, con quien estuve quince días”.
Gálatas 1:15-18 (DHH)
Pablo se dirigió al desierto de Arabia antes de
entregarse a la obra de su vida. Sabiamente, reconoció las necesidades de su
propia alma iniciando el entrenamiento espiritual para su alma. Después de
tres años Pablo regreso a Jerusalén donde paso 15 días en Jerusalén para
aprender de Cefas. Posteriormente se apoyó en Bernabé el cual fue su mentor.
“Después de esto, Bernabé fue a Tarso a
buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron
con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde
por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos”.
Hechos 11:25-26 (DHH)
Definitivamente
este debe ser el modelo para crear nuevos líderes en la iglesia del Señor.
Antes de realizar cualquier función deben pasar un tiempo prudencial
aprendiendo y preparándose al lado de un mentor.
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“« ¡Ay de los
pastores que destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!», afirma el
Señor. Por eso, así dice el Señor, el Dios de Israel, a los pastores que
apacientan a mi pueblo: «Ustedes han dispersado a mis ovejas; las han expulsado
y no se han encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigarlos a ustedes
por sus malas acciones —afirma el Señor—. Al resto de mis ovejas yo mismo las
reuniré de todos los países adonde las expulsé; y las haré volver a sus pastos,
donde crecerán y se multiplicarán. Pondré sobre ellas pastores que las
pastorearán, y ya no temerán ni se espantarán, ni faltará ninguna de ellas
—afirma el Señor—”.
Jeremías 23:1-4 (NVI)
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